Pueblos indígenas de Bolivia reclaman que el galeón San José sea patrimonio compartido

A través de una carta enviada a la Unesco, un grupo de pueblos indígenas de Bolivia reclamó a la ONU, Colombia y España que el galeón San José sea considera patrimonio “común y compartido”. Así lo anunciaron varios medios que tuvieron acceso a la misiva, incluida la agencia Europa Press.

Según el documento, el reclamo lo hicieron las naciones killakas, karangas y chichas, que alegan estuvieron vinculadas de forma forzada con la explotación de minerales y piedras preciosas que hacían parte de la carga que transportaba la embarcación.

Según han explicado los abogados que representan a estos grupos, “las comunidades buscan que el galeón sirva para “una reconciliación histórica” de los pueblos y afirman que el derecho internacional les otorga capacidad para ser consultados y participar en el destino del galeón”, señala Europa Press.

Además. les piden a las instituciones internacionales que haga pública “su mayor preocupación sobre la ausencia de condiciones de seguridad jurídica en la intervención y extracción del galeón San José, conforme a los actuales planes de la República de Colombia”.

Estos pueblos originarios de Bolivia tienen personalidad jurídica incluso internacional, aunque no sean Estados, conforme a la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia, al Convenio 169 de la OIT, la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas e importante jurisprudencia de la Corte IDH han habitado de manera ancestral la región de Charcas, recuerda la agencia europea.

*Con Europa Press

El INAH recupera los Códices de San Andrés Tetepilco

Se trata de tres documentos pictográficos que se integran a la Colección de Códices Mexicanos de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia. Datan de finales del siglo XVI e inicios del XVII; el conocido como la Tira de Tetepilco puede considerarse una continuación del Códice Boturini.

Con autenticidad comprobada que los liga al periodo de transición entre los siglos XVI y XVII, tres documentos pictográficos denominados como los Códices de San Andrés Tetepilco, entre los que destaca uno que puede considerarse continuación de la Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, han sido recuperados por el pueblo mexicano, para su resguardo.

En conferencia de prensa, realizada en el Museo Nacional de Antropología, la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer la adquisición de estos bienes patrimoniales, los cuales se incorporan a la Colección de Códices Mexicanos de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).

La adquisición fue calificada como un hito comparable con la autenticación como prehispánico, del Códice Maya de México (antes Grolier), hace seis años.

En este caso, son códices que preservan la tradición escritural mesoamericana y refieren a la fundación de San Andrés Tetepilco, así como su ingreso a un nuevo orden sociopolítico, en las primeras décadas del virreinato.

Estos tres documentos se suman a los 200 códices mesoamericanos –de los aproximadamente 550 que se reconocen en el mundo– bajo custodia de la BNAH, y que desde 1997 son parte de la Memoria del Mundo, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

San Andrés Tetepilco, situado en el sureste de la Ciudad de México, si bien hoy se pierde en la mancha urbana de la alcaldía Iztapalapa, en los periodos a los que hacen referencia los tres documentos, estuvo bajo la jurisdicción de Iztacalco.

Se trata del Mapa de la fundación de Tetepilco, el Inventario de la iglesia de San Andrés Tetepilco y la Tira de Tetepilco.

Sobre esta última, se indicó que, junto con la Tira de la Peregrinación o Códice Boturini, contiene aproximadamente el mismo lapso contenido en el Códice Aubin, el cual abarca de 1064 a 1607.

Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recordaron que hace 15 años, a invitación del entonces cronista de Azcapotzalco, acudieron a un domicilio particular en la alcaldía Coyoacán y vieron por vez primera las pictografías, mediante un monitor.

Fue hasta hace dos años que autoridades de la BNAH pudieron verlos de forma directa y gestionar un estudio para confirmar su autenticidad, lo que ha implicado el análisis de su composición, por parte de los expertos del Instituto de Física de la UNAM y de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.

Los exámenes preliminares demostraron que fueron hechos en papel amate, sobre el que se aplicó una capa de yeso, laca cochinilla, tintas obtenidas de plantas y de carbón, e índigo, para los colores rojo, amarillo ocre, negro y azul.

La Tira de Tetepilco, compuesta por 20 láminas plisadas en biombo, narra la historia de Tenochtitlan por medio de cuatro temas: la fundación de la ciudad, en 1300 (lo que implica un desfase de 25 años); el registro de los señores que la gobernaron en tiempos prehispánicos; la llegada de los españoles, en 1519, y el periodo virreinal, hasta 1611.

Se consigna la reunión, entre 1427 y 1440, del tlatoani Itzcóatl con el tlacatecatl o jefe de su ejército, Moctezuma Ilhuicamina (a la postre tlatoani), quien había logrado la conquista de Tetepilco, cuyo señor, Huehuetzin, y su corte de nobles aparecen rindiendo vasallaje.

En pocas palabras, el mensaje es mostrar la incorporación de Tetepilco a la historia de Tenochtitlan.

Por lo que toca al Mapa de la fundación de Tetepilco, investigadores de la UNAM explicaron que contiene información histórico-geográfica, incluidos registros, coincidentes con ubicaciones reales, de los topónimos de Culhuacan, Tetepilco, Tepanohuayan, Cohuatlinchan, Xaltocan y Azcapotzalco.

En tanto, el Inventario de la iglesia de San Andrés Tetepilco, formado por dos hojas de papel amate pegadas, sobre las que se aplicó una capa de cal, registra una lista de los bienes de dicho templo, entre ellos: cinco trajes rojos, probablemente prendas usadas por un sacerdote, instrumentos de viento, una silla de mano, estandartes y representaciones de imágenes religiosas.

Orán se viste de cultura para recibir el Congreso Internacional del Patrimonio Cultural Folklórico

Salta (Redacción Voces Críticas) La ciudad de Orán se convertirá en el epicentro del folclore mundial con la celebración del “XVI Encuentro Nacional, Segundo Encuentro Internacional en Orán y XII Congreso Internacional del Patrimonio Cultural Folklórico, ORÁN – SALTA 2024″.

El anuncio oficial sobre la celebración de la música folclórica fue realizado por el Intendente Baltasar Lara Gros y el Secretario de Asuntos Legales y Modernización, Dr. José Ortega Argibay, en una conferencia de prensa en la Biblioteca de la Legislatura.

Organizado por el Consejo Federal del Folklore de Argentina (Coffar), el congreso se llevará a cabo los días 5, 6 y 7 de junio y promete ser un evento de intercambio cultural sin precedentes.

Durante los tres días que durará el Congreso Internacional del Patrimonio Cultural Folklórico, Orán será el punto de encuentro de artistas del todo el mundo, con la participación confirmada de grupos de Hawái, México, Chile, Costa Rica, Tarija y diversas regiones de Argentina.

El Congreso ofrecerá talleres dedicados a la cueca, el malambo sureño y una mesa de diálogo con los pueblos originarios, así como un encuentro de artistas plásticos, enriqueciendo la diversidad de expresiones culturales presentes. La presencia de representantes de pueblos originarios de siete naciones añadirá una dimensión aún más profunda a la experiencia, ofreciendo a los asistentes la oportunidad de sumergirse en la autenticidad cultural de la América profunda.

El evento cuenta con el apoyo del municipio, los gauchos locales, los bomberos y el obispado, quienes colaboran para asegurar su éxito. El congreso es gratuito para los participantes, reflejando el espíritu de generosidad y intercambio cultural que impulsa este encuentro.

El Coffar es una Organización Sociocultural cuya misión es la preservación del patrimonio cultural folklórico argentino, convocando a los ciudadanos en una acción histórica. Informa Voces Críticas.

¿En cuánto dinero se vendieron las piezas arqueológicas mexicanas que una casa subastó en Estados Unidos?

Entre las piezas se encuentran figurillas zoomorfas, vasijas elaboradas en barro modelado, espejos, entre otros

Luego de una subasta de 20 piezas arqueológicas de origen prehispánico, que la Galería Artemis, de Louisville, Colorado, Estados Unidos, programó el pasado jueves, el gobierno de México condenó esta acción y manifestó su rechazo de los bienes clasificados como patrimonio cultural de la nación.

La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reprobaron la venta de los llamados tesoros arqueológicos. De acuerdo con la información,entre estos objetos se incluyen piezas mayas, teotihuacanas y otras ligadas a estilos cerámicos propios del norte, el occidente y el Golfo de México

A pesar de que no se detalló con exactitud cuáles son los objetos que fueron subastados en Estados Unidos, daremos a conocer algunos ejemplos de costos de piezas arqueológicas en venta.

Entre las piezas se encuentran figurillas zoomorfas, vasijas elaboradas en barro modelado, espejos con incrustaciones de piedra verde, fragmentos de esculturas y tapas de braseros tipo teatro, que recorren temporalidades que van de los periodos Preclásico (600 a.C.-200 d.C.) al Posclásico mesoamericanos (1200-1500 d.C.), y que se ligan a culturas como la maya y teotihuacana, así como a estilos escultóricos de nuestro país como los denominados Casas Grandes del norte de México, de Occidente o de las Culturas del Golfo.

¿Cuáles son los precios de algunas piezas arqueológicas mexicanas?

De acuerdo con una plataforma comercial de esa casa de subastas en EEUU, algunas vajillas de barro o cerámica de tipo prehistórico se comercializan entre 4 mil y más de 5 mil pesos.

Al no saber cuáles fueron las piezas exactas que se vendieron, nos dimos a la tarea de revisar el catálogo de subastas, en el cual se exhiben algunas con las características que el INAH y autoridades de Gobierno revelaron.

Por ejemplo, otras figurillas pertenecientes a la cultura maya o teotihuacana cuentan con precios que van de los 500 a los mil pesos.

Lo que quiere decir que las 20 piezas arqueológicas mexicanas, podrían haberse comercializado en más de 10 mil pesos.

¿Qué sucederá?

La Secretaría de Cultura federal y el INAH han emprendido acciones legales y diplomáticas para solicitar la repatriación de valiosas estas piezas arqueológicas ofrecidas para venta en el extranjero.

La iniciativa busca retornar estos objetos a México utilizando canales oficiales, respondiendo a la importancia que estos bienes representan para la herencia cultural del país y su población indígena.

En un esfuerzo por detener la comercialización ilegal de estos artefactos, la Secretaría de Cultura envió una misiva a la Galería Artemis, donde le pidió cesar la promoción y venta de las piezas en cuestión. Este gesto recalca la postura de México frente al resguardo de su patrimonio cultural y el rechazo general hacia la práctica de la explotación y tráfico ilícito de bienes culturales.

Este movimiento subraya el llamado a reflexionar sobre las implicaciones éticas que conlleva la comercialización de objetos culturales obtenidos de manera ilícita.

México continúa fortaleciendo su compromiso con la protección del patrimonio cultural, enfatizando la importancia de adherirse a la legislación vigente y los acuerdos internacionales concernientes a esta materia.

Además, con este tipo de acciones el país reafirma su posición contra el tráfico ilegal de bienes culturales y destaca la necesidad de salvaguardar el patrimonio que define a la humanidad en su conjunto. La campaña “#MiPatrimonioNoSeVende” se erige como un clamor para preservar la memoria colectiva y la riqueza cultural inherente a estos objetos.

Condenan subasta de bienes arqueológicos mexicanos en Estados Unidos

Más de 20 objetos considerados monumentos arqueológicos mexicanos, están siendo puestos a la venta por una galería de Estados Unidos.

Entre las piezas subastadas hay artefactos mayas, teotihuacanos, cerámica del norte, occidente y Golfo de México.

En un comunicado de prensa, la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) manifiestaron su “rechazo a la subasta de bienes arqueológicos, patrimonio cultural de la nación mexicana” que se llevará a cabo por la Galería Artemis, de Louisville, Colorado, Estados Unidos.

De hecho, especialistas del INAH elaboraron el dictamen arqueológico, examinando las características de forma, estilo, materia prima, proporciones, acabados de superficie y estado de conservación de cada pieza. De él se determina que 20 objetos puestos a la venta son monumentos arqueológicos mexicanos, definidos y protegidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Entre las piezas se encuentran algunas figurillas zoomorfas, vasijas elaboradas en barro modelado, espejos con incrustaciones de piedra verde, fragmentos de esculturas y tapas de braseros tipo teatro, que recorren temporalidades que van de diversos periodos que van desde el 600 hasta el 1500 d.C. Asimismo, se pusieron a subasta algunos artefactos mayas y teotihuacanos, así como a estilos escultóricos de nuestro país como los denominados Casas Grandes del norte de México, de Occidente o de las Culturas del Golfo.

Es por eso, que la Secretaría de Cultura federal y el INAH han iniciado los procesos judiciales y diplomáticos correspondientes ante autoridades nacionales e internacionales, con el interés de que las piezas en cuestión sean repatriadas a territorio mexicano a través de los canales diplomáticos y legales oficiales.

También, autoridades de la Secretaría de Cultura enviaron una carta a la galería, exhortando a sus directivos a detener el ofrecimiento y la venta de dichas piezas, en consideración de que representan un legado invaluable de nuestras culturas ancestrales y, además, son parte de la memoria de numerosos pueblos originarios de la actualidad.

Con estas acciones, esperamos que se proteja el patrimonio cultural y la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, en cumplimiento de la legislación nacional y de los tratados internacionales en la materia; ya que contribuye al despojo cultural y atenta contra la memoria de los pueblos.

Subasta detenida

Estas mismas acciones se llevaron a cabo en la casa de subastas llamada Renascimento-Avaliações e Leilões, de Portugal, que según su página web, se “especializa en la venta en subasta de antigüedades, pinturas, arte moderno y contemporáneo, arte asiático, arte tribal e indígena, plata y joyas, armas y militar, libros y manuscritos.” Básicamente, subasta todo lo que llegue a sus manos.

A dicha casa de subastas llegó un artefacto prehispánico, pero por fortuna, diversas instituciones gubernamentales, y la representación diplomática de México en Lisboa, Portugal, logró recuperar una pieza arqueológica de origen mexicano que sería ofertada en 2023.

De acuerdo con el dictamen realizado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se trata de un bien mueble que, de conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, es un monumento arqueológico, propiedad de la nación mexicana, inalienable e imprescriptible.

Se trataba de una pieza elaborada en barro y de 43 centímetros de altura, que representa una figura femenina sentada sobre sus rodillas, lleva el torso desnudo y tiene un vestido; en la cabeza se observa un tocado cónico y en los hombros presenta escarificaciones. Corresponde al estilo Tala-Tonalá de la tradición cultural Tumbas de Tiro, procedente del actual estado de Jalisco y manufacturada entre los años 300 a.C. al 600 d.C.

Perú: Al menos 10 celebraciones de Semana Santa son reconocidas Patrimonio Cultural de la Nación

La primera de estas celebraciones en recibir el reconocimiento fue la Semana Santa de Omate en Moquegua, en junio de 2010. Luego le siguieron La Libertad, Arequipa, entre otros

En Perú, diez celebraciones distintas de Semana Santa han sido designadas como Patrimonio Cultural de la Nación, destacando la profunda religiosidad y el sincretismo cultural entre las tradiciones católicas y andinas.

Estas manifestaciones de fe, que tienen lugar en diversas regiones como Lima, Ayacucho, Arequipa, La Libertad, Huancavelica, Moquegua y Piura, han recibido tal distinción por parte del Ministerio de Cultura. El objetivo de estas declaratorias es asegurar la preservación y protección de dichas tradiciones para las futuras generaciones, reconociendo su importancia como expresiones de identidad cultural y fervor religioso.

“Existen expresiones relacionadas a esta conmemoración. Así, la fiesta de la Pascua de Uripa, del distrito de Anco Huallo, provincia de Chincheros, región Apurímac, es otra de las muestras tradicionales que se celebran en Semana Santa. Representa la resurrección de Jesús, así como la fertilidad de la tierra”, indica el Mincul.

Patrimonio Cultural de la Nación

La primera de estas celebraciones en recibir el reconocimiento fue la Semana Santa de Omate en Moquegua, en junio de 2010. Eventos posteriores incluyeron las festividades en Bolívar (La Libertad) y en el distrito de Huambo (Arequipa), ambas distinguidas por sus profundas raíces en las costumbres locales.

Asimismo, en octubre de 2013, fue reconocida la Semana Santa de Huancavelica y en diciembre de 2014, obtuvo esta misma denominación, la Semana Santa de Moche, en La Libertad.

Celebraciones por Semana Santa son reconocidas como Patrimonio. (Foto: Mincul)

Estas dos celebraciones por ser manifestaciones religiosas que renuevan la fe popular y se ponen en manifiesto elementos tradicionales propios de la cultura local, que constituye un importante referente de identidad para esta población.

También, la devoción y feligresía de los piuranos hizo que en el 2018 se reconociera a la Semana Santade Catacaos como Patrimonio Cultural de la Nación; así como también las celebraciones en el Centro Histórico de Lima y en Chancay.

Mientras que, en el 2021, se le otorgó el reconocimiento a la Semana Santa de Pampacolca, provincia de Castilla, región Arequipa.

Uno de los últimos reconocimientos fue en 2022, cuando fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación, la Semana Santa de Ayacucho. Justamente, esta última fue reconocida por la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, por ser considerada entre las más representativas del país.

Estas declaratorias subrayan el significado de la Semana Santa como una ocasión de sincretismo único en Perú, donde convergen la influencia europea y las practicas espirituales autóctonas, resultando en una riqueza cultural y religiosa que atraviesa generaciones.

Estas son las regiones con más iglesias católicas

El Ministerio de Cultura ha reconocido a 806 templos a lo largo del país como Patrimonio Cultural de la Nación, resaltando su importancia no solo espiritual sino también cultural e histórica. Estas edificaciones, distribuidas en diversas regiones, son destacadas por su valor arquitectónico y representan un elemento clave en la preservación del patrimonio nacional.

Celebraciones por Semana Santa son reconocidas como Patrimonio. (Foto: Mincul)

La designación de estos lugares de culto como parte del Patrimonio Cultural responde a su destacada arquitectura e historia, que contribuyen a la identidad y memoria colectiva de las comunidades locales y de la nación entera.

Según las cifras proporcionadas por el Mincul, Lima, con 160 templos, encabeza la lista de regiones con la mayor cantidad de estos recintos patrimoniales. Seguido de Cusco (131), Arequipa (99), Puno (80), Ayacucho (64), Apurímac (37), La Libertad (34), Huancavelica (29), Junín (27), Cajamarca (22) y Lambayeque (22).

El conteo continua con otras regiones como 20 iglesias declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación en Ica, 16 en Áncash, 16 en Huánuco, 14 en Piura, 11 en Moquegua, 7 en Tacna, 5 en Amazonas, 4 en Pasco, 4 en Loreto, 3 en el Callao y una en Ucayali (1).

Chile crea el Parque Nacional Cabo Froward en la región Magallanes para proteger la biodiversidad subantártica

El área tendrá una superficie aproximada de 121.625 hectáreas, de las cuales 93.492 fueron donadas por Rewilding Chile.

El Gobierno de Chile y la Fundación Rewilding Chile firmaron este jueves una colaboración para crear el “Parque Nacional Cabo Froward”, un área de gran biodiversidad e impacto en el clima situada en el extremo sur del país, informó la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas.

En un comunicado, la responsable explicó que “junto al esfuerzo de nuestro Gobierno, este parque abarcará más de 120 mil hectáreas terrestres, lo que se traduce en un tesoro invaluable de la biodiversidad subantártica de nuestro país y el mundo entero”.

El Cabo Froward, ubicado en la Península de Brunswick, en la región de Magallanes, consta de grandes extensiones de bosque subantártico, donde se encuentra, además, la conífera más austral del planeta.

Además, este parque nacional es el último hábitat continental del huemul, un ciervo nativo chileno, y es considerado el lugar más austral de nidificación del canquén colorado, ambas especies en peligro de extinción.

Rojas destacó, asimismo, que la creación de este parque “protegerá ecosistemas relevantes de turberas y bosques nativos, cuya permanencia se está viendo amenazada por la pérdida de hábitat y el cambio climático”.

“El trabajo de conservación requiere del trabajo de todos y en este caso contamos con el apoyo de muchos, entre ellos Patagonia Inc., Wyss Foundation, Jack y Laura Dangermond (Esri), Crawford Williams Foundation, Art into Acres y Jimmy Chin”, agradeció esta mañana la presidenta del directorio de Rewilding Chile, Kristine Tompkins.

El Cabo Froward contará con una superficie aproximada de 121.625 hectáreas, de las cuales 93.492 fueron donadas por Rewilding Chile, más los bienes nacionales (4.008 hectáreas) y la Bahía Tres Islas de 24.124 hectáreas.

Esta coalición del Gobierno con Rewilding Chile nació hace un año con el objetivo de “preservar y proteger el patrimonio natural de Chile”.

Con información de EFE

Usan drones y otras tecnologías para resguardar patrimonio en Isla del Coco en Costa Rica

San José, 30 mar (EP/PL).- Drones y otras tecnologías realizan hoy sobrevuelos para obtener información geoespacial y custodiar la Isla del Coco, en el oeste de Costa Rica, que resguarda un gran patrimonio de la flora y la fauna de esta nación centroamericana.

Ubicada a 532 kilómetros de la costa costarricense, la Isla del Coco tiene un área terrestre de 23,85 kilómetros cuadrados y presenta forma aproximadamente rectangular.

Por su tamaño, aislamiento, y estado de conservación, la Isla del Coco constituye uno de los sitios naturales privilegiados a nivel mundial.

Con un endemismo importante y una diversidad biológica singular, la isla puede ser catalogada como un laboratorio natural ideal para realizar investigaciones sobre la evolución de las especies y la monitorización del ambiente a largo plazo.

Varias innovaciones entraron en funcionamiento para garantizar la integridad, uno de ellos es el uso de Vehículos Aéreos No Tripulados, que harán sobrevuelos para obtener información detallada del área.

En este plan interactúan la Fundación Amigos de la Isla del Coco (Faico) y el Área de Conservación Marina Coco; en conjunto con las Escuelas de Geografía e Ingeniería Topográfica y el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales, todos estos de la Universidad de Costa Rica.

El objetivo del proyecto es obtener datos sobre el relieve, la hidrología, el uso del suelo, la cobertura vegetal, así como información de interés que contribuya a la planificación y gestión eficiente de los recursos naturales.

Explicó la fundación que esos datos serán fundamentales, pues por primera vez se podrán tener fotografías aéreas de altísimo detalle, algo que mejorará la toma de decisiones informadas sobre la gestión de los recursos naturales y de los ecosistemas presentes en la Isla del Coco.

La segunda innovación en la Isla del Coco es un radar que estará enfocado en combatir la pesca ilegal.

Invertir en esfuerzos de control y vigilancia que complementen los esfuerzos realizados por el estado costarricense y otros aliados, es fundamental para ejercer nuestra soberanía como país y consolidar acciones que apoyen la conservación y seguridad en altamar, con un impacto local y regional, indicó la directora de Faico, Alejandra Villalobos.

Procesión del Santo Sepulcro en Bolivia vuelve a su ruta histórica y con bandas militares

En 2023 el Gobierno declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional a la festividad y procesión religiosa de la Semana Santa de la ciudad de La Paz, por lo que se restituyó su ruta histórica.

La Paz, 29 mar (EFE).- La procesión del Santo Sepulcro, que es tradicional en este Viernes Santo en Bolivia, volvió a su ruta histórica al igual que las bandas militares acompañaron el recorrido de los creyentes y también hubo recreaciones del viacrucis para celebrar la Semana Santa en La Paz.

La procesión central del Santo Sepulcro comenzó en la iglesia de La Merced, donde decenas de creyentes católicos escucharon una misa, y luego las distintas cofradías alistaron sus túnicas largas y se pusieron las capuchas para llevar en hombros a las imágenes de cristo y la Virgen María.

La Orden del Caballero de Santo Sepulcro, la más emblemática de esta procesión, llevó en hombros la imagen de Jesucristo que pesa alrededor de dos toneladas y que fue traída de Italia aproximadamente en 1980.

También salieron a la procesión las imágenes que representan al Señor de la Sentencia, el de las Caídas, del Gólgota y la Virgen Dolorosa. Las cientos de personas esperaban formadas en dos hileras el paso de cada una de las cofradías para lanzar flores a las imágenes, rezar o agradecerle por alguno de sus milagros.

“Estoy participando de la procesión, estoy acompañando a toda la población que en este tiempo se recuerda la Semana Santa y recordamos el sacrificio que Dios hizo por nosotros, es un momento de reflexión, de perdonar, de dejar de lado las diferencias”, manifestó a EFE Martín Gonzales, quien por primera vez acompaña el recorrido.

También estuvo presente el alcalde de La Paz, Iván Arias, en la misa como en la procesión junto a otras autoridades ediles. En 2023 el Gobierno declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional a la festividad y procesión religiosa de la Semana Santa de la ciudad de La Paz, por lo que se restituyó su ruta histórica, que pasa por más calles, al igual que las bandas militares que acompañaron y resguardaron a cada una de las imágenes tras 15 años de ausencia.

El alcalde Arias destacó la fe católica y la participación de las Fuerzas Armadas en esta procesión y lamentó que el presidente de Bolivia, Luis Arce, no haya acompañado estos actos religiosos. En varios departamentos del país también se realizaron escenificaciones del viacrucis de Jesús, como por ejemplo en el barrio de Villa Litoral en La Paz, donde los devotos de Santuario de la Sentencia anualmente realizan una teatralización que rememora la pasión y muerte de Jesús.

La procesión y las cinco imágenes fueron declaradas por las autoridades municipales de La Paz como Patrimonio Cultural Material de la ciudad en 2009. La primera procesión se realizó en 1564 y la que ha llegado a nuestro días se mantiene desde hace más de tres siglos. La Constitución declara que Bolivia es un Estado laico, a pesar de ello este viernes es festivo en el país.

EFE ysm/ahg

El Perú cuenta con más de 800 iglesias católicas declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación

La mayoría de espacios religiosos se encuentran en Lima con un total de 160 iglesias

Un total de 806 iglesias católicas en el Perú están declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación y son parte de la herencia cultural que resguarda y protege el Ministerio de Cultura en nuestro país por su importante valor cultural histórico y arquitectónico.

La mayor cantidad de recintos religiosos se encuentra en Lima (160), seguido de Cusco (131), Arequipa (99), Puno (80), Ayacucho (64), Apurímac (37), La Libertad (34), Huancavelica (29), Junín (27), Cajamarca (22) y Lambayeque (22).

Así mismo, se cuenta con 20 iglesias declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación en Ica, 16 en Áncash, 16 en Huánuco, 14 en Piura, 11 en Moquegua, 7 en Tacna, 5 en Amazonas, 4 en Pasco, 4 en Loreto, 3 en el Callao y una en Ucayali (1).

De la suma total de iglesias, 762 son de tipo colonial, es decir, fueron construidas durante la época del Virreinato (entre el siglo XVI hasta las primeras dos décadas del siglo XIX), mientras que, 43 son del periodo Republicano y una al Contemporáneo de nuestro país. En esa línea, Lima concentra la mayoría de iglesias coloniales con 156, seguido de Cusco con 129, Arequipa con 81 y Puno con 78.

En esta lista destaca la Iglesia San Lucas de Colán ubicada en el distrito de Colán, provincia de Paita, en Piura que es considerada la más antigua del Perú y el primer Templo cristiano erigido en las costas del pacifico sur por los evangelizadores españoles. Este recinto católico fue construido entre los años 1535 y 1536, luego de la fundación de Piura y tras la llegada de los Dominicos desde Nicaragua, y fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación en enero de 1983.

De las 43 iglesias que pertenecen al periodo Republicano y que están consideradas como Patrimonio Cultural de la Nación, 17 se ubican en Arequipa, entre las que destacan la Iglesia San Antonio de Abad, ubicada en el distrito de Miraflores, que tiene la condición de Monumento Histórico desde noviembre de 1985 y la Iglesia del Señor de la Caña o Santuario de Challampa, situado en el distrito de Cayma que también tiene esta misma categoría desde marzo de 1991.

En el distrito de Cañete – Lima, en la Plaza de Armas de Lunahuaná, se encuentra el templo Santiago Apóstol de Lunahuana, considerada como la única iglesia contemporánea del país que tiene la calificación de Patrimonio Cultural de la Nación desde enero de 1973.

Primera iglesia declarada como Patrimonio

La primera iglesia del país que obtuvo la categoría de Patrimonio Cultural de la Nación fue la capilla de la Merced ubicada en la ciudad de Huancayo, en Junín. Este recinto, construido en 1809, adquirió esta calificación el 20 de marzo de 1935 y el próximo año cumple 90 años como Monumento Histórico.

Años después en 1940, otras siete iglesias fueron incluidas en esta lista, cinco de ellas ubicadas también en Junín entre las que figuran la iglesia de Apata (Jauja), iglesia de Santo Domingo de Guzmán (Sicaya), iglesia de la Natividad de Cocharcas (Sapallanga), iglesia de San Jerónimo (San Jerónimo de Tumán) e iglesia de Chupaca (Chupaca). En este mismo año también fueron declaradas como Patrimonio el Templo de Mamara y el tempo de Haquira ubicadas en las provincias de Grau y Cotabambas, en la región de Apurímac.

En febrero de este año fueron incluidas en la relación de Patrimonio Cultural de la Nación, dos recintos religiosos de Cusco. Estas son el Conjunto Arquitectónico de la ex Casa Hacienda, Molino y Capilla Nuestra Señora de Las Mercedes de Huatocto, ubicada en el distrito de Ocongate y Templo Inmaculada Concepción de Colquemarca. En el año 2023, adquirieron esta misma calificación cuatro recintos religiosos: las iglesias San Benedicto de Tarata y San Juan Bautista de Candarave, en Tacna, y las capillas del Señor de la Vara de Limay y María Magdalena de Huancarpata de Anta, en Cusco.

Trabajos de remodelación de las Iglesias en Puno

En el año 2023, con una inversión de más de 28 millones de soles, el Ministerio de Cultura realizó trabajos de restauración en tres emblemáticas iglesias de Puno, Se trata del Templo de Santa Cruz de Jerusalén de Juli, ubicado en el distrito de Juli, provincia de Chucuito; la Iglesia de Santa Cruz de Nuestra Señora del Rosario de Orurillo, distrito de Orurillo, provincia de Melgar y el Templo San Francisco de Asís de Umachiri, en el distrito de Umachiri, provincia de Melgar.

También, se efectuaron labores de limpieza y mantenimiento en el entorno de los templos coloniales de Santa Bárbara y el templo de San Pedro y San Pablo, ubicados en los distritos de Ilave y Zepita.