Prestes en Oruro, una muestra de prestigio popular y poder económico

Las fiestas patronales son el momento más esperado de muchas comunidades para demostrar su fuerza cultural y monetaria. Los prestes pueden costar entre 10.000 y 100.000 dólares. 

Al son de la cumbia, la morenada o el eurodance cientos de pobladores de Oruro se reúnen en torno a celebraciones en honor a algún santo, el patrón o patrona cambia según la localidad, pero todas tienen un denominador común: son una muestra de prestigio popular y poderío económico. Los pasantes —aquellas personan que se adjudican la responsabilidad de organizar y costear la fiesta— de los denominados prestes asumen un reto fundamental, superar al anterior anfitrión, y para ello el desborde de dinero a veces no conoce límites, tanto así que, en lugares alejados de la capital orureña, en medio del Altiplano y a bajas temperaturas, el jolgorio y alegría inunda de calor a los pobladores y recibe a grupos mundialmente conocidos. 

Hace poco, se viralizó la llegada de bandas europeas de gran prestigio hasta suelo del Pagador, una muestra no solo del ostento económico, sino del valor cultural que trasciende normas, como las prohibiciones de reuniones para frenar los contagios de coronavirus. 

El antropólogo José Antonio Rocha explica que el concepto preste proviene de la palabra “prestar” y que simboliza dar algo en beneficio de la comunidad en un determinado año, va rotando por familias, ya que cada una debe tener la oportunidad y, a la vez, la obligación de entregar algo. 

La ostentosidad es característica de cada celebración. “Las mejores ropas, joyas, grupos, contratar a la mejor cocinera de la zona, preparar el plato más agradable, todo eso es parte de la visión del preste porque tiene que dar lo mejor de sí a los otros”, asegura Rocha. 

FIESTAS QUE VALEN MILES

La cantidad de dinero que se invierte en estos prestes es variable, pero, sin duda, mientras más se pueda mostrar los días de fiesta, el éxito es mayor. 

Algunos comunarios y pasantes comentan que los montos oscilan entre los 10.000 y 100.000 dólares, que cubre el pago a los grupos musicales, el escenario, la comida y la bebida, entre otras cosas. 

De hecho, cuando hubo una explosión durante el Carnaval de Oruro, en 2018, se declaró duelo departamental y se pidió a los pasantes que suspendan sus actividades. Sin embargo, varios afirmaron que ya tenían contratos firmados y que sus gastos eran bastante altos como para no realizar la celebración.

En aquel momento, Nancy Ramírez, pasante de la comparsa Chutas, indicó que suspender la fiesta significaba una pérdida económica de entre 60.000 y 70.000 dólares por pasante. “Yo tengo nueve orquestas, la banda Pagador está. Usted sabe que las orquestas mejores son caras. Está Delirios, Emerson, esos grupos ahorita me están costando 80.000 dólares. Por ahí, ya he adelantado 70.000 dólares”, afirmó Ramírez a Urgente.

Eso es solo una muestra del movimiento económico que existe en el departamento. Además de bandas o grupos musicales, también están involucrados comerciantes y dueños de otros servicios como amplificación, alquiler de sillas y dueños de locales. 

Sobre el punto aquel año, Ramírez detalló que los mejores salones de eventos cobraban alrededor de 11.000 dólares el día, y en la mayoría de los casos se reservan mediante contratos con bastante tiempo de anticipación. 

Además de estos gastos, Oruro cuenta con el Decreto Municipal 090, que establece una tabla arancelaria para “bailes de temporada en hoteles, clubes sociales y salones de fiesta de actividad permanente”. La misma indica que se debe pagar un monto de 8.217 bolivianos en caso de fiestas con conjuntos internacionales, y 6.327 bolivianos si la celebración es con grupos nacionales. Todos estos gastos deben ser cubiertos por los pasantes en caso de que decidan hacer el preste en zonas más céntricas durante la celebración del Carnaval. 

El antropólogo Rocha explica este fenómeno económico y argumenta que la generosidad es parte fundamental de la comunidad, lo que, a su vez, se puede asociar al derroche económico. “Lo que piensan es que, para dar lo mejor, necesito dinero, entonces, hay que hacer esfuerzos porque luego la comunidad me va a reconocer y el día de mañana me va a devolver. Se valora a una persona que no es tacaña, que da”, señala. 

De hecho, muchas de estas personas trabajan todo el año y viven una cotidianeidad medida para poder celebrar al máximo durante el preste. “Es gente trabajadora, que apenas tiene, pero hace un esfuerzo por un año para lucir lo mejor ese día. Hay esa cuestión de esforzarse por un tiempo porque va a tener su recompensa. Es una lógica que los andinos siguen en todas sus acciones”, añade.

CELEBRACIÓN DE ALTO NIVEL

A más de tres horas de distancia, unos 200 kilómetros, de la ciudad de Oruro se encuentra Huachalla, un municipio altiplánico de clima frío y seco, que mantiene estrecha relación con Chile mediante el comercio. 

Precisamente en este desértico y árido lugar se armó una tarima de unos tres metros de altura, aproximadamente, se instaló pantallas led y juego de luces para recibir a Modern Talking, el dúo alemán de música eurodisco que alcanzó fama mundial en la década de los 90’s y llegó a posicionarse como el segundo grupo más exitoso en Alemania, con más de 120 millones de discos vendidos, solo después de Scorpions. 

En un video difundido en redes sociales se ve a los cantantes y al resto de la banda tocando sobre el escenario en Huachalla. En el mismo se observa a una pareja sobre la tarima, con bandas que los identificaban como los pasantes de la fiesta, bailando al son de temas como “Cheri Cheri Lady” o “Brother Louie” mientras los invitados los miraban de frente y disfrutaban el momento, sin medidas de bioseguridad, como si la pandemia se hubiera detenido para festejar con ellos.

Y para tener una mejor apreciación de la imponente celebración que se llevó a cabo, varios asistentes publicaron videos del concierto donde se puede apreciar otro escenario más. 

Además del dúo alemán, que fue el plato fuerte de la noche, también llegaron agrupaciones reconocidas en la movida tropical, como La Banda de Lechuga y Marilin, entre otras más, quienes transmitieron parte del show en su página oficial de Facebook. Asimismo, la banda Poopó fue parte de la celebración, según el medio El Deber. 

Estos conjuntos internacionales suelen llegar recurrentemente hasta Oruro para las fiestas patronales. De hecho, desde que inició la pandemia y se prohibieron los conciertos, este tipo de eventos, irregulares en su mayoría, fueron su principal ingreso. 

Incluso, no es la primera vez que los íconos del euro Modern Talking llegan a estas localidades. En 2018, también participaron de un concierto de pasantes. Y antes de iniciar la pandemia en el país, fueron las estrellas de un concierto en la fiesta patronal de San Juan Bautista de Corque, capital de la provincia Carangas, ubicada a casi 90 kilómetros de la ciudad de Oruro. 

Esta tradición está tan arraigada en la cultura andina que motiva a que los anfitriones busquen destacar cada año y den lo mejor a sus invitados. 

Algo particular que destacó en los últimos  prestes es que los pobladores de Oruro son amantes del eurodance, estos sonidos ochenteros y noventeros que cautivaron a gran parte del mundo y que ahora llegaron hasta el departamento altiplánico. 

El preste que puso en la mira a estas fiestas patronales fue la que se realizó el 2 de mayo de este año, en Sabaya, una localidad ubicada a dos horas y media, unos 180 kilómetros, de Oruro. Esta serranía, que posee un suelo con alta concentración de cenizas volcánicas, fue el escenario que recibió al grupo Mr. President desde Alemania, unos íconos del eurodance, al igual que Modern Talking.   

De hecho, como una muestra de la importancia del preste, el propio líder de la banda, Deloy Rennalls, envió un mensaje de invitación a los asistentes: “Hola Bolivia, desde Alemania les saluda Mr. President. Comunicarles que este 2 de mayo estaremos en Villa Pagador, Sabaya, en Oruro, en la festividad del Señor San Felipe, pasantes Luis Mollo y Eliza Moya”, dijo en el video. 

En una imponente tarima, con juegos de luces y pantallas led, los músicos iniciaron su presentación con la popular canción “Coco Jamboo”, entre otros éxitos más.

SIN TEMOR A LA PANDEMIA

La tradición del preste está tan arraigada en la cultura popular que, incluso, pudo ignorar en varias oportunidades la crisis sanitaria que vive actualmente el país. La tercera ola de la pandemia está en uno de sus momentos más álgidos, con cientos de casos nuevos confirmados por día y un sistema de salud colapsado. 

Ante ello, la realización de estas fiestas causó indignación en redes ya que no se evidenció el uso de medidas de protección, como barbijos, distanciamiento o máscaras faciales. 

Debido a eso, la Gobernación de Oruro y la Alcaldía de Huachacalla anunciaron que se constituirán en parte querellante en un proceso judicial contra los responsables de la fiesta que se realizó en ese municipio ya que, además, infringieron la cuarentena establecida. 

Inicialmete, la Alcaldía se reunió con los pasantes y firmaron un acuerdo para que en Corpus Christi solo haya una misa. Incluso, los compromisos fueron elevados a ley municipal y se mandó conminatorias a los pasantes con el objetivo de que suspendan las fiestas, pero algunos no quisieron recibirlas y agredieron a los miembros de la Alcaldía. Al final, la fiesta se realizó de todas maneras.

Rocha explica que esta situación es bastante compleja, ya que toca un tema cultural de fondo. “Hay un choque de visiones. Quizás muchos de ellos dicen ‘de algo tengo que morir, y si de esto voy a morir, por lo menos dejaré algo’. Habría que plantear que eso les puede hacer daño”, indica Rocha. 

“Pero eso no puede ser, hay que cuidarse todo, ya en otro momento se podrá demostrar y alegrarse. Es un tema que hay que hablar con mucha claridad”, sentencia. 

https://www.opinion.com.bo/articulo/revista-asi/prestes-oruro-muestra-prestigio-popular-poder-economico/20210611213811823093.htmlRecuperado de Opinión (2021). 

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