Columna de opinión del Representante de la UNESCO en Guatemala, Patricio Zambrano, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
En el marco del Decenio de Lenguas Indígenas, declarado por la Asamblea General de la ONU, se reafirma la importancia de preservar y promover los derechos de las comunidades indígenas en todo el mundo. Estas comunidades, según la Unesco, no solo son guardianes de los recursos naturales, sino también portadores de conocimientos, habilidades y visiones del mundo excepcionales. Los idiomas, como conductos del patrimonio cultural, son fundamentales para la identidad humana, permitiendo la transmisión de culturas, expresiones y filosofías de vida únicas.
Para preservar una lengua, es crucial implementar políticas lingüísticas bien planificadas que motiven a los gobiernos a enseñarlas en las escuelas y reconocerlas oficialmente. Este proceso no es inevitable ni irreversible; con un esfuerzo coordinado, se pueden revitalizar las lenguas maternas y asegurar su transmisión a las generaciones futuras. Guatemala, reconocida como un Estado multicultural y plurilingüe, debe garantizar la conservación de sus diversas culturas, costumbres e idiomas a través de la educación bilingüe intercultural.
El Decenio de Lenguas Indígenas es una oportunidad para recordar la importancia de la educación multilingüe. La enseñanza en la lengua materna no solo facilita el aprendizaje, sino que también mejora la comprensión, la interacción y el pensamiento crítico. Además, contribuye a la preservación de la cultura y el patrimonio inmaterial, y a la revitalización de las lenguas indígenas, promoviendo una educación más inclusiva y con pertinencia cultural.
En un mundo cada vez más globalizado, fortalecer el multilingüismo es esencial para la alfabetización digital y la adquisición de habilidades para la vida, especialmente en contextos de emergencias, migraciones y desastres naturales. La educación multilingüe juega un papel crucial en asegurar que las personas refugiadas, desplazadas y las comunidades marginalizadas, como los pueblos indígenas, no queden excluidas de una educación de calidad. En resumen, la lengua materna es un pilar fundamental para la inclusión y la diversidad cultural, y su preservación es esencial para el desarrollo sostenible de las sociedades multilingües y multiculturales.