Un equipo de científicos descubrió el diseño de antiguas aldeas construidas entre los años 1300 y 1700 d. C. en el estado de Acre, en la Amazonia brasileña, muy cerca de las fronteras con Perú y Bolivia.
Lo extraordinario del caso fue que las edificaciones nativas se dispusieron en forma de círculo y estaban conectadas entre sí por senderos que apuntaban hacia los puntos cardinales. El descubrimiento se realizó mediante un sistema de teledetección montado en un helicóptero, de acuerdo con un relevamiento de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
El descubrimiento se realizó mediante un sistema de teledetección montado en un helicóptero Fuente: Archivo – Crédito: Journal of Computer Applications / Archaeology, 2020
Además, el hallazgo fue posible gracias a la tecnología de escaneo LiDAR, la misma que presentan algunos coches autónomos y los nuevos modelos iPhone de Apple para escanear el entorno y calcular distancias, según publicó la cadena RT.
Mediante un sensor denominado RIEGL VUX-1 UAV, que fue instalado en un helicóptero Bell, los científicos lograron documentar un paisaje mucho más complejo y organizado de lo que a simple vista podía verse desde el cielo. Escondida debajo de la vegetación se revelaba la silueta de varias ciudadelas ocultas
Debajo de la vegetación se revela la silueta de varias ciudadelas ocultas Fuente: Archivo – Crédito: Journal of Computer Applications / Archaeology, 2020
De esta manera, fueron clasificadas más de 35 aldeas y decenas de antiguos senderos. Sin embargo, los investigadores piensan que hay mucho más por descubrir en esa selva inexplorada.
Cada pueblo estaba constituido por entre 3 y 32 montículos dispuestos en círculo. El diámetro de cada círculo variaba entre 40 y 153 metros con una plaza en el medio.
El diseño circular y la conectividad con otras aldeas
De acuerdo con la investigación, que fue publicada en la revista Journal of Computer Applications in Archaeology, las aldeas se conectaban entre sí por caminos que tenían una orientación cardinal, es decir, los senderos apuntaban al norte y al sur. Las vías rectas conectaban un pueblo con otro, creando una red de comunidades a lo largo de varios kilómetros.
La disposición de las aldeas sugiere que los antiguos habitantes de Acre tenían modelos sociales muy específicos para la forma en la que establecían sus comunidades.
La disposición de las aldeas sugiere que los antiguos habitantes de Acre tenían modelos sociales muy específicos Fuente: Archivo – Crédito: Journal of Computer Applications / Archaeology, 2020
Y si bien ya se había documentado la presencia de aldeas circulares en esa región brasileña, hasta ahora se desconocía su extensión, como también su vínculo cardinal con otros pueblos.
Pueblos prehispánicos
“LiDAR nos ha permitido detectar estos pueblos y sus características como caminos, lo que antes no era posible porque la mayoría no son visibles con los mejores datos disponibles por satélite”, dijo José Iriarte, profesor de la Universidad de Exeter y coautor del trabajo.
Esta es una prueba más de que la selva tropical estuvo habitada durante mucho tiempo por comunidades indígenas, remarcó el científico. Sus culturas surgieron, sucumbieron, se transformaron y volvieron a surgir mucho antes de que los europeos llegaran al continente americano.
Esta tradicional bebida de la región guaraní a base de una infusión fría de yerba mate, acompañada por yuyos y otras veces por jugos naturales fue elegida por la Unesco como Patrimonio cultural de la humanidad.
Lo consumían los guaraníes. Es una bebida fría elaborada a base de yerba mate (Ilex paraguariensis), yuyos o hierbas medicinales y abundante hielo. El consumo de esta bebida fría es una costumbre muy arraigada la cultura paraguaya. También consumida en el noreste argentino (como las provincias de Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes), sur y este de Bolivia y suroeste brasileño, (como los estados de Mato Grosso, Mato Grosso del Sur, Santa Catarina, Paraná y Río Grande del Sur), donde las temperaturas en verano también son elevadas.
En verano los misioneros la eligen siempre, de agua, de jugo y hasta de gaseosa, es una infusión que no falta en las tardes veraniegas en la tierra colorada.
A esto se sumó ahora el importante reconocimiento que aprobó este jueves la Unesco, que posiciona al tereré como un patrimonio cultural inmaterial de la humanidad
En el país vecino festejaron este logro ya que hace años Paraguay buscaba que la bebida más emblemática sea reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y, por ello, presentó su candidatura bajo la identificación de “Prácticas y saberes tradicionales del tereré en la cultura del pohã ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay».
El ministro de la Secretaría Nacional de Cultura de Paraguay, Rubén Capdevila, agradeció al Comité de la Unesco y manifestó su orgullo por la obtención del reconocimiento mundial hacia una práctica nacional que traspasó generaciones e incluso fronteras con los compatriotas que migraron a diferentes países
“Esta bebida ancestral se transmitió de generación en generación desde el siglo XVI hasta nuestros días. Paraguay agradece al Comité por su positiva respuesta y se compromete a realizar acciones para salvaguardar las tradiciones culturales del país”, expresó en una breve intervención durante el evento de reconocimiento.
Según la Unesco, un patrimonio intangible o inmaterial tiene que ver con tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y al universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
Con la publicación de su nueva lista “Mejores destinos del mundo de 2021”, National Geographic anuncia los 25 destinos extraordinarios que definirán nuestros itinerarios futuros e inspirarán a su público a “soñar ahora e ir después”.
La nueva lista es una colección optimista de las historias más inspiradoras y los destinos más importantes mundo. Enmarcadas en cinco categorías (naturaleza, aventuras, cultura, sostenibilidad y familia), cada inclusión rinde homenaje a un destino excepcional con una historia relevante para contar en el próximo año. La lista completa para 2021 incluye éxitos de conservación, logros en materia de preservación, resiliencia cultural e historias de comunidades que superan obstáculos abrumadores para salir de la pandemia.
El Parque Nacional Los Glaciares fue elegido en la categoría de “Aventuras máximas”. La lista se creó, investigó, informó y escribió en colaboración con los equipos editoriales internacionales de Traveler, de National Geographic, que cuenta con millones de lectores y más de una docena de oficinas en todo el mundo.
“Si bien la pandemia ha frenado por completo los viajes, no ha silenciado nuestra curiosidad”, afirmó George Stone, Executive Editor de National Geographic Travel. “El mundo está lleno de maravillas, incluso cuando son difíciles de alcanzar. Este es el momento perfecto para descubrir algo nuevo sobre una cultura o un lugar extraordinario en nuestro mundo, y, tal vez, idear el próximo viaje para cuando llegue el momento”.
Y finalizó: “Antes del nuevo año, y con la esperanza de poder volver a viajar, nos entusiasma compartir estas 25 historias oportunas de lugares atemporales que pueden ayudar a definir nuestros futuros itinerarios. Para crear la lista, trabajamos con el personal editorial de National Geographic en todo el mundo, así como con profesionales de la fotografía, la escritura, la exploración y, por supuesto, con quienes sienten pasión por viajar con el objetivo de informar sobre las comunidades y los sitios imprescindibles que esperamos visitar en los próximos años”.
Con una inversión de $ 9.600 millones y casi 6.500 m2 construidos, la edificación será moderna y consonante con la tradición estética regional. Con un estimado de 20 meses de trabajos, el recinto dará nueva visibilidad a las colecciones que dan cuenta de diez mil años de historia humana en Atacama, con piezas arqueológicas y mineralógicas, incluidas las del rescate de los trabajadores de la mina San José.
La superficie total será de 6.445 metros cuadrados y cumplirá con todos los estándares del siglo XXI: espacios flexibles y salas de exhibición ricas en iluminación natural, depósitos dotados de alta tecnología y laboratorios, además de una biblioteca abierta al público.
Con la reciente toma de razón de la Contraloría General de la República de la licitación respectiva, en enero se iniciarán las obras de construcción del nuevo Museo Regional de Atacama. La institución ejecutora del proyecto es la dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y la inversión es de $ 9.600 millones, recursos que fueron aprobados por el Consejo Regional de Atacama.
La iniciativa fue anunciada por el Presidente Sebastián Piñera el año pasado, en conjunto con la creación del Museo de la Democracia en Santiago. Ya en ese momento se indicó que el Museo Regional de Atacama sería la casa propia del legado del exitoso rescate de los 33 mineros de la mina San José, en 2010. Las piezas estrella de ese acervo son el papelito que reza Estamos bien los 33 y la Cápsula Fénix 2, que ya son parte de la colección del museo, en su acápite El rescate que conmovió al mundo.
“Este proyecto es un ejemplo claro de descentralización cultural. Su construcción no sería posible sin la determinación del gobierno regional, que apostó por el resguardo y difusión de su patrimonio cultural. Se trata de una inversión relevante para el sector cultural y por supuesto es una excelente noticia que el destino de estos recursos sea consolidar la institucionalidad cultural en regiones”, destaca la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.
Raúl Irarrázabal, director de Arquitectura del MOP, explica que “este es un anhelo regional que tiene muchos años, porque la verdad es que siempre el museo regional actual se tomó como museo provisorio, no definitivo”. Actualmente, ocupa la casa de los hermanos Matta Goyenechea, que fue construida en 1832 y es monumento histórico.
“La empresa constructora ya fue elegida, por concurso; De Vicente, y la primera piedra se colocaría en enero próximo. Los trabajos tienen un tiempo estimado de 20 meses”, anticipa Irarrázabal.
El nuevo museo se construirá en un terreno que fue cedido en 2014, con este fin, por el Ministerio de Bienes Nacionales, en la alameda Manuel Antonio Matta, en un sector que es barrio de conservación histórico.
“Era el hito que faltaba para este eje que se ha remodelado en los últimos años y que corresponde a la segunda fundación de Copiapó. Si bien la ciudad de San Francisco se Copiapó se fundó en la plaza, con el damero español típico, cuando se inauguró el primer ferrocarril de Chile, que fue financiado directamente por los mineros, Copiapó cambió completamente y todas las cosas importantes sucedían en este barrio, que es donde estaba la estación”, cuenta Raúl Irarrázabal.
En el sector se emplaza un moderno centro cultural municipal, la iglesia de San Francisco, la Casa de Empleados de Ferrocarril – un monumento histórico- y la sede de Sernageomin. “Es tal vez el sector más histórico de Copiapó por todos los hechos que han sucedido en este sector. En esta alameda se produjo, por ejemplo, la Guerra del Agua en el siglo antepasado”, detalla el director de Arquitectura del MOP.
Diseño del arquitecto Max Núñez Bancalari para el Museo Regional de Atacama, que se ubicará en la alameda Manuel Antonio Matta, de Copiapó. Imagen: Dirección de Arquitectura MOP.
El diseño del nuevo Museo Regional de Atacama se lo adjudicó, vía licitación, el arquitecto Max Núñez Bancalari y su equipo. Tendrá tres niveles superiores y dos subterráneos, y salas de exhibición permanente de historia natural, paleontología, arqueología, historia de Atacama y minería.
Su estética, explica Raúl Irarrázabal, es consonante con la tradición arquitectónica regional, puesto que Copiapó es una ciudad de fachada continua, sin antejardines y con patios interiores, debido a la intensidad de la luz natural.
“Este museo rescata ese concepto, pero en una versión más moderna. Es un gran lleno que está fragmentado con patios y grietas que expresan también cómo se da la minería, que es una gran roca maciza que va siendo perforada, van saliendo grietas y se va trabajando. Esto es lo mismo, es un gran macizo que se fue trabajando, sacándole llenos y esos llenos fueron generando estas grietas o patios”, detalla el arquitecto. A través de esas fisuras ingresa la luz natural.
La materialidad es terrosa; hormigón a la vista con un pigmento color tierra. “La gracia de la arquitectura de Atacama es que las fachadas no dicen mucho de la riqueza arquitectónica siempre se da al interior. El descubrimiento se va dando al irlo recorriendo por dentro por los juegos de luz y los patios”, agrega Irarrázabal.
Cristóbal Leturia, subsecretario del MOP, en tanto, destaca que ese ministerio “está impulsando importantes construcciones de uso cultural en todo el país, entre teatros, bibliotecas y centros culturales. En la región de Atacama, al Museo Regional se suman dos obras recién terminadas como el Centro de Creación (Cecrea) de Vallenar y la Biblioteca Pública de Chañaral, esta última vinculada a la reconstrucción del aluvión de 2015. Toda esta infraestructura tendrá un impacto relevante sobre la calidad de vida de los atacameños”.
“Este museo es el destino natural de la Cápsula Fénix”
El director de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázabal, destaca que “este museo es el destino natural de la Cápsula Fénix y todo lo asociado al rescate de los mineros”. Tal como sucedió con el Museo Regional de Aysén, la dirección de Arquitectura del MOP es la responsable de la ejecución de esta infraestructura, y la museografía estará a cargo del Ministerio de las Culturas.
El Museo Regional de Atacama, en todo caso, ha tenido un foco en los minerales desde su fundación misma, en 1973, dada la relevancia que tienen estos recursos naturales dentro de la identidad local y de los diez mil años de la historia humana de Atacama que relata su museografía. La colección mineralógica tuvo desde el primer momento la misma importancia que su acervo arqueológico e histórico. Las piezas, de hecho, provenían de la Universidad Técnica del Estado, la Escuela Normal Rómulo J. Peña, el Liceo de Hombres de Copiapó, El Centro Cultural Jotabeche, la Municipalidad de Copiapó, y de particulares.
Fachada del Museo Regional de Atacama, que se ubicará en el barrio de la segunda fundación de la ciudad, asociado al ferrocarril. Imagen: Dirección de Arquitectura MOP.
Las colecciones históricas del museo reúnen piezas de los batallones de Atacama en la Guerra del Pacífico, minería colonial y republicana y de la elite copiapina del siglo XIX, además de acervos cartográficos, pictóricos y fotográficos. Se suma El rescate que conmovió al mundo, justamente con los elementos testimoniales de la exitosa operación que salvó con vida a los 33 mineros de la mina San José, en octubre de 2010, tras haber estado atrapados a 720 metros de profundidad durante 69 días.
Su colección de historia natural incluye ejemplares de paleontología, fauna nativa y mineralogía de la región; y la colección arqueológica, piezas de las culturas Huentelauquén, Molle, Ánimas, Cultura Copiapó, Inca-Diaguita, Inca y Likanantay.
En 1898, las ideas más disruptivas del argentino Florentino Ameghino, naturalista autodidacta, teórico de las eras geológicas y estudioso de los huesos fósiles, desataron acalorados debates científicos en ambos lados del Océano Atlántico
Es el año 1898. Mientras Julio Argentino Roca se prepara para asumir su segunda presidencia, un inmigrante genovés naturalizado argentino al que todos conocen como “el gringo de los huesos” le muestra al mundo las pruebas que confirman su revolucionaria teoría sobre el origen de la humanidad.
El ser humano prehistórico no se habría originado en la Europa de los Neandertales, sino en Sudamérica y en la Argentina, puntualmente en la región pampeana de Buenos Aires, y la prueba más contundente de este postulado es “El hombre fósil de Miramar“, hallado en 1888 por el recolector de huesos Andrés Canesa en el arroyo La Tigra de Mar del Sud.
El autor de la alucinante teoría sobre el “origen pampeano de la humanidad” es Florentino Ameghino; un naturalista autodidacta, teórico de las eras geológicas y estudioso de los huesos fósiles, cuyas ideas más disruptivas desatan acalorados debates científicos en ambos lados del Océano Atlántico.
El cráneo que dio origen a la teoría del “Hombre fósil de Miramar” fue hallado por el recolector de huesos Andrés Canesa en el arroyo La Tigra en 1888, en Mar del Sud Fuente: Archivo – Crédito: Museo de Miramar
Así termina el iluminado siglo XIX en Occidente: con una efervescencia científica pocas veces vista en todas las disciplinas del conocimiento y con las principales mentes de Europa y Norteamérica mirando hacia el sur, preguntándose cómo puede ser que el origen de la humanidad estuviera en nuestro continente.
Ameghino y la antigüedad del hombre en el Plata
No era la primera vez que Ameghino sacudía al mundo científico con sus ingeniosas hipótesis, en un contexto donde los exploradores más atrevidos recorrían el mundo en busca de huesos que probaran el antecedente más antiguo de nuestra especie.
El genovés criado en Luján junto a cuatro hermanos había viajado a París en 1878, con el poco dinero que pudo recolectar vendiendo sus colecciones de fósiles, para presentarse en el Congreso Internacional de Americanistas, vincularse con la vanguardia científica de la época y promover sus principales argumentos acerca del origen de la humanidad.
El genovés criado en Luján viajó a París en 1878 para presentarse en el Congreso Internacional de Americanistas Fuente: Archivo
La apuesta dio sus frutos. Ameghino contrajo matrimonio con la joven francesa Leontine Poirier -en adelante su principal colaboradora literaria-, vivió dos años en Francia y publicó, en 1880, su libro capital: El origen del hombre en el Plata.
Allí afirmó que el hombre y los mamíferos se habían originado en América, puntualmente en la pampa argentina, yendo todavía más allá de las teorías evolucionistas de Charles Darwin, de cuya obra se hizo eco en estas latitudes.
Pero, cuando regresó al país, Ameghino no solo no fue recibido con honores, sino que fue declarado cesante de su cargo en el Museo de La Plata. Lejos de deprimirse, aceleró la publicación de su obra en castellano (1881) y abrió una librería en la capital bonaerense llamada El Glyptodon, con Leontine como principal impulsora.
Ameghino divulga también otra de sus grandes teorías: la coexistencia del humano prehistórico americano con los megamamíferos, también conocidos como megafauna, entre los que se cuentan el gliptodonte y el megaterio Fuente: Archivo – Crédito: Heinrich Harder
Ese mismo año, Ameghino divulgó también otra de sus grandes hipótesis: la coexistencia del humano prehistórico americano con los megamamíferos, también conocidos como megafauna, entre los que se cuentan el gliptodonte y el megaterio.
Esta idea fue rechazada de plano por las principales figuras paleontológicas de la época sin saber que, pocas décadas después, serían rotundamente confirmadas.
Ales Hrdlicka: su gran detractor
El principal detractor de las ideas de Ameghino fue un checo nacionalizado estadounidense, miembro del Instituto Smithsoniano y fundador del American Journal of Physical Anthropology, Ales Hrdlicka, quien promovía una teoría sobre la población continental que chocaba de frente con la teoría ameghiniana.
El principal detractor de las ideas de Ameghino fue el checo nacionalizado estadounidense Ales Hrdlicka, miembro del Instituto Smithsoniano y fundador del American Journal of Physical Anthropology Fuente: Archivo – Crédito: Getty
América no es la cuna de la humanidad, sostenía Hrdlicka: solo había recibido las migraciones de poblaciones asiáticas a través del Puente de Beringia o el corredor terrestre que se formó entre Siberia y Alaska luego de la última glaciación, conocida como Era del Hielo.
Según el checo, esto había sucedido hace unos 12 mil años, por lo que el hombre sudamericano jamás hubiera podido coexistir con la megafauna, como se denomina a los mamíferos gigantes.
Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más
Florentino Ameghino
Sin embargo, el padre de la paleontología argentina sostenía que el “Hombre fósil de Miramar” provenía del “pampeano inferior”, es decir, que tenía más de 2 millones de años, lo suficiente como para ser considerado el “origen” de la humanidad y echar por tierra al esquema de Hrdlicka.
Algunas de sus ideas fueron rechazadas de plano por las principales figuras paleontológicas de la época sin saber que, pocas décadas después, serían confirmadas Fuente: Archivo
“Cuando la teoría de Ameghino fue puesta en duda, también se puso en cuestión que el hombre sudamericano hubiera coexistido con la megafauna; ellos postulaban, al contrario que Ameghino, que el hombre americano había llegado después de la extinción de los grandes mamíferos. Hallazgos en décadas posteriores, muchos de ellos realizados en la provincia de Buenos Aires y en la Patagonia, demostraron que el hombre sudamericano convivió con megaterios, gliptodontes, hippidiones [el caballo original americano] y también con la llama gigante”, destaca a LA NACIÓN Mariano Magnussen, del laboratorio paleontológico del Museo de Ciencias Naturales de Miramar y Fundación Azara.
“Florentino publicó en 1884 el descubrimiento de fósiles de Homunculus patagonicus, que es la única especie del género monotípico extinto de primate platirrino (un pequeño mono) y que vivió en la Patagonia argentina cuando era una selva tropical en el Mioceno, hace unos 17 millones de años antes del presente. Ese hallazgo de monos tan antiguos, y el hallazgo de restos humanos del Plioceno de Miramar y otros puntos de la costa bonaerense, cerraban la teoría del origen pampeano de la humanidad”, agrega Magnussen.
Del Homo pampeanus al Phorusrhacos longissimus
“Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, y el día que perciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para esos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no pueden abandonarla nunca más”, escribió Florentino Ameghino, poco antes de morir, el domingo 6 de agosto de 1911 a las 8.20 de la mañana en la ciudad de La Plata. Tenía 57 años.
La diabetes del naturalista había empeorado después del golpe emocional que significó la muerte de su compañera Leontine y ya no volvió a recuperarse. Su hermano Carlos Ameghino, el menor de la familia y principal recolector de fósiles en el territorio, continuó su legado y la defensa de sus principales ideas y descubrimientos.
Entre ellos, el hallazgo y descripción pormenorizada, a partir del fósil de una mandíbula, de un enorme pajarraco prehistórico patagónico de Santa Cruz, el Phorusrhacos longissimus (1887).
Esta ave carnívora no voladora que midió hasta tres metros de altura se cuenta entre los principales depredadores de América del Sur, vivió entre 2 y 60 millones de años atrás (era Cenozoica) y también es conocida como “ave del terror” o “pájaro terrorista”.
Sospechas de fraude, entre Lorenzo Parodi y Charles Dawson
Con la muerte del sabio, sus críticos promovieron una canibalización de sus ideas. Sobre todo, porque algunos de los hallazgos analizados “no se encontraban en su contexto original o incluso algunos quedaron bajo una fuerte sospecha de fraude científico por parte de sus colectores”, cuentan en el Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
Finalmente, se supo que el cráneo de La Tigra que Florentino Ameghino asignó a la especie Homo pampaeus correspondía a nuestra misma especie, Horno sapiens.
“Si bien resultó ser más moderno que lo supuesto, fechados recientes indican que tiene una antigüedad superior a los 7000 años”, destacan los naturalistas miramarenses.
El polémico Lorenzo Parodi, inmigrante genovés que se ganó la vida recolectando fósiles Fuente: Archivo
Sin embargo, no fue este hecho lo que puso en cuestión toda su obra, honesta desde lo intelectual, sino el trabajo de campo de otro inmigrante genovés radicado en Necochea, Lorenzo Parodi.
Con Florentino ya muerto, y mientras la Argentina del Primer Centenario se erigía como una potencia pujante con élites dirigentes que promovían las ideas del progreso científico, las autoridades de la Universidad de La Plata impulsan una expedición en 1912 en busca de restos fósiles en las localidades de Miramar, Monte Hermoso y Valcheta para verificar la ideas del “Hombre fósil de Miramar”, en un contexto mundial donde los intelectuales de todo el mundo buscaban nuevas explicaciones acerca del origen de la humanidad.
Una comisión investigadora integrada por figuras notables viajó a Miramar para verificar los sitios arqueológicos Fuente: Archivo – Crédito: Museo de Miramar
Por invitación de Carlos Ameghino, “una comisión científica viajó a Miramar para inspeccionar los sitios donde Parodi había hecho sus descubrimientos, en la cual participaron los principales investigadores de la época”, cuentan Eduardo Tonni, Ricardo Pasquali y Mariano Bond en Ciencia y Fraude: el hombre fósil de Miramar (Ciencia Hoy, 2001).
La calavera y algunos huesos que dieron origen a la teoría del “Hombre fósil de Miramar” fueron hallados en 1888 en el arroyo La Tigra, actualmente Mar del Sud Crédito: Hipólito Sánchez / Archivo Clavero
El descubrimiento más extraordinario fue realizado por el mismo Lorenzo Parodi y fue conocido como “el fémur de toxodon flechado“, lo que confirmaba tempranamente la hipótesis ameghiniana de que el humano americano había coexistido con la megafauna.
En este contexto, Carlos Ameghino planteó sus dudas en la revista Physis (1918) y “expresó que Parodi fue el único que descubrió los yacimientos”, caracterizaron los investigadores.
Su hermano Carlos, el menor de los Ameghino y principal recolector de fósiles en el territorio, continuó su legado y la defensa de sus principales ideas y descubrimientos Fuente: Archivo – Crédito: AGN
Al hueso del toxodon le habían incrustado maliciosamente un instrumento lítico humano que servía de raspador a la vez que cortador, en una especie de acto desesperado para forzar la comprobación de la hipótesis.
“Lo que no sabemos es quién fue el autor del fraude. ¿Fue Parodi el responsable? ¿Fue víctima de una broma, como era común, por otra parte, en el medio rural en la época? Quizás nunca lo sabremos“, refieren los académicos.
Otro fraude, todavía más escandaloso, ocurría al mismo tiempo en Inglaterra.
Expedición en la Patagonia: se cree que los dos protagonistas serían Florentino y Carlos Ameghino durante un trabajo de campo Crédito: Museo de La Plata
En 1912, el anticuario Charles Dawson había desenterrado en las afueras de Piltdown Common, en el sur inglés, los restos de un cráneo humano cuyo aspecto era muy primitivo.
El hallazgo se publicó en la revista científica Geological Society de Londres firmado por el paleontólogo Arthur Smith Woodward con el nombre Neoantrhopus dawsoni, el humano más antiguo jamás hallado o el eslabón perdido del ser humano.
Tal como postulaba Ameghino, hallazgos en décadas posteriores demostraron que el hombre sudamericano convivió con megaterios, gliptodontes, hippidiones [el caballo original americano] y también con la llama gigante Fuente: Archivo
El descubrimiento competía con la hipótesis de Ameghino, pero sobre todo con el hallazgo de 1856 cerca de Düsseldorf (Alemania) en el valle alemán de Neander, conocido como Neandertal.
El Neoantrhopus dawsoni u “Hombre de Piltdown” fue un fraude rotundo que se sostuvo durante más de cuarenta años, cuando en 1953 se descubrió que el cráneo correspondía en realidad a un ser humano moderno de no más de 50 mil años de antigüedad, y que además le habían insertado un trozo de mandíbula de un orangután para que pareciera todavía más antiguo.
La humanidad sudamericana convivió con la megafauna, tal como sostenía Florentino Ameghino y como se pudo comprobar décadas después Crédito: Museo de Miramar
Ameghino, el precursor de la prehistoria americana
Más temprano que tarde, se supo que la obra de Ameghino fue totalmente ajena a este tipo de adulteraciones científicas. “Más allá de las grandes correcciones de las teorías ameghinianas, es indudable la enorme contribución al conocimiento científico sudamericano, con más de 6 mil nuevas especies descriptas y una obra que supera las 30 mil páginas“, considera Magnussen.
Especialistas en Ciencias Naturales de todo el mundo reconocen sus ingeniosas teorías como vigentes e ineludibles, aun cuando el “Hombre fósil de Miramar” y el cráneo hallado en el arroyo La Tigra no hayan sido ni tan originales ni tan antiguos como él pensaba.
Por: Facundo Di Genova / Tomado de: https://www.lanacion.com.ar/ciencia/el-hombre-fosil-miramar-alucinante-teoria-florentino-nid2501149
Estudios realizados con tecnología de punta confirmaron que un lingote de oro hundido hace 500 años en los canales de Tenochtitlan es un vestigio de la Conquista española correspondiente a la Noche triste, informó este jueves el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
En un comunicado, el INAH señaló que entre los episodios del proceso de Conquista que serán rememorados este 2020 figura la llamada Noche triste, como se conoce a la derrota sufrida por los soldados de Hernán Cortés y sus aliados a manos del ejército mexica el 30 de junio de 1520.
El director del Proyecto Templo Mayor del INAH, Leonardo López Luján, explicó que pese al sitio del hallazgo al norte de la Alameda Central de Ciudad de México en marzo de 1981, en correspondencia con la ruta de la fuga de Cortés, y las características de la barra metálica, que coinciden con las referidas en fuentes históricas, se estimaron necesarios nuevos estudios.
El arqueólogo explicó que desde mediados de la década de 1970 se han efectuado estudios sistemáticos de la composición química de varias colecciones arqueológicas, “poniendo énfasis en su contenido porcentual relativo de oro, plata y cobre”.
En comparación con la de otras áreas mesoamericanas como la maya (objetos extraídos del Cenote Sagrado de Chichén Itzá) o la mixteca (Valles Centrales), las piezas de oro recuperadas en las excavaciones del Templo Mayor cuentan con los menores porcentajes de cobre.
Confirman que “tejo de oro” hundido hace 500 años en los canales de México-Tenochtitlan, corresponde a la huida de la isla, emprendida por Hernán Cortés y sus huestes.
Sobre el estudio del “tejo de oro“, señaló que para ello y con la ayuda del doctor José Luis Ruvalcaba, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se usó el equipo portátil bautizado como “Sandra”, dotado de Fluorescencia de Rayos X (XRF), “una probada técnica multielemental de alta sensibilidad, no destructiva, no invasiva y sumamente rápida”.
“Si se comparan estos valores con los consignados en la gráfica de zonas geográficas mesoamericanas de uso, nos percataremos que el lingote se sitúa dentro del grupo de piezas recuperadas por el Proyecto Templo Mayor”, precisó el doctor López Luján, citado en el boletín.
El tejo de oro, mudo testigo de la Noche Triste. Encontrado a un costado de la iglesia de San Hipólito donde fue la masacre @RoyCampospic.twitter.com/cwCw36pouY
El lingote, de 1.93 kilos, fue descubierto a mediados de 1981. Uno de los trabajadores, Francisco Bautista, quien falleció en 2019 y tuvo la oportunidad de participar después en varias excavaciones arqueológicas, lo encontró a 4.8 metros de profundidad y se encargó de entregarlo a los arqueólogos.
Lo interesante es que la ubicación del hallazgo concordaba con el camino seguido por Cortés y sus hombres en la Noche triste.
López Luján resaltó que este lingote es una pieza “clave” en el rompecabezas de ese suceso histórico, pues coincide con la descripción que Bernal Díaz del Castillo hizo de los “tejos de oro” que se obtuvieron de la fundición del “Tesoro de los antepasados de Moctezuma”.
“Bernal refiere que los tejos medían tres dedos de ancho, equivalente a 5,4 centímetros, y aunque no lo crean, eso mide el lingote hallado en 1981”, dijo el arqueólogo.
Asimismo, en el Códice Florentino se asienta e ilustra que, una vez consumada la venganza, los mexicas regresaron a los canales a buscar los objetos expoliados y es curioso que uno de ellos aparece portando una espada en la mano derecha y un “barrete de oro” en la izquierda”.
López Luján indicó que el “tejo de oro” se exhibe hoy en el Museo Nacional de Antropología “como dramático testigo material de la Conquista española y testimonio arqueológico único de la llamada Noche triste“.
Tomado de: https://www.milenio.com/cultura/inah-tejo-oro-hallado-mexico-vestigio-noche-triste
Cuando Cristóbal Colón se lanzó a atravesar los grandes espacios vacíos al oeste de la Ecúmene (la zona habitada de la Tierra), había aceptado el desafío de las leyendas.
“(…) Y el mundo era entonces el mar Mediterráneo con sus costas de ambigua proyección hacia el África y Oriente. Los navegantes portugueses aseguraban que el viento del oeste traía cadáveres extraños y a veces arrastraba leños curiosamente tallados, pero nadie sospechaba que el mundo sería, pronto, asombrosamente multiplicado”. Así es como el uruguayo Eduardo Galeano comienza su clásico “Las venas abiertas de América Latina”, un libro publicado en 1971 que narra la historia de la región y su lugar en el mundo. El escritor, así como toda la historiografía occidental, parte del primer viaje del navegante genovés en 1492 para contar el primer encuentro entre los habitantes de lo que se conocería como América y los exploradores que llegaban desde otras partes del planeta. El encuentro, narrado por Colón, aparece en respetadas colecciones como la “Historia de América Latina” del historiador británico Leslie Bethel, o en los volúmenes de “Historia de la Conquista”, escritos por el estadounidense William Prescott en la primera mitad del siglo XVIII. En los márgenes, están las historias de posibilidades alternativas, como la de que los vikingos de Groenlandia tenían colonias en el litoral de Canadá, o de que la “gran tierra, fértil y de clima delicioso” encontrada y descrita supuestamente por un capitán fenicio al otro lado del océano en el año 500 a.C. era América. Aquel contacto inédito —relatado por Colón— marcaría el inicio de toda la historia de invasiones europeas y de posteriores colonizaciones de los territorios y pueblos existentes de este lado del globo, y sería también el marco inaugural de una narrativa hegemónica que perdura hasta hoy en torno de un “descubrimiento de América” ??por parte de Europa.
El “descubrimiento” chino
Hace casi dos décadas, sin embargo, se extendió una historia alternativa del “descubrimiento” de América. En oposición al consenso historiográfico, esta historia dice que flotas encabezadas por dos almirantes chinos, Zhou Man y Hong Bao, habían navegado desde África hasta la desembocadura del río Orinoco, en la actual Venezuela, y que luego habían bajado por toda la costa del continente hasta el estrecho de Magallanes en el año 1421. Es decir, 71 años antes del viaje de Cristóbal Colón.
En el siglo XV, China estaba tecnológicamente más avanzada que Europa.
Estos almirantes habían sido entrenados y dirigidos por el gran navegante chino de la época: el eunuco musulmán Zheng He. Y, ahora, estas figuras históricas están siendo evocadas por la alta cúpula del gobierno chino para reafirmar los reclamos globales de la potencia asiática. La tesis del “descubrimiento” chino, cuyas versiones existían antes, se hizo famosa a través de dos bestsellers escritos por el ex-comandante de la Armada británica Gavin Menzies a principios de la década de 2000: “1421: el año en que China descubrió el mundo” (Bertrand, 2006) y Who Discovered America? The Untold History of the Peopling of the Americas (“¿Quién descubrió América? La historia oculta de la ocupación de las Américas”, sin traducción). A pesar de que la tesis ha sido fuertemente criticada por algunos historiadores por el tratamiento poco ortodoxo de la evidencia histórica, la discusión permanece abierta entre expertos de todo el mundo. Algunos de ellos afirman que, aunque los chinos, de hecho, no navegaron por la costa americana antes de Colón, es posible decir que tenían los medios para hacerlo. “Tecnológicamente hablando, China estaba en condiciones de llegar a América u otras tierras, y ni siquiera podemos descartar que esto haya sucedido”, explica Rita Feodrippe, investigadora de la Escuela de Guerra Naval, especializada en la marina china. “Muchos navegantes pudieron haber llegado allí y morir a su regreso, o incluso haber dejado constancia de los descubrimientos. Sin embargo, la cuestión es que la tecnología por sí sola no responde a esta pregunta. “Los europeos salieron a explorar el Atlántico porque el Mediterráneo estaba cerrado y necesitaban encontrar nuevos mercados. China, por el contrario, tenía un comercio terrestre muy bien establecido con África, con lo que ahora llamamos Oriente Medio e incluso con Europa. “Como hubo un relativo éxito comercial, económico, cultural y migratorio, no habría habido necesidad de buscar nuevas tierras, incluso con la tecnología disponible “, dice la investigadora.
Hoy día, China intenta ampliar su influencia en el mundo a través de inversiones en infraestructura.
Para Vitor Ido, investigador del South Centre en Ginebra, Suiza, la reacción a la posibilidad de que Colón no haya sido el primero en navegar por el continente americano también dice mucho sobre la hegemonía de la narrativa europea. “¿Cuáles son las razones para que nos resulte incluso inconcebible, a la mayoría de nosotros, reconocer que China podría haber tenido una superioridad tecnológica sobre los europeos en ese momento? Esta pregunta muestra nuestra forma de pensar sobre la historia”.
El controvertido libro de Gavin Menzies
Menzies, quien falleció hace pocos meses, sostenía que, a principios del siglo XV, alrededor de 1403, el emperador chino Yongle (tercero de la dinastía Ming) le dio a Zheng He la misión de dar la mayor vuelta al mundo que se había dado hasta ese entonces. El objetivo era ir “hasta el fin del mundo a recoger tributos de los bárbaros esparcidos por el mar”. Él tenía que entrenar a navegantes para que salieran a los océanos mientras, en paralelo, el imperio construía cientos de ba chuan, unos barcos de dimensiones sin precedentes. Fueron ellos quienes, en los años siguientes, emprendieron seis viajes alrededor del planeta tomando contacto con diferentes pueblos y llegando a tierras cuya existencia se desconocía. El único lugar ausente en el trayecto fue Europa. Los viajes habrían continuado si, en 1424, Zhu Di no hubiese muerto, interrumpiendo el proyecto de expansión y el contacto con otras civilizaciones (un séptimo viaje se realizaría en 1433, después de su muerte, y una octava flota llegó a partir más tarde, pero no llegó a mar abierto). Menzies dice en el libro que, junto con otros viajes del mismo período, los almirantes liderados por Zheng He también entraron en lo que hoy es Australia, 350 años antes de la expedición británica dirigida por el capitán James Cook, quien llegó a la playa de Kamay Botany Bay (hoy un parque nacional en Sídney) en abril de 1770. Dado que la mayoría de los mapas chinos originales fueron destruidos por funcionarios del imperio años después de la muerte de Zhu Di, los que quedan presentan solo viajes menores a India y otras islas del sudeste asiático. Ahora solo se puede acceder a los dibujos de los años 1421 y 1423, cuando los barcos de Zheng He habrían ido más lejos, solo a través de reproducciones, como una que encontró Menzies. Realizada por el cartógrafo veneciano Zuane Pizzigano, la reproducción muestra las islas de Guadalupe y Cuba, las costas americanas, Australia e incluso la Antártida, y según Menzies, este material fue utilizado probablemente por el propio Colón para llegar a las Antillas.
El nombre del navegante Zhen He a vuelto a la palestra en momentos en que China quiere crear la marina más grande del mundo.
Décadas más tarde, en 1512, el cartógrafo turco Piri Reis diseñó un mapa del mundo que incluía no solo las Américas, sino que detallaba el terreno de la Patagonia, en el sur del continente. Esto solo fue posible, según Menzies, por la información obtenida décadas antes por los chinos y ya esparcida por los territorios de Asia. En estos viajes ausentes de los registros originales, los barcos dirigidos por Zheng He habrían cruzado el cabo de Buena Esperanza antes que Bartolomeu Dias, pasando por Cabo Verde, en África, las islas de las Azores, hoy territorio portugués, las Bahamas (Caribe) y las Malvinas. Incluso habrían establecido algunas colonias en lo que ahora son Australia, Nueva Zelanda, California, la isla de Puerto Rico y México, a donde habría llevado los primeros caballos. Además, supuestamente estas colonias fueron pioneras en la crianza de gallinas en América del Sur y en la creación de un comercio de diamantes encontrados en la Amazonía con el resto del mundo. Los libros del ex-comandante naval son cuestionados principalmente por la debilidad metodológica. “Las extraordinarias conclusiones del autor son validadas únicamente por sus experiencias personales y por el relato de su lucha por llegar a ellas”, señala Robert Finlay, profesor emérito de Historia Mundial de la Universidad de Arkansas, en EE.UU. “Este método es lo que hace posible atraer a tantos lectores que de otra manera nunca abrirían un libro de 500 páginas, cuyo tema son los emprendimientos marítimos chinos y la exploración europea “, añade. También hay críticas a la evidencia utilizada: en un análisis extenso de la obra de Gavin Menzies, el historiador y oficial de la Armada portuguesa, José Manuel Malhão Pereira, y el profesor Jin Guoping, especialista en relaciones portuguesas en China, señalan inconsistencias que van desde corrientes de vientos a las coordenadas astronómicas utilizadas por los almirantes chinos, pasando por graves errores de análisis cartográfico (el mapa de Piri Reis, por ejemplo, describe islas de África, no del Caribe). Según ellos, el autor más vendido no solo trató de “engañar a los lectores”, sino que tergiversó varias pruebas históricas para construir su caso.
Un mapa antiguo
La tesis de que los chinos llegaron a América antes que Colón, sin embargo, nunca murió. En 2006, un abogado chino llamado Liu Gang dijo a la prensa internacional que había encontrado un objeto que lo demostraba: un mapa con los cinco continentes del planeta elaborado en 1763, pero con una anotación en la parte posterior que decía que era una reproducción de otro mapa de 1418. El mapa fue comprado por un precio insignificante en una librería de Shanghái hace años y Gang dijo que había pasado ese tiempo estudiando cartografía con otros expertos. Llegó a una conclusión similar a la de Menzies: “La información en el mapa puede cambiar la historia”, dijo Gang.
De ser cierta la teoría propuesta por Menzies, los chinos habrían llegado al nuevo continente 71 años antes que Colón.
En 2014, surgieron otras pruebas de los descubrimientos marítimos chinos: durante una expedición a la remota isla de Elcho, en Australia, un equipo de arqueólogos del país encontró una moneda de la dinastía Qing de entre los años 1735 y 1795. En ese momento, Mike Owen, jefe de la excavación, llegó a decir que el objeto se sumaba a las ya fuertes indicaciones de que los chinos habían hecho contacto con los aborígenes en la región antes de Cook. Para Júlia Rosa, quien realizó una maestría en Estudios Chinos Contemporáneos en la Universidad Renmin en Pekín, y es cofundadora de la plataforma Sh?miàn, el tema principal de este debate también gira en torno a las posibilidades chinas en ese período. “Por un lado, la dinastía estaba involucrada en proyectos de expansión y exploración de nuevos mercados para el comercio, y por otro, tenía la tecnología para hacerlo, ya que la literatura dice que los barcos chinos en ese momento eran mejores que los italianos”, señala Rosa. “Si hubiesen sabido que podía haber una tierra desconocida al otro lado del mundo, es posible que hubieran intentado llegar a ella”, explica. “Además, existe cierto consenso de que China era más avanzada tecnológicamente que Europa hasta el siglo XIV”, añade. Rita Feodrippe sostiene que, de hecho, la industria naval de China fue una de las más avanzadas del mundo hasta antes del siglo XV. “Hay muchas fuentes históricas que muestran que China llegó al siglo XV con programas y políticas específicas para su desarrollo naval a nivel local. Es decir, quería navegar por el Pacífico y comerciar con los pueblos del sudeste asiático “, explica.
El “regreso” de Zheng He
Hace tres años, el nombre de Zheng He volvió a salir de la boca de un gobernante chino: fue durante el discurso de apertura del presidente Xi Jinping del primer Foro de la Franja y la Ruta (BRF), un evento en el que delegados de más de una centena de países se reunieron en Pekín en 2017 para discutir proyectos de infraestructura financiados por China en todo el mundo. En esa ocasión, Xi afirmó que Zheng fue uno de los “pioneros chinos que entraron en la historia no como conquistadores, con buques de guerra, armas o espadas”. “En cambio, son recordados como emisarios amigos en caravanas de camellos y navegando en barcos repletos de tesoros. De generación en generación, estos viajeros de las rutas de la seda han construido un puente para la paz y la cooperación entre Occidente y Oriente”, agregó. Según Júlia Rosa, la mención del presidente chino no fue casual: en un contexto de disputa geopolítica y reafirmación en el escenario global, con la construcción de puertos y carreteras en países de África, Asia y América Latina, el navegante del siglo XV pone a de las dinastías más gloriosas de la historia de China en diálogo con las pretensiones actuales del Partido Comunista, que ha gobernado el país desde mediados del siglo XX. “Como en la dinastía Ming hubo una intensa participación de China más allá de su territorio, no necesariamente en conflictos bélicos, sino en el comercio con sus vecinos. Zheng He se plantea como la figura que ilustra las intenciones de China hoy: comprometerse con otras poblaciones a través de intercambios positivos, ganancias mutuas y comercio pacífico “, señala Rosa. “Así, Zheng He es un ejemplo que se usa para decir que China ha tenido este tipo de contacto con otros pueblos durante mucho tiempo”, agrega Rosa. Vitor Ido dice que la reanudación del uso de símbolos nacionales como Zheng He, también es parte de otra ambición china. “El país también ha hecho esto con Confucio, a través del Instituto Confucio, para expandir lo que llamamos poder blando, aunque el gobierno tiene una interpretación muy específica del confucianismo, así como de la historia de Zheng He”, señala. “De cualquier forma, este proceso me parece muy importante en la China contemporánea”. Por: Vinicius Mendes Tomado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-54407243
Si buscamos Sarhua en un mapa, tenemos que acercarnos mucho para poder identificar que el centro de este distrito peruano ubicado en la provincia Víctor Fajardo, en el departamento Ayacucho, cuenta con algo más que 16 manzanas.
Pero pese a su pequeñez en medio de las montañas en el sur de Perú, este pueblo florece gracias a su cultura y “creó un tipo de arte que solo existe en Sarhua”, asegura la historiadora del arte Gabriela Germana.
Se refiere a las Tablas de Sarhua, una tradición centenaria que el gobierno peruano declaró Patrimonio cultural de la nación en 2018 y que consiste en troncos pintados de entre dos y tres metros de largo que originariamente mostraban las actividades de los habitantes de las casas.
Con el paso de los años esas tablas se transformaron en expresiones de las tradiciones de la comunidad y también en sus preocupaciones.
En el marco de la versión digital del Hay Festival Arequipa, en BBC Mundo hablamos con una historiadora del arte peruano y con una artista para que nos expliquen qué son y qué significan las Tablas de Sarhua.
Remoto e histórico
Sarhua se ubica en el sur de Perú. Si bien lo separa unos 345 kilómetros en línea recta con Lima, llegar a Sarhua no es ni sencillo, ni rápido.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
Fuente de la imagen, Gentileza Gabriela Germana
En ruta se puede demorar hasta unas 10 horas. Por ello, es conveniente llegar a Ayacucho en avión y desde allí unas tres horas en carretera hasta Sarhua.
La noticia más antigua sobre la dominación española sobre estas tierras data de 1574, con la visita de Juan Palomares para establecer límites entre los pueblos que ya pertenecían a varios españoles, pero en los que ya había asentamientos indígenas.
Y la teoría más extendida sobre el origen del nombre de Sarhua es que viene de la palabra quechua “sarwi”, que significa “restos de animales devorados“.
“Hay una leyenda que indica que antes de la fundación del pueblo, había en el lugar de la actual plaza de armas una laguna rodeada por una espesa vegetación donde vivían animales salvajes, como el puma, que devoraban a otros animales y de ahí el nombre”, le dice a BBC Mundo Gabriela Germana.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
Sarhua fue fundado como una comunidad indígena en medio de la colonia española, por lo que la evangelización católica y la construcción de su iglesia colonial se mezclaron con las festividades religiosas precolombinas, entonces la comunidad se nutre de un maridaje de celebraciones.
La ceremonia
Las Tablas de Sarhua muestran justamente esa sinergia entre la cultura religiosa española y la local, y son un regalo entre compadres (o padrinos) dentro una comunidad.
“Las tablas son parte de la ceremonia de la Tabla Apaykuy que se realiza cuando hacen una nueva casa. Construyen un techado y los compadres entregan una tabla del dueño de la casa que se coloca en un lado del techo a dos aguas al costado de la viga”, explica Venuca Evanán artista de las Tablas de Sarhua.
En la tabla se va a plasmar a la familia que la está recibiendo como obsequio, y la lectura visual es de abajo hacia arriba.
Es decir, que en la parte inferior hay un texto donde está la dedicatoria del padrino. En el próximo cuadro aparece un santo católico que generalmente es la Virgen de la Asunción, que es la patrona de Sarhua.
Y luego vienen todos los miembros de la familia en orden de importancia. Y en el último cuadro por lo general está el Sol, que es una deidad andina, detalla Germana.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
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Una Tabla de Sarhua puede medir entre 2 y 3 metros.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
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Y suelen representar a los miembros de la familia.
Las tablas representan entre 7 y 8 escenas dependiendo del largo del tronco y de la cantidad de personas que colaboren en la construcción de la casa.
¿Y para qué regalar una Tabla de Sarhua?
“Para desear prosperidad, bendiciones, buena vibra para el hogar y se entrega con cantos, con más regalos, en la ceremonia de la Tabla Apaykuy. Y la familia la va a recibir y se va a comer, beber, bailar y celebrar alrededor de la casa”, relata Venuca Evanán.
Inicio incierto
No está claro cuándo y cómo empezó la tradición de las Tablas de Sarhua. Aunque hay distintas hipótesis.
“Algunos investigadores dicen que tienen relación con algunas pinturas incas, pero yo no estoy tan de acuerdo. Creo que esto tiene origen en la época colonial cuando una tradición figurativa llega al área Sarhua. Antes en Sarhua no se representaban cosas con dibujos y aquí ves personas haciendo cosas”, afirma Gabriela Germana.
La historiadora destaca que los sarhuinos se adaptaron el arte de la época colonial.
Fuente de la imagen, Asociación de Artistas Populares de Sarhua
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Esta es una ceremonia de Tabla Apaykuy en donde los compadres regalan las tablas en señal de buenos deseos.
Fuente de la imagen, Asociación de Artistas Populares de Sarhua
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Los artistas comenzaron a representar momentos y costumbres de Sarhua al crear su asociación en Lima.
“Sarhua tiene una iglesia colonial muy bonita, con pinturas en sus paredes y techo. Entonces podría estar ligado a ese tipo de arte pero adaptado a las necesidades de los pobladores”, añade Germana.
“Entonces ellos inventan este nuevo objeto que es un tipo de arte que solo existe en Sarhua. No hemos encontrado un arte similar en otra población ni andina ni en otra parte de América”, dice la especialista.
Las tablas de Sarhua más antiguas que se conservan hasta la fecha son de finales del siglo XIX, pero por los materiales naturales con que están hechas que son madera y tierra de colores y que cuelgan del techo de paja en una zona de muchas lluvias, es difícil que estas tablas duren mucho en el tiempo.
Historia de familia
La historia de la artista Venuca Evanán está estrechamente ligada a las Tablas de Sarhua.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
“Mis padres son sarhuinos pero yo nací en Lima. Aquí me formé pero siempre estuve en relación con la cultura sarhuina. Mis padres son los difusores de este arte en la ciudad y en diferentes partes del mundo”, dice orgullosa.
Sarhua aún mantiene muchas de las costumbres centenarias con sus fiestas tradicionales como los carnavales pero también con celebraciones católicas como la fiesta de San Juan, y sus habitantes siguen hablando quechua y vistiendo a diario sus coloridos trajes sarhuinos.
Pero al ser un pueblo que vive de la ganadería y la cosecha, muchos jóvenes abandonaron el lugar en busca de mejores oportunidades.
“En los años 60 muchos sarhuinos emigraron a ciudades grandes, primero por la crisis económica, porque la siembra y la cosecha no daba para vivir”, describe Germana. Ese es el caso de los padres de Venuca Evanán.
“Luego muchos sarhuinos, como de otros lugares de Perú, emigraron por la guerra interna, sobre todo las poblaciones rurales que fueron las que más la sufrieron. Muchos quedaban en medio de los terroristas y la respuesta del Estado. Mucha gente inocente murió o perdió sus casas”, detalla la historiadora.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
Entre 1980 y 2000 grupos armados establecidos en el centro y sur del país buscaban destituir el sistema de gobierno democrático. Según la estimación de la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Perú, cerca de 70.000 personas murieron en el fuego cruzado, en su mayoría campesinos.
En ese momento tumultuoso, los artistas decidieron representar no solo la vida ideal en Sarhua, sino también los problemas que estaban aquejando a la comunidad por laviolencia.
Aquellos sarhuinos que se mudaron a Lima decidieron comenzar una nueva forma de arte incluyendo a las mujeres y a los niños en la tradición y produciendo tablas más pequeñas para poder comercializarlas.
Y el arte de las Tablas de Sarhua empezó a mostrar otras realidades e ideales.
“Las tablas de Sarhua son una manera de expresarme. Yo plasmo mis propuestas, mis ideas, como mujer, hija de sarhunios. Es un elemento necesario, propio de algo que estoy heredando y quiero darle continuidad a través de la transmisión de conocimientos que obtuve en la práctica”, describe Evanán.
Fuente de la imagen, Gentileza Venuca Evanán
Como lo hicieron sus padres, ella plasmó nuevos temas en las tablas como la pandemia y el reclamo por la violencia en contra de la mujer en general y específicamente en Sarhua.
“Por tradición las tablas de Sarhua eran pintadas solo por varones y mi padre tuvo puras hijas mujeres así que yo he aprendido de muy pequeña el arte de las tablas y empecé a encontrar mi voz. Quiero plasmar mi vida, a través de la pintura, quiero reflejar lo que la mujer andina sarhunia vive en la ciudad”, dice.
Por: Analía Llorente, Tomado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-54609725
El cargamento de contrabando contenía más de 4.000 piezas paleontológicas del Museo de Paleontología “Rosendo Pascual”, frente al lago Gutiérrez. El destino final era Murcia, en España.
Todo comenzó en febrero del 2019 cuando el director del Museo Paleontológico “Rosendo Pascual”, Rodolfo Corsolini, cuestionó que cerraría las puertas de la institución que funcionaba desde 1995 frente al Lago Gutiérrez porque el municipio de Bariloche le exigía habilitación comercial.
Pocos días después, el paleontólogo aficionado admitió que tenía una invitación de España para realizar una muestra itinerante en Murcia y Málaga durante tres años.
Luego de la negativa de la Secretaría de Cultura de Río Negro para sacar las piezas del país, en abril, en plena pandemia y en un fin de semana largo por Pascuas, un vecino denunció “movimientos extraños en la zona del museo en la madrugada” y “la presencia de camiones cargando más y más cajas”.
“Estuvimos atentos vigilando la zona y a la semana siguiente de este llamado, concurrimos al lugar pero nos encontramos con muchas excusas y trabas y, no nos dejaron entrar. Era una situación sumamente sospechosa”, relató el secretario de Cultura de Río Negro, Ariel Ávalos, que aclaró: “Mensualmente estuvimos haciendo controles para ver si había novedades”.
Advirtió que los dueños del museo nunca les permitieron hacer la certificación del inventario. “Ellos decían que tenían 5.000 piezas pero en una primera visita, nuestros paleontólogos vieron que había más de 15.000 piezas. Sin dudas, es una diferencia enorme”.
De inmediato, las autoridades provinciales dieron aviso a Gendarmería, a la Interpol y al Museo de La Plata “Bernardino Rivadavia” que es la autoridad de aplicación de Protección del Patrimonio de la ley nacional.
Esa denuncia generó el alerta del Comité Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilegal de Bienes Culturales.
Las fuerzas de seguridad y las aduanas de Argentina y España interceptan un cargamento de contrabando que contenía más de 4.000 piezas paleontológicas en el puerto de Valencia. En el trámite de mudanza, figuraba la ciudad española de Murcia como destino.
“Saber del hallazgo fue una gran sorpresa pero estamos muy contentos”, reconoció Ávalos.
“Ayer recordaba cómo se dio todo. Al principio, se intentó dejar mal parado al municipio y a la Dirección de Patrimonio de la provincia. Pero la intención del cierre no era la que manifestaban sino que querían sacar todo eso del país. Está prohibido. Nunca tuvieron el permiso”, señaló el funcionario provincial.
En un primer contacto con las autoridades del Museo Bernardino Rivadavia para explicar la situación, indicaron que no otorgarían un permiso para salir del país sin el aval de la Secretaría de Cultura de la provincia.
“Hay fósiles que han salido del país para investigaciones pero viaja sólo el fósil y no la persona. Además, la documentación que nos presentó esta gente para la muestra de España era una invitación de una asociación de amigos de un museo de Murcia. En un papel fraudulento, fraguado y, parte del texto era copiado y pegado de otra fundamentación”, señaló Ávalos.
El funcionario recordó que Río Negro cuenta con una ley de Protección del Patrimonio provincial pero además, “un hallazgo de fósiles puede ser fortuito o en campaña y esta gente asegura que armó su colección con objetos que se encontraron en campañas”.
Para llevar a cabo una campaña de recolección de objetos vinculados al patrimonio, los equipos de investigación deben solicitar un permiso. “El último permiso que mostraron ellos era del 94 cuando no estaba el museo. Es decir que armaron una colección con un permiso parcial que les había entregado el municipio. Un permiso no habilita para siempre y tiene una vigencia de 6 meses. Luego hay que revalidar”, indicó.
“Como todo era irregular –agregó- y al pretender avanzar, nos encontramos con trabas permanentes, hicimos la denuncia penal por tráfico ilegal, por contrabando ante la autoridad federal. Por otro lado, el hijo del dueño del museo era empleado de la Secretaría de Cultura y tiene un sumario en proceso por no colaborar en nada en esta situación”.
Aseguró que en los próximos días, accederán al listado para saber cuáles son las piezas decomisadas y evaluarán cuál será el destino ya que “el patrimonio es provincial”.
“Estamos muy felices. Fue el trabajo conjunto de un montón de organismos”, concluyó Ávalos.
Tomado de: https://www.rionegro.com.ar/como-se-planeo-el-frustrado-contrabando-de-fosiles-de-bariloche-a-espana-1513367/?fbclid=IwAR0avGMbz_4KZUkNB3XuVAPYQAO_4uCxeZovRbFqAtyXg4HD2k9mS7sTVts
La Aduana frustró el contrabando de 100 piezas fósiles de un museo de Bariloche a España.
El Secretario de Cultura de Río Negro, Ariel Ávalos, dijo estar “contento porque el trabajo de meses dio frutos”. Remarcó el trabajo de las fuerzas armadas, secretaría de Cultura, subsecretaría de Patrimonio y dijo que “tenemos una alegría enorme que hayan aparecido estos materiales que son de los rionegrinos”.
Recordó que tiempo atrás el propietario había pedido un permiso para viajar a España con los fósiles. Ávalos expresó que el permiso para salir con los fósiles fue negado, porque están protegidos por la Ley de patrimonio provincial y nacional. “Nos parecía que era una pérdida enorme que una colección de semejante valor se fuese a otro país”, dijo.
“Este señor siguió insistiendo y tuvimos indicios que nos hicieron presentar en el museo, fuimos con especialistas a revisar las colecciones, siempre con dificultades, siempre había algún tipo de excusa que generaba sospechas”, explicó y por ello se dio aviso a la autoridad de aplicación nacional que es el museo Bernardino Rivadavia. “Tal como lo habíamos sospechado se intentaban sacar las piezas como contrabando”, confirmó y señaló que el material fue revisado hace unas horas. Ahora empieza el camino de retorno del material a los rionegrinos.
Informó que hay una denuncia penal de las autoridades nacionales respecto a este cargamento y ahí se podrá determinar quién es el responsable y quién estaba firmando ese envío.
“Tenemos con Julián Corsoloni hace un tiempo un sumario administrativo que está siguiendo los distintos pasos para investigar su relación con todos estos hechos que ahora se comprueba que son como habíamos pensado”, dijo el funcionario provincial.
Avalos manifestó que la idea es que vuelvan al lugar de origen pero “recién hemos charlado con los responsables del equipo pensando el camino del retorno, que empieza ahora, vamos a comunicarnos con el Museo Rivadavia y veremos cómo sigue esto”.
Resaltó que “es la primera vez que lamentablemente nos pasa y ahora veremos cómo vuelve lo más pronto posible a los rionegrinos y que todos estemos disfrutando de esa colección que es maravillosa”.
Según informa la agencia Telam la Dirección General de Aduanas (DGA) evitó el contrabando de un centenar de fósiles de dinosaurios y otras piezas paleontológicas pertenecientes a un museo privado que tenían como destino España, país donde fue incautado un contenedor con los elementos pertenecientes al patrimonio cultural de Argentina.
La acción delictiva fue descubierta tras un trabajo conjunto entre las fuerzas de seguridad y las aduanas de ambos países, y permitió que la DGA lograra recuperar más de cien piezas históricas. A partir de una serie de investigaciones previas, que aun continúan, la DGA se puso en alerta ante la posibilidad de que se produjera una exportación ilegal de fósiles.
Según se pudo establecer, todo comenzó cuando un contenedor declarado como mudanza partió rumbo a Murcia, en el sureste del país europeo, y generó la sospecha de que transportaba fósiles, por lo que inmediatamente la Aduana argentina solicitó al servicio aduanero español que a su arribo realice un exhaustivo control de la carga.
Ante el pedido de la DGA, la Aduana de España detuvo el curso de la operación en el puerto de Valencia, realizó la inspección ocular de la carga y tomó fotografías de los artículos, un operativo que fue seguido de manera remota por la Aduana local. Como resultado del mismo, se detectaron unas 100 piezas, entre las que se encontraron huesos fósiles de dinosaurios y mamíferos, huevos de dinosaurios y abundantes cantidades de troncos fósiles e invertebrados, todos pertenecientes al patrimonio cultural de Argentina.
En el operativo coordinado por la Aduana argentina, participaron además el Departamento Protección de Bienes Culturales de la Policía Federal Argentina, Interpol y el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, todos organismos integrantes del Comité Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, creado en 2003.
También la Aduana contó con la colaboración de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), de la Policía Judicial de la Aduana Española, de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional Española y del Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Fuente; www.noticiasdebariloche.com.ar/
Tomado de: https://noticiasdepaleontologia.blogspot.com/2020/09/la-aduana-frustro-el-contrabando-de-100.html?fbclid=IwAR3JqT0vR4HNBxYPnsol1f2oyIeJXiXxVKzD9S8SnUJrn0aK3487DIdm0BU&m=1
Unas 126 piezas de colección, entre cámaras, lentes y filmes del Siglo XIX y XX que habían sido robadas el miércoles pasado del Museo Histórico Fotográfico de la localidad bonaerense de Quilmes, fueron recuperadas este viernes en el domicilio de un coleccionista uruguayo que aseguró haberlas comprado de buena fe.
La investigación comenzó luego de que Gabriela Manzo, directora del establecimiento ubicado en la calle 25 de Mayo 218, entre Lavalle y Brown, denunciara el faltante en las vitrinas de varias cámaras fotográficas en exhibición, de gran valor histórico, además de cámaras de galería, computadoras y otros elementos del inmueble.
Por este motivo, efectivos del Departamento Protección del Patrimonio Cultural de la Policía Federal Argentina (PFA), que intervinieron en la investigación, generaron un alerta a la Aduana y a las restantes fuerzas federales.
Asimismo, consultaron en la base de datos Interpol, sobre obras y objetos de arte robados, para impedir que los elementos sustraídos salieran del país. También se puso en conocimiento del caso al Comité Argentino de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, perteneciente al Ministerio de Cultura.
Museo Histórico Fotográfico de Quilmes. Foto: Museo Histórico Fotográfico de Quilmes
Avanzada la búsqueda, los detectives lograron determinar que las piezas robadas del museo habían sido adquiridas por un coleccionista domiciliado en la localidad bonaerense de Banfield.
Los uniformados acudieron a la vivienda del hombre, un ciudadano uruguayo de 76 años, quien les manifestó a los agentes que habíacomprado el lote completo de buena fe, y posteriormente puso a disposición de la PFA las 126 piezas de colección, entre las que se destacan cámaras fotográficas, lentes y filmes del siglo XIX y XX.
La causa está en manos de la fiscal Ximena Santoro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Quilmes, que caratuló el expediente como “robo”.
Tomado de: https://www.clarin.com/cultura/recuperan-piezas-coleccion-robadas-museo-fotografico-quilmes_0_QdKLretra.html