Patrimonio: clasificación y definiciones

Patrimonio: clasificación y definiciones

 

 En esta Sección, presentaremos la clasificación y definiciones de lo que en ILAM entendemos por Patrimonio, así como los principales conceptos relacionados con su gestión:

Definición del Patrimonio /  Clasificación del Patrimonio /  Sobre el Patrimonio Local /  Del Bien Patrimonial a la Oferta Cultural.


DEFINICIÓN DE PATRIMONIO

Comenzaremos con nuestra definición de “patrimonio” -concebida como una nueva acepción genérica del término (Ver definiciones de ‘Patrimonio’ en DRAE).

Esto, con el propósito de crear un concepto integrador de todas sus variantes (cultural, natural, tangible/material, inmaterial/intangible), y a su vez funcional para su aplicación.

Así entenderemos por patrimonio:

“El conjunto de bienes culturales y naturales, tangibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda / transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y acrecentar dicha herencia.” (DeCarli, 2006) (*)
 
Nota: no utilizamos la definición de ‘Patrimonio’ propuesta por UNESCO, ya que consideramos que esta es una definición descriptiva y no funcional del concepto.

CLASIFICACIÓN DEL PATRIMONIO

 

Al Patrimonio podemos sub-clasificarlo en diversos patrimonios con la finalidad de agrupar los distintos tipos de bienes y facilitar su estudio y tratamiento. Gran parte de estos bienes son protegidos y difundidos por medio de “instituciones patrimoniales”(*) como museos, sitios arqueológicos, parques naturales, entre otros; y por organizaciones de la sociedad civil.

(*) Entendemos las “instituciones patrimoniales”, como organizaciones sin fines de lucro (de caracter estatal o privado), abiertas al público, cuyo propósito es la preservación, investigación y principalmente la comunicación del patrimonio a un público eterogéneo por medio de estrategias diversas. Si bien las “instituciones patrimoniales” presentan variadas temáticas, las amalgama el hecho innegable que son custodias del patrimonio, trátese este del cultural o natural, en su manifestación tangible o intangible.

Ver las Definiciones:


SOBRE EL PATRIMONIO LOCAL

En nuestra anterior Definición de Patrimonio, veíamos como éste siempre es generado “localmente”, de ahí la importancia de considerar este hecho y su implicación en la gestión del mismo.

Las instituciones y personas interesadas en trabajar conjuntamente con los miembros de la comunidad en la puesta en valor de los bienes culturales y naturales a nivel local, deben tener en cuenta algunos principios generales, así como contar con algunas herramientas básicas. Para ello, en ILAM como primer paso, partimos de nuestra definición de Patrimonio y de las consideraciones que de éste se derivan, para trabajar con cualquier iniciativa relacionada con el patrimonio local.

Entenderemos el patrimonio como “El conjunto de bienes culturales y naturales, tangibles e intangibles, generados localmente, y que una generación hereda / transmite a la siguiente con el propósito de preservar, continuar y acrecentar dicha herencia” del cual se derivan las siguientes consideraciones:

– Todo patrimonio es local

Todo patrimonio se genera localmente y es producido en un espacio y en un tiempo histórico determinado; desde luego los aportes culturales de los inmigrantes son parte de este mismo proceso histórico. El paso del tiempo y el consenso social permiten que este patrimonio local pueda llegar a ser asumido como patrimonio regional, nacional o mundial.

– La comunidad es la responsable de la preservación de su patrimonio

Al ser un fenómeno fundamentalmente local, todo patrimonio (cultural, natural, tangible o intangible) depende para su transmisión y preservación, en primera instancia, de la comunidad en donde tuvo origen o la cual estuvo de alguna manera involucrada en su desarrollo.

– El patrimonio es un factor de desarrollo social y humano

La cultura (y su manifestación en bienes patrimoniales) es una parte esencial de la propuesta de desarrollo sostenible, el cual debe “satisfacer los requerimientos actuales de la sociedad, sin comprometer el derecho de las futuras generaciones de satisfacer las suyas” (Comisión Mundial Ambiente y Desarrollo, 1987). Esto significa que la comunidad está en su derecho de hacer uso de los recursos del patrimonio para lograr una mejor calidad de vida; pero éste no puede basarse en una explotación desmedida de sus recursos (los cuales son sumamente frágiles e irremplazables) hasta el punto de agotarlos o destruirlos, porque esta misma base de recursos es el único activo potencial con el que cuentan las futuras generaciones.

– El patrimonio funciona y se manifiesta en forma integral

Dividimos el patrimonio para su mejor análisis, pero cuando trabajamos con proyectos locales, no podemos olvidar que el patrimonio es integral. Por lo tanto, en su práctica es indivisible y se deben trabajar todas sus categorías en forma conjunta y equilibrada.

 


DEL BIEN PATRIMONIAL a la OFERTA CULTURAL

Los bienes patrimoniales, ya sean culturales o naturales, son en sí mismos únicos, frágiles y no renovables.

¿Cuales son los Bienes Culturales?

Son los bienes muebles, inmuebles e intangibles que constituyen una base importante de la identidad de las comunidades y que posterior a una responsable y adecuada estrategia para su uso y aprovechamiento se convierten en potenciales fuentes de desarrollo local.

¿Cuales son los Bienes Naturales?

Son las fuentes naturales que se encuentran en un territorio determinado que han sido preservadas, y que mediante una responsable y adecuada estrategia para su uso pueden eventualmente constituirse en un apoyo (a veces incluso en la base) del avance y el desarrollo sostenible de las comunidades que allí se encuentran.

 

¿Cuál es la diferencia entre un bien patrimonial y un recurso patrimonial?

El concepto de recurso lo entenderemos tal y como una de las acepciones del DRAE: Conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa. Esto quiere decir que el otrora bien patrimonial (carente de una arista económica) al ser convertido en recurso patrimonial adquiere carácter de activo económico.

Para llegar a contar con un recurso patrimonial (natural y/o cultural) tenemos como primer paso, que el bien patrimonial deberá ser objeto de alguna iniciativa de puesta en valor, normalmente a instancia de las instituciones estatales (al ser el Estado el custodio legal de dichos bienes).

Este proceso de puesta en valor comprenderá pasos como la detección, el registro y documentación, la investigación e intervención y la difusión / comunicación del bien patrimonial y puede aplicarse trátese de una catarata de asombrosa caída o de una casa histórica otrora perteneciente a un prócer de la patria.

Tengamos en cuenta que en relación con el patrimonio intangible, el Estado no es el custodio de estos bienes, la gente lo es. Si bien el Estado puede realizar propuestas de rescate y puesta en valor de tradiciones, serán las personas que las viven en su cotidianidad las únicas que podrán materializar y responsabilizarse de cualquier iniciativa.

La culminación de este proceso de puesta en valor lleva a tener como resultado que el bien patrimonial en cuestión se transforme en un recurso patrimonial.

 

¿Porqué es peligroso el uso de estos conceptos como “sinónimos”?

Con base en lo anteriormente expuesto y conociendo la situación en que se encuentran los bienes culturales y naturales en los países de América Latina y el Caribe, podemos concluir que la región es sumamente rica en bienes patrimoniales (culturales y naturales en su manifestación tangible o intangible), pero -comparativamente- los recursos patrimoniales de los que se disponen son escasos, lo cual limita seriamente las posibilidades de una oferta cultural.

Las posibilidades de generación de ingresos, creadas a partir de las oportunidades y presiones que abre el turismo cultural y el ecoturismo (y las variantes del turismo alternativo), hace que el proceso de puesta en valor para convertir un bien en un recurso patrimonial sea en muchos casos solo un proceso “de nombre”.

Esto significa, que no se han seguido los pasos adecuados en el proceso de puesta en valor del bien -registro, documentación, la investigación e intervención y la difusión / comunicación-; principalmente la falta de una adecuada investigación o estudios específicos, así como la propuesta de intervención y su ejecución (restauración de un bien cultural o descontaminación de un bien natural), son fundamentales para dar inicio al proceso de sostenibilidad. 

La falta de un adecuado proceso de puesta en valor, lleva a acciones apresuradas de intervención básicas (pero no suficientes) para poder comercializarlo (por ej. arreglar caminos de acceso, construir batería de baños y alguien para el cobro de la entrada), o por el contrario, de acciones de intervención que llegan a modificar / cambiar el bien patrimonial para hacerlo más accesible o confortable al turista (por ej. pistas de aterrizaje en zonas arqueológicas o mega estructuras cubriendo los bienes y modificando su apreciasión visual).

Debemos tener claro, entonces, que es sobre el recurso patrimonial -como resultado de un serio proceso de intervención del bien patrimonial-, que podemos llevar a cabo su gestión, promoción y comercialización, en otras palabras, convertir este recurso en parte de una oferta cultural.

 

Del Recurso Patrimonial al Producto y Consumo Cultural 

Para llegar a contar con un producto cultural o natural, y finalmente posibilitar el consumo cultural, debemos partir de la existencia y disponibilidad de un recurso patrimonial, el cual ya ha adquirido un carácter de activo económico, y una vez como tal, habrá de pasar por un proceso que incluye pasos como la gestión, la promoción y la comercialización, para poder generar a partir de él un producto cultural.

Como explica Jordi Juan-Tresseras (2003)*, el producto cultural es el recurso patrimonial, sobre el que se puede realizar una actividad (visitar, asistir, participar, estudiar, comprar, comer,…) porque está formulada una propuesta de accesibilidad al mismo (cultural, temporal, espacial y económica) para el público.

La accesibilidad es clave en la conversión de nuestro recurso patrimonial en un producto cultural, para el caso de nuestra hermosa catarata estaríamos hablando de información para el visitante, un sendero para poder llegar, facilidades, guías, un precio (o no), etc. En cuanto a la casa histórica del prócer de la patria, la habilitación de esta para recibir visitantes, información sobre la historia de la casa y sus habitantes originales, un precio (o no), guías, facilidades, serían parte de la propuesta de accesibilidad.

Siguiendo con dicho autor, cuando el producto cultural se promociona (se hace accesible al público) se convierte en oferta cultural, es decir que se realiza un programa con acciones de comunicación, generales o específicas, dirigidas a un público determinado (publicidad, folletos, libros, webs, catálogos,…). El público, atraído por el producto cultural promocionado, finalmente efectuará el consumo cultural. Éste es la realización por parte del público de la/s actividad/es propuesta/s en el producto cultural. Los gestores turísticos (vg. agencias, guías locales, organizaciones comunales) parten de la existencia de productos culturales para estructurar la oferta turística cultural a través de las redes de venta y/o de comunicación turística.

 

Del Bien Patrimonial al Consumo Cultural: el proceso en breve (diagrama diseñado por ILAM con base a la información de Juan-Tresseras (2003)

 

 

RECOMENDACIONES

Al crear nuestro producto cultural, preguntémosnos:

¿Qué hacer, cuál es la idea innovadora?

¿Cuál es su valor, significado y singularidad?

¿Cómo interpretaremos el producto?

¿Contamos con todos los medios?

¿Cuál será la estrategia de comunicación cultural?

 Al diseñar nuestra oferta cultural, pregunténemos:

¿Cómo se implementará la estrategia de comunicación cultural?

¿Cómo se fidelizará el producto?

¿Cuál es el análisis de la demanda?

¿Cuál será la propuesta innovadora para la distribución?

¿Con qué tipo de redes y alinzas se cuenta?

¿Cuáles serán los canales?


(*) DeCarli, Georgina: « Un Museo Sostenible: Museo y comunidad en la preservación activa de su patrimonio » San José, Costa Rica, Oficina de la UNESCO para América Central, 2006, 1era Ed.  

Temas:
submarcas_HR-03
submarcas_HR-04
submarcas_HR-01
submarcas_HR-02