El Ministerio de Cultura anunció la declaración de tres importantes pinturas del siglo XVIII como Patrimonio Cultural de la Nación. Estas obras, que destacan por su valor histórico, artístico y social, representan un legado significativo del barroco latinoamericano y el arte virreinal, siendo reconocidas como símbolos e íconos de fe dentro del imaginario colectivo nacional.
Detalles de las pinturas declaradas
Entre las obras declaradas se encuentran “San Vicente Ferrer”, representado con aureola y hábito dominico decorado con diseños florales dorados, sosteniendo una trompeta y con su mano derecha apuntando hacia arriba sobre un fondo neutro.
Además, “La Familia de la Virgen”, que presenta a San Joaquín, Santa Ana y la Virgen María niña, acompañados del Espíritu Santo en forma de paloma, con un rompimiento de gloria mostrando al Padre Eterno, querubines y ángeles, todos con aureolas y vestidos con túnicas y mantos ornamentados.
Finalmente, “San Juan Bautista y santos adorando a la Virgen”, donde San Juan, un santo dominico y un santo franciscano, aparecen arrodillados en oración ante la Virgen, quien está representada con aureola, cabello suelto y manto dorado, en un contexto de rompimiento de gloria.
Estilo y contexto artístico
Estas pinturas, caracterizadas por elementos típicos de la escuela cusqueña como el uso del dorado y una paleta de colores tierra, destacan también por su ausencia de perspectiva, resaltando la influencia del arte religioso virreinal en la región.
Importancia de la declaratoria
La decisión de declarar estas obras como Patrimonio Cultural de la Nación no solo busca preservar su integridad física y valor artístico, sino también protegerlas de intentos de exportación ilegal, como se evidenció recientemente. Este acto refuerza el compromiso del Estado peruano en la protección y conservación de su patrimonio cultural, subrayando la importancia de estos bienes como testimonios vivos de la historia y la cultura del país.
Compromiso con la preservación del patrimonio
La recuperación de estas pinturas después de un intento de salida sin autorización destaca los esfuerzos continuos del Estado en la protección de bienes culturales que son fundamentales para la identidad nacional. Esta declaración no solo promueve el reconocimiento de la riqueza cultural peruana a nivel internacional, sino que también asegura su accesibilidad y disfrute para las generaciones futuras.