Egipto vuelve a reclamar al Museo Británico la piedra Rosetta

Historiadores e intelectuales de Egipto reiteraron el pedido de devolución de la piedra de Rosetta, una de las piezas más visitadas del Museo Británico, que contiene un decreto sacerdotal en jeroglíficos, demótico y griego antiguo, y que permanece en poder de los ingleses como trofeo de guerra desde 1802, mientras el gobierno británico y las autoridades del museo se niegan a reintegrarla a ese país, situado en el noreste de África.


El reclamo es encabezado por el arqueólogo y ex ministro de antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, quien anunció el inicio en octubre próximo de una nueva ofensiva para que regrese ese histórico bloque de granito de 760 kilos desde el Museo Británico, a través de una petición formal firmada por historiadores e intelectuales egipcios.

Con ese mismo objetivo, Hawass enviará una misiva similar al Neues Museum de Berlín para que devuelva el busto de Nefertiti y al Louvre, para que restituya el techo del Zodíaco de Dendera, consigna el diario español ABC.

“Creo que esos tres objetos son únicos y su hogar debería estar en Egipto”, afirmó el arqueólogo al periódico de Oriente Medio ‘The National’, quien señaló que su petición se enmarca en el movimiento de repatriación de objetos de museos occidentales, como los bronces de Benin.

La venerada piedra de Rosetta, tallada en el año 196 antes de Cristo, se transformó en una fuente de constante polémica desde que pasó a manos de los ingleses en 1802, cuando los soldados la trasladaron a Londres como un trofeo de guerra tras la derrota de las tropas de Napoleón en la batalla de Abukir, del 15 de julio de 1799. En ese momento, un destacamento militar francés desenterró una antigua fortaleza en la ciudad de Rashi, en el delta del Nilo, y descubrió la controversial reliquia.

Este nuevo reclamo egipcio se da cuando se cumplen 200 años desde que en 1822 el lingüista y egiptólogo francés Jean-François Champollion logró descifrar el sistema de escritura inventado por los egipcios, un recordatorio que el Museo Británico aprovechó para montar una exposición y Egipto para reanudar los reclamos de devolución.

El gobierno británico y las autoridades del museo se niegan, como en el caso del los Mármoles del Partenón, que Grecia también reclama, a entregarla a su país de origen.

Por otro lado, el próximo 13 de octubre se inaugurará una exhibición organizada por el Museo Británico y denominada “Jeroglíficos: descifrando el antiguo Egipto”, que hasta el 19 de febrero de 2023 reunirá más de 240 objetos, incluidos préstamos de colecciones nacionales e internacionales, muchos de los cuales se mostrarán por primera vez e incluyen documentos como poemas de amor o tratados internacionales.

Otra de las reliquias que formarán parte de la exposición es el sarcófago de Hapmen, construido en granito negro aproximadamente en el año 600 a. C., que está cubierto con jeroglíficos e imágenes de dioses.

Asimismo, se exhibirá el papiro ricamente ilustrado del ‘Libro de los Muertos’ de la reina Nedjmet, de cuatro metros de largo y más de 3.000 años, que contiene hechizos rituales destinados a ser pronunciados para demostrar el poder de la palabra hablada, como el vendaje de la momia de Aberuait, que pertenece al Louvre de París y que nunca fue vista en el Reino Unido.

Turismo patrimonial: contribuyendo a enfrentar la crisis social

Vivimos un momento de incertidumbre y convulsión tanto en Chile como en el mundo. Todavía sentimos los estragos producidos por la pandemia, que dejó más de 6 millones de fallecidos a nivel internacional y alrededor de 60 mil decesos en nuestro país. Además, observamos y sufrimos los profundos conflictos sociopolíticos que afectan a nuestra nación y al planeta, incluyendo la guerra en Ucrania, y padecemos la crisis de la economía internacional, con sostenidas alzas de los precios de productos básicos. A esto se suman las devastadoras consecuencias del cambio climático a escala global.

En medio de este escenario tumultuoso, conmemoramos este año el aniversario número 50 de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, un valioso acuerdo adoptado en 1972 y ratificado por 191 países hasta el día de hoy, que contribuye a enfrentar los acuciantes desafíos sociales y medioambientales que aquejan a la humanidad en la actualidad. Este instrumento multilateral impone a los Estados adherentes la obligación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en su territorio, en concordancia con las condiciones de cada país.

Para la consecución de estos objetivos, el turismo puede jugar un rol de gran importancia. Como señala la Organización Mundial del Turismo (OMT), esta actividad tiene un potencial único en cuanto a proteger el patrimonio cultural y natural y apoyar a las comunidades en relación con su progreso material y social. En un sentido más amplio, el turismo puede ser una poderosa palanca de crecimiento económico, desarrollo inclusivo y sostenibilidad ambiental, constituyendo una herramienta que contribuye a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

A diferencia de sectores productivos vinculados a la explotación de recursos naturales, en los cuales el concepto de sostenibilidad consiste más bien en mitigar los impactos negativos, en el rubro turístico la preservación medioambiental y patrimonial es un bien en sí mismo que permite hacer sustentable el recurso y, a la vez, potenciarlo y darle más valor. La oportunidad para Chile de enfocar los esfuerzos en esa dirección ya tiene un camino avanzado: contamos con 6 sitios declarados patrimonio de la humanidad y más de mil monumentos nacionales. Adicionalmente, más del 20% del territorio nacional se encuentra protegido bajo alguna categoría de conservación del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado.

Para avanzar con mayor impulso en la consolidación de Chile como un destino turístico sostenible atractivo a nivel internacional, es necesario profundizar un trabajo conjunto entre el sector público y privado, a escala nacional, regional y local, velando especialmente por la planificación y cuidado de las zonas de Interés patrimonial y turístico. Como reconoce la OMT, es necesario contar con un turismo más inteligente y competitivo, potenciando la innovación y promoviendo la inversión y el emprendimiento, pero siempre desde una óptica que ponga el énfasis en la responsabilidad social y ambiental de esta actividad.

Todavía queda mucho por hacer, sobre todo en algunas regiones del país donde la amenaza de un desarrollo sostenible no es entendida aún a cabalidad por los distintos actores. Sin embargo, tenemos los insumos necesarios para avanzar en el sentido correcto, aportando desde el turismo patrimonial con un granito de arena al desafiante reto de superar la crisis social y medioambiental que aqueja a nuestro país y al mundo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Bruselas prescribe museos para cuidar la salud mental

Un proyecto piloto de la alcaldía de Bruselas y de un hospital psiquiátrico de la ciudad han llevado a cabo una iniciativa que permite “recetar” la visita a museos a pacientes con problemas como la ansiedad o la depresión como parte de su tratamiento.


Museos para ver arte, pero también museos para el alma y para el bienestar emocional de las personas. La alcaldía de Bruselas, junto con el reputado Hospital Brugmann de la capital belga, empezaron un proyecto piloto en septiembre en que, a los pacientes con problemas de estrés, depresión, ansiedad o burn-out se les recomienda una salida gratuita a alguno de los cinco museos públicos de la ciudad acompañados de amigos o familiares. Durante seis meses se va a probar esta medida que ya se aplica desde hace años en la región de Quebec (Canadá).

En un estudio publicado en 2019 por la Organización Mundial de la Salud, se demostró que el arte puede ayudar en el tratamiento de las enfermedades mentales y pedía una mayor colaboración entre los profesionales de cultura, las autoridades locales y regionales y profesionales de la salud, para incentivar las actividades culturales, dada la evidencia encontrada en los últimos años. También una investigación publicada en el Journal of Positive Psycology el pasado año llegaba a la conclusión de que visitar exposiciones de arte tenía un impacto en las hormonas del bienestar de las personas, como el cortisol y la serotonina.

La idea de prescribir museos a los pacientes le vino a la actual consejera municipal de Cultura, Delphine Houba, después de leer en septiembre de 2018 un artículo en el periódico francés Le Monde. En él se relataba cómo los pacientes residentes en Montréal que sufrían depresión podían visitar gratuitamente el Museo de Bellas Artes de la ciudad. Tras ser elegida y nombrada encargada de la Cultura y de Grandes Eventos de la ciudad de Bruselas, Houba decidió ir de viaje a Quebec a finales de 2019 y ver en qué consistía el proyecto.

“Me fui allí pensando que era una buena idea y volví pensando que era una idea increíble y apasionante”, cuenta Houba en una entrevista con RFI. Entonces empezaron los contactos con el Hospital Brugmann, centro médico público de Bruselas de gran reputación en el tratamiento de enfermedades mentales. Cuando ya avanzaba el proyecto, en marzo de 2020, estalló la pandemia de Covid-19. Los museos cerraron durante meses y los hospitales estaban sobrecargados de pacientes… no tenía sentido lanzar el proyecto. Tuvo que pasar casi dos años para lanzar la idea.

Houba asegura que el tiempo que les dio la pandemia les permitió estudiar un poco mejor la idea, añadir “salsa bruselense” al proyecto y cambiar algunas cosas. Así, se decidió primero empezar por trabajar con el Hospital Brugmann y que los pacientes pudieran visitar los cinco museos públicos de la ciudad.

El médico Vincent Lustygier, que dirige la unidad psiquiátrica del hospital Brugmann, explica que “todos los pacientes” son susceptibles de que se les pueda prescribir una visita al museo, aunque suelen estudiar “caso por caso”. En el caso de las personas que sufren y están en tratamiento para la depresión, ir a visitas culturales puede ser algo muy positivo para su bienestar. Personas “a las que se les debe ayudar a salir, sobre todo ayuda a la desestigmatización, ayudarles a hacer las mismas cosas que el resto del mundo”.

La novedad del proyecto piloto reside en que se puede ir de forma gratuita acompañado de amigos y/o familiares, hasta un máximo de tres personas. Es la alcaldía de Bruselas quien cubre los gastos de la entrada a los cinco museos públicos de la ciudad. En sus visitas, podrán adentrarse en los pasillos del alcantarillado de la ciudad de Bruselas, seguir el trazado del río de la ciudad, el Senne, que quedó prácticamente sellado y enterrado para evitar enfermedades y que explica muy bien la historia de la ciudad; pero también se puede ver el increíble edificio de la Maison du Roi (Casa del Rey), y que ahora es el Museo de Historia de Bruselas, con espectaculares vistas a la célebre Grand Place.

También se pueden ver los más de 1000 trajes del Manneken Pis, el pequeño monumento, símbolo de la capital belga, (y que representa a un niño orinando) y que cuenta con espectaculares trajes minuciosamente confeccionados con las mejores telas y bordados. Los pacientes pueden también visitar el pequeño —pero coqueto— museo de la Moda o el flamante Centro de Arte Contemporáneo. “La idea es poder ofrecer una variedad dentro de los diferentes perfiles de los pacientes”, defiende Houba.

La gratuidad de la actividad es especialmente importante, porque en muchos casos son personas que, en ese momento, no suelen tener trabajo al estar de baja médica y suelen recibir ayudas sociales, de ahí la importancia de que ni ellos ni sus familiares tengan que pagar por las visitas. Con tan solo un documento impreso es suficiente. En él consta el nombre del paciente y unas casillas con los nombres de los cinco museos que se pueden visitar.

Lustygier también explica que este tipo de salidas son recomendables para personas que han sufrido burn-out, trabajadores “quemados” debido a un estrés continuado en el ámbito laboral. Se trata de un síndrome que el médico destaca haber visto en los últimos años, “personas que no pueden más debido a la presión, que solo se han dedicado a trabajar”. Por ello, las visitas culturales son “muy útiles para recordarles que hay otras cosas además del trabajo y que hay cosas positivas fuera de él”, explica el médico.

El proyecto piloto lleva ya más de dos meses en marcha y según el médico la impresión es que “está siendo muy positivo” para los pacientes. Una vez han hecho su primera visita, les preguntan cómo se han sentido, si tendrían ganas de volver. “Lo que intentamos es motivarles a buscar hábitos culturales. No solo museos, también ir a conciertos, al cine o al teatro”, agrega.

Tanto Lustygier como Houba coinciden en que tras la pandemia la iniciativa cobra, además, más sentido que nunca. El psiquiatra asegura que no ha visto “un aumento” de casos, sino “una explosión” de personas que sufren más enfermedades mentales. La consejera municipal explica que tienen datos de cómo se han incrementado. En Bélgica, los problemas de salud mental “se han multiplicado por dos en los últimos diez años”, apunta Houba.

“Cuando hablamos de salud no es solo físico. Es también la salud mental. Estoy realmente preocupada por la salud mental de los ciudadanos, por eso pienso firmemente que la cultura puede formar parte de la solución”, subraya.

En el Hospital Brugmann de la capital belga llevan treinta años con tratamientos para enfermedades mentales, en que siempre se ha querido incluir la cultura como una parte de la mejora de los pacientes. Se hacían ya visitas a museos con los pacientes y los médicos, con actividades fuera del hospital, como ir a exposiciones o a conciertos. Además, también desarrollan “arte bruto” en que artistas diplomados trabajan con los pacientes para que la pintura o artes plásticos sean una parte más de su tratamiento hacia una mejora.

El próximo marzo, la alcaldía analizará el resultado del proyecto piloto y de su futuro. De momento, la respuesta ha sido muy positiva y varios museos de la ciudad ya se han mostrado interesados en sumarse en el proyecto.

Museo Británico negocia con Grecia repatriar los mármoles del Partenón

El exministro de Economía conservador, designado responsable del museo londinense en junio del año pasado, se reunió el lunes con el líder griego en un hotel del acomodado distrito de Knightsbridge de la capital británica, detalló el periódico. Mitsotakis, que durante su visita al Reino Unido fue recibido por el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el rey Carlos III, había mantenido «conversaciones exploratorias» con Osborne el pasado noviembre, según ha revelado la prensa griega.


El presidente del Museo británico, George Osborne, mantuvo esta semana una conversación «secreta» con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en la que abordaron la repatriación de los mármoles del Partenón de Atenas, informó este sábado el diario «The Times».

El exministro de Economía conservador, designado responsable del museo londinense en junio del año pasado, se reunió el lunes con el líder griego en un hotel del acomodado distrito de Knightsbridge de la capital británica, detalló el periódico.

Mitsotakis, que durante su visita al Reino Unido fue recibido por el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el rey Carlos III, había mantenido «conversaciones exploratorias» con Osborne el pasado noviembre, según ha revelado la prensa griega.

La nueva reunión en Knightsbridge, cuyo único objetivo era abordar la devolución de las esculturas de 2.500 años de antigüedad, ha impulsado las expectativas de que se avance hacia la resolución de la agria disputa que enfrenta al Reino Unido y Grecia.

Atenas reclama las piezas desde hace años y construyó expresamente en 2009 un nuevo Museo de la Acrópolis para demostrar que cuenta con un lugar adecuado para albergar ese tesoro arqueológico.

Las esculturas, conocidos como los Mármoles de Elgin, ocupan un lugar preeminente del Museo Británico, que cuenta con una amplia colección de piezas de la antigua Grecia y otras culturas de la antigüedad, además de poseer la mayor muestra de objetos del Egipto faraónico fuera de El Cairo.

Los mármoles del Partenón fueron adquiridos por el aristócrata escocés Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, entre 1801 y 1805, cuando era embajador ante la corte Otomana en Estambul -que ocupaba Grecia-, y vendidos después al Reino Unido, transacciones que Grecia ha calificado como «saqueo».

Perú y Ecuador recuperaron piezas históricas decomisadas en Italia 

Ecuador y Perú recuperaron piezas arqueológicas prehispánicas que fueron decomisadas por la policía italiana. Perú es uno de los países más afectados por el tráfico ilegal de piezas, según un informe de la UNESCO sobre tráfico ilícito de bienes culturales.

Los objetos fueron incautados en el marco del operativo ACHEI, en el que los carabineros (la policía militar de Italia) revelaron la existencia de “un vasto tráfico nacional e internacional de hallazgos arqueológicos procedentes de excavaciones clandestinas”. Francia, Reino Unido, Alemania y Serbia formaban parte de este tráfico de piezas.

Los embajadores de Ecuador y Perú en Italia, Patricio Troya y Eduardo Martinetti, respectivamente, recibieron los bienes culturales en una ceremonia oficial en el Museo de Pitágoras de Crotone.

Perú recuperó una jarra aulladora, un recipiente lenticular y cuello abombado. Esta pieza es de la cultura Chimú-Inca, producido entre los años 1470 y 1534.

Mientras que Ecuador recuperó un cuenco semiesférico con una base con forma de tronco, fabricado en Tuza-Cuasmal entre 1250 y 1534. También recuperó una taza de cerámica de la cultura Piartal, producida entre los años 750 y 1250.

Según las autoridades italianas, a través del operativo ACHEI, unas 23 personas recibieron medidas cautelares por su participación en la “asociación delictiva destinada a cometer delitos dirigidos a dañar el patrimonio arqueológico”.

La mayor parte de las piezas incautadas en el marco de este operativo son de culturas que habitaron la península italiana.

Según la UNESCO, Argentina es uno de los países que desde 2004 está a la vanguardia de las restituciones de bienes culturales

Perú, uno de los países más afectados por el tráfico ilícito de su patrimonio cultural, encabeza la lista de Estados a los que Argentina restituye objetos patrimoniales. En segundo lugar está Ecuador.

“En 2016, unos 439 objetos robados del patrimonio ecuatoriano y 4.150 del peruano fueron devueltos a sus países de origen”, indicó el organismo de la ONU en un informe de 2020.

La UNESCO entrega al Estado chileno las recomendaciones para la gestión del sitio de Patrimonio Mundial en Valparaíso

El informe es el resultado de la misión realizada entre el 7 y el 11 de noviembre de 2022, cuyo objetivo fue brindar al Estado chileno y a la Corporación Municipal de Administración del Sitio de Patrimonio Mundial, asesoría técnica para orientar futuras prácticas y estrategias de gestión, conservación y protección del valor excepcional del sitio. Los resultados de la misión también contribuirán a la finalización del informe sobre el estado de conservación del sitio, documento que se encuentra en preparación y que Chile deberá presentar a la UNESCO en el contexto de la próxima sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que tendrá lugar a mediados del 2023.


La UNESCO entregó al Estado chileno las recomendaciones para la gestión del sitio de Patrimonio Mundial en Valparaíso, según informó este jueves el Ministerio de las Culturas.

Luego de una visita que se extendió durante una semana, y en la que el jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial, Mauro Rosi, y el experto, Luis Ignacio Gómez Arriola, se reunieron con más de cien personas de diversas instituciones y organizaciones, el informe emanado desde la UNESCO constata que el sitio Barrio histórico de la ciudad portuaria de Valparaíso mantiene sus atributos de valor universal excepcional.

En documento realizado por los expertos, entrega 31 recomendaciones de mediano y largo plazo que servirán de guía para el trabajo de la Corporación Municipal de Administración del sitio del Patrimonio Mundial (SPM), entidad que comenzó a sesionar este martes 20 diciembre de 2022.

En relación con la gobernanza del sitio, el documento sugiere la integración de diversos instrumentos para la ejecución de un plan de gestión integral y participativo que cuente con un modelo de manejo para el desarrollo sostenible. Un ejemplo es el fortalecimiento de incentivos aplicables a la rehabilitación y recuperación de inmuebles en los diferentes instrumentos de planificación.

Dentro de las recomendaciones, los expertos expresan la necesidad de cooperación de distintas instituciones del Estado, que permitan el fortalecimiento de las herramientas actuales de planificación aplicables en el sitio de Patrimonio Mundial, a través de la articulación de diversas carteras.

Alcalde Sharp

El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, destacó la relevancia de este informe explicando que “nos parece que este informe es una importante orientación en las acciones que debemos realizar junto con el Estado».

«Apunta también de forma muy clara la importancia de sacar adelante lo legislativo y lo presupuestario en materia patrimonial a nivel central, que hagan posible tutelar con mejores herramientas el valor excepcional del sitio y, también, es una ratificación de lo que hemos emprendido como administradores. El informe es enfático en considerar la creación de la corporación municipal para la administración del sitio como extremadamente beneficiosa para la gobernanza del sitio”, dijo.

Asimismo, el jefe comunal indicó que “el informe recomienda un “plan piloto para Barrio Puerto” donde la corporación ha priorizado la cartera de iniciativas. La cual fue sociabilizada ayer en la primera asamblea ordinaria de la corporación donde los directoras y directores quienes apoyaron, complementaron y comprometieron acciones para el cumplimiento de la misma. Es un gran desafío pero que hoy, existe una forma diferente de abordarlo con una agenda urgente, porque hablamos de un sitio habitado, con problemas sociales importante.”

Reacción ministerial

“Vemos las recomendaciones de este informe como una señal muy positiva, que nos servirá como hoja de ruta para seguir avanzando en la protección del Sitio de Patrimonio Mundial», dijo por su parte Carolina Pérez, subsecretaria del Patrimonio Cultural, quien además es parte del directorio de la corporación.

«Agradecemos a todos quienes fueron parte de esta misión, en la que los expertos de la UnNESCO escucharon a todas las actorías involucradas en la gestión del patrimonio del sector. Como Estado estamos comprometidos con la salvaguardia del barrio puerto, y seguiremos generando instancias de cooperación para enfrentar este gran desafío”, comentó.

Si bien la mayoría de las recomendaciones son de largo alcance, también se plantean acciones que se pueden trabajar en el corto plazo, como la implementación de la cartera de proyectos inmuebles patrimoniales y la colocación de placas oficiales con el emblema de Patrimonio Mundial de la UNESCO junto a un texto informativo sobre el valor universal excepcional del sitio.

El informe puede ser descargado aquí.

5 verdades (incómodas) sobre el patrimonio sumergido en Colombia

Mientras en Colombia están a la espera de la promulgación presidencial de laley de Patrimonio, que puede poner buena parte del valiosísimo patrimonio cultural sumergido (PCS) en manos de los cazatesoros, y la comunidad científica internacional escribe al presidente Juan Manuel Santos, en Espejo de Navegantes queremos otorgarle voz a quienes aún no se rinden y vuelven a argumentar racionalmente contra una decisión legal dudosa y cuyas consecuencias pueden ser irreversibles…

Mientras en Colombia están a la espera de la promulgación presidencial de laley de Patrimonio, que puede poner buena parte del valiosísimo patrimonio cultural sumergido (PCS) en manos de los cazatesoros, y la comunidad científica internacional escribe al presidente Juan Manuel Santos, en Espejo de Navegantes queremos otorgarle voz a quienes aún no se rinden y vuelven a argumentar racionalmente contra una decisión legal dudosa y cuyas consecuencias pueden ser irreversibles:

el pueblo de Colombia y la humanidad verá desaparecer buena parte de su historia, que es la nuestra, enlas manos venales de unos pocos, que han demostrado con sus obras ser los grandes enemigos del PCS durante décadas. Además, lainspiración presidencial de esta ley a punto de ser sancionada ha abierto el paso expeditivamente a las propuestas de las que los cazatesoros se lucrarán y ha puesto fin al criterio científico a favor de otros intereses.

Después de haber tratado el asunto desde distintos ángulos, hoy lo abordamos dando voz a un arqueólogo eminente de Colombia, Ricardo Borrero, que actualmente trabaja para el INAH mexicano.

Borrero nos ha hecho llegar sus reflexiones, que muy gustosamente reproducimos: Son valientes, polémicas y meticulosamente rigurosas y ponen el dedo en la llaga de la problemática que en este caso la política querría dejar de oír. Estos son los enunciados de sus razones:

“Para tratar de hacerle frente a la cruzada desinformativa o mal informativa, a cuyo más acérrimo fiel nos hemos referido arriba para ejemplificar con claridad lo que muchos piensan, querría cerrar con cinco puntos:

1) Por oposición a lo que se ha querido mostrar, la mayor amenaza para el PCS no son los Españoles, ni la UNESCO, ni los buzos recreativos, sin cuya participación no habrían sido posibles muchos de los proyectos ingleses y argentinos, por mencionar sólo dos ejemplos. La verdadera amenaza son los cazadores de recompensas, los buscadores de tesoros, los coleccionistas privados y quienes, por desconocimiento o codicia, toman la decisión de que las puertas les sean abiertas.

2) Existen pocas maneras de justificar la extracción de objetos de un yacimiento arqueológico sumergido. Entre ellas se destacan el riesgo de destrucción inminente por causa natural o antrópica. A favor de la preservación in situ, bastará con señalar que han pervivido en ese medio durante siglos. ¿Será que extraerlos es la mejor alternativa?

3) En contravía de lo que se promulga, no es necesario disponer de abrumadoras sumas para emprender proyectos de investigación, y si llegaran a requerirse equipos especializados, el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas (CIOH) y el Cuerpo de Buceo y Salvamento de la Armada Nacional disponen de ellos. Es decir, en últimas, que el país dispone de ellos.

4) Pese a lo que se han empeñado en demostrar los medios y algunas personalidades, Colombia si cuenta con profesionales y especialistas en arqueología subacuática y, a medida que adquieran experiencia, será más difícil acallar sus voces, cuando de engañar a los colombianos y de vender el PCS se trate.

5) Lo último y quizás lo más importante, es dejar en claro que restringir la noción de PCS a los naufragios con cargamentos de metales y piedras preciosas, como han querido hacer los medios hasta la fecha, es extremadamente reduccionista y, por omisión, pone en riesgo otras manifestaciones de actividad humana pretéritas que reposan en otras fuentes de agua como los ríos, lagos, lagunas, quebradas, etc.”

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Y aquí su argumentación completa Pasen y lean:

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“Hace ya varios años que reina en el país una infortunada confusión o mal juicio casi generalizado en lo que al Patrimonio Cultural Sumergido (PCS) y su protección concierne. Tal situación, en buena medida, podría atribuirse a laopinión desinformada, o peor aún, mal informada que al respecto circula en los medios de comunicación que cuentan con mayor audiencia. Por supuesto, otro tanto ha sido obra de personajes que ostentan lugares económicamente privilegiados y/o ejercen una profunda influencia sobre quienes toman las decisiones políticas relacionadas con el PCS en el país. Cuando no se trata directamente de quienes se ocupan de tomar las decisiones. Al respecto, es muy esclarecedor que se le hayan abierto las puertas de la patria al reputado buscador de tesoros norteamericano Burtt Webber,quien tras varios años de infortunado lobby, fue recibido con honores por la asesora presidencial Sandra Bessudo. Situación descrita con desconocimiento de causa o con cinismo entusiasta por parte de Nelson Fredy Padilla para el periódico el Espectador”.

“En medio de este panorama desalentador, es de recalcarse que las labores y las opiniones de los verdaderos especialistas colombianos en arqueología subacuática, han sido reiterativamente obnubilada.

“Permítaseme hacer hincapié en el hecho de que el país, en contravía de lo que los medios de comunicación y la Ministra Garcés han querido hacernos creer –a sabiendas de que están mintiendo–, sí cuenta con especialistas en arqueología subacuática, aunque son jóvenes, pocos y siguen en proceso de formación. Huelga decir que no por eso desmerecen el ser tenidos en cuenta. Si hace falta enunciar algunos nombres, mencionemos a los gestores del Proyecto Navío que en su momento contó con el apoyo proporcionado por la Vicepresidencia de la República. También habría que referirse a Ángela Rodríguez y a Clara Fuquen, quienes cursaron sus estudios de posgrado sobre el tema en la Universidad de Southampton y hoy se encuentran lejos de casa dada la imperiosa necesidad de subsistir mediante la propia profesión. Asimismo, son dignos de mención John McBride y los estudiantes del Externado que han iniciado su formación en la conservación de vestigios arqueológicos provenientes de contextos sumergidos. Dentro de este grupo cabe destacar a Natalia Hernández, quien, como Martín Andrade, es miembro fundador de la Comunidad Latinoamericana de Arqueología Subacuática OLAS y hace pocos días, gracias a su empeño y a sus capacidades, se hizo acreedora a una posición de base en el Centro INAH Yucatán del Instituto Nacional de Antropología de Historia de México, institución para cuya Subdirección de Arqueología Subacuática labora el presente autor, también de nacionalidad colombiana. Finalmente, hemos de referirnos a los más activos miembros de la Fundación Terra Firme que tras hacerse profesionales en la Universidad Nacional y adelantar estudios de posgrado en los Andes, optaron por darle continuidad a sus procesos de formación en instituciones de innegable reputación, cuales son las universidades de Edimburgo, Sorbona, Evora y Padova. Por último, si la duda girase en torno a su idoneidad, bastará con mencionar que, entre muchas otras cosas, los miembros de Terra Firme han sido galardonados con becas del Secretariado de la UNESCO para la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático; la Organización de las Naciones Unidas y la Nippon Foundation.

“Paradójicamente, el mismo Ministerio de Cultura ha invertido recursos y esfuerzos en la formación de estos profesionales. Bastará con mencionar dos eventos que contaron con su apoyo: el curso de arqueología subacuática realizado en Cartagena de Indias durante el año 2001 en colaboración con la Armada Nacional y el Seminario Taller Internacional Tierra Bomba Marítima que tuvo lugar en el año 2008. Ahora bien, la reciente coyuntura de discusión y aprobación del proyecto de ley para el rescate de naufragios y la publicación de los primeros artículos objetivos concernientes al tema, en el ámbito del periodismo de circulación masiva a nivel nacional (Ejemplo: “’Proyecto para rescatar naufragios es inconstitucional’: arqueólogos” en el periódico El Tiempo) e internacional (Ejemplo: “Cazatesoros dicen haber hallado decenas de miles de esmeraldas”: ABC), invitan a desmantelar otras verdades ocultas o mentiras por omisión sobre el tema del PCS en el país y su cobertura mediática.

“Habría cabido comenzar por engrosar la lista de “renuncias” a las instituciones involucradas a raíz del proyecto de ley sobre PCS impulsado por la Ministra Garcés, pero a solicitud de los implicados me abstendré de mencionar sus nombres. No obstante, es de recalcarse que algunos nombramientos resultan igualmente preocupantes.
Un claro ejemplo de la segunda idea expresada en el primer párrafo, es la reiterativa falacia por apelación a la autoridad inadecuada en la cual incurren algunos redactores de la revista Semana y el periódico El Espectador al consultar a Daniel De Narváez casi cada vez que se escribe o se habla sobre Patrimonio Cultural Sumergido. En la página de Professional Marine Explorers, sociedad de la cual forma parte, se afirma con claridad el hecho de que es un ingeniero de minas especializado en labores como las perforaciones exploratorias, la construcción de túneles, entre otras. También es cierto que allí se señala que cursó estudios de paleografía e investigación de archivo, no obstante, sin lugar a dudas, la misma Pontificia Universidad Javeriana, en donde se señala que tomó estos cursos, puede atestiguar que estas dos competencias distan de satisfacer la totalidad de los requerimientos para convertirse en un Historiador que es uno de los múltiples títulos con que suelen investirle los medios de comunicación. Coincidencialmente, es también el título que se le confiere en un breve artículo publicado por la reputada compañía de buscadores de tesoros Odyssey Marine Exploration, y aquí, nótense la similitud que guardan los nombres de esta compañía y la sociedad arriba mencionada.

“A lo largo de su breve artículo en Odyssey Marine Exploration Papers No. 13 de 2010 (página 24), como en el común de sus intervenciones en los medios nacionales, De Narváez manifiesta su profundo desacuerdo con la Convención 2001 de la UNESCO sobre la protección del PCS, hoy ratificada por más de cuarenta países, entre los cuales destacan México y Argentina que, pese a contar con recursos muy limitados para invertir en infraestructura e investigación, orgullosamente le han apostado a la protección de su PCS y, por consiguiente, son considerados ejemplares en el seno de la comunidad académica internacional. No obstante, hace pocos días recibimos con entusiasmo y de fuentes oficiales, la grata noticia de que los poderosos como Francia, también se suman.

“En días pasados y en medio de un arrebato de disgusto, De Narváez cometió el craso error de comentar con tono socarrón en un espacio de Internet creado por la Fundación Terra Firme para la recolección de firmas en contra del proyecto de ley sobre el PCS. Para infortunio suyo, allí dejó entrever, una vez más, que dista de ser un especialista en la materia, o bien, que miente. En su comentario se refiere a las pretensiones de la “funesta” Convención de la UNESCO, “con cuya firma Colombia le transferiría el título de sus galeones a España”, afirmación completamente desatinada, en tanto que, como se señala en el texto de la misma, “La Convención de 2001 no reglamenta la propiedad de los restos históricos sumergidos. La propiedad de los bienes culturales sigue regida por el derecho civil, por otras leyes domésticas y por el derecho internacional…”

“En esta misma dirección, De Narváez ha manifestado ante los medios su profundo recelo frente a los argumentos esgrimidos por España en defensa de sus derechos sobre el pecio Nuestra Señora de las Mercedesy ha atribuido a los ibéricos falsos deseos de apoderarse de las especies náufragas que reposan en las aguas americanas, desconociendo el hecho de que con fondos de UNESCO y de la misma España, allí han ido a formarse varios arqueólogos subacuáticos suramericanos. Entre ellos, algunos colombianos, cuyas opiniones como ya señalamos, rara vez son tenidas en cuenta por los medios de comunicación y, poco menos, a la hora de tomar decisiones políticas.

“Es cierto que cuanto se extrajo de las Mercedes hoy reposa en manos de España, sin embargo es de recalcarse que la nave fue hallada en aguas internacionales. En contraposición habría que traer a colación los casos de los naufragios, también españoles, Juno y Galga, hallados en aguas territoriales de los Estados Unidos, país que sin incurrir en ningún tipo de litigio y mediante la colaboración española, a la fecha, goza de un maravilloso museo creado con las piezas extraídas de estos dos pecios. El único objeto que se condujo a España, fue un ancla que hoy reposa en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) en Cartagena, Murcia, como símbolo de su compromiso con la protección del PCS, independientemente del lugar en que se encuentre. Con esta anécdota, espero que vuelvan a dormir tranquilos aquellos que antes se veían acosados por un falso delirio pesadillesco en que losconquistadores ibéricos del siglo XXI pretendían volver a adueñarse de sus arcas.

“Pero quizás, el punto más vulnerable en el discurso de De Narváez, es su crítica a los procedimientos de re enterramiento y “destrucción in situ” –para traer a colación sus propias palabras. En contravía de lo que señala, estos dos métodos de conservación, a lo largo de numerosos experimentos y experiencias documentadas por reputados investigadores suecos, daneses e ingleses, entre otros, han demostrado ser más efectivos y preservar mucho mejor los vestigios culturales, además de ser muchísimo menos costosos que la extracción a la cual De Narváez exhorta irresponsablemente. Si hace falta ofrecer pruebas del riesgo de desaparición que experimentan los materiales sumergidos al ser sometidos al medio terrestre, que mejor ejemplo que los recientes episodios de inestabilidad experimentados por las maderas del buque sueco Vasa, aún después de recibir, estos si, costosísimos tratamientos por parte de renombrados conservadores que, 50 años después, se siguen preguntando si extraerlo fue la decisión adecuada.

“Como hemos venido señalando, De Narváez no vacila en exhortar a la extracción de los bienes culturales sumergidos y, por eso, reitera en los costos abrumadores de su pseudociencia que, sin duda, resultará inmensamente más cara que la arqueología subacuática. No sólo en sentido económico, sino también histórico. Es de recalcarse el énfasis que ha puesto al hacer mención específica de las esmeraldas que, según señala la citada reseña biográfica publicada en la página de Professional Marine Explorers Society y el artículo publicado en Semana bajo el título de “El estigma de los esmeralderos”, han sido otro de sus mayores intereses. No en balde, es ex presidente de la Asociación de Productores de Esmeraldas Colombianas (Aprecol). De hecho, Jesús García Calero, señala en su artículo para el ABC, acerca del reciente caso del pecio hallado en Key West que -desde luego transportaba- “criptonita”: “De Narváez, Horan y… Greg Stemm, el mismísimo CEO de Odyssey (…) se escriben y consultan los pasos a seguir con confianza propia de socios”.

“Ahora bien, no podría atestiguar que De Narváez no goza de un título de historiador, pero sea como sea, no es cuestión de títulos, pues lo que separa a los arqueólogos subacuáticos de los buscadores de tesoros, no es la posesión de cartones universitarios, sino una postura y un COMPROMISO ÉTICO FRENTE AL PASADO y la cultura material que éste nos legó; frente a lo que como colombianos, les perteneció a nuestros padres, hoy nos pertenece y ha de pervivir para nuestros hijos.

“Con todo esto, quiero dejar en claro que De Narváez está más cerca de los explotadores mineros y del padre de la caza sistemática de tesoros Mel Fischer, que del Dr. George F. Bass -considerado junto con Peter Throkmorton como el padre de la arqueología subacuática– o de Reichel Dolmatoff –a quien muchos consideran padre de la arqueología científica colombiana. Por consiguiente, dista de ser la persona indicada para referirse al PATRIMONIO entendido como bien público.”

Publicado por Jesús García Calero el jul 18, 2013

Tomado de: http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/2013/07/18/5-verdades-incomodas-sobre-el-patrimonio-sumergido-en-colombia/

En Neuquén, descubren una nueva especie de dinosaurio herbívoro

Se trata de un “Overosaurus paradasorum” que fue descubierto en un área cercana a la localidad neuquina de Rincón de los Sauces. El hallazgo que permitió luego el trabajo de investigación fue realizado por miembros de la familia Parada (de allí la denominación del dinosaurio), vecinos de Rincón de los Sauces, quienes desde hace años colaboran en el rescate y puesta en valor del patrimonio paleontológico de esa área.

Se trata de un “Overosaurus paradasorum” que fue descubierto en un área cercana a la localidad neuquina de Rincón de los Sauces. El hallazgo que permitió luego el trabajo de investigación fue realizado por miembros de la familia Parada (de allí la denominación del dinosaurio), vecinos de Rincón de los Sauces, quienes desde hace años colaboran en el rescate y puesta en valor del patrimonio paleontológico de esa área.

Los investigadores denominaron “Overosaurus paradasorum” al dinosaurio, hallado hace más de una década, y lo identificaron como una especie de titanosaurio herbívoro de fines del Cretácico Superior descubierto en la formación geológica Anacleto, 50 kilómetros al suroeste de Rincón de los Sauces.

El paleontólogo Rodolfo Coria, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, explicó que “el ejemplar está muy bien conservado, habiendo preservado la columna vertebral articulada desde la base del cuello hasta la mitad de la cola, incluyendo sus costillas y elementos de la cadera”.

El informe del descubrimiento que fue publicado por la revista neozelandesa Zootaxa, se indica que “el Overosaurus es un integrante de una variada fauna de titanosaurios representada por varias especies diferentes, muchas de las cuales fueron halladas en las inmediaciones de Rincón de los Sauces”.

La excavación se realizó en el año 2002 por un equipo de paleontólogos pertenecientes a varias instituciones neuquinas, nacionales y extranjeras, en un trabajo de campo que demandó 15 días.

El hallazgo que permitió luego el trabajo de investigación fue realizado por miembros de la familia Parada (de allí la denominación del dinosaurio), vecinos de Rincón de los Sauces, quienes desde hace años colaboran en el rescate y puesta en valor del patrimonio paleontológico de esa área.

“Carlos Parada y sus hijos fueron determinantes en el inicio de las actividades paleontológicas de Rincón. Por ese motivo consideramos apropiado dedicar el epíteto específico a esta familia”, explicó Coria.

El Overosaurus es un dinosaurio del grupo de los titanosaurios, grandes herbívoros que dominaban la Patagonia hace 80 millones de años.

Los restos hallados en Rincón de los Sauces pertenecen a una nueva especie de un tamaño relativamente pequeño. Se estima que midió no más de 15 metros de largo, lo que contrasta con otras especies descubiertas en la zona que superaban los 25 metros o incluso más de 30, como el Argentinosaurus huinculensis.

El paleontólogo precisó que “el excelente estado de conservación del ejemplar permitió acceder a información anatómica generalmente vedada a los científicos, tales como la intrincada arquitectura de las vértebras del cuello y del lomo, no siempre conservada en los fósiles”.

Esto permite a los investigadores “establecer identificaciones de tipo familiar y también elaborar hipótesis sobre características biomecánicas y morfofuncionales” ejemplar.

El gobierno neuquino destacó que “con la incorporación de este ejemplar representante de la nueva especie Overosaurus paradasorum”, el Urquiza “consolida su posición como uno de los museos con la colección de dinosaurios titanosaurios más importante de la región y orgullo de los vecinos de Rincón de los Sauces y de toda la provincia”.

Tomado de: http://www.ushuaia24.com.ar/despachos.asp?cod_des=11679&ID_Seccion=329&Titular=En%20Neuqu%C3%A9n,%20descubren%20una%20nueva%20especie%20de%20dinosaurio%20herb%C3%ADvoro.html

Coleccionismo en los museos 1

Las colecciones de museos hoy. ¿Qué, por qué, para qué y cómo coleccionan?  ¿Objetos o costumbres? ¿Curadores o etnógrafos?

[…] Entre aquellos a favor de preservar, la mayoría mencionó la importancia de documentar este importante evento. Quienes se opusieron fueron acusados de hipocresía. Después de todo, muchos objetos incluso más siniestros y controversiales están siendo preservados y expuestos como ítems de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. Podía esperarse que aquellos contrarios a la preservación y/o exposición del carro chocado fueran mucho más emocionales que aquellos que estaban a favor. Fueron frecuentes palabras como “insania”, “desagrado” y “absurdo”. La iniciativa del museo fue condenada. Muchos solicitaron la renuncia del director o la eliminación de los fondos públicos del museo.

Tú, ¿lo coleccionarías?

Fernando Almarza-Risquez, Editor

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Las colecciones de museos hoy. ¿Quépor quépara qué y cómo coleccionan? 
¿Objetos o costumbres? ¿Curadores o etnógrafos?

Actualmente se producen grandes mutaciones sociales, especialmente en las prácticas culturales respecto a los museos, y en buena medida en las pautas de sus colecciones permanentes,  lineamientos y novedosos alcances de apreciación.

Nos ocupa en esta Conversación participativaqué es lo que ¿podrían? coleccionar los museos hoy, por qué y cómo (no únicamente los de arte), en cuanto a si sólo seguirán coleccionando y documentando objetos materiales o si, adicionalmente, pueden hacerlo con intangibles, sean éstos testimonios orales, valores, costumbres, tradiciones, identidades culturales, sucesos trascendentes y hasta las emocionalidades que despiertan. Las discusiones que al respecto pueden suscitarse nos resultan de gran interés.

Tomaremos referencias y ejemplos, entre ellos una reflexión del museólogo holandés Peter van Mensch sobre un hecho penoso ocurrido en su país, y la consiguiente discusión sobre la musealización o no de ciertos objetos materiales involucrados en ello.

Conversemos puntualmente sobre el caso referido por Peter van Mensch.

En un artículo de 2010, el museólogo describe brevemente “cómo el debate público surgió a partir de la iniciativa de documentar dos eventos y preservarlos en su muy cargada emocionalidad: una pistola y un auto chocado”. (van Mensch: 2010, 3) [traducción del inglés mía, FAR, al igual que en las sucesivas citas textuales].

Sucedió en 2009, durante el Koninginnedag o Día de la Reina.

Durante la celebración, en la ciudad holandesa de Appeldoorm, un hombre estrelló su vehículo contra la multitud, al intentar un ataque al bus que llevaba a la Familia Real, sin éxito, aunque matando a siete transeúntes. El conductor murió en el estrellamiento. El suceso dejó en shock al país.

Escribe van Mensch que surgió una gran necesidad de documentar el hecho, para expresar la emoción colectiva. La locación del suceso fue convertida en santuario y lugar memorial, con creciente acumulación de ofrendas y flores que expresaban la indignación y la pena del pueblo holandés. Entre las ofrendas se incluían cigarros, ositos teddy, cartas, fotografías y hasta botellas de vino. Comenta van Mensch que algunos de estos objetos están siendo preservados en instituciones de investigación y archivos en Amsterdam. Como “evidencias” materiales del penoso hecho, decimos nosotros.

Un antecedente fue que, dado que en 2002 se produjo en Holanda el asesinato del líder político, Pim Fortuyn, siendo el primer suceso de este tipo luego de la Segunda Guerra Mundial, la casa de éste fue adquirida con intención de convertirla en museo.

El Museo Histórico de Rotterdam rechazó involucrarse en el proyecto, prefiriendo conservar solo algunos objetos de Fortuyn que, por sus características, estuviesen acordes con el perfil de sus colecciones.

Dado que hubo de venderse la casa y mobiliario del fallecido, la municipalidad de la ciudad adquirió varios de sus objetos, lo que dio lugar a un conflicto entre ésta y el referido museo. Esto tuvo consecuencias, que posteriormente aparecieron sobre la discusión en torno al rol de los museos en la documentación de hechos contemporáneos.

El conflicto –y sus consecuencias museológicas- surgió en parte cuando el referido museo fue impulsado a un debate nacional sobre la pertinencia de preservar (coleccionar) y documentar al objeto clave en el asesinato: la pistola utilizada. Sin embargo, comenta van Mensch, el debate comenzó realmente cuando el museo de la ciudad de Appeldoorn adquirió el auto chocado, cuyo conductor había intentado asesinar a la Familia Real en 2009, creándose una intensa polémica que involucró a los directivos del museo, a periodistas y políticos.

¿Los coleccionarías?
Pistola con la que mataron a Pim Fortuyn Auto chocado, cuyo conductor había intentado asesinar a la Familia Real en 2009 en Holanda

Vemos en esto consecuencias propias de la reflexión museológica. Y von Mensch es claro: algunos políticos no entendieron el rol de las colecciones de los museos como parte esencial de la misión de estos. Las críticas a esta adquisición, recogidas en encuestas públicas en línea, versaron sobre la inconveniencia de coleccionar un objeto de tanta carga emocional para la gente. Otras autoridades no quisieron considerar al objeto como algo “histórico” en vista de lo reciente del hecho en el que se involucró. Sin embargo, por no tratarse el vehículo en cuestión de una obra de arte como tal, su adquisición fue considerada como la de un objeto histórico.

Explica van Mensch que en vista de que no se estableció ninguna distinción entre lo que es una colección, y una exposición, el museo nunca intentó exponer al carro chocado al menos en un futuro próximo. Ante esta falta de claridad, van Mensch escribe:

La confusión entre coleccionar (preservar) y exponer puede explicar la diferencia. En sus comentarios en línea mucha gente escribió que estaba a favor de preservar el auto chocado, pero en contra de exponerlo ahora o en el futuro cercano.

Entre aquellos a favor de preservar, la mayoría mencionó la importancia de documentar este importante evento. Quienes se opusieron fueron acusados de hipocresía. Después de todo, muchos objetos incluso más siniestros y controversiales están siendo preservados y expuestos como ítems de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. Podía esperarse que aquellos contrarios a la preservación y/o exposición del carro chocado fueran mucho más emocionales que aquellos que estaban a favor. Fueron frecuentes palabras como “insania”, “desagrado” y “absurdo”. La iniciativa del museo fue condenada. Muchos solicitaron la renuncia del director o la eliminación de los fondos públicos del museo.

Luego, van Mensch agrega que varios encuestados comentaron que la preservación del carro chocado convertiría al asesino en héroe. No muchos días después, el director del Rijksmuseum declaró estar interesado en la pistola utilizada para matar a Fortuyn, para ser expuesta pronto, lo que la haría ser considerada como parte del patrimonio nacional. Estas declaraciones obtuvieron gran cobertura, generando un nuevo debate más intenso aun, con un componente adicional, y es que el referido museo había sido convertido, en 2006, en museo de arte y museo de historia nacional.

La discusión sobre la preservación de esta pistola llevó a considerar una relegitimación del Museo Nacional de Historia, en un debate que aun no acaba.

En este artículo, van Mensch concluye que estas discusiones muestran el otro lado de la cara del paradigma de la participación pública. De hecho, dice que en la discusión tanto el museo de Appeldoorn como el Rijksmuseum fueron considerados como ejemplos de proceder “anti social”, y que “las iniciativas para adquirir estos controversiales objetos fueron referidas como algo ‘contra todas las normas y valores’ [,] y los objetos fueron descritos como representaciones de la ‘carencia de ética y moralidad’ entre los perpetradores”. (van Mensch: 2010, 5).

El autor cierra sus líneas considerando que, por encima de la crítica populista concerniente a la elite cultural, está la carencia de entendimiento del público acerca del trabajo de los museos“Es importante –dice van Mensch- que los museos estén preparados para su compromiso en un diálogo abierto con todos los grupos de la sociedad, no solamente en cuanto a contenidos, sino también en cuando a métodos”. (van Mensch: 2010, 5).


conversemos_azul.pngResultan muy pertinentes los comentarios de van Mensch sobre las dimensiones de reflexión que entran en juego ante hechos como los narrados. Asomábamos al comienzo interrogantes que van Mensch en su artículo toma y pone en evidencia. Así, vemos que ante la cuestión sobre qué es lo que ¿podrían? coleccionar los museos hoy (no únicamente los de arte), vemos con este ejemplo –seguramente no el único con pertinencia- que casi cualquier objeto material o emocional pudiera ser considerado “coleccionable”, en la medida que está cargado de significaciones de alguna manera valiosas para una comunidad o nación.

Igualmente se pone en evidencia la cuestión en torno al rol de los museos en la documentación de hechos contemporáneos. Es van Mensch quien señala el desconocimiento público de este rol, dejando clara la importancia de la voz popular o de la comunidad en esto. Creemos que el museo debería considerar y… ¿tomar distancia?… de la opinión no autorizada, venga de quien venga, incluyendo la de los políticos.

Y si a esto se suma el hecho de que, como escribe van Mensch, no se estableció ninguna distinción entre lo que es una colección, y una exposición, agregando la carencia de entendimiento del público acerca del trabajo de los museos, entonces la reflexión museológica tiene ante sí una amplia veta por analizar y discutir. Es cuando se deben poner las cartas sobre la mesa, allende cualquier retórica vacía y compulsivamente inclusiva. Esto ocurre en un país de amplia cultura; conviene Conversar sobre estas vetas y preocupaciones en nuestras realidades latinoamericanas. ¡Conversemos sobre…! Están todos invitados.

 

*Fernando Almarza Rísquez
fernando@ilam.org

Para unas definiciones (ampliadas) de Museo de Arte Moderno y Museo de Arte Contemporáneo

Para unas definiciones (ampliadas) de
Museo de Arte Moderno y Museo de Arte Contemporáneo
(II parte, abril de 2010)

 

En nuestro primer artículo proponíamos como hipótesis de arranque dos consideraciones, acaso excluyentes. La base de esas consideraciones se mostraba en el modo como los museos analizan, explican y exponen sus colecciones permanentes, es decir, sus prácticas curatoriales, y/o en la aparición epocal y estilística de los contenidos de las colecciones de ambos tipos de museos considerados. Seguían resultando claves los elementos de interpretación y semiosis, ejercidas adicionalmente por la interacción y participación de los públicos, en una dinámica bidireccional museo-público-museo. Ahora se suman otras consideraciones, o se amplían las ya trabajadas, como reconsiderada hipótesis de arranque.

Fernando Almarza-Risquez, Editor

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 Si bien para algunos enfoques resultan pertinentes las argumentaciones de la parte I de nuestra reflexión, las que desarrollaremos acá nos resultarán más útiles para profundizar/ampliar las definiciones que nos ocupan. Esta profundización/ampliación de hipótesis considera a la museística como espacio multidimensional en el que operan las significaciones explicadas tanto por la epocalidad y el estilo, como por las (re)significaciones en torno a las narrativas curatoriales y de exposición de las colecciones permanentes.

De este modo, las bases conceptuales para las definiciones que buscamos como requieren referencias más complejas, ya no basadas en la búsqueda de certezas sino precisamente de in-certezas, en las que los espacios de definición son multidimensionales y dan lugar a la convivencia de escenarios museísticos de supuesta “contradictoria” definición. Así, la definición ampliada que ahora proponemos tiene un carácter lógico conciliador, paraconsistente, por así decirlo, y se reconfigura como espacio integrador de nuestras hipótesis.

Proponemos como ampliada hipótesis de arranque que las definiciones buscadas tienen que enfocarse, casi con preeminencia, en las prácticas curatoriales que desarrollen para estudiar, re-significar y exponer (museografiar) sus patrimonios colecciones permanentes (aunque algo de esto se asomaba en la parte I acerca de la interpretación y la semiosis). Y son esas prácticas curatoriales las que hacen moderno o contemporáneo al museo de arte. Esto no niega el carácter conceptualmente escurridizo de este último término.

Entonces, se desprenden varias consideraciones: si un museo se encuadra circunstancialmente en una u otra definición o nomenclatura, esto en muy buena medida se desprenderá de sus prácticas curatoriales, y éstas a su vez surgen de la detección y propuesta de hacer (re)significados: las condiciones diversas para que tales significados se produzcan, propongan y transmitan (simultáneamente entre museo y público) en su dimensión semiótica e interpretativa. Pensar definitoriamente la museística, entonces, es pensar la curaduría, en gran medida, según el enfoque que acá estamos proponiendo.

Por ello, y sin pretender que la acción y gestión del museo hoy se limite y satisfaga únicamente en la dimensión de su práctica curatorial, podemos decir que ésta es parte fundamental a la hora de considerar definiciones y nomenclaturas sobre lo que lo demarcaría como de arte moderno o de arte contemporáneo. Es la visión curatorial, el acto curatorial, lo que corporiza y define prácticas y haceres museísticos, que devendrían modernos o contemporáneos según el caso. Sin embargo, en nuestra ampliada hipótesis no pretendemos explicaciones totales sobre el ejercicio curatorial, y menos hacer un “manual”, sino detectar y proponer que es en esa instancia donde se define la búsqueda en la que estamos. Esto además nos aleja de cualquier intento de colocar en lugar privilegiado o protagónico personalista a los actores curatoriales del museo.

La problemática del hacer curatorial hoy ha evolucionado de tal modo que, por una parte, los planteamientos y alcances de sus ejercicios trascienden la labor clásica de un curador, ese profesional que hace seguimiento a unos artistas, selecciona unas obras, desarrolla un texto crítico relacionante sobre tal selección, y las muestra en las salas expositivas de un museo o galería. Hay abundantes texto críticos en este sentido. Nuestro enfoque se construye sobre la acción curatorial que opera con las colecciones permanentes de las instituciones museísticas formales.

Y es la acción curatorial sobre las colecciones permanentes de los museos lo que, en términos actualísimos, define a la institución museística para que le sea reconocida esa acción como la propia de los alcances de un museo de arte moderno y/o uno de arte contemporáneo, más allá, repetimos, de la nomenclatura o nombre institucional de los mismos. Es un asunto de tipo de prácticas y lecturas, y la circulación de éstas. Las instancias curatoriales, aunque no únicamente, tienen mucho que decir y aportar ante la problemática que nos ocupa. Lo contemporáneo sería entonces el modo y relectura, sobre otras bases, de aquello considerado moderno. Por lo que el concepto moderno implicaría la “presentidad” de la cultura (que se desarrolla desde el siglo XV), y el concepto contemporáneo, como modo de analizar, mantiene aun su carácter escurridizo.

Discerniendo lo moderno y contemporáneo


Comencemos a discernir esto, en una perspectiva que incluya lo latinoamericano. Hagamos referencia a la opinión dos curadores contemporáneos, los mexicanos Javier Toscano y Daniela Wolf. Este par considera a la curaduría como una reciente disciplina de práctica creativa, que opera con unos objetos de arte de alguna manera significativos (entre cuyos operadores conceptuales están la interpretación y semiosis referidas), tendiendo puentes entre ellos y los públicos, quienes actuarán a su vez como potenciales (re)significadores. Es pertinente el artículo “Curaduría en la gestión de museos y la práctica expositiva” en http://miriadacolumna.blogspot.com/2009/07/curaduria-en-la-gestion-de-museos-y-la.html.

En el mismo artículo se cita a la curadora argentina Victoria Noorthoorn, quien especifica que “la curaduría es una práctica creativa no artística”, no siendo un arte sino “un generador de posibilidad [pues los] productores de arte son los artistas y no los curadores, [ya que la curaduría] requiere de creatividad, no tanto de artisticidad”. Es decir, dejemos a los artistas que sean creativos artísticamente, y a los curadores que sean creativos curatorialmente (independientemente de que a veces el curador sea un artista, que en el acto de curar se comporta como eso, como curador). Hay que decir que esa creatividad y generación de posibilidad es lo que en los haceres semióticos del museo involucra a los públicos, componente clave en el hacer museístico actual en esa dinámica bidireccional museo-público-museo, y una consiguiente definición.

Y recordemos que el curador, más que ser el único que “sabe” (como pretenden algunos curadores), relaciona y estimula al público veedor, construyendo o develando espacios de (re)significación y referencia desde los objetos de arte y sus complejas y potenciales relaciones, hacia ámbitos trascendentes de lo socio-cultural, estimulando en este veedor un mayor ejercicio de conciencia crítica, además de estética, esa que deleita pero que también (re)significa.

Cuando estas consideraciones operan sobre colecciones permanentes de museos de arte, aparece el elemento que ya mencionamos respecto de la difusa línea que separaría una definición como la que buscamos. Tales operaciones de concepto y (re)significación, aplicadas a la colección de un museo formalmente denominado “de arte moderno”, harían que su producto curatorial-expositivo, museológico-museográfico, se manifieste como algo propio de un museo “de arte contemporáneo”. Y viceversa, acaso.

Los alcances del curador


Conviene un apunte básico sobre el alcance del curador; la interpretación sobre el rol y capacidades del curador varía. Citemos adicionalmente dos afirmaciones de muy destacados curadores actuales, la chilena Paulina Vargas y el brasileño Ivo Mesquita, quienes nos dan un vistazo desde dos posiciones, que si bien no tienen que ser conflictivamente opuestas, sí presentan contundentes concepciones sobre el rol del curador y su práctica… y del ego de algunos de ellos. Vargas dice: “El curador es una autoridad en el sistema del arte contemporáneo, una voz con el poder de legitimar, operando en base a una selección y la elaboración de coordenadas de acceso al terreno de su propuesta y al trabajo de los artistas. Sobre estas nociones básicas no habría grandes diferencias entre un proyecto curatorial realizado en Nueva York, Seúl, Bogotá o Santiago de Chile”. [negritas mías, FAR]. http://miriadacolumna.blogspot.com/2009/07/curaduria-en-la-gestion-de-museos-y-la.html. Diremos que esas coordenadas de acceso (real espacial, de significaciones) también devienen elementos que constituyen operaciones conceptuales que hagan “moderno” o “contemporáneo” a un museo en su labor.

En cambio, Mesquita habla del curador/cartógrafo, que “no sigue ninguna especie de protocolo normalizado o cualquier a priori: su oficio nace de la observación de las transformaciones que percibe en el territorio que recorre… este curador abandona la búsqueda de la verdad, rasgo que ha caracterizado el ejercicio tradicional del pensamiento en occidente, para lanzarse en la producción de sistemas de percepción, de diversas formas de inteligibilidad, dibujando otros mapas y revelando otros mundos”. [negritas mías, FAR]. Diremos también que esas transformaciones percibidas son la metodología y operatividad curatorial para hacer “contemporáneo” aquello originalmente “moderno” del museo.

Como lectura adicional sobre este tipo de criterios y novedosas visiones curatoriales, sugerimos la revista virtual Salonkritik, http://salonkritik.net/08-09/2008/10/la_curaduria_como_medio_lourde_1.php, y leer el esclarecedor artículo de Lourdes Morales y los ya referidos Javier Toscano y Daniela Wolf titulado “La curaduría como medio”. Una cita del mismo resulta estimulante y establece ciertas diferencias, según las cuales cada quien obra curatorialmente según la colección de arte que maneje: ”El gran arte clásico —y sus derivaciones modernistas— no necesitó de curadores porque se planteaba desde la voluntad de sus patronos. El arte contemporáneo, dispuesto desde las estructuras socioeconómicas del mundo actual, se acerca a la mundanidad de experiencias particulares, minúsculas, dispersas”.

Y todo eso se da, en “una institución con vocación de lugar de encuentro, en el que las colecciones son ya no sólo objetivo sino medio para la creación de relatos, que contribuyan con nuevas visiones y entendimientos de la historia de las artes, pasadas y presentes, las de los siglos XX y XXI que aun se construyen. En aras de su vocación de servicio público, se atribuye ahora la misión de cumplir elevados cometidos en el seno de las políticas estructurantes del mundo contemporáneo” (al decir de la museóloga española María Morente). Precisamente ese mundo “de experiencias particulares, minúsculas, dispersas”, al decir de Morales-Toledo-Wolf.

Y esas nuevas o alternativas visiones y entendimientos de la historia de las artes y la cultura, pasadas y presentes, serían aquellas ya no basadas en el parámetro únicamente temporal, secuencial, sino en el del espacio geográfico, aquel de las latitudes incluso culturales: el Sur, por ejemplo, en todo caso ya no eurocentristas únicamente (Manuel Borja-Villel dixit). En fin, esa historia que no sólo busca entender al pasado, sino también conocer el presente. Y esa rica y variada (re)creación de relatos es, también, acción y práctica curatorial.

Entonces, eso que llamamos práctica curatorial es, a efectos de curaduría de arte moderno, contemporáneo, vanguardista, actual… algo cuyas técnicas, modos de conocer, códigos de visualización e interpretación-(re)significación, o estimulación al interrogante, derivan por cauces de narrativa –creación de relatos- diferentes de aquellos que se adecúan a otras prácticas artísticas “clásicas”, o “modernas”… o tradicionales y populares incluso1 . En las operaciones analíticas y conceptuales que estamos haciendo, resulta recomendable una lectura sobre los curadores latinoamericanos referidos, para familiarizarse con los elementos de análisis y crítica con los que leen y analizan los objetos artísticos que curan y ensamblan en exposiciones, en circuitos de galerías de arte privadas, y/o en museos con colecciones permanentes.

Estructuras curatoriales del museo


Ubicándonos más en el ámbito de las colecciones permanentes del museo y del modus operandi de quienes las curan, toquemos lo referente a su estructuración y actividad interna. No hay receta fija sobre la estructura departamental de curadurías de un museo ni sobre su equipo de curadores; las hay organizadas sobre períodos históricos, o estilos y tendencias, o técnicas y materiales, o regiones, países o continentes, aunque hoy una fuerte tendencia es a trabajar más orgánicamente sobre conceptos y temas, como “áreas permeables y con relación entre ellas. Las áreas en las que empezamos a trabajar son dos: una que tenía ver con los objetos del conocimiento, con las narraciones, con las historias que se cuentan, y otra con sujetos del conocimiento, con los públicos”, al decir del español Borja-Villel cuando comentaba sobre la reestructuración que desarrolla en el Museo Reina Sofía desde que asumió su dirección.

Entonces, vemos que no sería exactamente esa organización estructural la que definiría su modernidad o contemporaneidad curatorial, sino las estrategias y tipos de análisis y muestra curatorial de esas colecciones permanentes, para lo que las afirmaciones de Borja-Villel son pertinentes. Una colección permanente es una fuente casi inagotable de recursos de interpretación, (re)significación y exposición, sujeta a lo ricamente “moderna” o “contemporánea” que potencialmente pueda ser narrada, curada o re-significada2 . Y especialmente, que trabaje esa modernidad que aun no se ha escrito, al decir de Borja-Villel. Apuntamos que esa ”modernidad no escrita aun” la hacemos cónsona conceptualmente con la contemporaneidad, no ajena a la multiplicidad de opiniones, a la compartición común del conocimiento, al respeto del otro cultural y racial y geográfico, que debe ser siempre ese otro con los plenos derechos que tengo yo, según consideraciones bien argumentadas.

Estrategias curatoriales alternativas


Consideremos otros dos elementos o estrategias para ejercer curadurías contemporáneas con colecciones de museos de arte. Es en elementos como los siguientes donde se ubica la práctica curatorial actual, definidora, según nuestra redirigida hipótesis; son estrategias que hacen moderno o contemporáneo al museo, más allá de la nomenclatura formal con las que les hayan bautizado. Nos referimos a los modos de abordar

• los “llenos” y los “vacíos” de esa colección, y (o con)
• las estrategias, lenguajes y recursos críticos con los que los curadores cuenten.

En cuanto a los “llenos” y “vacíos”: en los museos de arte, y aun cuando sus colecciones abarques amplios períodos de tiempo y estilos, o uno solo y específico, puede que haya lagunas o que le falten algunos ejemplares de determinado período. Esto implica que el trabajo del curador de esa colección (o de esa área o departamento de la misma), además de estudiar e im o proponer exposiciones sobre ello, debe estar consciente de que tal área tiene que ser “llenada” por otros bienes artísticos que den, si no una visión completa, al menos una menos incompleta. Pero esos “llenos” o “vacíos” no tienen que ser solo de objetos, sino también de construcción y modos de crear narrativas curatoriales que aporten comprensiones adicionales y compromisos con y de los procesos de creación y (re)significación, en los términos en que venimos hablando. Esta consideración también puede hacer al museo “moderno” o contemporáneo”, y complejiza nuestra búsqueda de definición3 .

Con independencia del tipo de museo y/o el estilo o período de su colección, hacer curaduría hoy exige contar con más recursos críticos y estrategias alternativas, novedosas o emergentes, que permitan trabajar aspectos o secciones de una colección permanente de museos, significarlas, para que los públicos las (re)signifiquen en formas y sensibilidades alternativas, desarrollando circuitos de realimentación museo-público-museo. Sin pretender hacer de esto una receta infalible, se requieren varios adicionales, alternativos o emergentes recursos críticos y estrategias para curar en términos contemporáneos las colecciones permanentes 4 :

• claves interpretativas y diversidad de miradas (del artista, del curador, del público), o
• circular la presentación de la colección, no tan “permanente” sino renovada de forma periódica, o el modo de exponer esas obras, que incluso invita a
• un recorrido distinto en cada visita, o disponiendo un recorrido por salas no lineal ni cronológico, ni por autores, sino que combine estos criterios simultáneamente, o
• los microrrelatos o múltiples navegaciones, o
• replantear la escritura de la historia del arte, haciéndola menos canónica y eurocentrista (o más latinoamericanista), abriéndola a lo plural, o
• el trabajo en red entre colecciones de museos, o
• el trabajo de los museos en red.

A estas adicionales estrategias para curar agregamos lo que tiene que ver con recursos críticos y de lecturas de lenguajes artísticos y sus contextualizaciones culturales5 , socioeconómicas y epistemológicas, con bien entendidas apropiaciones que sepan atender a lo glocal. Esto puede parecer solamente útil para la producción artística contemporánea, pero puede tener sentido y ser revelador si se considera para al menos algunas manifestaciones artísticas de períodos anteriores (el paso de la re-presentación a la re-significación, que tratamos en la parte I), y las circunstancias de significación y estéticas que les rodeaban (una mirada referencial al panorámico ensayo de mi autoría “Arte como objeto de conocimiento; estética, como semiótica; estética como conocimiento”, referido en la parte I de estas reflexiones, puede dar modestamente un refrescamiento al respecto).

Hacemos de nuevo referencia a Borja-Villel 6 . Sea para colecciones permanentes de museos basadas en una producción artística de nomenclatura contemporánea o moderna, consideremos las potencialidades expositivo-curatoriales de una colección permanente, sobre argumentaciones tan contemporáneas como:

• que propongan nuevos lenguajes con códigos locales, nacionales o internacionales, o
• que estimulen la capacidad de deleite y lectura, del curador y del público, o
• que trabajen formatos, sujetos y problemáticas estimulantes, o
• que estimulen un proceso cultural renovador, o
• que aporten nuevas miradas, del artista, curador y público, o
• que desarrollen líneas discursivas que entrelacen lo publico y privado, lo moderno y lo contemporáneo, o
• que establezcan circuitos de información y conexión de lenguajes, exposiciones, curadurías y artistas, como la web y las páginas virtuales de museos y sus colecciones, o
• que estimulen nuevos significados, lo que referimos como (re)significación, o
• que tiendan puentes interdisciplinares (como hacen curadores como el suizo Hans Ulrich Obrist), o
• que estimulen sistemas de percepción, de diversas formas de inteligibilidad, dibujando otros mapas y revelando otros mundos (Mesquita), entre otras, o
• que ofrezcan y estimulen adicionales formas de recorrido en accesos espaciales del museo.

Este último punto resalta el hecho de que un museo con colección permanente puede no solo mostrar y dar acceso a sus colecciones en sus salas y espacios públicos, sino también en otro tipo de espacios: los espacios de depósito y los espacios virtuales de la web; todos estas modalidades de recorrido y visita llevan implícito un peculiar enfoque curatorial, (re)significante, estimulante y hasta compartido, co-curatorial. Al respecto puede verse mi reciente artículo y sus referencias, “Lo que ocultan los museos en sus sòtanos y còmo hacerlo visible”, en http://www.nuevamuseologia.com.ar/Loqueocultan.htm, y la reciente reseña que en ese mismo sentido, que recoge lo que hace hoy el Museo de Arte de Cataluña, en http://ve.globedia.com/museo-arte-cataluna-realizara-depositos.

Entonces…


Nos percatamos que lo planteado originalmente como búsqueda y arribo a definiciones precisas sobre Museo de Arte Moderno y Museo de Arte Contemporáneo deviene (maravillosa y estimuladamente) problemático, al punto de que nos asoma a consideraciones muy actuales y de obligada reflexión. Y nos lleva a operar con esas in-certezas que hacen paraconsistentes unas definiciones que, dentro de una construcción lógica muy lineal, serían incompatibles, pero que en una búsqueda lógica más multilineal como a la que nos asomamos ahora, produce resultados ricos y ampliados, develadores y luminosos, con los que podemos operar en nuestras prácticas profesionales museísticas, y en nuestra reflexión museológica.

Curar hoy una colección permanente de museos de arte es atender las problemáticas del hacer museístico, y de cómo se está conociendo y leyendo el arte moderno de hoy (y decir esto no es un contrasentido ni un pleonasmo) y el del pasado de la modernidad, es decir, haciendo una lectura contemporánea. El acto curatorial tiene que ver con todo eso, y ya apuntamos que define en buena medida la modernidad o contemporaneidad del museo, y esa emergencia criterial es lo que nos lleva a reformulaciones como la presente, que parecieran de hecho tender a fusionarse, o más bien a operar paraconsistentemente en un espacio museístico conceptualmente ampliado, trascendiendo las nomenclaturas o las puras y lineales historicidades y epocalidades o estilismos.

Hacer curaduría hoy es, entonces, es re-definir ampliadamente al museo en su nomenclatura moderna o contemporánea (y/o viceversa), estar al tanto de lo que sucede, actualizándose sobre el modo como evolucionan estas formas de exponer, leer, conocer, interpretar y (re)significar las artes hoy, sean éstas de producción o modo de pensar moderno o contemporáneo. Y buscar una definición de Museo de Arte Moderno y de Museo de Arte Contemporáneo pasa rigurosamente por considerar cosas como las tratadas en el presente escrito, en sus dos partes que lleva hasta ahora, y que pueden ser ampliadas con las reflexiones que entre todos propongamos y compartamos.

Esperamos los comentarios que tengan a bien hacer ustedes a propósito de estas líneas, queridos colegas de la museística, hispanoamericana o mundial; son bienvenidos como comentarios puntuales o como artículos dentro de nuestra Sección Reflexionemos sobre…, en nuestro sitio web del ILAM. Así, nos beneficiaremos todos en un circuito de realimentación que nos conectará mutuamente en la labor de operar y pensar la museología, especial aunque no únicamente la hispanoamericana. Por mi parte iré alimentando esta reflexión, como le he venido haciendo con las Notas del Editor en el foro de nuestra Sección. Vayan a Uds. nuestros saludos cordiales de siempre.

 

1 Aquí mantienen pertinencia las consideraciones que sobre la modernidad, sus modos de conocer y su continuación presente hicimos en nuestro primer artículo y primera hipótesis de arranque, en esta misma Sección.

2 Resulta pertinente la lectura del artículo de la museóloga brasileña Elisa Noronha titulado “Museos de arte contemporáneo: una estrategia de abordaje”, en la revista web Interartive, en http://interartive.org/index.php/2010/01/museocontemporaneo.

3 Recordemos que una definición que se les da a los museos de arte contemporáneo es la de “centros de creación contemporánea”, cuando no de “centros de interpretación”, incluso en términos de interdisciplinariedad. 

4 Estrategias como éstas, de obligada referencia siempre, las ha propuesto y desarrollado Manuel Borja-Villel en las programaciones y relecturas a las colecciones permanentes del Museo Reina Sofía de Madrid, desde que tomó su dirección  y actualmente (abril de 2010). Recogen sin duda mucho de las consideraciones que hacemos en nuestra reflexión que nos ocupa.

5 No puede dejar de recomendarse la lectura del libro Issues in Curating Contemporary Art and Performance, editado por Judith Rugg y Michèle Sedgwick. Intellect Bristol, UK / Chicago, USA. 2007, que aporta una variedad de enfoques sobre esta problemática tan pertinente como las formas de pensamiento en la curaduría contemporánea, interdisciplinariedad en la curaduría, sus encuentros, contextos y experiencias, y el rol del curador, todos con actual y profundo análisis