Costa Rica: Riqueza patrimonial de Limón contribuirá a generar empleo

Los edificios históricos del centro de Limón, su gastronomía, su música, sus historias y sus riquezas naturales están adquiriendo un nuevo valor para un grupo de habitantes del casco urbano de esta provincia que busca desarrollar ideas de negocio a partir de estos recursos patrimoniales.

Se trata de la Red de Trabajo Colaborativo que está organizando el TEC por medio del proyecto denominado: “Aprovechamiento de oportunidades para la generación de desarrollo endógeno mediante la puesta en valor de recursos patrimoniales en el casco histórico y primer ensanche de la ciudad de Limón”, este último mejor conocido como Barrio Roosevelt o Jamaica Town, en sus orígenes.

De acuerdo con David Porras, docente, investigador y extensionista de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo del TEC, el desarrollo endógeno busca potenciar los recursos de un territorio para un aprovechamiento sostenible. “El proyecto busca articular y estimular diferentes actividades que permitan la generación de desarrollo. Eso ha sido visto con muy buenos ojos por parte de los pobladores. Nos han manifestado que tienen mucha fe en desarrollar sus capacidades de la mano con el TEC. Sin embargo, lo más importante no es lo que haga el TEC sino lo que hagan los actores locales”, resaltó.

Con la finalidad de sensibilizar a la población en torno a la gran cantidad de recursos patrimoniales con los que cuenta el centro de Limón y las posibilidades de articularlos con proyectos socioproductivos, próximamente el proyecto hará una exposición pública con un inventario de estos recursos acompañado de una maqueta para que los visitantes puedan localizarlos geográficamente.

Desarrollo endógeno

De acuerdo con Porras, para que el desarrollo de una comunidad sea endógeno debe reunir las siguientes características:

  1. Que sea irrepetible.

En el caso del centro de Limón, la presencia de la isla Uvita frente a sus costas es un elemento patrimonial irrepetible. Es decir, no existen dos islas Uvita en Costa Rica. Este recurso de patrimonio natural puede articularse con una estrategia que lo ponga en valor y se utilice en actividades económicas. Por ejemplo, recorridos a la isla, buceo en sus alrededores y recuperación de su historia.

  1. Que esté en el lugar donde se está trabajando.

El edificio de la Capitanía de Puerto en Limón es un buen ejemplo. Se trata de un inmueble con declaratoria de patrimonio histórico arquitectónico y que se ubica en el ámbito de estudio. Este recurso patrimonial de carácter cultural tangible, al igual que el ejemplo de la isla Uvita, puede contribuir con actividades económicas como recorridos históricos para los turistas y el desarrollo de actividades culturales y recreativas.

  1. Que sea gestionado por los actores locales.

Los pobladores del centro de Limón son quienes mejor conocen sus riquezas patrimoniales y las maneras en las que pueden ponerlas en valor y articularlas con actividades económicas. Expresiones culturales como la gastronomía, la música y la tradición oral en Limón contribuyen significativamente a la conformación de la identidad local. Por ello, solo sus pobladores pueden utilizar esos recursos con propiedad en un proceso de desarrollo endógeno.

“Se trata de un proceso en cadena. Primero, identificar claramente el recurso. Luego, articular a diferentes actores que están alrededor del recurso. Y, finalmente, generar una dinámica de productividad que puede ser con propósitos económicos, educativos o culturales”, resumió Porras.

En vista de que los recursos patrimoniales de Limón pueden incluir desde edificios y naturaleza hasta música y comidas, la Red de Trabajo Colaborativo está organizando el inventario de estos recursos a partir de una concepción amplia de patrimonio propuesta por la Unesco, que lo subdivide en patrimonio natural y cultural , y este último en tangible e intangible. “Con esta estructura clasificamos los recursos y valoramos cuáles son los que tienen mayor potencial de ser aprovechados. Ese es el inicio del proceso de cómo, estratégicamente, ese recurso puede generar desarrollo endógeno”, añadió el investigador.

El pasaje Cristal alberga a pintores limonenses como Honorio Cabraca. Este tipo de espacios y manifestaciones artísticas son parte del patrimonio que busca promover la Red de Trabajo Colaborativo. Foto cortesía de David Porras.

Cuatro pasos para impulsar el desarrollo

Para consolidar emprendimientos de negocio alrededor de las riquezas patrimoniales de Limón, el equipo de investigación y extensión del TEC ha establecido cuatro pasos estratégicos.

  1. Identificar y evaluar los recursos patrimoniales tangibles e intangibles del casco histórico y primer ensanche de la ciudad de Limón.

Se trata de un inventario de recursos patrimoniales que tienen un significado especial para los pobladores locales y contribuyen a la formación de una identidad comunitaria. Pueden ser desde comidas y tradiciones hasta edificios y parques.

  1. Desarrollar un programa de capacitación para la Red de Trabajo Colaborativo sobre la gestión de recursos patrimoniales.

Consiste en articular proyectos y emprendimientos locales con los recursos patrimoniales identificados. Este vínculo le dará un valor agregado a los productos y servicios que se ofrezcan. Este proceso de capacitación será facilitado por las Escuelas de Arquitectura y UrbanismoIngeniería en Diseño Industrial y Administración de Empresas del TEC.

  1. Crear una Red de Trabajo Colaborativo.

Esta Red procurará la gestión de los recursos patrimoniales para generar desarrollo endógeno. El propósito es integrar a representantes de los sectores público y privado, organizaciones no gubernamentales y movimientos comunitarios. También se busca que haya presencia de las distintas culturas presentes en el centro de Limón.

“Para mí este es el elemento fundamental del proyecto. Sin Red no hay proyecto, porque el desarrollo endógeno tiene que ser promovido por los diferentes actores locales. Ellos son los que manejan las líneas de trabajo de la Red, que van desde sensibilizar a la población hasta el mejoramiento de los recursos y la articulación de los proyectos”, enfatizó Porras.

  1. Elaborar un plan estratégico de gestión de los recursos patrimoniales.

Una vez constituida y capacitada la Red de Trabajo Colaborativo se diseñará un plan estratégico donde se definan las líneas de trabajo para la gestión de los recursos patrimoniales. Esto ayudará a los actores locales a evaluar sus avances a partir de objetivos claros y metas definidas.

La Red de Trabajo Colaborativo está ideando maneras de aprovechar las riquezas patrimoniales de Limón para generar nuevos emprendimientos. Las reuniones se realizan en el Centro Académico de Limón del TEC. Foto cortesía de David Porras.

 

Por: Fernando Montero bolaños

Tomado de: https://www.tec.ac.cr/hoyeneltec/2019/10/31/riqueza-patrimonial-limon-contribuira-generar-empleo

Colombia: sigue creando áreas protegidas en su compromiso de cuidar el medio ambiente

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Cuchilla Mesa Alta, Pozo Azul y Suelos Peque son el trío de ecosistemas clasificados recientemente como Distritos de Manejo Integrado gracias al apoyo de la organización WWF. Con esta figura se pretende proteger un total de 26.180 hectáreas nacionales.

Un total de 26.180 hectáreas nacionales compuestas por agua, especies vegetales y diversidad de fauna fueron declaradas Distritos de Manejo Integrado. Bajo esta figura se espera conservar la Cuchilla Mesa Alta en Boyacá, el Pozo Azul en Norte de Santander y Suelos Peque en Antioquia, tres ecosistemas recien incluidos al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). (Lea: Colombia compra más productos de tiburón en el mercado internacional de lo que exporta)

La primera de estas áreas, bautizada como Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) ‘Cuchilla Mesa Alta’, abarca un total de 685.89 hectáreas sobre los municipios de Tibaná y Nuevo Colón (Boyacá). En este bosque altoandino, a una altura de entre 2.450 hasta los 2.950 m.s.n.m, nace el agua que abastece 19 acueductos locales y beneficia a más de 5.000 personas. Ese motivo, sumado a su importancia biologica estimada en 83 especies de vertebrados y 72 especies vegetales, concretó la declaratoria a manos de la Corporación Autónoma Regional de Chivor (Corpochivor) y el apoyo de WWF.

Esta organización también estuvo detrás de la declatoria de DRMI Bosque Seco Tropical Pozo Azul, en Norte de Santander. Allí, el área protegida se extiende sobre 5.067 hectáreas entre Cúcuta y San Cayetano con el fin de “mantener la integridad ecológica de los bosques nativos y garantizar su capacidad de adaptación ante los efectos del cambio climático, además de proteger especies de fauna y flora”, aseguraron en un comunicado los conservacionistas.

El Distrito Regional de Conservación de Suelos Peque es la tercera área protegida. Este ecosistema, vecino del Parque Nacional Natural Paramillo en Antioquia, abarca un total de 20.428,5 hectáreas que sirven como corredor natural para las especies de la región. WWF en compañía de Corpourabá lograron la declaratoria de estos bosques altoandinos, andinos, subandinos y secos tropicales.

 

Tomado de: https://www.noticiasambientales.com/compromiso-ambiental/colombia-sigue-creando-areas-protegidas-en-su-compromiso-de-cuidar-el-medio-ambiente/

Chile: Aymaras recuperan bosques y bofedales ancestrales

“Estos bosques son parte de nuestra historia y entorno. Vamos a seguir cuidándolos por generaciones, pues queremos más árboles que nos entreguen mayor humedad. Además, los bofedales son muy importantes para nuestros pueblos, pues ahí es donde se alimentan nuestros animales”, explica Vicente Mamani, ganadero Aymara y artesano de lana camélida, mientras planta llaretas y queñoas.

Tradicionalmente, arbustos y árboles nativos como queñoas y llaretas, han contribuido al modo de vida y desarrollo de los pueblos andinos. Les brindan energía para calefacción, soporte para sus viviendas, medicina y bienestar. Los bofedales, una especie de pradera con permanente humedad donde se desarrollan especies nativa de las alturas, son el entorno en el cual se encuentra la ganadería de camélidos, su principal fuente de alimentación.

Vicente conoce la importancia de proteger este delicado ecosistema. Él es uno de los 204 pobladores de las comunidades de Arica y Parinacota, quienes a más de 4600m.s.n.m. trabajan con expertos del Banco Mundial, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y otros organismos estatales y regionales para hacer un uso sustentable de la tierra, a través de un aprovechamiento del agua en los bofedales, la reforestación de bosques de queñoa y el cuidado de la salud de los camélidos, para optimizar su producción y reducir el impacto del cambio climático en su diario vivir.

Las especies plantadas en este ecosistema son utilizadas como medicina tradicional, para elaborar forraje para animales, tintes para las lanas, entre otras aplicaciones. “La cosmovisión Aymara relaciona espiritualmente los bosques, bofedales y su ganado, con el sentido más profundo de su vida diaria. Entonces aquí estamos hablando de algo que va mucho más allá de la restauración física de un paisaje. Se trata de la restauración de una cultura en torno a la naturaleza”, afirma José Manuel Rebolledo, director ejecutivo de CONAF.

Stavros Papageorgiou, especialista senior del Banco Mundial en manejo de recursos naturales resalta que este proyecto ha sido un gran aprendizaje.  “La acción coordinada y colaborativa de CONAF con el Ministerio de Agricultura y la CONADI nos ha permitido proponer a los propietarios un manejo integral de sus predios, partiendo de un diagnóstico inicial de sus necesidades, los desafíos que tienen frente al cambio climático y la desertificación, y finalmente ofrecerles una propuesta conjunta que pueda darles sostenibilidad y mejorar sus medios de vida”.

Vicente nos cuenta que quiere dejar hechas todas estas mejoras. “Para nosotros es una esperanza grande que todo lo que se conversó en este programa, hoy se es posible verlo en la realidad. Me gustaría que venga uno de mis sobrinos o hermanos y se enraíce acá, al igual como yo lo hago”.

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La ganadería de camélidos es una de las principales actividades aymaras.


Avances en Manejo Sustentable de la Tierra

El proyecto de Manejo Sustentable de la Tierra está trabajando en cinco regiones del país, para luchar contra la degradación de terrenos forestales, agrícolas y ganaderos ubicados desde la zona norte al sur de Chile. La iniciativa busca mejorar 30.000 ha., con lo cual se contribuirá a mejorar los medios de vida de más de 1.500 personas, especialmente mujeres y representantes de pueblos indígenas.

 

Tomado de: https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2020/01/09/aymaras-de-chile-recuperan-bosques-y-bofedales-ancestrales?cid=SHR_SitesShareFB_ES_EXT 

Colombia: Declaran al Salto del Tequendama como patrimonio natural de Colombia

La medida, tomada por el Ministerio de Ambiente, pretende aportar a la conservación natural y paisajística de la caída de agua de 157 metros de altura y la zona donde habitan más de 120 especies de animales, entre ellos el oso de anteojos.

Antes del amanecer, más de 40 habitantes de la vereda San Francisco en Soacha, ubicada en una alta montaña repleta de árboles del bosque andino y de niebla, llegan a unos improvisados kioskos de madera y prenden los fogones para preparar caldos de costilla, arepas de chócolo, empanadas, morcillas, longanizas y huevos al gusto. 

Esperan con ansia la llegada de turistas y deportistas que todos los fines de semana visitan la caída del río Bogotá por un cañón de 157 metros de altura: el Salto del Tequendama, un sitio cargado de misterio, cuentos y leyendas que en una época fue conocido como el punto de encuentro de los despechados del amor con la muerte.

Al lado de los puestos de comida, desde donde se ve cómo caen con fuerza y chocan contra las piedras las ya contaminadas y espumosas aguas del río más importante de Cundinamarca, aún sobrevive una edificación antigua que en el siglo XX fue uno de los hoteles más prestigiosos de la aristocracia bogotana, donde hoy funciona un museo que es visitado por cerca de 400 personas los sábados y domingos.

El Salto de Tequendama es el único sitio netamente turístico en los más de 380 kilómetros que tiene el río Bogotá desde su nacimiento en el páramo de Guacheneque en Villapinzón y su desembocadura en las aguas carmelitas del río Magdalena en Girardot, a pesar de los olores nauseabundos y el color oscuro de sus aguas.

En la zona habitan más de 120 especies de animales, como el oso de anteojos y el oso perezoso, además de una alta diversidad de árboles, plantas y flores conformada por 52 familias y 81 especies, una de ellas, la merinthopidium vogelii, ilustrada en la expedición botánica de José Celestino Mutis. Sumado a esto, en el pasado fue un sitio habitado por los muiscas, indígenas que llamaban al río Bogotá como el alma de la sabana.

Por ser considerado como uno de los escenarios ambientales y paisajísticos más importantes del país, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible acaba de designar al área de la cascada del Salto del Tequendama como patrimonio natural de Colombia, medida que tiene como fin aportar a la conservación de la diversidad biológica, recreación, educación, mejoramiento de la calidad ambiental y la valoración social de la naturaleza.

La caída de 157 metros de altura acaba de ser declarada como patrimonio natural del Colombia. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.

El área declarada como patrimonio natural está ubicada al interior del Distrito Regional de Manejo Integrado del Sector Salto de Tequendama-Cerro Manjuí, 10.422 hectáreas declarada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) que le aporta provisión del recurso hídrico a aproximadamente 340.000 personas de los municipios de San Antonio del Tequendama, Tena, La Mesa, El Colegio, Anapoima, Apulo, Tocaima, Agua de Dios, Ricaurte, Girardot, Zipacón, Anolaima, Cachipay y Viotá.

“Este ecosistema es un gran productor de agua, captador de carbono y garantiza un eficiente sistema de equilibrio hídrico; debido a esta importancia se busca recuperar la zona como el patrimonio ambiental, histórico y cultural que representa para Colombia”, dijo el ministro de Ambiente Ricardo Lozano, quien acaba de firmar la resolución que le da un nuevo estatus al Salto del Tequendama.

Según Lozano, las medidas de manejo para el área de la cascada serán las mismas que sean establecidas por la CAR para el Distrito Integrado Salto de Tequendama – Cerro Manjui.

“La designación de esta declaratoria da cumplimiento a la sentencia proferida por el Consejo de Estado relacionada con la recuperación del río Bogotá y la represa del Muña, la cual establece el desarrollo de una metodología específica para estimación de caudal ambiental y ecológico del río Bogotá, instrumento que garantizará la prestación y conservación del servicio ecosistémico cultural del salto”, anotó el ministro.

Enamoró a Humboldt

En su expedición por América del Sur en 1799, el naturalista Alexander Freiherr Von Humboldt describió detalladamente el paisaje del Salto de Tequendama y su importancia.

“El salto debe su aspecto imponente a la relación de su altura y de la masa de agua que se precipita. El río Bogotá, después de haber regado el pantano de Funza, cubierto de bellas plantas acuáticas, se angosta y vuelve a su lecho cerca de Canoas. Allí tiene todavía 45 metros de ancho”, escribió.

Von Humboldt quedó deleitado con los reflejos de la luz que se rompen en la nube de vapor que flota sin cesar por encima de la catarata. “La división al infinito de esta masa vaporosa que vuelve a caer en perlas húmedas y deja detrás de sí algo como una cola de corneta. El ruido de la cascada es parecido al rugir del trueno y repetido por los ecos de las montañas, mientras que los robles en las alturas contrastan con las plantas tropicales que crecen al pie de la cascada. Todo se reúne para dar a esta escena indescriptible un carácter individual y grandioso”. 


La antigua casona del Salto del Tequendama fue durante el siglo XX uno de los hoteles más visitados por la aristocracia bogotana. Foto: Archivo.

Apuntó que solamente cuando el río Bogotá está crecido, es cuando se precipita perpendicularmente y de un solo salto, sin ser detenido por las asperezas de la roca. “Al contrario, cuando las aguas están bajas, el espectáculo es más animado”.

En una época, el Salto del Tequendama hizo parte del escudo nacional y una portadilla del papel periódico ilustrado. También sirvió de inspiración a muchos viajeros, poetas y artistas que le brindaron un homenaje a través de sus obras.

Inyección de vida

La caída de 157 metros del río Bogotá le da una pequeña inyección de vida al golpeado cuerpo de agua. Según la CAR, antes del majestuoso descenso, el nivel de contaminación está en su punto más álgido. Pero en su caída es sometido a un proceso de oxigenación natural y un cambio de energía potencial, que lo revive un poco. 

“Esto genera una descomposición de materia orgánica, lo que disminuye la demanda bioquímica de oxígeno y permite que el río retome unas características que mejoran su calidad”.

Más de 400 personas visitan cada fin de semana la Casa Museo Salto del Tequendam. Foto: Javier Tobar. 

Debido a esto, los olores fétidos, que predominan desde la salida del embalse del Muña hasta antes del gran precipicio, disminuyen un poco, y a su vez aparecen espumas “producidas por la presencia de jabones y grasas que, combinadas con la caída y velocidad del Salto del Tequendama, emulsionan”, dijo la entidad.

 

Tomado de: https://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/declaran-al-salto-del-tequendama-como-patrimonio-natural-de-colombia/47666

Rep.Dominicana: Declaran bachata dominicana como Patrimonio Cultural de la Humanidad

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró la bachata, genero musical originario de República Dominicana, dentro de su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, difundió en un comunicado.

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La decisión fue tomada durante la Comisión Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en Bogotá, Colombia, del 9 al 14 de diciembre del año en curso.

“Para el pueblo dominicano, la música y el baile de la bachata son expresiones culturales nativas siempre presentes en las celebraciones de las comunidades o en reuniones sociales. Por regla general, las letras de la bachata expresan sentimientos profundos y viscerales de amor, pasión y nostalgia”, destaca el documento.

El género nació a partir de la fusión del bolero, chachachá, son y merengue, y entre sus máximos exponentes se encuentran Romeo Santos, Prince Royce, Aventura, Frank Reyes, Andy Andy y, por supuesto, Juan Luis Guerra, quien celebró el ingreso a la lista.

“¡Celebrando la declaración de la UNESCO de la bachata como patrimonio de la humanidad! ¡Cantando bachata!”, escribió el músico en redes sociales, en una publicación a la que adjuntó un clip que anuncia el suceso.

Durante la década de 2010, géneros como el reggae, de Jamaica; las tamboradas, de España; las coplas, de los llanos colombovenezolanos; el merengue, la rumba cubana, el vallenato colombiano y el punto cubano han recibido la misma distinción.

 

Tomado de: https://www.24-horas.mx/2019/12/29/declaran-bachata-dominicana-como-patrimonio-cultural-de-la-humanidad/

Perú: Un nuevo museo arequipeño

Yoshitaro Amano fue un japonés trotamundos que pasó por el Perú en 1935, volvió en 1951 y se quedó, dedicado a recolectar textiles precolombinos y a crear el primer museo en el género. Por otro lado, Frank Michell fue un inglés que llegó a Arequipa en 1920 y se interesó en la industria de la fibra de alpaca, fundando en 1931 Michell y Cía. para clasificarla y exportarla.

A pesar de las distancias y el origen —mientras uno rescataba textiles milenarios, el otro proveía el insumo para la textilería del futuro—, hoy, Mario, hijo de Yoshitaro, y Derek, nieto de Frank, han inaugurado en Arequipa, junto a Mundo Alpaca, el Museo Textil Precolombino Amano-Michell, “teniendo por un lado la tradición textil heredada de nuestros antepasados y, por el otro, el textil vivo, activo y pujante hoy manifiesto en el Perú”, en palabras de Derek Michell.

Así se han unido el interés por conservar el arte textil del pasado y resaltar el del presente, pues mientras el museo muestra tejidos de las desaparecidas culturas Chancay, Nasca, Wari y Siguas, las galerías exhiben las creaciones de los ganadores del concurso nacional Arte Michell, que desde hace 11 años premia la textilería tradicional y ha logrado su resurgimiento y alta valoración.

De ese modo, en este año, el primer premio en este concurso ha sido para Manta blanca ultra fina en algodón y oveja de Lucía Agapito Fanán, de Huánuco, en una técnica declarada Patrimonio Inmaterial de la Nación; los siguientes premios y piezas seleccionadas de diferentes regiones son una muestra de la permanencia del arte que, con la presencia de sus creadores durante la premiación, convirtió en un museo vivo a Mundo Alpaca.

Este nuevo museo arequipeño nació hace cuatro años por un acuerdo entre el Museo Amano de Lima y Michell y Cía. para conservar la tradición textil peruana poniéndola en valor; por eso, en todas las tiendas Sol Alpaca de la textilera arequipeña, se presenta y ofrece una especial colección llamada Amano, así como, en el museo, su origen y arte que siguen sorprendiendo, especialmente al verlos a través de la curaduría de Walter Tosso y la museografía de William Mérida que, junto con Herbert Murillo de Michell, lo han hecho realidad.?

 

Tomado de: https://larepublica.pe/sociedad/2019/10/28/eduardo-ugarte-y-chocano-un-nuevo-museo-arequipeno-lrsd/

Brasil: La caipirinha fue declarada Patrimonio Cultural de Río de Janeiro

La caipirinha, la bebida más representativa del Brasil en el mundo, fue declarada como Patrimonio Cultural, Histórico e Inmaterial del Estado de Río de Janeiro, en un decreto publicado este jueves en el Boletín Oficial local.

Pese a tratarse de una bebida típica en los 27 estados de Brasil, y cuyo origen es atribuido a San Pablo, el gobernador carioca, Wilson Witzel, decidió declarar a la bebida hecha con cachaza, hielo, azúcar y limón como un patrimonio de su Estado, informó la agencia EFE.

“Queda declarada como Patrimonio Cultural, Histórico e Inmaterial del Estado de Río de Janeiro la caipirinha, bebida símbolo de Brasil”, determinó el gobernador en su decreto.

 

Para Witzel, así como para cualquier turista extranjero, la caipirinha es tan emblemática de Río de Janeiro como la samba, el carnaval o el Corcovado.

La ley sancionada fue propuesta por el diputado Paulo Ramos y aprobada por la asamblea legislativa del Estado de Río de Janeiro en 2018, cuando se conmemoró el primer centenario del famoso cóctel.

“La caipirinha es un movimiento cultural y una forma de identificación de Río de Janeiro”justificó Ramos, que se reconoció un apasionado por la bebida.

Las autoridades de Río de Janeiro fueron las primeras en declarar a la caipirinha como patrimonio pese a que la bebida, según coinciden los historiadores, nació en el interior del vecino Estado de San Pablo en el siglo XIX, y solo llegó a Río de Janeiro en el siglo XX.

La declaración, igualmente, ignora que los principales productores de la cachaza, el aguardiente de caña de azúcar que sirve de base a la bebida, están en San Pablo y Río de Janeiro.

Receta patentada


La caipirinha es el único cóctel brasileño reconocido internacionalmente por la International Bartenders Association (IBA), lo que le garantiza una certificación de origen.

Las autoridades brasileñas adoptaron cuidados para garantizar los derechos sobre la bebida hasta el punto que el entonces presidente Lula da Silva, publicó en el Boletín Oficial un decreto en el que estableció por ley la receta del cóctel.

Tales normas, por las que se formaliza su registro ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), tienen por objetivo dejar claro que la caipirinha y la cachaza son productos brasileños y evitar que empresas extranjeras las utilicen como marcas en el mercado internacional.

El decreto de Lula estableció que solo puede ser llamada caipirinha, “bebida típica de Brasil”, la bebida elaborada con cachaza, limón y azúcar que tiene entre un 15% y un 36% de volumen en graduación alcohólica y que es servida a 20 grados celsius.

La norma, que dejó en claro que la cachaza tiene que ser producida en Brasil, agregó que está permitida que se le agreguen aditivos y agua para que la graduación alcohólica esté en el nivel exigido.

Tal decreto, por lo mismo, no consideró como caipirinha las variaciones que han surgido y se han popularizado, y en las que la cachaza es sustituida por vodka o por ron, y el limón por diferentes frutas.

Tomado de: https://www.rionegro.com.ar/la-caipirinha-fue-declarada-patrimonio-cultural-de-rio-de-janeiro-1150400/

Chile: Inédito arte rupestre hallado en Tierra del Fuego tendría entre 5.000 a 6.000 años de antigüedad

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A poco más de tres meses del hallazgo que impactó al mundo científico el arqueólogo, Francisco Gallardo, profundiza sobre el vínculo de los pueblos originarios de la Patagonia.

En diciembre de 2017 en el marco de un programa realizado por el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (Ciir) de la Universidad Católica, cinco investigadores dieron con uno de los hallazgos más importantes del último tiempo para la Región de Magallanes. Se trata de pinturas rupestres encontradas en la bahía Yendegaia, en el extremo sur de Tierra del Fuego, lugar en el que aseguran han encontrado más de cien sitios arqueológicos del pueblo yagán.

“El hallazgo de las pinturas rupestres forma parte de una investigación que estamos realizando en bahía Yendegaia, que está asociada al camino que está haciendo el Ministerio de Obras Públicas para unir el canal Beagle con el estrecho de Magallanes”, sostuvo Francisco Gallardo, investigados del Ciir, quien lideró el grupo de arqueólogos que se encontraban indagando las “habitaciones” del pueblo yagán que todavía se pueden encontrar en esta zona de la isla.

“En este momento, sin haber hecho ninguna investigación arqueológica más que hacer los registros, lo más probable es que en esta bahía esté la secuencia completa de ocupación de los yamanas (yaganes), desde que colonizan el canal Beagle, hasta el periodo de contacto con los europeos”, manifestó el arqueólogo que además resaltó que estos descubrimientos deberían tener una antigüedad de entre 5.000 a 6.000 años.

Frente a las pinturas encontradas, Gallardo sostiene que pertenecen a un sitio rocoso clavado en uno de los pantanos, algo así como un humedal. “El hallazgo evidentemente es una sorpresa porque en la isla de Tierra del Fuego no existían antecedentes de arte rupestre. Se habían encontrado algunos en la isla Picton y otro en cabo de Hornos, que también son muy recientes, a lo cual se suma este, el cual prueba que los canoeros tenían un sistema de representación visual de mucha importancia, al igual que los kawésqar”, contó.

Por otro lado, el experto destacó la concordancia de este hallazgo con otros que se han encontrado antes en la región y de los cuales ya se tenía conocimiento, señalando que “este arte rupestre forma parte de un sistema visual que tiene una amplia cobertura regional, como puede ser cerca de Pali Aike, en Cerro Benítez o en la isla Madre de Dios. Es una cobertura de enorme extensión y además funciona muy bien con las pinturas corporales que conocemos de la época de contacto”.

En tanto, el investigador del Ciir subrayó que este tipo de descubrimientos tienen que ver con una razón de acceso a los lugares que antes eran casi imposibles de visitar y mucho menos recorrer. “Se ha ido cambiando la percepción de esto porque creo que tiene que ver con la posibilidad que tenemos hoy día de desplazarnos dentro de los archipiélagos, cosa que en el pasado era muy difícil”.

Finalmente, Francisco Gallardo, se refirió a los próximos trabajos que se aprontan a realizar en el futuro, en la bahía Yendegaia, para poder seguir en la búsqueda de este arte rupestre que ha impactado al mundo de la arqueología. “En este momento estamos tratando de crear un plan de trabajo para el Ministerio de Obras Públicas y, una vez que este plan esté acordado, tendríamos que presentarlo al Consejo de Monumentos Nacionales y éste nos dé la autorización correspondiente. Pero por las condiciones climáticas esperamos que sea a fin de este año o comienzos del siguiente” concluyó.

 

Tomado de: https://laprensaaustral.cl/cronica/inedito-arte-rupestre-hallado-en-tierra-del-fuego-tendria-entre-5-000-a-6-000-anos-de-antiguedad/

Venezuela: primer país del mundo en quedarse sin glaciares

Hace 85 años llegó la primera ascensión exitosa al pico Bolívar, el punto geográfico más alto del país. Era una expedición compuesta por Enrique Bourgoin, Heriberto Marquez y el guía Domingo Peña. Ellos lograron su objetivo.

Fue todo un éxito pues se trata de una formación montañosa impresionante y majestuosa, con nieves eternas y unos paisajes espectaculares. Pero eso de “nieves eternas” está hoy en cuestionamiento.

La causa es el deshielo. A finales de los  años cincuenta hubo intentos de construir el teleférico (funicular) más alto del mundo pero la nevada fue tan fuerte que el proyecto se pospuso hasta que por fin se logró realizar el proyecto (1961) que llega hasta el Pico Espejo.

Hasta nuestro país llegó gente de Noruega, Alemania, Estonia y otros lugares, durante los años 1956 y 1961, a esquiar allí. La pista de esquí sobre el Pico Espejo estaba entre las cinco más elevadas del mundo.

“Fue genial –dice la periodista de investigación Helena Carpio, con quien conversamos para obtener estos certeros datos- pues los que llegaron tuvieron que subir en mula hasta las pistas, ubicadas a más de tres mil metros desde la ciudad de Mérida. En aquella época no habían carros que subieran por cableado eléctrico, como los hay en la actualidad”.

En apenas 50 años, todo cambió

Comienzan a realizarse temporadas de esquí en aquél pico durante la década de los sesenta. Mucha nieve y condiciones adecuadas. Pero luego, lamentablemente, poco a poco fue reduciendo la cantidad de nieve. No había suficiente y diez años después el cambio climático lo hizo imposible.

Lo sorprendente, le acotamos, es la velocidad con que este fenómeno se ha venido produciendo. “Cierto -dice ella- y se acelera. Hay datos de que Pierre Bourgoin (el cual fue un botánico muy famoso, profesor de la Universidad de Los Andes y la primera persona con un microscopio en la ciudad de Mérida) quien era montañista, subió a la cumbre del Pico Toro y comprobó la existencia de grietas de más de 16 centímetros de profundidad, en línea recta de 16 metros! Cincuenta años después, ya no quedaba glaciar en la zona”.

También da cuenta de un estudio muy respetado, publicado el año pasado el cual expone como en los últimos 30 años, la cordillera de Los Andes ha perdido entre el 30% y el 50% de su área glaciar. La aceleración del derretimiento, de que habla la periodista –y que desvela al papa Francisco-, es real y constatable.

Pronóstico aterrador

Hay muchos factores que intervienen en el proceso y que pueden variar, por lo cual es complejo ofrecer una estimación de cuándo perderemos nuestro último glaciar.

Pero los expertos concuerdan en que podrían ya no existir en una década. Es decir, mañana, a juzgar lo rápido que pasa el tiempo. Es aterrador comprobar cómo el deshielo puede conseguir que nos convirtamos en el primer país del mundo en perder todos sus glaciares.

Los cierto es que resiste el último de estos hielos eternos: el glaciar La Corona. Años atrás, este solía cubrir una gran extensión de los picos Humboldt y Bonpland, pero hoy solo una capa de 200 mil metros cuadrados se posa sobre el primero de ellos. Está ubicado sobre el pico Humboldt y conserva apenas 0,2 kilómetros cuadrados de nieve. Tiene los días contados. Una tragedia.

Muchas personas podrán pensar en que no les incumbe este problema, que eso está muy lejos de las grandes ciudades, que sus efectos los sufrirá el clima pero que, al fin y al cabo, seguiremos viviendo tranquilos. Es la típica actitud frente a la depredación y/o la degradación del ambiente que no repara en las consecuencias ecológicas que los cambios en el entorno climático pueden acarrear.

Los glaciares son centinelas

Así los llama Helena, experta investigadora sobre temas ambientales. Los glaciares nos están ayudando a entender mejor el cambio climático. Son unas masas de hielo gigantescas que internalizan los cambios y variaciones en el clima de manera muy rápida tanto en  grosor como en longitud.

Aparte de que hay estudios que se hacen con cilindros. Los científicos perforan el glaciar y extraen unos cilindros. Dentro de ellos vienen burbujas de oxígeno que quedaron capturadas hace más de 8 mil años cuando cayeron las primeras nieves y formaron el glaciar.

Gracias a esas burbujas podemos saber cuál era el nivel de bióxido de carbono de la atmósfera, cuánto metano había, cuánto llovió ese año, si hubo erupciones volcánicas, si hubo grandes cambios geográficos en la zona. Los glaciares nos aportan información privilegiada, por necesaria, para entender el planeta, su pasado y para comprender cómo funciona, cuáles son los mecanismos y para dónde vamos.

“Además –explica Helena- los glaciares conservan el 70% del agua dulce del planeta. Muchos de los ríos –esto ocurre con países latinoamericanos aunque Venezuela no es el caso- dependen de los glaciares para sobrevivir millones de personas; y no solo estamos hablando de propósitos agrícolas u hogareños, sino que también los ecosistemas dependen de esas aguas dulces que guardan niveles de algas  y microorganismos muy específicos. Si esa agua deja de fluir por allí, muchos animales endémicos, que solo existen allí que, sencillamente, van a desaparecer”.

Es triste decir que toda esa información que aportan los cilindros extraída de los glaciares se perderá con el derretimiento.

“Es una pérdida gigantesca –subraya- y uno de los síntomas del cambio climático. No es el único pero es uno de ellos. También es una pérdida para los montañistas que nos encanta el hielo y subir a las cumbres. Lo vamos a perder.  Hay culturas para las cuales el asunto es más serio pues los glaciares son parte de su identidad y pasarán por el trauma de verlos desaparecer”.

En un trabajo de Jeanfreddy Gutiérez Torres y María Fernanda Rodríguez, aparecido en noviembre pasado en el portal Mongabay, se lee: “Los Andes tropicales concentran en tan solo el 1 % del área del planeta, unas 45 000 especies de plantas —20 000 de ellas endémicas, es decir, especies que no habitan en ninguna otra parte del mundo— y 3400 de animales vertebrados”.

“En la porción que alberga Venezuela, que son los 500 kilómetros de la Cordillera de Mérida, se han identificado 16 especies endémicas y seis de ellas son mamíferos, como el venado del páramo de Mérida. Hay que sumar a la biodiversidad del área las diez especies de mariposas Redonda y 11 especies de fauna amenazadas y en peligro crítico.

Y esta es solo una parte de lo que se puede perder.

Durante años, los científicos de la ULA -Universidad de Los Andes- dedicaron innumerables horas de trabajo para armar una colección bacteriológica extraída completamente de los glaciares”.

La humanidad es muy terca

Habría manera de detener el proceso “pero la humanidad es muy terca –insiste Helena-. Si bien es cierto que nos encontramos en un período interglaciar con tendencia a calentar, también es cierto que no tenía por qué ser a este ritmo y a esta velocidad, ni a estas magnitudes. Es totalmente anormal lo que ocurre. Hay muchas cosas que podríamos hacer pero los cambios tendrían que ser estructurales y sistémicos”.

Indica que podríamos llevar a cabo cambios individuales como consumir menos carne, gastar menos electricidad, manejar menos autos contaminantes, reducir el consumo de plásticos. Pero, de fondo, si los gobiernos y las grandes empresas no adoptan esos cambios estructurales como políticas, es poca la incidencia que podríamos tener los particulares.

“Fíjate –precisa Helena- un vuelo Caracas-Miami produce la misma cantidad de dióxido de carbono que puede producir una persona, en todo el año, en más de treinta países del mundo. Un solo vuelo!. Eso te da una idea de la cantidad y envergadura de cambios estructurales que debemos adoptar para revertir o frenar lo que está sucediendo. Y la realidad es que no lo estamos haciendo y no nos damos cuenta de lo grave que es”.

Son cambios en la vida de las empresas, gobiernos y personas, muy difíciles de ejecutar y hasta, siquiera, de plantear.

Los hieleros

Para un reportaje muy especial se buscó a gente anciana que viviera en esos valles y recordara los glaciares, relata Helena Carpio. A través de un programa de radio que se transmite por todas las aldeas de Los Andes se requirió a personas que recordaran los glaciares y pudieran dar testimonio de cómo se vivía con ellos. Apareció un señor llamado Francisco Castillo, con más de 90 años de edad, viviendo en una aldea de apenas cuatro casas. Sus familiares subían al Pico Bolívar, picaban el hielo con machetes, lo bajaban y lo vendían en Mérida.

Ese hielo se usaba para conservar los alimentos en tiempos sin artefactos eléctricos como neveras y congeladores. Igualmente servía para hacer “raspados”, hielo picado muy pequeño que bañaban con néctares de diversos sabores y vendían en conos de papel o vasos de carton fino, muy famosos en toda Venezuela, especialmente en zonas y épocas de calor.

Los hieleros eran verdaderos escultores que cincelaban el grueso panel congelado del glaciar con un machete y la ayuda de un martillo, a fin de poder cargarlo y descender a la ciudad.

Desde esas hermosas y pretéritas estampas andinas (años 1.800) , ya se percibía un cierto derretimiento en los glaciares evidenciado en “los huequitos” de que daban fe aquellos escaladores, conocidos y recordados como los hieleros.

Las famosas “Cinco Águilas Blancas” son los cinco picos que alberga la Sierra Nevada de Mérida: el Bolívar (4978m); el Humboldt (4942m); el Bonpland (4883m); El Toro (4758M) y El León (4720M).  Son, en sentido figurado, las águilas de las que habló Don Tulio Febres Cordero (*) en su obra del mismo nombre. En esa  hermosa leyenda, cantó a la imponente cordillera andina.

Aún cuando se divisa nieve cubriendo estos picos, el Humboldt es el único que conserva una masa glaciar que bordea el 1 %, según un reporte de la Nasa del 28 de agosto de este año. Una sola de las cinco águilas blancas resiste los embates del deshielo, augustos glaciares de los cuales ya no va quedando sino el recuerdo.

(*)Tulio Antonio Febres-Cordero Troconis, fue un escritor, historiador, profesor universitario y periodista .-

 

Por: Macky Arenas

Tomado de: https://es.aleteia.org/2020/01/05/venezuela-primer-pais-del-mundo-en-quedarse-sin-glaciares/

Argentina: Restos de maíz de 3500 años de antigüedad en el NOA

No caben dudas de que el maíz fue un cultivo muy importante para las sociedades prehispánicas del noroeste argentino (NOA) y del norte de Chile. Se lo utilizó como alimento y como ofrenda para los muertos. Sin embargo, en esta región no existen los antecesores del maíz silvestre como en México. Al ser únicamente doméstico, tuvo que ser traído desde otras regiones. ¿Cuándo y cómo se incorporó este cultivo a la vida de estos grupos humanos del NOA? Este es uno de los grandes interrogantes de los arqueólogos que trabajan en esta región.

Un equipo de arqueólogos coordinados por los investigadores Jorge Martínez y Nurit Oliszewski del Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES, CONICET-UNT) encontró macrorrestos carbonizados de granos de Zea mays de 3500 años de antigüedad en el sitio arqueológico Taller Puesto Viejo 1, en la Quebrada de Los Corrales al oeste de la provincia de Tucumán. Esta microrregión arqueológica se encuentra por encima de los 3000 metros sobre el nivel del mar, en el sector norte de las Sierras del Aconquija, en el abra de El Infiernillo.

“Hasta ahora, lo que se conocía para el NOA eran maíces con una antigüedad que data del año 0 de la Era Cristiana en adelante”, explica la científica. “Con el correr de los siglos, cada vez hubo más maíz y aún mucho más hace 1000 años, ya que su cultivo se hizo más intenso con el paso de grupos cazadores-recolectores a grupos productores de alimento, y luego con la complejización de esos grupos productores”.

El hallazgo consiste en unos fragmentos quemados de maíz provenientes de un contexto funerario de cremación de restos humanos que proceden de una excavación realizada en 2015, subsidiada por el CONICET y la National Geographic Society. Este contexto de inhumación funeraria (pozos de cremación) permite comenzar a comprender la visión que estas sociedades tenían sobre los rituales y la muerte. Al mismo tiempo, despierta nuevos interrogantes acerca de si los especímenes habían sido trasladados al sitio para un evento especial, si habían formado parte de una comida, o bien, si estaban allí como ofrenda.

Los científicos desconocen quiénes introdujeron el maíz en el noroeste argentino. No fueron los Incas porque ellos llegaron apenas un poco antes que los españoles, hace unos 600 años. El presente hallazgo que data de 3500 años (1550 años a.C.) trae consigo preguntas y certezas: “De algún modo tuvo que llegar –dice Nurit–, hace miles de años la movilidad era muy alta y frecuente, es decir que los grupos humanos no eran sedentarios. Lo que sí sabemos es que la planta de maíz estaba presente y que tal vez estaban experimentando con su cultivo”.

El lapso que va desde el 2000 a.C. hasta el 0 se conoce como “período transicional” porque es el paso de los cazadores-recolectores nómades a grupos agro-pastoriles sedentarios. El hecho de que el maíz aparezca en este momento de transición da la idea de grupos que ya estaban buscando asentarse en este lugar.

Este hallazgo de macrorrestos de maíz es el más antiguo para el NOA y para el norte de Chile. La doctora Oliszewski manifiesta optimismo: “Seguramente esto nos indica que van a aparecer hallazgos similares en otros sitios arqueológicos. Este no va a ser el único”.

Analizando lo macro y lo micro

En la Puna, los arqueólogos ya habían encontrado microrrestos –aquellos que se observan solamente a través del microscopio– y antiguos artefactos de molienda, como morteros, pero nunca macrorrestos tan antiguos. Estos macrorrestos, visibles al ojo humano, son de granos de maíz o fragmentos del marlo. El hecho de que estuvieran quemados permitió su preservación.

En el laboratorio, los fragmentos también fueron analizados mediante un microscopio que permitió detectar microrrestos que son diagnósticos del maíz: gránulos de almidón y silicofitolitos. “El diagnóstico dado por los microfósiles nos confirmó que era maíz lo que a simple vista ya parecían ser pequeños fragmentos quemados de la planta. Esto significa que ambos análisis, el micro y el macro, nos dieron el mismo resultado, lo cual nos genera mucha confianza”, dijo Oliszewski. Además contó que a los fragmentos les realizaron pruebas de fechado radiocarbónico en el centro CAIS (Center for Applied Isotope Studies) de la Universidad de Georgia, Estados Unidos, que avalan la antigüedad de 3500 años.

Rocío Molar, becaria doctoral en el Instituto de Estudios Históricos (IEH, CONICET-CEH), fue quien realizó la identificación microscópica. “El análisis macroscópico, que realicé junto a Julieta Carrizo, permitió identificar ciertos rasgos (como la textura brillosa, la estructura interna porosa y con oquedades y el patrón de fracturación curvo) que llevaron a asignarlos a priori como restos de Zea mays”, indicó. Mediante el posterior análisis con microscopio, se identificaron 32 granos de almidón cuyas características particulares (cruz de extinción, tamaño, presencia de hillum en forma de punto, etc.) les permitió confirmar que estaban ante la presencia de este cereal.

Otro gran hallazgo

Además de maíz, el grupo de arqueólogos también encontró granos de quinua doméstica asociados a ese momento. “La quinua fue recuperada junto con los macrorrestos de maíz en otros sitios de la Quebrada de Los Corrales. Fue fechada en 3040 años AP (antes del presente)”, explica Guillermo Arreguez, becario doctoral en Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES, CONICET-UNT), que las identificó.

El hallazgo es de gran relevancia porque demuestra la asociación de dos plantas, el maíz y la quinua, que fueron parte de los recursos alimenticios más importantes de los grupos prehispánicos del NOA y del mundo andino. Además representan los restos macroscópicos más antiguos de Tucumán hasta el momento. Arreguez sintetiza: “Se podría decir que hace unos tres mil quinientos años ya se utilizaba el maíz y la quinua en lo que hoy es el territorio de Tucumán”.

Por: Jorgelina Martínez Grau

Tomado de: https://www.conicet.gov.ar/restos-de-maiz-de-3500-anos-de-antiguedad-en-el-noa/?fbclid=IwAR2cSC-X2r66hNoZ4TAzBZcyYT4mRUAYlt6p1Y_kkv8-Z43wLusrykblvb0