En una casona del siglo XVII, en La Candelaria, la gente podrá ver y ayudar a construir las obras. Por primera vez en la ciudad, los visitantes podrán ver de cerca y participar en la construcción de las obras que harán artistas, investigadores, botánicos u otros especialistas que…
El Museo de Bogotá, que guarda la memoria histórica de la ciudad, abrirá el próximo 6 de agosto una nueva sede en el centro, en el barrio La Candelaria, en una casona construida en 1637 y restaurada. Esta apertura traerá una apuesta tan innovadora como riesgosa, en materia de museología y exhibiciones.
Por primera vez en la ciudad, los visitantes podrán ver de cerca y participar en la construcción de las obras que harán artistas, investigadores, botánicos u otros especialistas que ganen las convocatorias para las exposiciones que abrirá allí, semestralmente, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
“En la nueva sede se hace una reformulación del museo de Bogotá, que se acercará más a la gente, porque se construirá con participación de la ciudadanía. Serán espacios abiertos para la libre creación, pero igualmente para seguir creando la memoria histórica de la ciudad”, dijo la directora del IDPC, María Eugenia Martínez. En otras palabras, los espectadores en el nuevo Museo de Bogotá no verán solo cuadros, fotografías y mapas de la capital colgados en una pared, o protegidos en urnas y vitrinas de cristal, sino que encontrarán artistas e investigadores trabajando en los talleres que funcionarán en el primer piso de la casa.
Una casona histórica
El enfoque conceptual del nuevo museo lo trabajó el IDPC en los últimos tres años. Fue el tiempo que también duró la restauración de la casa del siglo XVII, dejándole piezas originales y al desnudo,como el papel de colgadura, las pinturas murales con flores de algunas habitaciones, las piletas de piedra para el agua y otros objetos.
De esta forma, los espectadores conocerán cómo eran las antiguas casas en el centro histórico de Bogotá. Según la investigación del IDPC, la edificación (enla calle 10 n.° 3-61) era inicialmente una casa baja de tapia, que quizás fue demolida entre 1815 y 1830 para construirle las dos plantas que tiene hoy, con paredes de adobe, de medio metro de ancho. Ocupa un área construida de 1.366 metros cuadrados. Dispone de 42 habitaciones.
La historiadora María del Pilar López explicó que, como ocurría con las casas antiguas del centro histórico, en la primera planta vivía la servidumbre, funcionaban la cocina, huertas y comercio o el alquiler de habitaciones. Esto explica su gran número.
La segunda planta la ocupaban los dueños: comedor, dormitorios, salas de recepción, y oraban en la capilla. Los propietarios originales de esta vivienda se desconocen. Solo se sabe que la familia Rubio Ricaurte la compró a mitad del siglo XIX.
Entonces se decía que era la Casa de la Independencia, porque allí se habría firmado el Acta de la Independencia. Después de descubrirse esta falsedad histórica se llamó Casa de las Urnas.
La Corporación La Candelaria la compró en 1982, por 125 millones de pesos. En el 2012 le hicieron un reforzamiento estructural. Luego siguió su restauración, que ha costado más de 3.000 millones. Martínez dijo que hoy la casa vale más de 903 millones.
Ahora, la casona de arcadas y columnas servirá, además de museo, para que la gente siembre plantas medicinales en sus huertas e intercambie saberes sobre el tema y acuda al salón del café.
El museo mantiene su colección
Las fotografías y mapas históricos
El Museo de Bogotá cuenta con 25.800 fotografías importantes, que muestran la ‘metamorfosis’ de la capital y su desarrollo, sobre todo, en el siglo XX. Son trabajos de reconocidos fotógrafos como Manuel H., Sady González y Saúl Orduz.
Una construcción que será colectiva
El museo abrirá sus puertas de una forma singular: medio vacío, porque las mesas y demás piezas para exhibiciones se construirán en forma colectiva. Por ejemplo, las mesas las harán ahí mismo carpinteros o grupos que aporten este trabajo.
Misión fotográfica de la nueva sede
Este será un programa donde un fotógrafo trabajará sobre un eje temático señalado por el museo: urbes, bordes o fronteras, ciudadanías (la gente) y el centro. El trabajo concluirá con la exposición que se hará en la segunda planta
Habrá talleres y conversatorios
El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural proyecta para niños, adultos, estudiantes e interesados talleres sobre distintos aspectos de la ciudad sociales, culturales, económicos, agricultura responsable, huertas y valores patrimoniales.
Tomado de: http://www.eltiempo.com/bogota/nueva-sede-del-museo-de-bogota/15848059
