El mes de octubre mantiene una relación con el terror y lo oscuro. Si bien en Argentina estamos orgullosamente lejos de celebrar la tradición americana de Halloween, una curiosidad por lo oculto hace que se promocionen los más peculiares destinos turísticos. En este marco se presenta una nueva tendencia: ir a lugares en los que sucedieron cosas terroríficas.
El turismo oscuro es una tendencia que está creciendo a grandes pasos a nivel global. Esta modalidad, que se basa en recorrer y visitar lugares donde sucedieron hechos misteriosos y atemorizantes, reúne cada vez más fanáticos.
Uno de los más pintorescos se encuentra en la localidad de Miramar, aledaña a la laguna Mar Chiquita, en Córdoba, que fue visitada hace un tiempo por los productores del programa estadounidense Ghost Hunter International, quienes descubrieron que el Gran Hotel Viena detectaba la mayor actividad paranormal de Latinoamérica.
Este hotel, cuya estructura se asemeja a la de un hospital, tiene muchas historias para contar. Mujeres mirando por la ventana de la habitación 106, sonidos de fuertes golpes, una persona de seguridad del hotel que falleció hace varios años de forma extraña, así como una niña corriendo por los pasillos son sólo algunas de las historias de las que se jacta el establecimiento.
Allí se realizan visitas diarias de noche para conocer la historia del hotel que comenzó a construirse en 1941 y que fue financiado enteramente por Máximo Pahlke, un inmigrante de origen alemán que llegó a la Argentina a principios del siglo XX.
A principios de la década del ’70 las inundaciones provocaron el cierre del establecimiento que, a partir de allí, se convirtió en un mítico lugar en ruinas lleno de historias fantasmagóricas, que incluso involucran al propio Adolf Hitler, quien, aseguran alguna vez se hospedó en el hotel.
En Córdoba, en la localidad de La Falda, se levanta el abandonado Hotel Edén. El edificio se convirtió en un mito histórico argentino. Con más de cien años de antigüedad, logró consolidar la oligarquía nacional y extranjera, como así también el resguardo del nazismo en plena actividad y desarrollo.
Lo interesante del Eden Hotel, es que reúne una descomunal tradición que recorre paralelamente nuestra historia como país. Se conservan fotografías de aquellos años, utensilios, cartas escritas por los mismos protagonistas, aparatos de funcionamiento edilicio, entre otras infinitas propuestas. Del mismo modo, conserva una cantidad impensable de misterios y relatos fantásticos.
A 168 km de Buenos Aires, a orillas del salado, se encuentra la Estancia Bella Vista de Guerrero que fuera en su momento propiedad de la desafortunada Felicitas, viuda del acaudalado Martín de Álzaga, quien al morir le dejó esta propiedad. Es ahora un sitio de lujo donde revivir la historia de la Pampa bonaerense y particularmente la de Felicitas Guerrero. El lugar en sí suele defraudar a quienes buscan conocer la leyenda de la joven porque no posee relación directa con la historia que encierra su muerte.
Cabe destacar que Felicitas, a los 16 años contrajo matrimonio con Martín de Álzaga, y quedó viuda a los 24 años. Después de un austero duelo se relacionó afectivamente con Enrique Ocampo, pasado el tiempo, Felicitas inclinó sus sentimientos a favor de otro pretendiente, Manuel Sáenz Valiente. Ocampo no aceptó esta situación y la asesinó de dos disparos. La historia se vuelve interesante para los amantes de lo oculto cuando sus padres construyen una capilla en su memoria, en el barrio porteño de Barracas donde se dice que hoy en día habita el fantasma de Felicitas.
TOUR DEL MIEDO
Uno de los emprendimientos más elaborados que produjo esta ola de interés en lo paranormal es el ghost tour que se efectúa todos los días y en diversos horarios. En cómodos transportes, con guías bilingües, servicios de snacks y bebidas, y a precios muy accesibles se puede disfrutar de varios recorridos por Buenos Aires que unen los sitios encantados y los crímenes más destacados de la historia.
El llamado “Misteriosa Buenos Aires” es un paseo turístico en bus que cuenta con el audio de la narradora Alejandra Parets.
Durante el recorrido se cuentan historias de crímenes y leyendas urbanas que transcurrieron en esta ciudad. Algunos relatos son reales, otros, son piezas literarias, como por ejemplo el cuento “El hambre”, de Manuel Mujica Láinez, o “El fantasma excitado de San Telmo”, de Eduardo Gudiño Kieffer.
El bus recorre los barrios de Monserrat, Constitución, Barracas, Parque Patricios, San Telmo, San Nicolás y Recoleta, y en el recorrido se van narrando doce historias, entre ellas las de Yiya Murano; la historia de Felicitas Guerrero de Alzaga; el petiso Orejudo; el descuartizador de Barracas; la casa de los leones; el primer fantasma oficial; la dama de blanco y la historia de Rufina Cambaceres, la joven que murió dos veces.
De a poco, el turismo patrimonial del terror ya tiene un espacio en la Argentina que atrae a un público juvenil y que genera una interesante fuente de divisas.
Tomado de: http://www.elpatagonico.net/nota/258749/
