Más de 20 objetos considerados monumentos arqueológicos mexicanos, están siendo puestos a la venta por una galería de Estados Unidos.
Entre las piezas subastadas hay artefactos mayas, teotihuacanos, cerámica del norte, occidente y Golfo de México.
En un comunicado de prensa, la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) manifiestaron su “rechazo a la subasta de bienes arqueológicos, patrimonio cultural de la nación mexicana” que se llevará a cabo por la Galería Artemis, de Louisville, Colorado, Estados Unidos.
De hecho, especialistas del INAH elaboraron el dictamen arqueológico, examinando las características de forma, estilo, materia prima, proporciones, acabados de superficie y estado de conservación de cada pieza. De él se determina que 20 objetos puestos a la venta son monumentos arqueológicos mexicanos, definidos y protegidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Entre las piezas se encuentran algunas figurillas zoomorfas, vasijas elaboradas en barro modelado, espejos con incrustaciones de piedra verde, fragmentos de esculturas y tapas de braseros tipo teatro, que recorren temporalidades que van de diversos periodos que van desde el 600 hasta el 1500 d.C. Asimismo, se pusieron a subasta algunos artefactos mayas y teotihuacanos, así como a estilos escultóricos de nuestro país como los denominados Casas Grandes del norte de México, de Occidente o de las Culturas del Golfo.
Es por eso, que la Secretaría de Cultura federal y el INAH han iniciado los procesos judiciales y diplomáticos correspondientes ante autoridades nacionales e internacionales, con el interés de que las piezas en cuestión sean repatriadas a territorio mexicano a través de los canales diplomáticos y legales oficiales.
También, autoridades de la Secretaría de Cultura enviaron una carta a la galería, exhortando a sus directivos a detener el ofrecimiento y la venta de dichas piezas, en consideración de que representan un legado invaluable de nuestras culturas ancestrales y, además, son parte de la memoria de numerosos pueblos originarios de la actualidad.
Con estas acciones, esperamos que se proteja el patrimonio cultural y la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, en cumplimiento de la legislación nacional y de los tratados internacionales en la materia; ya que contribuye al despojo cultural y atenta contra la memoria de los pueblos.
Subasta detenida
Estas mismas acciones se llevaron a cabo en la casa de subastas llamada Renascimento-Avaliações e Leilões, de Portugal, que según su página web, se “especializa en la venta en subasta de antigüedades, pinturas, arte moderno y contemporáneo, arte asiático, arte tribal e indígena, plata y joyas, armas y militar, libros y manuscritos.” Básicamente, subasta todo lo que llegue a sus manos.
A dicha casa de subastas llegó un artefacto prehispánico, pero por fortuna, diversas instituciones gubernamentales, y la representación diplomática de México en Lisboa, Portugal, logró recuperar una pieza arqueológica de origen mexicano que sería ofertada en 2023.
De acuerdo con el dictamen realizado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se trata de un bien mueble que, de conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, es un monumento arqueológico, propiedad de la nación mexicana, inalienable e imprescriptible.
Se trataba de una pieza elaborada en barro y de 43 centímetros de altura, que representa una figura femenina sentada sobre sus rodillas, lleva el torso desnudo y tiene un vestido; en la cabeza se observa un tocado cónico y en los hombros presenta escarificaciones. Corresponde al estilo Tala-Tonalá de la tradición cultural Tumbas de Tiro, procedente del actual estado de Jalisco y manufacturada entre los años 300 a.C. al 600 d.C.