Arquitectas cubanas de todos los tiempos

A diferencia de los artistas plásticos, músicos, bailarines, cineastas y escritores, en Cuba los nombres de los arquitectos casi nunca se mencionan y, menos aún, los de las arquitectas.

A pesar del deterioro que aqueja el fondo construido de las ciudades cubanas, es evidente el valor excepcional de sus inmuebles, entre los que perviven numerosos testigos de todos los estilos y períodos históricos de los últimos 500 años. Destaca en nuestras calles la variedad y cantidad de edificios que exponen una riqueza de elementos formales, ornamentos y sistemas constructivos de alta calidad estética y constructiva. Pero destaca también nuestra desmemoria respecto a las mentes que generaron esos diseños e hicieron que nuestra arquitectura tuviera un espacio remarcable en Latinoamérica.

Es habitual escuchar y reconocer los nombres de artistas de la plástica cubana en los espacios culturales y en los medios de comunicación, también de los músicos, bailarines, cineastas y literatos; aunque todavía debiera hablarse más de ellos, particularmente en todos los niveles de enseñanza. No obstante, de los que no se habla casi nunca fuera de su gremio, es de los arquitectos. Muy pocos cubanos están familiarizados con su labor, y son capaces de identificar el nombre de quienes idearon algunos de los edificios que cruzan cada día a su paso. Esto zanja, ¡cómo no! la devaluación de una profesión cardinal para el desarrollo urbano, y junto a las fuertes limitaciones legales que tiene su ejercicio hoy en Cuba, ampara los disparates que vemos acontecer con el patrimonio construido y con la obra nueva.

Si los arquitectos han devenido talentos anónimos a la fuerza, aún más lo son las arquitectas. Mucho contribuyó su lenta incorporación a la profesión, producto de los preceptos sociales que hasta muy entrado el siglo XX diferenciaron el rol masculino del femenino. Pero esa postura se ha superado hace ya bastante tiempo para que aún sustente el olvido, y comencemos a reconocer la impronta que han dejado en nuestro entorno construido.

Lógicamente, durante el periodo colonial no hubo arquitectas. Siendo una profesión de hombres, ninguna mujer sería autorizada además para viajar al extranjero a cursar los estudios que no existían en la Universidad de La Habana. La carrera de Arquitectura inició en 1900 con la creación de la Escuela de Ingenieros, Electricistas y Arquitectos, perteneciente a la Facultad de Letras y Ciencias. Sin embargo, no fue hasta 1922 que matriculó la primera mujer. Esta fue la habanera María de la Concepción Bancells y Quesada (n. 1903), graduada en 1934, aunque no ejerció hasta 1938. De esta pionera se dice que construyó unas 200 obras, aunque no se ha podido identificar ninguna con su firma.

El lento camino que llevó a incluir a la mujer en el mundo de la arquitectura tuvo un punto de inflexión en la década de 1940, cuando se hizo recurrente en las revistas de la época el reconocimiento a diseños de arquitectas cubanas. La mayoría radicaba en La Habana. Así lo constatan las páginas de estas publicaciones que, hacia 1959, mencionan 75 arquitectas en la capital y solo siete en el resto del país. La visibilidad que tuvo su labor vino acompañada del reconocimiento del gremio, lo que llevó a que por ejemplo, la placeteña Acelia María del Carmen Callón Reina (n. 1923) graduada en 1949, ocupara en 1951 el cargo de arquitecto municipal de Santa Clara.

Aunque incursionaron en todos los lenguajes arquitectónicos en boga, la obra más conocida de las arquitectas cubanas está asociada al Movimiento Moderno que, como hijas de su tiempo, abrazaron y desarrollaron con maestría. Las páginas de reconocidas revistas como Arquitectura y Urbanismo, exhiben muchísimas viviendas modernas de excelente diseño que de conformar catálogo, reuniría magníficos exponentes de vivienda individual y edificios de apartamentos de los repartos en expansión y completamiento como El Vedado, Nuevo Vedado, Miramar, Kohly, Siboney, La Víbora y Altahabana.

En este espacio sería oportuno mencionar algunas de estas mujeres que, además, tuvieron a su cargo el diseño de edificios públicos bastante reconocidos. Muchas de ellas se graduaron en la década de 1940. La mayor, que ingresó a la universidad con 34 años, fue Sara María Lilliam Mederos y Cabañas (n. 1899). Graduada en 1941, en sus primeros años de oficio proyectó la sede del Lyceum and Lawn Tennis Club, en Calzada y 8, precioso edificio moderno que acogió múltiples conciertos, exposiciones de arte, la prestigiosa biblioteca de la institución y la primera biblioteca juvenil del país. Hoy es la Casa de Cultura de Plaza.

Muy reconocida en su tiempo fue Elena Pujals Mederos (n. 1913), también graduada en 1941. Además de ser la única mujer profesora de Arquitectura durante la República, fue autora de magníficos inmuebles como la sede del American National Life Insurance Co. (1946), en Egido y Apodaca. Su elegante fachada curva saca provecho del lote de esquina para exhibir la limpieza formal del streamline y recabar la atención sobre el logo de la compañía en la testera. Lamentablemente, hoy está muy subdividido para dar espacio a distintas funciones (escuela, pescadería, almacén, farmacia), que no contribuyen a su debido uso y cuidado.

De la misma promoción que estas dos fue Gabriela J. Menéndez García (n. 1917), tal vez la arquitecta que más ha trascendido de la República. Su firma estaba unida a la de su marido, Nicolás Arroyo, pues juntos constituyeron uno de los más famosos estudios de arquitectura de la capital. Entre las obras que llevaron a cabo, vale la pena mencionar: el cine Ambassador (1949); la Ciudad Deportiva (1955-1957); el Hospital Nacional y el Dispensario de la Organización Nacional de Dispensarios Infantiles (1957), hoy Pediátrico William Soler y Policlínico de 15 y 18, en El Vedado; y el Teatro Nacional (1959), entre otros.

María Elena Cabarrocas y Zayas (n. 1922), graduada en 1946, fue la autora del Colegio Lafayette (1956-1957), de La Coronela, una instalación moderna de la que debería justipreciarse la influencia que pudo ejercer en el diseño posterior de centros educativos, por la articulación de sus volúmenes, el tipo de cubierta, la iluminación y ventilación de las aulas.

De su promoción fue también Margarita E. del Pozo y Seiglie (n. 1920), primera mujer en recibir el Premio Nacional de Arquitectura, en 1998. Desde su graduación hasta 1952, fue proyectista del Ministerio de Obras Públicas, donde tuvo la oportunidad de formar parte de varios proyectos. Sobre esta fecha fundó un estudio de arquitectura con su esposo José Vicente Lanz. Su obra en conjunto es la más conocida de su carrera profesional, en la que destaca la clínica Asclepios, en 17 y Paseo; y el antiguo Club Bancario Nacional (hoy hotel Atlántico), en Santa María del Mar.

De las primeras décadas de la Revolución resulta familiar el nombre de Josefina Rebellón Alonso, graduada en 1961. Fue de los jóvenes arquitectos que ejecutaron múltiples obras sociales con la excelencia técnica de esos años y una alta creatividad formal. En su caso, trabajó intensamente para la educación. Participó en la conversión del campamento militar Columbia en Ciudad Escolar Libertad (1962-1964), particularmente en el diseño del instituto preuniversitario para 2000 estudiantes, que formó parte de las obras nuevas integradas al campamento. A lo largo de esa década realizó varios modelos de escuela secundaria, hasta concebir el sistema prefabricado Girón (1969), por el que mayormente se le identifica. Obras suyas son también el Instituto de Ciencias Básicas Victoria de Girón (1963) y el Policlínico de Carlos III (1965). Su trayectoria laboral fue reconocida con el Premio Nacional de Arquitectura en 2002.

De las arquitectas cubanas con obra construida en las últimas décadas, Julia León Lacher (n. 1948) es de mención obligatoria. Graduada en 1974, tiene un excelente catálogo junto a su esposo José Antonio Choy, y numerosos premios internacionales. Su estudio es reconocido por los inmuebles de Santiago de Cuba, en particular por el hotel Meliá Santiago (1991). En La Habana no debe dejar de referirse la rehabilitación del edificio que ocupa el Banco Financiero Internacional (1997) en Quinta Avenida, uno de los mejores ejemplos de integración entre lo nuevo y lo viejo. Su proyecto de rehabilitación para la Hemeroteca de Casa de las Américas está entre los tantos que no han llegado a ejecutarse, y que de hacerlo otorgarían a El Vedado un fabuloso ícono moderno.

Es esta una mención discreta de una parte de la presencia femenina en la arquitectura cubana, que merecería extenderse para que comencemos a reconocer el verdadero alcance que han tenido en el paisaje urbano. No obstante, valga esta aproximación para sembrar el interés, registrar algunos nombres y reconocer que también merecen el reconocimiento social otorgado a otras ramas del arte.

Crisis en el Museo Británico: robo de piezas, 2,4 millones de objetos no catalogados y la necesaria digitalización

Según la investigación y luego de haber recuperado 350 piezas, la institución reconoció que el insuficiente registro fue lo que hizo posible que alguien hurtara sin ser detectado durante décadas

Tras el robo de más de 2.000 piezas, el Museo Británico anunció que digitalizará toda su colección y aceptó que, según los relevamientos, la institución cuenta con 2.400.000 objetos no catalogados o parcialmente catalogados que serán debidamente documentados.

Según las hipótesis de investigación del robo y luego de haber recuperado 350 de aquellas piezas, las autoridades creen que el insuficiente registro fue lo que hizo posible que alguien que sabía de esto las robara gradualmente sin ser detectado durante décadas.

Según informó el Museo Británico en un comunicado, el proceso de catalogación tardará aproximadamente cinco años y costará 10 millones de libras esterlinas. Durante la audiencia que tuvo lugar en el parlamento para que el Museo diera detalles del robo y la investigación, se informó ante comité de la Cámara de los Comunes que el museo tiene un millón de artículos no registrados (no catalogados) que debían registrarse; 300.000 que están registrados, pero no digitalizados; y 1,1 millones que están digitalizados, pero no fotografiados.

Según la investigación y luego de haber recuperado 350 piezas, la institución reconoció que el insuficiente registro fue lo que hizo posible que alguien hurtara sin ser detectado durante décadas (REUTERS/Hollie Adams)

El 16 de agosto, el Museo Británico anunció que había sufrido el robo de joyas de oro y gemas de piedras semipreciosas y vidrio que databan del siglo XV a.C. al siglo XIX d.c. Nueve días después, el director Hartwig Fischer tuvo que renunciar y su adjunto, Jonathan Williams, también dimitió.

Mark Jones, el nuevo director interino del museo, también testimonió en los últimos días ante el comité de la Cámara de los Comunes. Dijo que los 2.000 objetos robados no catalogados eran “realmente conocidos sólo por una persona, y esa persona decidió aprovechar eso”.

Aunque por cuestiones legales el museo no nombra al sospechoso, los medios lo han identificado como Peter Higgs, quien fue curador durante 30 años y recientemente encargado en funciones del departamento de Grecia y Roma. Higgs fue despedido en julio y fue interrogado por la policía, pero hasta el momento no ha sido arrestado ni acusado.

Mark Jones, el nuevo director interino del museo, dijo que los 2.000 objetos robados no catalogados eran “realmente conocidos sólo por una persona, y esa persona decidió aprovechar eso” (Crédito: Wikipedia)

George Osborne, presidente del consejo de administración del Museo, contó ante el Comité de la Cámara de los Comunes que la propiedad de 350 de los 2.000 objetos robados fue transferida de nuevo al museo el 13 de octubre gracias a la ayuda del marchante y especialista danés Ittai Gradel, quien fue el primero en denunciar el robo hace más de hace dos años.

Y, si no surgen obstáculos legales, esas piezas serán exhibidas en una exposición especial que planea la institución con la que buscará dar a conocer al gran público las piezas restantes para facilitar su recuperación.

Fuente: Télam S. E.

El Museo de CDMX que exhibe una barra de oro que Hernán Cortés robó a Moctezuma

A lo largo de la historia uno de los eventos más importantes fue la llegada de Hernán Cortés a la gran Tenochtitlán quien esperaba llevarse a España el tesoro que se resguardaba en la ciudad. Aseguraban que el lugar estaría lleno de oro, pero solo se encontró joyas, en su mayoría, usadas por el tlatoani Moctezuma que resguardaba en sus palacios. De acuerdo con los relatos, Hernán Cortés realizó una barra de oro con parte de ellas y este lingote se encuentra en un Museo de la CDMX. 

Desde el 2020 se confirmó que la pieza de oro formó parte del expolio español, justo en la llamada ‘Noche triste’; todo esto gracias al trabajo de análisis hecho a la pieza a través de un equipo del Instituto de Física de la UNAM, así lo informó el arqueólogo Leonardo López Luján. Sin duda la historia de este tejo de oro es única y debes visitarlo en el museo de la CDMX, ya que es testimonio de un episodio importante de la historia nacional. 

¿Cuál es la historia de la barra de oro y dónde verla? 

Durante la conquista española uno de los objetivos era trasladar el gran motín a los reyes españoles, tanto que Hernán Cortés había encontrado en el palacio el que creía era el Tesoro de Moctezuma, para ello lo reunió y lo convirtió en lingotes para poderlo trasladar, aún fuera muy poco. 

El famoso tejo de oro que se encuentra exhibido en el Museo de Antropología es testimonio material de la ‘Noche triste’ el cual está verificado, desde el 2020, que corresponde a la huida de la isla de Hernán Cortés y sus huestes el 30 de junio de 1520. 

Neuquén declaró patrimonio cultural e histórico al bosque petrificado El Sauce

El bosque petrificado El Sauce, ubicado en el departamento Picún Leufú de Neuquén, fue declarado patrimonio cultural e histórico provincial mediante la ley 3392/23, que garantiza la preservación del área que alberga troncos fósiles y fósiles de otras formas de vida que habitaron la zona hace, aproximadamente, unos 97 millones de años, informó el Gobierno local.

“La zona contiene afloramientos formados durante el período cretácico de la era mesozoica; cuerpos de roca sedimentaria que corresponden a la formación Lohan Curá, depositada en un ambiente continental, con una antigüedad que va desde los 95 a los 125 millones de años“, precisaron desde el Ministerio de las Culturas de Neuquén a través de un comunicado.

También indicaron que “la mayoría de los hallazgos registrados para esta unidad geológica se encuentran en sus niveles superiores, aproximadamente hace 97 millones de años”.

Actualmente, equipos de especialistas se encuentran llevando adelante investigaciones sobre el material hallado, no sólo en paleontología sino también en arqueología, con la participación de profesionales locales y del Conicet.

La ley provincial 3392/23 establece en el artículo 3° que “el Poder Ejecutivo, a través de la autoridad de aplicación, debe arbitrar los medios necesarios para crear e implementar un plan de manejo y preservación del sitio mencionado”.

Según especificaron desde el Gobierno neuquino, el Ministerio de las Culturas trabajará en coordinación con su par de Turismo en la puesta en valor y uso turístico del parque, junto a la Comisión de Fomento de El Sauce.

Intercambian en Perú experiencias sobre protección de patrimonio cultural en Latinoamérica

LIMA, 21 oct (Xinhua) — Diversos países de América Latina tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias sobre políticas públicas implementadas en la región para la protección de las diversas expresiones artísticas y culturales, como parte del Foro Internacional Patrimonio Vivo Latinoamericano que tuvo lugar esta semana en Perú.

El evento, desarrollado en la sede del Ministerio de Cultura (Mincul) del 19 al 21 de octubre, conmemoró los 20 años de la creación de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El encuentro contó con representantes y ponentes de Perú, así como de Brasil, Ecuador, Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica.

Shirley Mozo, directora general de Patrimonio Cultural del Mincul, dijo en conversación con Xinhua que en este marco se ha abordado, por ejemplo, cómo se ha promovido entre los ciudadanos de cada país la preservación de sus tradiciones para lograr traspasarla exitosamente de una generación a otra.

“El objetivo del foro es justamente debatir sobre los compromisos que se tienen en el marco de los lineamientos y las directrices de la Convención, que en realidad es verificar cómo el ciudadano en sus diferentes regiones ha conservado, ha identificado sus usos y saberes tradicionales”, afirmó.

Agregó que se ha conversado también de cómo la Convención ha permitido desde 2003 visibilizar la pertinencia ciudadana en su territorio, así como la identificación de un patrimonio cultural inmaterial, lo que les convierte en portadores de sus conocimientos en ese territorio.

A pesar del transcurrir de los años, muchas poblaciones mantienen vivas sus tradiciones, festividades, canciones, danzas, sus artes tradicionales, la pesca artesanal, la gastronomía y el modo de vivencia de cada uno de estas comunidades, resaltó la vocera.

En ese sentido, subrayó que el patrimonio cultural inmaterial es precisamente “revalorar, visibilizar cómo las tradiciones, la memoria y la identidad de los pueblos se mantiene a través de estos conocimientos ancestrales, y la formulación de estos bienes que nacen de esos conocimientos ancestrales”.

“Entonces, en ese marco la Convención del 2003 para nosotros significa un fortalecimiento y un compromiso para seguir trabajando en el bienestar de estas comunidades, comunidades que pueden estar en provincia pero que también están en Lima, en barrios antiguos y en barrios modernos”, acotó.

Al ser consultada sobre qué deben hacer los países latinoamericanos para lograr una mayor conservación del patrimonio inmaterial, Mozo respondió que precisamente uno de los debates que se tendrá desde ahora es cómo atender el paradigma de un compromiso a largo plazo.

En tanto, el Estado debe ser mucho más activo en su promoción y en su salvaguardia, aunque eso no lo puede hacerlo solo, sino con el apoyo de los diversos actores públicos y privados, aseveró.

El foro contó con cuatro mesas de trabajo, siendo la primera sobre “Experiencias de política pública en países latinoamericanos”, seguida por “Experiencias de fortalecimiento de la transmisión a través de la gestión comunitaria” y “Cocina tradicional, soberanía tradicional y gestión comunitaria”.

Mientras que la cuarta mesa de trabajo abordó las “Experiencias relacionadas al cambio climático y situaciones de emergencia”, esta última a cargo de Eloisa Casanova, de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación de Uruguay; y de Angela Martínez, representante del Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica. 

El Patrimonio Cultural Intangible de Puebla es el mole de caderas

La tradición del Mole de Caderas es todo un ritual, desde la obtención de los ingredientes, elaboración y consumo, lo llevaron a ser un Patrimonio Cultural Intangible de Puebla, el cual fue emitido por Sergio Salomón Céspedes Peregrina, gobernador del estado. El 19 de octubre en el siglo XIX fue cuando este delicioso platillo se creó, y se comenzó a vender en Pueblo, en especial en el Valle de Tehuacán, y en distintos lugares de Oaxaca, y esta temporada finaliza en la primera semana de diciembre, ya que se agotan las cabezas del ganado.

El mole de caderas se elabora principalmente en San Gabriel Chilac, Ajalpan, Tehuacán, Caltepec, Zinacatepec, Zapotitlán Salinas, San José Miahuatlán, Vicente Guerrero, Coxcatlán, Nicolas Bravo y Coyomiapan.

El documento publicado en el Poe atiende a la demanda por parte del ayuntamiento de Tehuacán el febrero pasado, donde se le pedía al gobierno estatal que reconociera la importancia cultural que tiene este platillo. Por lo que la secretaría de Cultura encabezó dos consultas públicas en la región, para poder recopilar los sintieres de la población sobre esta tradición.

Hace pocas horas se dio a conocer que el titular del Poder Ejecutivo local presentó su decisión mediante una publicación en el Periódico Oficial del Estado (PE), ya que desde el primer instante tras la declaratoria hecha por el gobernador Céspedes Peregrina, generó la obligación a los ayuntamientos, como a las secretarías de Turismo y Cultura estatal, para poder promover el consumo y cuidado de esta tradición gastronómica.

Pero es importante recordar que este ritual cultural de el mole de caderas ya era reconocido tanto en su consumo como en su elaboración, por el conocido estival Étnico que realizan los pueblos originarios de la región.

El documento establece que “es necesario la adopción de medidas concretas para salvaguardar las distintas manifestaciones culturales intangibles que poseen un significado y un valor especial o excepcional para la sociedad poblana, al formar parte fundamental de su identidad cultural”.

Este emblemático platillo nace a partir de la mezcla de los chiles costeño, serrano, cuicateco y guajillo, con las caderas del chivo cebado, el cual es criado en la región y consumido a partir del último trimestre del año. También tiene como ingredientes el Huaxmole, hojas de aguacate, ajo, cilantro, ejote, son guajes y cebollas.

Para este 2023 la Asociación Poblana de Restaurantes y Prestadores de Servicios A.C. (Apresac) contempla la venta de más de 12 mil cabezas de ganado y este año se venderán entre los 300 y 600 pesos, el cual representa un cinco por ciento de aumento, en relación con el año pasado.

El director de la Apresac Felipe Mendoza prevé que el Huaxmole va a ser de gran ayuda para el sector restaurantero ya que incrementara sus ventas hasta en un 20 por ciento.

Declaran Serenatas Huetecas Patrimonio Cultural de Guatemala

Ciudad de Guatemala, 23 oct (Prensa Latina) El Ministerio de Cultura y Deportes divulgó hoy la declaración de Patrimonio Cultural Intangible de Guatemala de las Serenatas Huetecas del Miércoles Santo y del Día de los Santos.

Mediante resolución en el Diario de Centro América, la cartera argumentó que constituyen una expresión artística que se ofrece a los seres queridos, vivos y difuntos, además de representar elementos propios de una población.

Del suroccidental departamento de Huehuetenango, uno de los más musicales del país, contribuye al fortalecimiento de su cultura a través de la participación comunitaria, según el texto.

El Día de serenata, cuando se canta al aire libre y durante la noche a los Santos Difuntos, las familias de esa demarcación acostumbran visitar el Parque Central y las afueras del Cementerio General.

La costumbre radica en ir a caminar y disfrutar de la música, después se le lleva serenata a los difuntos; mientras una variación permite que los esposos, novios o enamorados la entreguen a sus amadas.

La historia oral lugareña cuenta que empezó a inicios de 1900, pero documentos escritos refieren como fecha oficial el 31 de octubre de 1940 por don Rodrigo García y en la casa de la profesora Guadalupe Soto.

Entonces salieron muy pocos músicos, pero en 1942 ya no cabían en la sala del distinguido los artistas que llegaban a ensayar, de acuerdo con reportes de la prensa local.

La Casa de la Cultura de Huehuetenango mantiene la tradición tal cual inició y posee un acuerdo gubernamental de hace más de 20 años que indica cómo debe actuarse en las noches de serenata.

El rico Patrimonio de Guatemala está conformado por los más preciados legados a lo largo de la historia, elementos (materiales e inmateriales) que reflejan la herencia de las generaciones pasadas.

En el listado aparecen la Huelga de Dolores de la Universidad de San Carlos, las Cofradías Indígenas y la representación escénica-dramática del Rabinal Achí.

El desfile de Los Fieros, la Oralidad del Valle Medio del Motagua, la elaboración del chocolate en Mixco, de mantequilla de costal y la Semana Santa enriquecen el legado nacional salvaguardado.

54 Volúmenes del Diario Oficial El Peruano Declarados Patrimonio Cultural de la Nación

La Biblioteca Nacional del Perú (BNP) celebró la declaración, por parte del Ministerio de Cultura, de 54 volúmenes facticios del Diario Oficial El Peruano como Patrimonio Cultural de la Nación. Esta distinción fue otorgada tras un trabajo conjunto entre la BNP, Editora Perú y el Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura.

Estos 54 volúmenes, que abarcan el período desde 1868 (II semestre) hasta 1900, son parte de la colección más completa del Diario Oficial El Peruano para ese lapso temporal. Su relevancia radica en singularidades que los distinguen, como marcas de propiedad, incluyendo sellos notables como “Diario Oficial El Peruano. Hemeroteca”, “Sección Archivo y Mesa de Partes. Ministerio de Gobierno”, “Instituto Libertador Ramón Castilla” y “Sociedad de Beneficencia Pública de Lima. Secretaría”.

La designación como Patrimonio Cultural de la Nación, a través de la Resolución Viceministerial N° 0248-2023-VMPCIC, implica que la BNP, como la principal entidad cultural independiente de Perú, inscribirá estos volúmenes en el Registro Nacional de Material Bibliográfico. Además, coordinará con Editora Perú, propietaria del material, para implementar acciones necesarias de protección, conservación y difusión de estos documentos históricos.

La colección de los 54 volúmenes se divide en dos partes: Intangible I, heredada por Editora Perú en 1976 y complementada con documentos adquiridos de la Sociedad de Beneficencia de Lima (35 volúmenes seleccionados), e Intangible II, adquirida por Editora Perú del historiador Gustavo Pons Muzzo en 2003 (19 volúmenes seleccionados).

Esta distinción no solo reconoce la importancia histórica y cultural de estos volúmenes sino que también destaca la colaboración entre instituciones para preservar el patrimonio documental del país.

ICP propone que la Bomba se declare “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”

El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) anunció que aspira lograr que la bomba sea declarada patrimonio cultural inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por las siglas en inglés). Esta gestión se ha reforzado luego de que el director ejecutivo del ICP, Carlos Ruiz Cortés, fuera invitado por la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden, a la actividad especial en Casa Blanca para celebrar los 20 años del Convenio para Salvaguardar el Patrimonio Cultural Inmaterial en la UNESCO y el anuncio del reingreso de la nación a esta entidad.

“Aunque los esfuerzos para lograr este reconocimiento los comenzamos desde hace cinco años comunicándonos con distintas entidades federales, fue el pasado mes de septiembre que el gobernador formalizó la petición a través de una carta oficial. Agradecemos el apoyo brindado por el gobernador en este importante proceso para lograr que nuestra bomba sea declarada un patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”, expresó Ruiz Cortés.

El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi Urrutia, presentó ante el Presidente de los Estados Unidos, Joseph R. Biden, Jr., una carta que formaliza esta petición, en la que se explica el trasfondo y el valor cultural de la bomba puertorriqueña. A través de la misiva se solicita el apoyo del presidente para presentar la nominación ante la UNESCO. Asimismo, para que el proceso pudiera por continuar, era necesario que Estados Unidos se reintegrara a la UNESCO, organización de las Naciones Unidas de la que se retiró en el 2018. El gobierno de los Estados Unidos realizó una actividad especial en Casa Blanca para celebrar los 20 años del Convenio para Salvaguardar el Patrimonio Cultural Inmaterial en la UNESCO y también anunciaron su reingreso a la entidad. El regreso de Estados Unidos a esta organización abre el paso para poder continuar con el proceso de conseguir la nominación y el decreto para la bomba puertorriqueña.

El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) anunció que aspira lograr que la bomba sea declarada patrimonio cultural inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por las siglas en inglés).

“Que Estados Unidos haya regresado a la UNESCO dará paso a que nosotros podamos solicitar la inclusión de distintos elementos y tradiciones nuestras para que también sean reconocidas como patrimonio inmaterial de la humanidad. Sabemos que es un camino largo, con distintos pasos y etapas, pero lo más importante que tenía que pasar pasó. Ahora estaremos dando seguimiento a esa petición”, expresó Ruiz Cortés.

Luego de reintegrarse a la UNESCO, los Estados Unidos debe de ratificar el Convenio del 2003 para Salvaguardar el Patrimonio Cultural Inmaterial. Para poder presentar una nominación, la misma debe de ser presentada por países que estén adscritos a la UNESCO al igual que aquellos que hayan ratificado el Convenio. La petición del Gobernador de Puerto Rico al Presidente de los Estados Unidos requiere que los Estados Unidos pertenezca a la UNESCO y que ratifique el convenio del 2003.

La Bomba Puetorriqueña cumple con los requisitos para ser considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Es patrimonio tradicional, contemporáneo, y vivo. Además, es inclusivo, representativo y de base comunitaria. El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación. El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y ayuda a impulsar los ingresos económicos.

Para más información puede seguir las redes sociales del ICP.

Tianguis Cultural del Chopo fue declarado oficialmente Patrimonio Cultural Inmaterial de la CDMX

El Tianguis Cultural del Chopo, ubicado en la Ciudad de México, ha sido oficialmente declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la ciudad en un acto histórico encabezado por el jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama.

Esta declaración, que ya ha sido debidamente registrada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, representa un reconocimiento significativo de la importancia de este icónico tianguis como una expresión viva de la contracultura y un elemento integral de la historia de la izquierda en la ciudad.

El mercado de El Chopo ha sido un pilar en la promoción de la cultura musical del rock durante 43 años en la calle Aldama, colonia Buenavista. (@AmirIbrahimQRoo)

El Tianguis Cultural del Chopo se ha convertido en un símbolo de diversidad y expresión cultural independiente en la capital mexicana. Ubicado en la colonia Santa María la Ribera, el nombre del tianguis hace referencia a los árboles de chopo que solían crecer en la zona.

Desde sus inicios en la década de 1980, este mercado ha servido como un punto de encuentro crucial para diversas subculturas y manifestaciones artísticas que buscan un espacio independiente para expresarse y compartir su arte.

Lo que hace al Tianguis Cultural del Chopo particularmente distintivo es la amplia variedad de productos y actividades que ofrece. Uno de sus aspectos más destacados es la venta de música en diversos formatos, que va desde vinilos y casetes hasta CD y material digital.

Además de la música, el Chopo alberga una fascinante gama de productos alternativos, como moda gótica, punk y vintage, tatuajes y piercings, libros, cómics, fanzines, arte urbano y artesanías de todo tipo.

El tianguis de El Chopo nació en 1980 como la Primera feria de discos y libros, o el Primer Tianguis de Música. (@CulturaCiudadMx)

Uno de los puntos neurálgicos del tianguis es su escenario, donde bandas y artistas independientes tienen la oportunidad de presentarse en vivo. Esto ha contribuido de manera significativa a la promoción de la música underground y la escena alternativa en la Ciudad de México.

Además, el ambiente del Chopo es emblemático por su diversidad y tolerancia, donde personas de diferentes subculturas se sienten bienvenidas. Aquí se promueve la libertad de expresión y la creatividad sin restricciones, lo que convierte al Tianguis Cultural del Chopo en un espacio contracultural único en la ciudad.

Desafíos para “la banda”

A lo largo de los años, el Tianguis Cultural del Chopo ha enfrentado desafíos y amenazas de desalojo, pero ha logrado mantenerse y adaptarse a las cambiantes condiciones. Tanto vendedores como visitantes han defendido apasionadamente este espacio como un punto de encuentro cultural crucial en la Ciudad de México.

El jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, destacó la amplitud del espectro de la izquierda en su discurso durante la Declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial. Subrayó que la contracultura, representada en el Chopo, es parte integral de la historia de la izquierda y ha sido fundamental en el cambio de conciencia en la Ciudad de México.

La petición para este reconocimiento comenzó en 2020, con el fin de obtener un mayor respaldo gubernamental para la realización de actividades culturales.(@CulturaCiudadMx)

Recordó que el tianguis se creó en un contexto de resistencia, frente a las presiones del mercado y del Estado, y ha evolucionado para convertirse en un espacio libre y vital tanto para jóvenes de las periferias urbanas como para personas de todas las edades y orígenes.

En el evento de declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial estuvieron presentes destacados funcionarios de la ciudad, incluyendo al secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz Suárez; la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza; el secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani Hneide; el director general de Gestión Institucional y Cooperación Cultural de la Secretaría de Cultura, Jorge Muciño Arias; el presidente de la Asociación Tianguis Cultural El Chopo A.C., Felipe Santiago Victoriano; y el secretario de Cultura de la Asociación Tianguis Cultural El Chopo A.C., César Salas Romero.

Este reconocimiento oficial marca un hito en la historia del Tianguis Cultural El Chopo, consolidando su importancia como un espacio cultural y contracultural invaluable en la Ciudad de México. Además, esta declaración reconoce su contribución a la riqueza cultural y artística de la ciudad y su papel fundamental en la promoción de la diversidad, la creatividad y la libertad de expresión en el corazón de la metrópoli.

El Tianguis Cultural del Chopo es un tesoro cultural que perdurará como un testimonio vivo de la contracultura y la expresión artística independiente en la Ciudad de México.