El puente colgante Q’eswachaka, que data del imperio inca en Perú y cuyo ritual de conservación es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, fue restaurado por pobladores tras colapsar en marzo pasado por la falta de mantenimiento debido a la pandemia de coronavirus, informó el Gobierno regional de Cusco.
La renovación del puente peatonal ocurre cada año, entre los meses de mayo y junio, pero el confinamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus en marzo de 2020 impidió la labor, lo que provocó su deterioro y caída el 23 de marzo pasado.
La pasarela y barandilla de sogas de fibra vegetal fue restaurada en su totalidad por centenares de campesinos del aledaño distrito de Quehue, en Cusco, quedando listo para su uso desde el miércoles pasado, luego de permanecer tres meses fuera de servicio, informó la agencia de noticias AFP.
El trabajo comunal involucró a 1.000 hombres y mujeres, quienes se repartieron las tareas: mientras los hombres se encargaban de armar la estructura, casi suspendidos en el aire, las mujeres tejieron y entrelazaron las sogas en tierra firme durante tres días.
El gobernador de Cusco, Jean Paul Benavente, afirmó que “gracias a la labor que desarrollaron los pobladores de Quehue, las generaciones heredarán los conocimientos y sabidurías ancestrales para conservar el puente Q’eswachaka, símbolo de la extraordinaria ingeniería inca que sorprende al mundo”.
“Nuestros ingenieros andinos se encargan de tejer el puente; están colgados, no usan arnés. Toda la población tiene mucho respeto y admiración por ellos”, dijo el alcalde de Quehue, Mario Tacuma.
El puente está ubicado en Quehue, sobre el caudaloso río Apurímac, a 3.700 metros de altura, y su estructura es de 28 metros de largo y poco más de un metro de ancho.
El Q’eswachaka fue construido por los incas hace más de 500 años como parte del Qhapaq Ñan (camino inca) y es el único que sobrevive gracias a la perseverante e infatigable labor de las cuatro comunidades quechuas.
Este puente es el único de su tipo que se conserva y que ha mantenido su estado original, de generación en generación, por más de cinco siglos.(Télam)
Recuperado de El Periodista (2021).