El Museo de Ciencias Naturales de esta ciudad restituyó hoy los restos de nueve caciques y aborígenes qom pertenecientes a la Colonia Aborígen Napalpí, en Chaco. La ceremonia en la que los representantes de la comunidad qom que recibieron las nueve urnas con restos de cráneos y esqueletos de sus ancestros tuvo un alto contenido simbólico.
Las urnas fueron abiertas y los esqueletos, que por más de un siglo fueron exhibidos en las vitrinas del Museo hasta la sanción de una ley que lo prohibió, fueron enseñados a los descendientes de la comunidad que vinieron a buscar a sus antepasados.
Durante la ceremonia sonó una y otra vez el sonido del phututu, un instrumento de viento formado por caracolas gigantes, utilizado por las tribus para llamar a los ancestros y para invocar a los espíritus invisibles. “Los qom luchamos por defender nuestros derechos por siglos. Hoy pedimos fuerza, sabiduría y paz”, dijo en su lengua originaria, Lorenzo Pincén, uno de los representantes de la Fundación Napalpí, al recibir las urnas.
Junto a Pincén estaban Juan Chico, Mario Fernández y Sergio López, todos representantes de la fundación Napalpí y de la Comunidad Qom, de Chaco. Todos coincidieron en calificar como “un acto de libertad”, la restitución de los antepasados “que por siglos estuvieron encerrados en el Museo”.
La colonia a donde se trasladarán los restos está ubicada en los departamentos Veinticinco de Mayo y Quitilipi, de Chaco. Se trata de una de las mayores comunidades aborígenes de la Argentina, donde habrá una ceremonia para recibirlos.
La ceremonia se realizó en el museo de Ciencias Naturales Fuente: LA NACION – Crédito: Santiago Hafford
Los restos humanos pertencen a un qom fallecido en el Hospital Militar de Buenos Aires; a uno llamado “Pichón”, fallecido a los 24 años, en 1887; al cacique “León”, muerto en el Tragadero, en 1887, por las tropas argentinas; a uno que fue fusilado, en 1886, en Resistencia; a “Petizo”, también fusilado en 1886; al Cacique Löwöreraik, que vivió entre Resistencia y Reconquista, en Chaco, y muerto en enero de 1887; otro identificado solo como “Cacique”; y dos individuos registrados como tobas sin más especificaciones.
Colección centenaria
Según el informe de la Sección Demandas Académicas y Comunitarias de la División Antropología del Museo de La Plata, elaborado por la doctora Marina Sardi, “se trata en todos los casos de restos humanos que formaron parte de las primeras colecciones del Museo de La Plata” y hasta el momento “se carece de documentación histórica de la que sea posible reconstruir con mayor certeza la biografía de las personas involucradas”.
Según Sardi, “el momento de obtención de los restos mencionados se corresponde con las últimas décadas del siglo XIX, período vinculado con los procesos de avance y control militar y político del territorio comprendido entre los ríos Pilcomayo, Paraguay, Paraná y Salado y sobre sus poblaciones aborígenes”, proceso que se inició una vez finalizada la Guerra del Paraguay.
En 1870, las hoy denominadas provincias de Chaco y Formosa, así como Chubut, Misiones, Neuquén, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego fueron incorporadas al Estado Nación en calidad de Territorios a partir de 1884, tuteladas por altos mandos militares y relacionados con una élite política e intelectual “que favoreció el proyecto de ocupación legitimado bajo los ideales de la civilización y el progreso”, señala el informe de Sardi.
Los restos de los caciques que estaban en la colección del museo Fuente: LA NACION – Crédito: Santiago Hafford
La restitución se basa en la aplicación del Código de Deontología para Museos del ICOM, que indica que un museo debe “responder con diligencia, respeto y sensibilidad a las peticiones formuladas por las comunidades de las que proceden restos humanos” para que sean retirados de la exposición al público, sugiriendo una respuesta igual ante las peticiones de devolución con procedimiento de respuesta para esos reclamos.
Cambio de paradigma
Las restituciones se encuentran amparadas por la Ley 25.517, sancionada en el año 2001. En su artículo 1° ordena: “Los restos mortales de aborígenes, cualquiera fuera su característica étnica, que formen parte de museos y/o colecciones públicas o privadas, deberán ser puestos a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que lo reclamen”.
El pedido de restitución de estos nueve individuos fue respaldado por el Consejo de Participación Indígena de Chaco y de Buenos Aires como también de las comunidades del Pueblo Qom y las autoridades del Concejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas de la República Argentina.
Los restos de los antepasados serán llevados a Chaco Fuente: LA NACION – Crédito: Santiago Hafford
Los datos originales sobre los restos figuran en el Catálogo de la Sección Antropológica del Museo de La Plata, elaborado por el científico Robert Lehmann-Nitsche, en 1910.
Por: María José Lucesole
