Obras que lastiman nuestro patrimonio natural

Cancún ya no es la bella isla que enamoró a los hoteleros desde hace 4 décadas. ¿Qué será del resto de los ecosistemas?
¿Te has puesto a pensar sobre el impacto que puede ocasionar una empresa al patrimonio natural? El tema sale a colación por la serie de manifestaciones a favor y en contra del nuevo desarrollo comercial de la compañía Real Estate Dragon Mart Cancún, que el pasado 27 de noviembre inició la construcción de la obra, en Quintana Roo.

 

Cancún ya no es la bella isla que enamoró a los hoteleros desde hace 4 décadas. ¿Qué será del resto de los ecosistemas?
¿Te has puesto a pensar sobre el impacto que puede ocasionar una empresa al patrimonio natural? El tema sale a colación por la serie de manifestaciones a favor y en contra del nuevo desarrollo comercial de la compañía Real Estate Dragon Mart Cancún, que el pasado 27 de noviembre inició la construcción de la obra, en Quintana Roo.

En una entrevista sostenida con Alfredo Arellano Guillermo, director General de Operación Regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), el complejo de aproximadamente 570 hectáreas, no toca zona protegida. Pero nunca mencionó que este complejo podría afectar con descargas residuales el Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos, a unos 10 minutos del lugar, según explica Raúl Estrada, director de Comunicación de Greenpeace.

“Desde la administración de Felipe Calderón, las categorías establecidas por SEMARNAT para justificar que una construcción no atenta contra la biodiversidad, empezaron a cambiar para beneficio de las empresas”, dice. Por su parte, Arellano Guillermo de la CONANP, explica que la institución que representa busca establecer vínculos, pero con empresas locales o con ejidatarios para que cuenten con capacitación y con todo el apoyo necesario que los impulse a desarrollar una empresa sustentable, que son las que menos impacto provocan a las áreas protegidas.

Desequilibrios naturales

Para el ambientalista, un ejemplo dramático es Cancún, que nació como destino en 1974 al ser proyecto pionero del Centro Integralmente Planeado del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

“Aquí existió un manglar que servía de protección para desastres naturales, como el Huracán Wilma, que a su paso degradó la franja de arena y arrasó con toda la hotelería. Pero todos estos cambios fueron ocasionados precisamente por la infraestructura turística”.

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obra mala3.jpgEl Acapulco de “Maria bonita” quedó encapsulado en la mente colectiva. El último desastre causado por Ingrid y Manuel es el resultado de un “efecto en cascada” por una serie de violaciones a su medio ambiente. “Primero deforestan para obtener ganancias económicas a través de la urbanización desmedida y el desarrollo de complejos turísticos. Nunca vieron o no quisieron ver los efectos a largo plazo. Al final también queda dañado el sector turístico”, señala el naturalista. 

De acuerdo con Moctezuma Madrigal Mercado, vocero del Movimiento Ciudadano en Defensa de La Loma de Santa María (MCDL), en Morelia, los casos de Cancún y Acapulco son similares en relación a la explotación de sus recursos naturales.

“Hay una gran violación a las minorías. Si hubiera sido redituable esta explotación para las comunidades locales, en mi opinión, el impacto destructor no hubiera sido tan agresivo. Por eso es necesario crear comisiones integradas por la comunidad civil, en las que participen académicos, jóvenes universitarios, especialistas y la gente del pueblo, para que se desarrollen planes de trabajo bien sustentados que permitan la defensa de sus tierras”, subraya.

De lo malo a lo bueno

Se suma el pueblo en las faldas del Cerro San Pedro (del cual retoma su nombre), en San Luis Potosí. En 1993 se propuso una iniciativa para declarar este sitio Reserva Ambiental de todo el valle de San Luis, con la finalidad de proteger las especies de fauna y flora del semidesierto.

Pero la historia que comparte Estrada finaliza con la de un pueblo fantasma, después de que este lugar contaba con la declaratoria de “Zona de Monumentos Coloniales”, desde 1972. Todo a consecuencia de una serie de detonaciones provocadas por Minera San Xavier, filial de la canadiense New Gold Inc, a partir de 1999. 

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“El escenario que presenta es desalentador, está destruido y abandonado. No hay posibilidad de vivir de una manera digna porque la empresa hizo explosiones a cielo abierto con cianuro, mercurio y otros componentes tóxicos”, afirma.

El naturalista Madrigal Mercado sustenta este hecho. Explica que las detonaciones en verdad perjudican la tierra dejando cráteres que dejan infértil la tierra. “Aquí ya no hay vida, no puedes hacer nada en este lugar porque se contaminan los ríos, se convierte en un zona árida y los animales se mueren o terminan por migrar”, asegura.

Cabo Pulmo es el arquetipo dentro de esta problemática. Según el director de Comunicación de Greenpeace, este Parque Nacional, en Baja California Sur, se encuentra en “categoría de protección”, gracias a la alianza de los lugareños para defender el arrecife y la riqueza biológica del hábitat. Después de que los hombres de negocio pretendían replicar el caso de Cancún, como complejo turístico en toda esta zona. “Es un caso de éxito dentro del turismo sustentable, uno de los ejemplos que mostraron que la fuerza y la unión de la sociedad civil, puede por sí sola, proteger su zona y vivir de ella”.

Foco rojo

Michoacán es otro estado que no se salva del deterioro ambiental. Es en Morelia donde se halla el Área Natural Protegida conocida como la Loma de Santa María, declarada como tal en 1996.

El lugar es importante por su diversidad de especies en flora y fauna que suman alrededor de mil 50. Dentro de esta cifra hay dos en peligro de extinción: el cedro y la salamandra michoacana de arroyo, esta es endémica.

Actualmente, un grupo de habitantes de la zona se encuentra trabajando en comunión para impedir que se continúe con la devastación de dicho lugar, el cual comenzó con la presencia del centro comercial Altozano y con las primeras viviendas de la inmobiliaria que pertenece a esta misma empresa.

Moctezuma Madrigal Mercado, vocero del Movimiento Ciudadano en Defensa de La Loma de Santa María (MCDL), asegura que este negocio es redondo. Además de que se pretende extender el proyecto inmobiliario, se desea continuar con la Segunda Etapa del Libramiento Sur, tramo Ramal-Camelinas, por parte de la Delegación SCT Michoacán.

Explica que la construcción de esta vía de comunicación dividiría el polígono de la reserva por lo que el ecosistema se fragmentaría; la interacción de las especies corre peligro y por consecuencia disminuye su reproducción. “Es un área que dota de servicios ambientales a sus habitantes. Pero si continúan las construcciones haciendo creer al público que se requieren vías de comunicación para adaptarse a la modernidad, pasando por alto el deterioro natural de la zona, entonces se pude ocasionar una falla geológica. Ésta puede provocar un derrumbe de 800 metros de tierra que llegaría a sepultar a más de siete colonias aledañas”, asegura.

Pero hay más. El también economista subraya que todos estos movimientos empresariales ponen en riesgo los mantos acuíferos que suministran agua a la ciudad de Morelia.

Afortunadamente, los 300 millones de pesos que estaban destinados al desarrollo de la Segunda Etapa del Libramiento Sur, por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, fueron congelados gracias a dicha movilización. Sin embargo, no quitan el dedo del renglón, porque el gobierno municipal y la Delegación SCT Michoacán harán presión para que la Federación baje los recursos designados a esta obra.

Por: Jimena González Bernal| El Universal

Fotos: Archivo El Universal

Tomado de: http://www.eluniversal.com.mx/destinos-viajes/2013/obras-vs-patrimonio-81937.html

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