Muerte y dolor: El increíble listado de enfermedades que Cristóbal Colón trajo a América

La historia de América sería otra sin los virus que Colón y su tripulación trajeron al continente y que provocaron el mayor genocidio de la historia de la humanidad.

Pocas semanas antes de que Hernán Cortés tomara el control de la capital del Imperio azteca, Tenochtitlán (hoy Ciudad de México), sus tropas estaban al borde de la derrota, exhaustas y desmoralizadas. Corría 1521 y los aztecas habían repelido una y otra vez sus ofensivas.

Los hombres de Cortés esperaban temerosos aquel ataque. Sin embargo, este nunca se produjo. Cuando consiguieron recuperar fuerzas, asaltaron la ciudad y, para su sorpresa, no hallaron resistencia.

El panorama era desolador. Miles de cadáveres aparecían desperdigados y el aire estaba impregnado de un olor nauseabundo, una mezcolanza de muerte y putrefacción; el hedor que seguiría a los conquistadores españoles por toda América.

Aquel ejército invisible que arrasó Tenochtitlán no era otro que la viruela, una enfermedad conocida en Europa, pero extraña para los indígenas. Todos sus esfuerzos en la lucha contra aquel mal resultaron vanos, pues su cuerpo carecía de las defensas necesarias para combatirlo. Los nativos eran así una presa fácil para los conquistadores.

La pesadilla de los habitantes del Nuevo Mundo había arrancado con la llegada de los primeros exploradores, portadores no solo de la viruela, sino también de otros gérmenes. Al entrar en contacto con ellos, se habían contagiado y luego habían extendido el mal entre los suyos. Una historia que se repitió por todo el continente.

En pocas décadas, los insólitos gérmenes casi erradicaron poblaciones enteras, azotadas sin descanso por oleadas de epidemias de viruela, gripe, sarampión y tifus. Las tropas invasoras encontraban el camino libre.

Cristóbal Colón llega a América (Dominio público).

Cristóbal Colón llega a América (Dominio público).

Los conquistadores no tardaron en percatarse de la correlación entre estas enfermedades y la enorme mortandad entre la población amerindia, por lo que decidieron jugar esta carta a su favor. Crónicas de la época relatan que Francisco Pizarro enviaba por delante de sus hombres a esclavos y soldados portando lanzas con lienzos impregnados de secreciones de enfermos de viruela.

También cuentan que, al levantar un campamento, los invasores abandonaban prendas de enfermos de viruela o las regalaban a los indígenas. La técnica de diseminar enfermedades entre la población les aseguraba la victoria.

Cambios drásticos

Las consecuencias de las pandemias reforzaban la vieja convicción cristiana de que era designio divino expandirse y controlar el Nuevo Mundo. Eso mismo pensaron los indios. Al ver que los recién llegados no enfermaban, tomaron su mal como un castigo del dios de los invasores, al que creían haber enojado con sus idolatrías profanas.

Su sistema de creencias se vio desbaratado: los aborígenes perdieron la fe en sus dioses, incapaces de protegerlos de los guerreros invisibles.

La forma de vida también se alteró. La mayoría de los nativos se hallaba demasiado débiles para cultivar los campos y cuidar de sus hijos; otros tantos, destrozados por los catastróficos efectos de la enfermedad, se quitaban la vida.

La elevada mortandad también supuso un problema para los europeos. Necesitados de mano de obra, empezaron a traer esclavos de África. Una medida que empeoró aún más la situación, pues muchos cautivos eran portadores de nuevos virus.

Se desconoce la población exacta previa al descubrimiento de América, y las estimaciones oscilan enormemente entre 13,5 y 90 millones. Sea como sea, a finales del siglo XIX apenas quedaba medio millón de nativos.

Virus como los de la gripe, el sarampión y la viruela fueron letales y provocaron el que, según muchos historiadores, es el mayor genocidio de la historia de la humanidad.

Diorama de la vida precolombina en La Florida, en el Museo de Historia de Florida (Dominio público).

Diorama de la vida precolombina en La Florida, en el Museo de Historia de Florida (Dominio público).

Indefensión

La brutal mortandad de los amerindios sorprendía a los europeos. Niños y adultos eran pasto de enfermedades que en Occidente apenas suponían entre un 10 y un 15% de las muertes. ¿Por qué los americanos carecían de inmunidad ante los gérmenes importados? Durante décadas, científicos, antropólogos e historiadores buscaron las razones de aquella indefensión. Finalmente acordaron señalar la ausencia de animales domésticos como la principal causa.

En lo que hoy es Europa se domesticaron animales salvajes. Los cerdos, vacas, gallinas, ovejas y caballos con los que vivían pronto les transmitieron enfermedades. Sabemos, por ejemplo, que la viruela, el sarampión y la difteria se originan en el ganado, mientras que la gripe procede de los cerdos y las gallinas.

William McNeil, historiador y profesor emérito de la Universidad de Chicago, explica que aquellos virus sumamente potentes atacaron por igual a jóvenes y adultos totalmente indefensos y eliminaron a los más débiles.

Quienes lograron sobrevivir desarrollaron resistencia a los virus. Poco a poco, enfermedades que antes habían sido letales pasaron a ser propias de la infancia; aunque, en ocasiones, se produjeron pandemias de magnitudes brutales, como la de la peste negra en el siglo XIV.

Por el contrario, en el Nuevo Mundo, donde pocas enfermedades nativas (como la triquinosis y la sífilis) representaban una amenaza para los europeos, apenas había animales domesticados. Para encontrar una explicación a ello hay que remontarse a algún momento de la Edad del Hielo, cuando se llevó a cabo el proceso de población de América.

El hemisferio norte estaba cubierto de glaciares de hasta tres kilómetros de espesor. Esas inmensas moles de hielo actuaron de barrera contra las enfermedades del Viejo Continente, ya que impidieron la vida de los gérmenes y de sus portadores, mosquitos y gusanos entre otros.

Al atravesar la región de Beringia, aquellos colonos se encontraron con animales descomunales, como mamuts, leones y osos gigantes, la mayoría de los cuales no eran domesticables.

Además, a causa de los cambios climáticos del Pleistoceno, desapareció el 80% de los mamíferos de América. La fauna del Nuevo Mundo se empobreció hasta quedar reducida a bisontes, ciervos, cabras montesas y antílopes, animales que no eran potencialmente domésticos.

Imagen representando el interior de un barco de esclavos (Dominio público).

Imagen representando el interior de un barco de esclavos (Dominio público).

La combinación de estos factores dejó a los americanos sin animales con los que compartir nuevos agentes patógenos. Solo en Sudamérica, donde criaban camélidos (llamas, alpacas, vicuñas y guanacos), había una fuente potencial de enfermedades.

Pero estos mamíferos y sus cuidadores vivían en los Andes, en grupos pequeños y dispersos. Eran muy pocos y estaban aislados, por lo que difícilmente podían contagiarse unos a otros.

Lenta recuperación

Tras la llegada de Colón a América en 1492, pasaron cerca de cinco siglos de exposiciones repetidas a las epidemias hasta que, gracias al avance de la medicina moderna, las poblaciones indígenas americanas comenzaran a recuperarse.

Pero no solo las enfermedades importadas en primer lugar fueron las causantes de aquel genocidio. La llegada de los europeos también introdujo cambios dramáticos en el estilo de vida de aquellas sociedades. Es el caso de la tuberculosis, asociada a la malnutrición, a la guerra, a la pobreza y al abuso del tabaco y del alcohol.

Si aquellos virus, más mortíferos que cualquier espada, no se hubieran aliado con los europeos; si los indígenas hubieran tenido enfermedades propias que contagiar a los colonizadores; si aquellos indios no hubieran sucumbido masivamente a las enfermedades del Viejo Continente; si la fauna americana no se hubiera extinguido al final del Pleistoceno; o si aquellos primeros euroasiáticos no hubieran abandonado jamás Asia, la historia de América y del mundo sería otra.

Ilustración de una de las cartas del año 1493 en que se anunciaba el descubrimiento de las Indias (Dominio público).

Ilustración de una de las cartas del año 1493 en que se anunciaba el descubrimiento de las Indias (Dominio público).

Desembarco de virus

En cualquier caso, la realidad es que la muerte llegó por barco a América de la mano de los primeros exploradores, que portaban con ellos virus como la gripe, la viruela y el sarampión.

La gripe

En 1493, la segunda expedición a América de Cristóbal Colón, formada por unos 15.000 hombres y animales domésticos, desembarcó en La Isabela (primera ciudad fundada en el Nuevo Mundo), en la isla de Santo Domingo, el 8 de diciembre de 1493.

Los miembros de la tripulación enfermaron, con altas fiebres y dolores. Al poco contagiaron a los indígenas, que cayeron como moscas. Su sistema inmunológico no estaba preparado para defenderse de un brote de gripe, porcina o aviar, según los expertos. La enfermedad se extendió rápidamente por las Antillas a medida que los animales se iban dispersando por el territorio.

La viruela 

El navío portugués Hispaniola atracó en 1518 en el puerto de Santo Domingo cargado de esclavos comprados por la Corona española. Procedían de África y estaban enfermos de viruela. Al contacto con la tripulación del barco, los dominicanos se contagiaron y murieron. La epidemia de viruela pronto saltó a Puerto Rico, Cuba y el resto de las Antillas, donde los indios que habían logrado sobrevivir a la gripe cayeron uno a uno.

En 1520 la viruela pasó a México de la mano de una expedición de socorro capitaneada por Pánfilo Narváez. Ese mismo año se trasladó a Guatemala y desde allí se propagó por Centroa­mérica hasta afectar al Imperio inca entre 1524 y 1526.

El sarampión

Alcanzó el continente de la mano de españoles en 1530, un año antes que ellos se enfermaran en las islas del Caribe. Se calcula que en Cuba provocó la muerte a dos terceras partes de los indígenas. La pandemia que produjo en el territorio comprendido entre México y Perú afectó sobre todo a niños, pero no causó tanta mortandad como la viruela. Al sarampión le siguieron la varicela, el tifus y un sinnúmero de agentes patógenos.

 

Tomado de: https://www.clarin.com/viste/increible-listado-enfermedades-cristobal-colon-trajo-america_0_5yb2WhM7a.html

Viaje al corazón de la yerba mate

Productores, hoteles, restaurantes y otros emprendimientos se unen en una serie de circuitos con eje en la yerba mate. La excusa perfecta para recorrer los paisajes e historia de Corrientes y Misiones.

Si hay una foto que hemos visto y/o posteado en Instagram (o Facebook, o Twitter o algún grupo de Whatsapp…) bajo la temática “vacaciones”, seguramente la de un mate en primer plano con la playa, las montañas, el pasto verde o un horizonte urbano en un fondo más o menos difuso estuvo entre ellas. El mate, esa infusión nacional que nos define (y que también es costumbre en países de la región como UruguayParaguay o el sur de Brasil), suele estar ahí, en nuestras postales y recuerdos de rondas de amigos, familia, vacaciones: acompaña un atardecer entre sierras y arroyitos; resulta el sostén indispensable para sortear victoriosamente un día de playa ventoso y nos ayuda a generar confianza o curiosidad ajena en los viajes por el mundo. Es algo así como un sello de identidad que exportamos cada vez que salimos a la ruta o aterrizamos en tierras lejanas.

Un mate en los Esteros del Iberá, Corrientes (ARYM)

Su fama no es puro cuento y los números resultan contundentes. Según estadísticas del Instituto Nacional de la Yerba Mate, en la Argentina se consumen unos 100 litros anuales por cabeza de mate, contra 50 de gaseosa, 34 de cerveza, 30 de vino. Y por si esto fuera poco, cada año se consumen casi 7 kilos de yerba mate por persona, contra 0,9 de café y 0,16 de té. Más números: en el país hay 200.000 hectáreas sembradas con esta planta, 17.000 productores, 210 secaderos y 110 molinos.

Hasta la cantante Madonna declaró en algún momento que toma bebidas a base de yerba mate antes de cada show por sus cualidades energizantes.

El papa Francisco toma un mate en el Vaticano (AFP PHOTO / ALBERTO PIZZOLI)

Y admitamos que ver al actor Viggo Mortensen o al papa Francisco con un mate en la mano ayuda a la difusión, tanto como que Meg Ryan, Gwyneth Paltrow o Matt Dillon salgan en alguna entrevista diciendo que son fans del mate.

Se hace camino

Si hay algo que este ícono comparte con, por ejemplo, el vino argentino, es que desde hace unos años tiene su ruta. Y así como están los Caminos del Vino, la Ruta de la Yerba Mate se dibuja a través de numerosos circuitos entre las provincias de Corrientes y Misiones, donde se cultiva y elabora este producto, y donde a través de la yerba mate se puede construir un itinerario que combina paisajes de alto impacto (como la Cataratas del Iguazú, los Saltos del Moconá o los Esteros del Iberá); tradiciones arraigadas en cada uno de los pueblos; e historia, claro, desde las misiones jesuíticas hasta los relatos de los inmigrantes.

Los increíbles Saltos del Moconá, Misiones.

Bajo el lema “El camino que une a los pueblos”, desde 2008 la Asociación Ruta de la Yerba Mate trabaja en la organización y difusión de circuitos e invita a dar un paso más: ya tomaste mate, ahora es tiempo de adentrarse en la historia y los orígenes de esta infusión, en el proceso de elaboración y hasta darse la oportunidad de saborear los usos “taquilleros”: ¿probaste el helado de yerba mate? ¿y la pizza de yerba mate?

 

“El mate es uno de los principales íconos de carácter histórico-cultural-productivo-industrial-turístico y gastronómico de la Argentina”, dice Alejandro Gruber, presidente de ARYM y señala que, actualmente, la Ruta reúne a 250 emprendimientos, pero suma socios de otras provincias que ayudan a la difusión de la yerba mate y sorprenden con usos diferentes, innovadores. Como Araí en Santa Fe, La Matera en Costa del Este (en la Costa Atlántica), Yerbaité en La Plata, Zion en Rosario o el Museo del Mate en Tigre, por nombrar algunos.

Museo del mate en Tigre (Lucía Merle).

La columna vertebral de esta ruta -considerada “Marca País”, “Marca Argentina” y “Principal ruta alimentaria del Mercosur”, entre otros reconocimientos- está constituida, sin dudas, por los establecimientos yerbateros. Los productores muestran sus plantaciones y explican el trabajo de cosecha a los visitantes; las agroindustrias abren las puertas para mostrar el proceso industrial de la yerba. Si bien suelen tener las puertas abiertas a las visitas, conviene consultar antes de iniciar el recorrido.

Podés viajar a los Esteros del Iberá, paseás en bote para ver yacarés, lobitos de río o garzas, te entusiasmás con una cata de mate, te alojás en alguna de las posadas de esta zona de Corrientes y visitás alguno de los establecimientos yerbateros cercanos como la Cooperativa Liebig o La Cachuera.

Laguna Fernández, en los Esteros del Iberá. Y un buen mate al atardecer (ARYM).

O, en el norte, te acercás a Las Marías -no es parte oficial de la ARYM, pero es uno de los imperdibles en un recorrido temático centrado en la yerba- y conocés el vivero, los campos cultivados, la planta envasadora, el laboratorio de control y también la historia del lugar, que comenzó a principios del siglo XX con las primeras plantaciones de la familia Navajas.

Establecimiento Las Marías

Si, en cambio, estás en la Cataratas, podés conocer Andresito, a 70 kilómetros.

Muchos de estos productores están unidos por una historia común de inmigrantes – colonos emprendedores. Como la Cooperativa Agrícola de la Colonia Liebig en Corrientes, fundada en 1926, o la yerba mate Aguantadora, desde 1930 y con base en Montecarlo, Misiones (ambas ofrecen museo).

El trabajo en las plantaciones (ARYM)

 

O Mate Rojo -de Molinos La Misión- que comenzó como un emprendimiento personal de Don Juan Eladio Stepaniuk, hijo de inmigrantes ucranianos llegados al país a principios del siglo XX. “Con el apoyo de su familia, y muy especialmente de su madre Doña Nina Solovej de Stepaniuk, quien siempre supo inculcarle el amor por la tierra y el trabajo, Don Juan tuvo sus primeras plantaciones de yerba mate en Oberá, Misiones”, explican en la empresa y agregan: “Años más tarde construyó el secadero y luego el molino”.

Planta de yerba mate (ARYM)

En La Cachuera – Amanda, el relato parece ir por un carril similar: la empresa fue iniciada por Juan Szychowski, inmigrante polaco. Junto a su familia se establecieron en la colonia de Apóstoles alrededor del 1900. En 1997 inauguraron el Museo Histórico Juan Szychowski, con fotos y herramientas de trabajo que ofician de testigos de la historia de la región.

Kraus (Colonia Santo Domingo Savio, San Ignacio, Misiones) produce yerba orgánica y empieza su relato en 1894. Propone “una mirada múltiple sobre la experiencia de la cultura productiva de la yerba unida al patrimonio natural y cultural que la nutre”: ofrece visitas guiadas, cabalgatas, caminatas, paseos en canoa y degustaciones.

Las fotos en blanco y negro se reproducen también en Piporé, que tiene su museo (Santo Pipó, Misiones) y Don Germán (Alem, Misiones).

Turismo rural

En la Ruta hay también un sector gastronómico que engloba a los bares y restaurantes que participan con su “Menú de la Yerba Mate” o sus tragos preparados sobre la base de esta planta.

Postre Caayucari, del restaurante Aqua Iguazpu, Cataratas) ARYM

 

Y un sector cultural con negocios temáticos, casas de regionales y galerías de arte que ofrecen productos que representan la cultura yerbatera; alojamientos, empresas de transporte y empresas de viajes y turismo.

Un mate en el hotel Puerto Valle, Esteros del Iberá  

Por ejemplo, en Posadas está La Casona Aromas Café & Yerba Mate, ubicada en un edificio -patrimonio histórico provincial- de la Asociación Rural Yerbatera Argentina y donde también tiene su sede la Asociación Ruta de la Yerba Mate. En La Casona, además de tomar un café, se ofrecen diversos productos yerbateros.

La Casona, Posadas, Misiones (ARYM)

También en Posadas está la Galería del Mate, un local que comercializa más de 250 marcas de yerba y artesanías, y Tarde o Temprano, un lugar que se define como “mate bar, café u objetos adorables”, que ofrece degustación de mate, mate cocido y tereré, alfajores, scones y hasta frappé de yerba mate.

La variedad de emprendimientos aunados en esta ruta es muy variada. Aquí están el paseo cultural La Aripuca, en Iguazú, un complejo agro-eco-turístico familiar que busca difundir la cultura y creencias de la región; el parque temático Biocentro Iguazú; el museo Alberto Roth de Roapipó, también en Misiones; las Termas de la Selva en Oberá; o el Campo Don Ladislao, a tres kilómetros del centro de Apóstoles, que ofrece una experiencia de turismo rural como parte de la ruta temática.

Paseo La Aripuca, en Iguazú, Misiones.

Había una vez…

“En torno al fogón, casi apagado, concluía de matear la peonada y ligué tres amargos que me despertaron un tanto”, escribe Ricardo Güiraldes en Don Segundo Sombra, una muestra de las costumbres del gaucho y su relación con el mate.

Para hablar de los orígenes de este circuito productivo, tenemos que volver nuestros pasos hacia los tiempos de las misiones jesuíticas. Dicen que los primeros cultivos de este árbol datan del siglo XVII. Los guaraníes transmitieron a los jesuitas cómo consumir yerba mate a través de infusiones -caá-mati en guaraní-, explicando sus propiedades energizantes y revitalizadoras para el cuerpo.

Las ruinas jesuíticas de San Ignacio Miní sorprenden en medio del intenso verde de la selva misionera.

En 1645 se aprueba la Ruta de Comercialización de la Yerba Mate para la Compañía de Jesús, que permitió la libre circulación y el intercambio de este “oro verde”. Incluso, los primeros libros en la misión de Loreto fueron confeccionados con tinta color verde oscuro, de yerba mate.

Un mate, entre las piedras de los vestigios de la misiones jesuíticas (ARYM)

Años más tarde, los colonos inmigrantes continuaron con esta impronta que puede rastrearse en los museos y sitios históricos a lo largo de la ruta y en los mismos establecimientos yerbateros.

“Los circuitos que publicamos en www.rutadelayerbamate.org.ar son sugerencias para que la gente organice su viaje o, a partir de eso, consulte a los operadores de la ARYM. Cuando recibimos las consultas -unas 40 mil por mes- pasamos propuestas a medida sobre la base de lo que pide cada uno y también los conectamos con los operadores de turismo de la ruta para que puedan ofrecer sus propuestas”, explica Gruber. Las consultas y los visitantes suman cada vez más. La Ruta de la Yerba Mate crece y sostiene una costumbre que cala hondo en el corazón.

Dónde informarse: www.rutadelayerbamate.org.ar

Tomado de: https://www.clarin.com/viajes/destinos/argentina/viaje-corazon-yerba-mate_0_SyBu-wl5x.html

Argentina: hallaron en Patagonia el fósil de un pez gigante

Data de hace 70 millones de años y convivió con los dinosaurios

Un grupo de paleontólogos argentinos anunció el hallazgo de los restos fósiles de un pez gigante, que vivió en Patagonia hace 70 millones de años y compartió el mundo con los dinosaurios. El ejemplar era “un pez depredador que superaba los seis metros de longitud”, indicaron en un comunicado y detallaron en un artículo publicado en la revista científica Alcheringa: An Australasian Journal of Palaeontology. “Es el primer ejemplar de esta especie que se ha encontrado en la Argentina”, detalló la autora principal de la investigación, Julieta de Pasqua. Los restos, en realidad, habían sido recogidos al sur de Chubut hace más de 70 años, pero desde entonces habían quedado en las colecciones del Museo Argentino de Ciencias Naturales si que nadie los estudiara.

 
 

El pez “nadó por los mares de la Patagonia a finales del Período Cretácico, cuando la temperatura era allí mucho más templada que en la actualidad”, explicaron los investigadores. “Los fósiles de este animal carnívoro de dientes puntiagudos y apariencia temeraria fueron hallados en inmediaciones del lago Colhué Huapial, al sur de la provincia de Chubut”, según establecieron los investigadores del Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de Ciencias Naturales, el Conicet y la Fundación Azara.

El especimen “pertenece al género Xiphactinus, el cual se encuentra entre los peces depredadores de mayor tamaño que existieron en la historia de la Tierra”, según el reporte dado a conocer por la agencia de información de la estatal Universidad Nacional de La Matanza. Su cuerpo, detallaron los científicos, “era notablemente estilizado y culminaba en una enorme cabeza de grandes mandíbulas y dientes filosos como agujas, de varios centímetros de largo”. De Pasqua advirtió que “hay registros de estos peces gigantes carnívoros en otras partes del mundo e incluso hay esqueletos completos, algunos de los cuales hasta preservan el contenido estomacal”.

Hasta el momento sólo había registros de Xiphactinus en el Hemisferio Norte. “Con esta investigación, sabemos que este animal tenía una distribución mucho más amplia de lo que se creía anteriormente; ahora, tenemos conocimiento de que estos peces bulldog se distribuían en gran parte de los mares del mundo e incluso en nuestra Patagonia”, aseveró Agnolin.

“A fines del Cretácico, la Patagonia argentina era muy diferente: la Cordillera de los Andes aún no había emergido y una gran parte del Océano Atlántico invadía las provincias de Mendoza, Rio Negro, Chubut y parte de Santa Cruz. En este marco, la fauna era muy distinta a la que vemos hoy en día”, explicó otro de los investigadores, Federico Agnolin. “Las aguas de ese antiguo mar, conocido como Mar de Kawas, eran mucho más templadas y había una gran variedad de peces, de invertebrados marinos como los corales y también había reptiles marinos del grupo de los plesiosaurios y mosasaurios, entre otros”, detalló. Por eso, agregó, “con este estudio, ahora sabemos que también había un pez carnívoro de dimensiones descomunales”.

 

Tomado de: https://www.pagina12.com.ar/276886-patagonia-hallaron-el-fosil-de-un-pez-gigante?utm_medium=Echobox&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR2kYqmOUbGFRfJRwyf0uJ5myU2oBVzdn_3fLoCkKuhbSUzI_h8wn3NT_s4#Echobox=1594129437

Bolivia: En la Amazonia se crearon ‘islas de bosque artificial’ hace más de 10.000 años

Fue ese uno de los primeros lugares donde se practicó la agricultura, sostienen los especialistas tras un reciente estudio.

Un grupo de científicos ha descubierto que seres humanos crearon durante el Holoceno, es decir hace más de 10.000 años, unas 4.700 “islas de bosque artificial” en los Llanos de Mojos (Bolivia) —ubicados en la cuenca del Amazonas—, según un artículo publicado el 8 de abril en la revista Nature.

Los expertos analizaron el sedimento encontrado en algunas de estas ‘islas’ y descubrieron indicios de que dichos lugares se utilizaban para cultivar yuca y calabaza hace ya más de diez milenios, mientras que se hizo lo propio con el maíz hace casi 7.000 años en esa zona, que es una sabana sin árboles que se inundaba temporalmente.
 
Esto demostraría que la agricultura, a la que los autores del estudio consideran “una de las transiciones culturales más importantes en la historia de la humanidad”, habría empezado en esa región  8.000 años antes de lo que hasta ahora se creía.
 
¿Cómo era su dieta?
 
De hecho, si se confirma su teoría, el suroeste de la Amazonia se convertiría, junto con China, Oriente Medio, Mesoamérica y los Andes, en uno de los primeros lugares donde hubo cultivo organizado de plantas.
 
“Hasta este estudio reciente, los científicos no habían buscado ni excavado en esa región antiguos sitios arqueológicos que pudieran documentar la domesticación precolombina de estos cultivos de importancia mundial”, explicó Umberto Lombardo, investigador de la Universidad de Berna (Suiza) y coautor del estudio.
 
Los científicos creen que los habitantes de esa zona basaban su dieta en carne y pescado, que complementaban con cultivos ricos en carbohidratos. “Esto muestra que los primeros habitantes del área no eran solo cazadores-recolectores tropicales, sino colonizadores que cultivaban plantas”, subrayó José Iriarte, arqueólogo de la Universidad de Exeter (Reino Unido) que participó en la investigación. “Esto abre la puerta a sugerir que ya comían una dieta mixta cuando llegaron a la región”, concluyó.
 
 
 
Tomado de: https://www.antrophistoria.com/2020/04/en-la-amazonia-se-crearon-islas-de.html#more
 
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Autoría| Redacción
Vía| Nature
Imagen| Bruno Kelly / Reuters
 

Moái kavakava, el misterioso ícono Rapa Nui que será subastado en más de 650 millones de pesos en EE.UU.

Figura tallada en madera en 1860 saldrá a la venta con un precio base de US$ 800.000. Originalmente creados como marionetas para contar historias, estas estatuillas fueron sacadas de la isla antes de que ésta sea anexada a Chile. 

La cultura Rapa Nui está llena de misterios, enigmas, símbolos e historias ancestrales, muchas de ellas aún sin resolver. Su principal imagen son los moái, estatuas monolíticas humanoides construidas de piedra en la cantera del volcán Rano Raraku.

Dentro de esta mística isleña, en el siglo XIX surgieron una serie de figuras, cada una con sus propias características. Son los moái kavakava, una clásica pieza pascuense de la década de 1860.

Tallados en madera, de aspecto alargado y de costillas marcadas, según la historia, la figura se utilizaba para proteger a las familias de los espíritus malignos, y también como marionetas para contar historias.

Si bien hoy existe plena conciencia del patrimonio y en la isla todo está protegido, antiguamente no era así. No era extraño que algunos visitantes se llevaran objetos. Incluso moáis de tamaño real. En aquel entonces, Isla de Pascua aún no estaba anexada a territorio nacional, por lo que este tipo de figuras no está amparada en la actual legislación que protege el patrimonio rapanui.

La figura mide 47 cms. Será subastada el próximo 2 de julio en Estados Unidos.

El año pasado ya circuló uno de estas figuras y fue vendida en US$ 958 mil. El próximo 2 de julio, los coleccionistas tendrán la oportunidad de adquirir nuevamente una de estas exclusivas piezas.

Pieza tallada a mano hace 160 años

La casa de subasta Bonhams, ubicada en Los Angeles, Estados Unidos, rematará un moái kavakava de 47 cms. de largo. El precio base para poder entrar en el remate es de US$ 800.000, unos $657 millones de pesos.

La pieza tiene un amplio recorrido. Fue subastada por primera vez en 1983 en Nueva York, luego en Londres en 1991. Un año después la adquirió un coleccionista español y finalmente llegó a manos de sus actuales dueños, perteneciente a la Colección de Mark y Carolyn Blackburn en Honolulu, Hawaii.

Fredric Backlar, especialista consultor en arte africano, oceánico y precolombino de Bonhams, quien está cargo de la subasta, señala a Qué Pasa que “existen 85 moái kavakava conocidos, que se hicieron antes de que los artistas comenzaran a hacerlos comercialmente después de 1860. Esta es una pieza diferente a la que se subastó el año pasado en París”, explica.

Desde Los Angeles, Backlar explica que al igual que sus antepasados polinesios, “las artes de Rapa Nui incluían tallados de madera, textiles, música, danza y tatuajes del cuerpo humano. El medio por el que los artistas son más famosos son los tallados de madera figurativa (moái miro), curiosas formas humanas y animales combinados, que incluyen pájaros, lagartos y anguilas marinas. Quizás la más enigmática de estas figuras son los moái kavakava, como la pieza que presentamos para la venta”.

Fotografía de la cantera de Rano Raraku, lugar donde se tallaban los moái en Isla de Pascua.

Debido al desarrollo del Covid-19, “será una venta en vivo y en línea, lo que significa que habrá un subastador a puerta cerrada con ofertas telefónicas, en línea y sin público presente. Nadie estará en la audiencia haciendo una oferta”, explica Backlar.

“Quisiéramos ver esta pieza en la isla junto a la cultura que la creó”

Pedro Edmunds, alcalde de Rapa Nui desde 2012, siempre se ha mostrado en contra de la venta de este tipo de artículos. “No está bien, tienen un historial ancestral. Es similar a lo que ocurre con el moái en Londres, es lo mismo. Desde el punto de vista legal, no tenemos nada que hacer. Pero se podría establecer un puente con la persona que lo adquiera, para retornarlo a la isla. Se me ocurre esa idea y a través de esa complicidad que vuelva a Isla de Pascua”.

Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, es clara con respecto a este tipo de figuras. “Nuestra postura como Ministerio en torno a ciertos bienes culturales pertenecientes a los pueblos originarios presentes en el país, es procurar y colaborar para que éstos retornen a su lugar de origen, donde su significado posee un valor simbólico y cultural. En este caso, quisiéramos ver esta pieza en la isla junto a la cultura que la creó, tal como lo hemos impulsado con varias piezas de la colección Rapa Nui del Museo Nacional de Historia Natural que hemos devuelto al Museo Antropológico de la isla”.

“El consejo de ancianos de la isla siempre está alerta y pendiente de hacer gestión para el retorno de nuestros ancestros. Y este es un tema, que si bien no lo he hablado con ellos, ahora que me lo mencionas puedo hablarlo en la semana con el presidente del consejo y ver que ellos se hagan parte de esto. A lo mejor ellos lo entregaron de buena fe en esa época, y hoy día se comercializa. Eso no está bien. Hoy no hay ninguno en la isla”, explica Edmunds.

Debido a que piezas como el moái kavakava no pueden acogerse a la legislación actual que protege el patrimonio rapanui, ya que Isla de Pascua se anexó al territorio chileno 20 años después del paso de la fragata HMS Topaze, y recién en 1935 la isla comenzó a tener protección del Estado al ser declarada como Monumento Nacional, “esto no significa que no tenga valor patrimonial, sino que las herramientas para aproximarse a estos casos no dependen de la legalidad local ni internacional, sino que de la diplomacia. Y es por esa vía que hemos realizado y apoyado retornos que están en agenda”, añade la ministra.

Operativo Medico Fach en Isla de Pascua
Las tradiciones tienen un valor fundamental en Isla de Pascua.

La actual postura del Ministerio apunta a restituir bienes culturales y patrimoniales. “Sumado a las piezas albergadas en el Museo Nacional de Historia Natural que hemos regresado, el año pasado se firmó un acuerdo con los reyes de Noruega para restituir los bienes arqueológicos del museo Kon Tiki, mientras avanzamos para concretar el sueño de construir un nuevo Museo Antropológico en Rapa Nui, cuyos terrenos ya fueron destinados a nuestro ministerio por parte de Bienes Nacionales. Si bien, entendemos que existe un mercado en torno a piezas de este valor, como ministerio, y sobre todo respetando el deseo de la comunidad Rapa Nui, quisiéramos que tanto esta pieza como todas las que se encuentran en otros lugares del mundo, retornen a la isla”, explica Valdés.

Kavakava: marioneta llena de símbolismo e historia

El experto a cargo de la subasta pone en valor la cultura Rapa Nui. “La Isla de Pascua es la isla más aislada de toda Oceanía, y forma el punto sureste del triángulo polinesio con las islas hawaianas al noroeste y Nueva Zelanda al suroeste. Viviendo en completo aislamiento, con relativa estabilidad, y sin duda felicidad por alrededor de 1000 años, la gente de la Isla de Pascua, los Rapa Nui, construyeron plataformas de piedra alrededor de la isla en el siglo XII y las gigantescas estatuas de piedra monolíticas (moái) de renombre mundial que establecieron en el siglo XIV”.

Figuras como el moái kavakava tienen un significado muy profundo. “Todo eso está arraigado en nuestra historia, en nuestra mitología, y nosotros lo vivimos y revivimos todo el tiempo a través de nuestros hijos, a través de las actividades culturales que tenemos durante el año. La cultura está viva”, señala Edmunds.

“Si bien esta pieza no tiene una fecha clara de salida de la isla, se puede observar la calidad y fineza de su tallado, que según los cálculos de nuestros profesionales del Museo Antropológico de Rapa Nui podría tratarse de un kavakava de principios del siglo XIX o incluso fines del S. XVIII, aunque también es posible que haya salido después de la llegada de los misioneros (segunda mitad del S. XIX). Hay pocas piezas documentadas que sabemos que salieron de la isla previo a ese acontecimiento. De todas maneras este kavakava es bastante reconocido por su estilo y por ser un ejemplo muy fino del tallado rapanui en madera. Y es precisamente el tipo de escultura que la comunidad quisiera recuperar”, argumenta la ministra de Cultura.

“El kavakava en la parte del pescuezo tiene un hueso sobresaliente y tiene un agujero, que sirve para amarrarle una pita. Se utilizaba para contar una historia e ir moviéndolo”, relata Edmunds.

“El kavakava fue fabricado, hecho para contar historias verídicas en la época, pero a través de la mímica, con marionetas. El kavakava en la parte del pescuezo tiene un hueso sobresaliente y tiene un agujero, que sirve para amarrarle una pita. Se utilizaba para ir contando una historia e ir moviéndolo. Simboliza un hecho verídico, algo que pasó”, revela el alcalde.

En relación a la cultura Rapa Nui, los mitos de la isla siempre han atrapado la imaginación del mundo. “El asentamiento de Rapa Nui representa la culminación de una de las mayores hazañas de determinación y habilidad de navegación en la historia humana. Durante generaciones, la construcción de los moái requirió la tala de árboles en la isla, lo que condujo a la deforestación y, por lo tanto, a la erosión del suelo, hambruna, entre otros”, señala Backlar.

Lamentablemente, “después llegaron barcos occidentales, muchos con necesidad de alivio de sus largos viajes, lo que comenzaron a explorar el Pacífico en el siglo XVIII. A principios del siglo XIX, los barcos balleneros habían comenzado a poblar el Pacífico, aumentando su número de visitas e intercambios con los pueblos indígenas”, explica Backlar.

Por: Carlos Montes

Tomado de: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/moai-kavakava-el-misterioso-icono-rapa-nui-que-sera-subastado-en-mas-de-650-millones-de-pesos-en-eeuu/UKNZVOO5GVGB5AH76FD4NG3PEA/

Robo de arte sacro, cotidiano e impune

La seguridad en las iglesias es un factor rebasado, lo que propicia que los hurtos queden sin castigo

Esa mañana, la persona que abría las puertas de la parroquia de Azcapotzalco se percató del vacío. Desierto, sin ápices de la reliquia colgante; sólo ausencia. El óleo de la Santísima Trinidad estaba perdido y de él únicamente quedaba el recuerdo de los fieles, una imagen y una carpeta en la Procuraduría General de Justicia (ahora Fiscalía) que podría sumarse a los casos de robo de arte sacro que quedan en la impunidad.

La Parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago fue el lugar donde en noviembre de 2019 se registró el hurto de una obra de arte del siglo XVIII, por lo que se abrió un expediente que hasta el momento no ha dado resultados.

La seguridad en las iglesias ha sido un factor rebasado, pues en la parroquia ocurrió el robo pese a tener un letrero en el que se advierte que hay vigilancia las 24 horas.

Algo similar pasó a inicios de 2019 en la catedral de Tenancingo, Estado de México, donde dos sujetos se quedaron durante la noche en el interior y se llevaron la corona de oro de la Virgen.

A este factor se suma que las iglesias no tienen la capacidad de revisar el flujo de visitantes, por ello una de las líneas de investigación es que hay personas que roban las obras por encargo, pues miembros de la comunidad han notado que hay quienes visitan en varias ocasiones los templos, toman fotografías de sus tesoros y poco después las obras desaparecen.

Se trata de un delito cuyos índices con exactitud se desconocen por completo porque se carece de un panorama real del robo y tráfico de arte sacro. 

Javier Martínez Burgos, investigador del Departamento de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dijo que uno de los elementos que complica la interposición de denuncias es la dificultad de las comunidades para desplazarse a otros lugares donde haya una agencia de la Fiscalía.

El mayor problema para iniciar una denuncia es que se carece de información de las piezas para que se pueda levantar un reporte. Es decir, no se tienen detalles y hacen falta imágenes que permitan conocer las características de las piezas.

Entre el comercio 

ilegal y legal

En 2009, la Interpol aseguró que el comercio ilegal de las piezas de arte sacro en América Latina ascendía a 20 millones de dólares mensuales y, según Javier Martínez Burgos, museos y galerías propiciarían estas transacciones.

Realizar estas negociaciones está penado; en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas se indica que al que pretenda sacar o saque de México un monumento sin permiso del INAH, se hará merecedor de cinco a 12 años de prisión y de 3 mil a 5 mil días de multa; y en el caso de quien ordene o financie las conductas descritas, se incrementará una mitad esas penas.

Luis López Morton, fundador de la casa de subastas que lleva su nombre, con una historia de 32 años y que ha realizado más de 2 mil subastas, coincide en señalar el problema que se ocasiona al no contar con catálogos e información sobre las piezas de arte sacro:

“En México no hay un registro que sea certero de lo robado o una lista con fotografías y que diga o precise si aparecen estas piezas que puede que hayan sido sustraídas de un templo, una iglesia o algún otro lugar. No se tiene ese registro al que, como en otros países, uno pueda entrar y revisarlo”, destacó.

Esta falta es lo que los ha llevado a trabajar con Art Loss, pues la plataforma, a la cual pagan una cuota anual para que les revisen los catálogos y subastas, les avisa si hay denuncias para que, si es el caso, se retiren las piezas y se proceda a arreglar la situación. “Una cuestión así en México no existe”, enfatiza.

En diciembre de 2018, la casa se vio involucrada en la oferta de unas esculturas del siglo XVIII de Santa Ana y San Joaquín que fueron robadas en 2001 de una iglesia de Puebla; en esa ocasión, los sujetos también se llevaron varias obras del siglo XIX y una pintura de San Francisco de Asís del siglo XVIII.

Sin embargo, fue gracias a Art Loss, servicio que tienen contratado desde hace tres años, que en Morton recibieron un aviso y se pudo detener el ofrecimiento de dichas piezas de origen ilícito.

 

Tomado de: https://pulsoslp.com.mx/nacional/robo-de-arte-sacro-cotidiano-e-impune/1072131

En Perú logran repatriación de bienes culturales de Argentina

Ministerio de Cultura informa, también, que el Gobierno de México devolverá 37 piezas arqueológicas.

Seis piezas arqueológicas pertenecientes a las culturas Nazca, Huari, Chimú e Inca fueron repatriadas desde Argentina, gracias a la gestión conjunta de especialistas del Ministerio de Cultura y de funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores.
 
Una vez en suelo peruano, expertos de la Dirección de Recuperaciones de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, realizaron la evaluación técnica que confirmó la autenticidad del material.
 
La restitución y repatriación del mencionado patrimonio cultural formó parte de la causa judicial denominada “Causa Daniel Ramón Suárez”, llevada a cabo dentro del debido proceso en el seno de la justicia argentina.
 
Esto fue comunicado con otros casos al Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) del hermano país del sur.
 
La ceremonia oficial de entrega de las piezas arqueológicas al Ministerio de Cultura, se celebrará en los próximos días en el Palacio de Torre Tagle, junto con la devolución de otros bienes culturales repatriados.
 
México
 
De otro lado, un total de treinta y siete piezas arqueológicas pertenecientes a las culturas Inca, Chancay, Nazca, Chimú, Huari, Pativilca, Lambayeque y Vicus, se encuentran en proceso formal de repatriación desde México.
 
En septiembre del 2019, la cancillería peruana informó al ministerio de Cultura la entrega de este valioso conjunto de bienes culturales a la embajada del Perú por parte de altas autoridades oficiales de México, luego que el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH) de este país, catalogara las piezas como pertenecientes a nuestro patrimonio.
 
Personal especializado verificó la autenticidad del material mediante evaluación técnica, y remitió a la Cancillería de la República el informe respectivo para proseguir con las gestiones del retorno.
 
Tomado de: https://elperuano.pe/noticia-logran-repatriacion-bienes-culturales-argentina-89581.aspx

Chiribiquete: cómo es y cómo se descubrió la monumental “Capilla Sixtina” de la arqueología de América

En lengua karijuna, la que hablaron los indígenas que habitaron el sur de Colombia durante siglos, Chiribiquete es el “cerro donde se dibuja”. Y no es cualquier dibujo.

Este parque nacional de Colombia, declarado patrimonio cultural y biológico de la humanidad por la UNESCO en 2018, ha sido definido como la “Capilla Sixtina” de la arqueología en América Latina.

Pero hasta hace pocos años, nada se sabía de este lugar. Hasta que el arqueólogo y antropólogo colombiano Carlos Castaño se vio obligado a desviarse en un viaje hacia el Amazonas colombiano y se encontró con esta maravilla: Una colección de murales con más de 75.000 pinturas rupestres donde el jaguar es protagonista, en medio de un hábitat de riqueza biológica casi intacta.

Y con algunas que datan, de acuerdo al registro de varios investigadores, de hace unos 20.000 años.

Castaño, autor del libro Chiribiquete, la maloka cósmica de los hombres jaguar” y director de la fundación Herencias -que se dedica a la conservación del parque- habló con BBC Mundo en el contexto del HAY Festival Querétaro, que se realiza virtualmente la primera semana de septiembre.

¿Es verdad que usted descubrió Chiribiquete por casualidad, porque se desvió la avioneta donde viajaba?

En 1986 yo era director de Parques Nacionales de Colombia y por esa razón me tocó planear un viaje desde Bogotá hasta el parque nacional Amacayacu.

En ese momento teníamos asignado un avión Cessna 206 para seis pasajeros.

Este recorrido es bastante dispendioso y largo.

En ese avioncito debía, ante todo, considerar el abastecimiento de gasolina y por eso la ruta estaba llena de escalas: Bogotá, Villavicencio, San José del Guaviare, La Pedrera y finalmente Leticia, que es la principal ciudad colombiana en la región de la Amazonía.

BBC

 

Pero saliendo de San José del Guaviare nos tocó una tormenta muy fuerte que se fue agudizando, lo que nos obligó a revisar el rumbo. Tomamos la decisión de irnos hacia el sur más bien, dándole la vuelta a la tormenta, pero ésta nos fue arrinconando progresivamente.

Se nos cerraron todos los caminos, nos fue empujando hacia el sur por una ruta que en su momento no era nada convencional y terminamos, casi una hora de vuelo después, observando en el horizonte una serranía que para mí era totalmente desconocida y que nos llamó mucho la atención porque no estaba registrada en el mapa del avión.

Y decidieron acercarse…

Sí, en la medida que nos íbamos acercando se fue despertando cada vez más mi interés, pero sobre todo mi desconcierto de empezar a ver una geomorfología tan absolutamente diferente a lo que yo había visto a lo largo de toda mi vida en el país.

Quedé muy sorprendido de esta formación geológica y esa monumentalidad, de ese relieve tan espectacular, tan sobrecogedor, que claramente nos fue absorbiendo, absorbiendo, en el sentido de querernos acercar más y más.

Carlos Castaño en ChibiriqueteDerechos de autor de la imagenJOTAARANGO/FUNDACIONHERENCIA
Carlos Castaño observando varios de los miles de dibujos de arte rupestre en Chiribiquete.

 

Y entramos precisamente por uno de los sitios que reviste la mayor monumentalidad y significancia desde el punto de vista paisajístico, porque es donde están los relieves más altos: aproximadamente a 900 metros de altura sobre el nivel del mar, lo cual contrastaba fuertemente con el resto del perímetro, que es esa abrumadora extensión de selva.

Y que además estaba en un inmejorable estado de conservación.

TepuysDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Las formaciones encontradas en Chiribiquete son llamadas tepuys.
GETTY IMAGES
En 2018, el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, decretó la extensión del parque nacional de Chiribiquete.

 

Después de 30 años de trabajos allí, ¿cómo define a Chiribiquete?

Pues yo defino este sitio como uno de los lugares más emblemáticos, sin lugar a dudas, del arte rupestre americano.

Es un lugar absolutamente trascendente por su significación simbólica y cosmogónica, que lleva quizás a los momentos más tempranos del poblamiento de América, ya que las fechas que hemos encontrado allí no sólo son extremadamente antiguas, sino que ponen de relieve este arte rupestre de Chiribiquete como una de las manifestaciones culturales más pretéritas del continente.

Pero un aspecto sobresaliente es que poco a poco se va haciendo evidente el carácter absolutamente sagrado y ceremonial de esta serranía en el contexto de la historia cultural amazónica.

Más allá de la monumentalidad de todo lo que hemos encontrado -que hasta el momento son cerca de 70 megamurales con miles de pinturas rupestres y que esto, dicho sea de paso, es apenas el abrebocas de todo lo que hay allí-, estamos ante un lugar muy sobresaliente desde el punto de vista espiritual y, por qué no decirlo, artístico.

Serranía de Chibiriquete.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Castaño señala que todavía queda por explorar cerca del 70% del parque.

 

Sin lugar a dudas, el calificativo que le dimos al comienzo, sin tener en cuenta la dimensión de lo que hemos venido descubriendo, se acomoda muy bien: Chiribiquete es la Capilla Sixtina de la Amazonía, absolutamente monumental.

Monumental en su exquisitez, en la calidad de los diseños de las iconografías, en su significancia, su carácter sacro.

Ahora, una de las grandes implicaciones que tiene actualmente este lugar es que hemos podido comprobar que el arte todavía sigue siendo usado y lo siguen pintando comunidades indígenas no contactadas, o por lo menos en aislamiento voluntario, lo que lo convierte en el único sitio que conozcamos a nivel mundial donde esto todavía ocurre.

Estadio de ChiribiqueteDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
A esta formación se le conoce como “El estadio” de Chiribiquete.

 

Todos estos aspectos, además, se conjugan con la significancia desde el punto de vista natural del lugar, pues es un refugio pleistocénico.

Hay pocos sitios en el mundo con estas condiciones, estas características de insularidad, endemismo, fragilidad y biodiversidad.

Usted señala “Simple y llanamente, esto es lo más grande de la pintura rupestre”. Es una afirmación categórica teniendo en cuenta que existen otras joyas como Altamira y Lascaux, ¿Cómo sustenta esta afirmación?

Yo la verdad no recuerdo haberlo dicho a nivel mundial. Lo que sí creo es que a nivel continental es un sitio excepcional.

Pero además, lo más inexplicable a mi juicio es haber descubierto una tradición cultural desconocida, por lo menos en Colombia, pero que poco a poco nos revela que tiene unas raíces muy profundas en otros países, en otros contextos.

ChibiriqueteDerechos de autor de la imagenJOTAARANGO/FUNDACIONHERENCIA
Chiribiquete es una combinación de maravilla natural y arqueológica.

 

Uno podría casi que seguir la línea, como lo he venido haciendo a través de toda investigación, de pertenecer a una cultura milenaria.

Sin lugar a dudas lo que sorprende más es que esta tradición cultural, a diferencia de otra gran cantidad de sitios del mundo, se ha mantenido durante siglos enteros.

Esto que digo es una cosa sin precedentes. ¿Cómo explicar que aún se sigan dibujando los mismos estilos y las mismas composiciones, manteniendo una identidad en el diseño a lo largo del tiempo?

Y dentro de esto, hemos encontrado un aspecto muy trascendente del arte rupestre de Chiribiquete, que nos acerca mucho al entendimiento de un concepto fascinante, muy transversal en el neotrópico americano, es decir, desde México hasta Argentina, que está asociado con la representación del jaguar.

JotaArango/FundacionHerencia
 
Chiribiquete fue un centro de pensamiento cosmogónico que de alguna manera tuvo
un impacto muy importante dentro del continente suramericano”
Carlos Castaño
Arqueólogo

A mí no me cabe la menor duda de que estamos frente a un centro de pensamiento cosmogónico que tuvo un impacto muy importante en el advenimiento de muchas otras manifestaciones dentro del continente suramericano, y desde Mesoamérica hasta la Patagonia.

Usted señala que se han encontrado cerca 75.000 dibujos, que representan entre el 5% y el 8% de todos los dibujos que hay allí… Eso significa que hay un tesoro más grande.

Por supuesto, hay que entender varias cosas en ese sentido.

La primera, que ésta es una serranía muy extensa, tiene 300 kilómetros de longitud y con un ancho máximo de 50 kilómetros en la parte sur. En la parte norte es muchísimo más estrecha. Nosotros hemos enfocado todo nuestro trabajo apenas en la parte norte y algo de la parte central. Todo lo demás está por explorar.

Yo llevo 30 años investigando este parque y ha costado un enorme esfuerzo localizar muchos de estos murales, que están en sitios muy inaccesibles. No hay otra forma de acceder que en helicóptero y aún desde el aire es muy difícil encontrar estos lugares fácilmente.

Nos ha tomado tres décadas localizar estos 70 y pico de murales, pero sin lugar a dudas hay una infinidad de lugares más en Chiribiquete y, por lo que hemos podido observar, la tradición sale incluso de la propia sabana de Chiribiquete y se encuentra ampliamente representada en otras serranías, con unos matices particulares y sutilmente diferenciados. Digamos, a medida que nos alejamos del epicentro que es Chiribiquete, el trabajo pictórico se va volviendo cada vez más geométrico y abstracto.

Serranía de ChibiriqueteDerechos de autor de la imagenPARQUES NACIONLES DE COLOMBIA 

Hasta ahora es poco lo se ha explorado de la serranía de Chiribiquete.

 

Usted señala que en Chiribiquete habitó el primer hombre en América, ¿cómo sostiene esta afirmación?

Los arqueólogos nos cuidamos mucho de no dar mensajes demasiados deterministas, porque todo en la ciencia cambia con el tiempo y se empiezan a encontrar fechas mucho más antiguas.

Pero lo que sí es evidente es que hoy por hoy, con la evidencia del arte rupestre de Chiribiquete, hay allí unas manifestaciones muy antiguas, tal vez de las más antiguas del continente, que nos llevan hasta posiblemente los finales del Pleistoceno.

O sea, el momento que está asociado precisamente con el ingreso del hombre al continente americano.

Chiribiquete tiene una particularidad y es que tiene una de las fechas más antiguas asociadas al arte rupestre en América, por lo menos hasta el momento.

Ya eso es un aspecto muy relevante que nos conduce a esos primeros momentos de presencia humana en el continente, cuando es evidente que estamos frente a unos pobladores muy tempranos, que entran a América seguramente por el sur y remontando la cuenca amazónica hasta Chiribiquete.

Cuando comenzamos hace 30 años, afirmar eso era una locura. Era una herejía. Hoy yo ya me siento un poco más tranquilo con los datos que se han empezado a encontrar, con la evidencia que se está empezando a exponer por parte de otras investigaciones y otros investigadores.

Y ya no se piensa como una cosa aislada, única y alocada.

Por supuesto, esto ha generado una enorme incertidumbre y mucho escepticismo por parte de la mayoría de los arqueólogos ortodoxos del continente. Todas estas cosas, por cómo es la ciencia y por ser novedosas, pues sorprenden mucho.

Y yo sabía perfectamente que todas las hipótesis que empiezo a plantear desde mi investigación, y desde mi libro, son más sui generis y han generado una reacción en muchos contextos.

Jaguar en los murales de Chbiriquete.Derechos de autor de la imagenJOTAARANGO/FUNDACIONHERENCIA
Una figura que se encuentra en gran parte de los murales es la del jaguar.

 

Pero, por ejemplo, recientemente han sido validadas por parte del estamento científico a nivel mundial, las huellas de pies humanos sobre el fango más antiguas hasta ahora encontradas en el continente sudamericano, más precisamente en Chile, en Monteverde, que ya venían demostrando tener fecha muy temprana. Lo que nos empieza a demostrar que la evidencia es, sin lugar a dudas, más antigua de lo que habíamos pensado.

Usted ha estado en contra de que se abra este lugar al turismo, ¿cree que lo puede lograr?

Es una respuesta muy compleja. Desde que comenzamos con las investigaciones en Chiribiquete hemos sido de los pocos que han podido acceder a este lugar.

Y durante años, junto a un equipo de trabajo que incluye a expertos en muchos campos y entidades muy reconocidas como la Universidad Nacional (de Colombia) o la WWF (la ONG internacional Fondo Mundial para la Naturaleza) fuimos conscientes de que no deberíamos dar a conocer desde ningún punto de vista la información de todo lo que estábamos encontrando hasta tener garantizada una serie de acciones, circunstancias y variables que nos permitieran defender a Chiribiquete.

Carlos CastañoDerechos de autor de la imagenJOTAARANGO/FUNDACIONHERENCIA
Carlos Castaño ha dedicado los últimos 30 años a resaltar los tesoros de Chiribiquete.

 

Yo creo que todavía no tenemos el suficiente respeto como para mantener estos lugares, que más allá del vandalismo, que es muy grave y muy evidente, la presencia humana masiva termina alterando mucho las condiciones de un lugar, porque con ello se requieren infraestructura, servicios y permanente tránsito de gente.

Digamos que yo confié desde ese momento en que el aislamiento y el anonimato eran los guardianes más propicios y eficientes. Y así pues funcionó durante mucho tiempo. Y lo que vino a cambiar esta circunstancia fue cuando salieron las primeras imágenes de Chiribiquete. Y sobre todo cuando empieza, digamos, la expectativa de la gente por ir allí.

Todo esto, impulsado por la desmovilización de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en 2016, que hizo pensar a las personas que querían hacer turismo que esos caminos, que antes eran inaccesibles porque estaban en manos de estos grupos insurgentes, ahora estaban disponibles.

Y esa intervención directa en la selva nos obligó a buscar nuevas alternativa para proteger no solo el tesoro arqueológico de Chibiriquete, sino también su factor ecológico.

Entonces logramos dos asuntos que nos han permitido continuar con la protección: logramos que el gobierno nacional ampliara la extensión del parque. Pasamos de las casi 1.298.000 de hectáreas que se aprobaron cuando se creó el parque, a unas 4.268.095 hectáreas en la última ampliación.

Esa aprobación nos permitió crearle una periferia, especialmente porque alrededor de Chibiriquete hay varios proyectos de extracción de minerales.

Y otro hito importante para la conservación fue la declaración de Chibiriquete como Patrimonio de la Humanidad (de la Unesco), que ocurrió por los mismos días de la ampliación del territorio, en julio de 2018.

 

Por: Alejandro Millán Valencia
Tomado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53947778

VI Encuentro Nacional de Casas Museo

El Museo Casa Histórica Arocena ubicado en la ciudad de Torreón, Coahuila será la sede del VI Encuentro Nacional de Casas Museos. En esta edición se invita a participar en el programa académico a todos aquellos involucrados en las actividades de las Casas Museo.

 

Las propuestas deberán inscribirse en los siguientes ejes temáticos:

Igualdad de género para reconocer los liderazgos femeninos históricamente ignorados y su representación a todos los niveles en el museo y en sus contenidos.

Diversidad en la representación de las realidades en el museo para promover la interpretación y representación de otras historias en el museo.

Inclusión en el museo de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, origen, religión, situación económica u otra condición.

Los resúmenes de las ponencias deberán presentarse en formato Word, letra Times New Roman a 12 puntos, no mayor a 300 palabras. Además, deberá incluirse título, nombre del autor, adscripción institucional, correo electrónico, teléfono de contacto directo, una semblanza curricular de 5 líneas, y señalar en qué eje temático se enmarca la participación.

El tiempo para la presentación de cada ponencia tendrá una duración máxima de 20 minutos. Al final de cada mesa se realizará una sesión de discusión con un moderador a cargo. Las presentaciones tendrán lugar en formato presencial o en formato virtual, a distancia.

Las propuestas de participación deberán ser enviadas al correo demhist2020@museoarocena.com antes del 10 de agosto, 2020.

Los participantes aceptados serán notificados vía correo electrónico.

JUSTIFICACIÓN

La Red de Casas Museo a través de la Mesa Mexicana de Trabajo del Comité Internacional de Residencias Históricas (DEMHIST) llevará a cabo su VI Encuentro Nacional con el tema “Casas Museos para la igualdad: diversidad e inclusión” que hace eco del elegido por el ICOM Internacional para el 2020.

En esta ocasión se realizará los días lunes 12 y martes 13 de octubre. El encuentro considera una jornada académica que abrirá con una conferencia magistral seguida por presentaciones en formato presencial y virtual, dictadas por profesionales del ámbito y relacionados con el trabajo de los museos.

La sede será el Museo Casa Histórica Arocena en la ciudad de Torreón, Coahuila para ampliar la igualdad de oportunidades en la participación de todos los profesionales de museos al descentralizar el encuentro hacia el noreste de nuestro país; diversidad en cuanto a la representación de todos los sectores independiente de su condición y, finalmente, inclusión al dar respuesta al llamado del Museo Arocena de sumar a toda la comunidad de Casas Museo al programa de celebración por el centenario del Edificio Arocena, construido entre 1919 y 1920.

EJES ACADÉMICOS DEL EVENTO

  • Igualdad de género para reconocer los liderazgos femeninos históricamente ignorados y su representación a todos los niveles en el museo y en sus contenidos.
  • Diversidad en la representación de diversas realidades en el museo para promover la interpretación y representación de otras historias en el museo.
  • Inclusión en el museo de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, origen, religión, situación económica u otra condición.

¿QUIÉNES ORGANIZAN?

Organiza la Red de Casas MuseoMéxico, afiliada al Comité Internacional De Residencias Históricas (DEMHIST) perteneciente al Consejo Internacional de los Museos (ICOM). La sede del VI Encuentro, el Museo Casa Histórica Arocena, forma parte de la Red de Casas Museo a través de la Mesa Mexicana de Trabajo del DEMHIST – ICOM.

 

 

DEMHIST. COMITÉ INTERNACIONAL DE RESIDENCIAS HISTÓRICAS

El DEMHIST es un comité internacional del ICOM enfocado en la conservación y manejo de las casas museo. Su nombre es un acrónimo en francés de Demeures historiques musées. La categoría de casa museo incluye desde cabañas hasta castillos, de todos los periodos históricos. La interpretación abarca el aspecto histórico, arquitectónico, cultural, artístico y social.

RED DE CASAS MUSEO. MÉXICO

La Mesa Mexicana de Trabajo del Comité Internacional de Residencias Históricas (DEMHIST) quedó constituida formalmente el 14 de agosto de 2008. Se eligió coordinadora a Lourdes Monges, directora de la Fundación Cultural Antonio Haghenbeck y de la Lama; miembro de la Mesa Directiva del Consejo Internacional de los Museos (ICOM).

La Mesa de Trabajo Mexicana de DEMHIST tiene como misión conformar un grupo de profesionales que propicie la comunicación, la cooperación e intercambio de conocimiento entre las personas que forman parte de las Casas Museo de México y, asimismo, servir de apoyo para la sustentabilidad, generar mecanismos para trabajar en la comunidad y propiciar la elaboración de estrategias con el fin de dar solución a la problemática específica que presenta esta categoría de museo.

MUSEO CASA HISTÓRICA AROCENA

Ubicada en el Edificio Arocena de Torreón, Coahuila, la Casa Histórica Arocena es parte de un inmueble centenario construido entre 1919 y 1920, destinada como museo para la interpretación de los fenómenos relacionados a la cultura, economía y la movilidad social en la ciudad de Torreón y la Comarca Lagunera durante el periodo comprendido entre los años de 1919 y 1936.  La localización privilegiada del inmueble en el centro de Torreón, grandes dimensiones y estilo arquitectóniconos hacen pensar en un emprendimiento destinado a la grandeza.  Las obras de arte en su interior reflejan el sofisticado gusto cosmopolita de sus ocupantes y, en contraste, la justeza decorativa en cada habitación nos habla de su pragmatismo y vocación de trabajo.

OBJETIVOS DE LA RED DE CASAS MUSEO. MÉXICO

  • Promover la formación especializada de profesionales de Casas Museo en las áreas de gestión, educación, difusión, investigación, conservación y recaudación de fondos.
  • Ser punto de encuentro donde los participantes reflexionen e intercambien experiencias entorno a los temas de igualdad, diversidad e inclusión.
  • Examinar escenarios y formular estrategias para garantizar la sustentabilidad y permanencia, al tiempo de favorecer el trabajo conjunto y solidario entre las Casas Museo.

 

Argentina: Oro verde: La Ruta de la Yerba Mate declarada Patrimonio cultural

La Ruta de la Yerba Mate de Misiones fue declarada Patrimonio cultural, histórico, turístico, paisajístico, productivo, gastronómico e industrial por la Legislatura provincial (ARYM).

La Ruta de la Yerba Mate (RYM) fue declarada anoche “Patrimonio cultural, histórico, turístico, paisajístico, productivo, gastronómico e industrial de Misiones” por la Legislatura de esa provincia, y sus impulsores apuntan ahora a una declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La RYM, que abarca el norte de Corrientes y toda Misiones, además de su contenido de turismo rural, cultural, histórico y productivo, conecta con otros atractivos turísticos de ambas provincias, entre los que destacan las Cataratas del Iguazú, los Saltos del Moconá, la Ruta de las Misiones Jesuíticas y los Esteros del Iberá?.

El presidente de la Asociación Ruta de la Yerba Mate, Alejandro Gruber, principal impulsor de la declaración legislativa, explicó que “en esta ruta cada viajero puede tomarse el tiempo que necesite para recorrerla, a través de numerosos circuitos organizados que están vinculados con centros productores de diversos tamaños.

Se trata del "producto más antiguo, autóctono, auténtico y representativo del país. Es el oro verde", destacó la Asociación de la Ruta de la Yerba Mate (ARYM).

Se trata del “producto más antiguo, autóctono, auténtico y representativo del país. Es el oro verde”, destacó la Asociación de la Ruta de la Yerba Mate (ARYM).

El Parlasur declaró a la RYM como la Principal Ruta Alimentaria del Mercosur, en tanto para el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación es “Marca Argentina”, y para la cartera de Cultura nacional “Marca País, Marca Destino-Símbolo de la Cultura Productiva Argentina”.

Gruber dijo que, hacia el exterior, “representa a la Argentina a través de la Cancillería y el Instituto Nacional de Promoción Turística como un producto exportable, y es considerada un bien que permite la importación de servicios turísticos”.

Se trata del “producto más antiguo, autóctono, auténtico y representativo del país. Es el oro verde”, destacó.

El pilar turístico

En lo turístico, la RYM involucra a alojamientos, empresas de viajes, gastronomía, pequeños comercios y paisajes, además de los productores yerbateros, y se extiende a otras actividades como la agroindustrias, transportes, cultura y la vida cotidiana de muchos argentinos.

La Ruta de la Yerba Mate (RYM) involucra a alojamientos, empresas de viajes, gastronomía y comercios y paisajes, además de los productores yerbateros (ARYM).

En sus fundamentos, la propuesta señala que el consumo de mate se remonta a los pueblos originarios guaraníes y, en la actualidad, “es una costumbre esencial entre todos los argentinos, un rito social del compartir, del pasar de mano en mano, acompañante ideal de una buena y larga conversación”.

Para descubrir, entonces, los orígenes de esta costumbre tan típicamente argentina (también se comparte con UruguayParaguay y el sur de Brasil?) hay que emprender la Ruta de la Yerba Mate”, en las las provincias argentinas donde se cultiva y se elabora este producto.

Según Gruber, “es un itinerario cultural, productivo y gastronómico único en el mundo, que atraviesa campos de tierra roja y vegetación abundante, maravillas naturales y patrimonios de la humanidad, con mitos y tradiciones de un pueblo que echa raíces sobre la base de culturas pre-hispánicas, legados jesuíticos, gauchos criollos y colonos inmigrantes europeos”.

El presidente de la Asociación RYM dijo que, con esta ley, sancionada en las últimas horas, “Misiones tiene la posibilidad histórica de llevar este producto propio y único al reconocimiento final de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad”, por lo que la entidad inició el proceso en 2017.

Tomado de: https://www.clarin.com/viajes/ruta-yerba-mate-declarada-patrimonio-cultural-turistico-misiones_0_9vb-3UFjc.html