Especialistas del INAH han podido determinar las posibles rutas comerciales de esta civilización primigenia de México
La cultura olmeca está considerada una de las civilizaciones primigenias de Mesoamérica, que vivió su apogeo entre los años 1100 y 900 a.C., aunque sus ignotos orígenes se remontan años atrás. Durante la etapa Epiolmeca, entre los años 900 y 600 a.C., esta cultura se irradió a gran parte de Mesoamérica.
El pasado 28 de agosto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México anunció el hallazgo de figurillas, hachas de piedra verde, jadeíta, cerámica blanca, cajetes y tecomates (recipientes) en las regiones Costa Grande y Costa Chica, en el Estado de Guerrero, al suroeste de México. Estos hallazgos confirman la antigua presencia de olmecas en esta región del estado, donde especialistas del INAH han logrado identificar ocho nuevos sitios de esta cultura ancestral, que se suman a los treinta registrados en la entidad. Los especialistas han explicado durante la VI Mesa Redonda de Guerrero, que se ha celebrado en Taxco, que estas piezas ascienden a medio centenar durante la última década y que se han podido determinar las posibles rutas comerciales de esta civilización primigenia, que conectaban el centro de México con el océano Pacífico.
El arqueólogo Miguel Pérez Negrete, del INAH, ha destacado que Guerrero es como una cápsula del tiempo en la que también se conservan los rasgos de la religión olmeca, de tal forma que muchos de los rituales que aún se practican en el estado tienen ese origen, como los del culto al agua, al cerro, a las cuevas y al jaguar
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