La Reserva de la Biósfera El Vizcaíno es un Área Natural Protegida de México –desde 1988– que forma parte de un enorme corredor biológico que integran islas, lagunas, costas, planicies y sierras de la parte central de la península de Baja California; inscrito en 1993 por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad,
La Reserva de la Biósfera El Vizcaíno es un Área Natural Protegida de México –desde 1988– que forma parte de un enorme corredor biológico que integran islas, lagunas, costas, planicies y sierras de la parte central de la península de Baja California; inscrito en 1993 por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad,
Es un lugar que alberga ecosistemas de valor excepcional, en las lagunas costeras de Ojo de Liebre y San Ignacio se reproducen e hibernan ballenas grises, becerros marinos, leones marinos californianos, elefantes marinos septentrionales y ballenas azules, además de cuatro especies de tortugas marinas en peligro de extinción.
Se trata del área protegida más grande de México y es una de las más extensas del mundo (supera los 2.5 millones de hectáreas), cuyo nombre se debe a Sebastián Vizcaíno, soldado, marino y aventurero español que buscó conquistar las Californias, por donde viajó a fines del siglo XVI y principios del XVII.
Ahora bien, aunque en nuestro país ya existía un tratado, con los Estados Unidos, para la protección de aves acuáticas migratorias, por lo que concierne a salvaguardar otras especies, fue en 1949 que México se adhirió a la Comisión Ballenera Internacional y, 23 años después, se publicó el Decreto de Zona de Refugio de Ballenas para las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio; de esta forma, después de ser declarada la zona como Reserva de la Biosfera y Patrimonio Mundial de la UNESCO, en 2002 se decretó como Santuario Ballenero Mexicano.
La visitante más conocida
Dado que los complejos lagunares y esteros están en buenas condiciones de conservación, la migración anual de aves por la ruta del pacífico encuentra en la reserva extensas áreas de descanso y alimentación en sus ricos litorales, tanto en invierno como en verano; de igual modo, los mamíferos marinos encuentran en las aguas de este territorio y sus lagunas protección, refugio y alimentación, en especial la ballena gris, que las utiliza como sitio para su reproducción durante su migración anual.
El caso de la ballena gris es especial; el cetáceo realiza cada temporada una travesía migratoria de más de 22 mil kilómetros para buscar, en estas lagunas mexicanas, aguas más benévolas para el apareamiento y la reproducción. De hecho, el mamífero pierde durante el viaje cerca de un 15 por ciento de su peso, lo que favorece su movilidad y capacidad de crianza de los ballenatos.
De igual modo, la normatividad de la reserva protege las costumbres y relación con el hábitat de la ballena gris, lo que permite que los visitantes puedan acceder a paquetes turísticos que incluyen paseos en lancha para observar de cerca a estos enormes animales que llegan por cientos al lugar y que hacen de la experiencia un espectáculo único, que ocurre entre los meses de enero y marzo cada año.
Importancia histórica y cultural
Uno de los atractivos principales de El Vizcaíno es el alto grado de conservación de la mayor parte de la reserva, cuyo deterioro es mínimo; forma parte del gran desierto sonorense y sus afinidades con los ecosistemas del suroeste americano son múltiples y variadas, sobre todo en la flora endémica y abundantes pitahayas, mezquites, cirios, palofierros, torotes, copalquines, nopales, biznagas y los matorrales, así como paisajes abiertos, llanuras, escarpados relieves y serranías de poca elevación.
Por otra parte, estudios arqueológicos reportan que existen alrededor de 2000 sitios con evidencias humanas y más de 300 sitios con pinturas rupestres (considerada como Patrimonio Mundial desde 1993), siendo que las pinturas más antiguas se remontan a más de 10 mil años de antigüedad y que fueron plasmadas por un grupo de antiguos pobladores de la zona, de los cuales no se conoce el nombre, aunque a la llegada de los españoles a la península, existían tres grupos indígenas conocidos –Cochimíes, Guaycuras y Pericúes– cuyo origen es diferente pues no todos arribaron a esta zona por el norte, provenientes del suroeste americano.
En este sentido, esta reserva puede considerarse como un auténtico “tesoro natural” que, afortunadamente, ha logrado mantener sus condiciones naturales hasta la fecha y que, en conjunto con el Golfo de Cortés, se trata de dos regiones que conforman el territorio de mar y tierra de mayor extensión y mejor conservado de todo el país.
Turismo recreativo y beneficios a la comunidad
Actualmente, el turismo en regiones naturales despierta más interés que nunca a nivel nacional e internacional; la observación del paisaje y las distintas especies animales es, de este modo, una manera en que el visitante puede entrar en contacto con la naturaleza y El Vizcaíno ofrece todo eso, de ahí que hayan surgido en la entidad numerosas empresas ecoturísticas que brindan posibilidades de recreación y actividades educativas (desde la observación de ballenas o aves marinas y terrestres, hasta paseos en el desierto o en las lagunas, en kayak).
Por otra parte, las características de esta Reserva de la Biósfera son aptas para el ecoturismo y ofrecen oportunidades de desarrollo para los pobladores, que colaboran con la preservación del ecosistema y los valores culturales del lugar, fomentando la conciencia ambiental; además, se busca generar empleos estables y permanentes que puedan mejorar la calidad de vida y evitar la emigración hacia las ciudades.
Cuestiones a considerar
Llegar a la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno no es sencillo y una de las pocas opciones para el turista es partir de Ensenada, en el norte de Baja California, por la carretera transpeninsular y contratar un tour que incluye transporte, dos noches de alojamiento, el uso de una lancha y el pago de la cuota por ingresar al santuario de la ballena gris.
También hay vuelos en aviones pequeños que cubren rutas desde Hermosillo, Sonora, y Tijuana, que son utilizados sobre todo por habitantes de Guerrero Negro, población con escasa infraestructura turística, por lo que son una opción limitada para el visitante; la zona se encuentra a 93 km al sureste de dicho municipio y, desde ahí, se toma la carretera núm. 1 y después una desviación a la derecha, en el km 75, rumbo a Bahía Asunción, hasta alcanzar el poblado de El Vizcaíno.
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Reserva de la Biósfera El Vizcaíno
Dirección: Casa de la Fauna
Av. Profesor Domingo Carballo Félix S/N, esquina con Ruiz Cortines
Colonia Marcelo Rubio
C.P. 23940
Guerrero Negro, Baja California Sur
Teléfonos: (01-615) 1571777 y 1570177
Correo electrónico: vizcaino@conanp.gob.mx.
Tomado de: http://www.informador.com.mx/suplementos/2014/515779/6/un-paraiso-de-enormes-mamiferos.htm