En el poblado de San Antonio Xahuento (Tultepec, Estado de México), la administración local comenzó a trabajar en la cuarta celda para el confinamiento de basura.
Los trabajos para ese relleno sanitario iniciaron en enero de este año. Sin embargo, mientras realizaban una serie de excavaciones tuvieron que detenerse, porque encontraron restos.
Los empleados pararon las obras, pues en su memoria reciente se encontraba el hallazgo de una osamenta casi completa de un mamut (2016), por lo que alertaron a sus superiores, además se percataron de que no era sólo un par de restos, sino que había en diferentes puntos del predio municipal, ubicado a unos 10 kilómetros de Santa Lucía.
La administración, encabezada por Armando Portuguez Fuentes, comunicó el hallazgo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Entonces un grupo de especialistas del Instituto comenzó a trabajar en el sitio y encontró 800 huesos que corresponden a por lo menos 14 mamuts, aunque el hallazgo representa un aporte histórico mundial más importante: los restos se encuentran en un contexto de cacería y destazamiento.
La misión
Durante nueve meses, un grupo de especialistas comandados por el arqueólogo Luis Córdoba Barradas realizó diferentes excavaciones y encontraron además de los restos de mamuts, dos vértebras y una mandíbula de camello, así como un molar de un caballo.
Córdoba Barradas señaló que los restos son de hace aproximadamente 14 mil 700 años y que entre ellos hay ocho cráneos, cinco mandíbulas, 100 vértebras, 179 costillas, 11 escápulas, cinco húmeros, siete pelvis, 11 fémures y seis tibias, así como una serie de ulnas (cúbitos de un hueso largo).
Algunos restos fueron trasladados a las bodegas del Museo del Mamut, en Tultepec.
Los huesos fueron ubicados por los especialistas en tres secciones, sin embargo, el aporte científico va más allá, porque todos se encuentran en una “línea de trampa”, es decir, en un contexto de cacería.
“Se trata de dos fosas con paredes de casi 90 grados, de 1.70 metros de profundidad y 25 metros de diámetro, que fueron utilizadas como trampas. Por el momento, solamente hemos podido confirmar dos trampas aunque estamos por confirmar otras tres (trampas). Lo interesante es que los restos se caracterizan porque los mamuts eran destezados en el sitio”, declaró.
La aseveración de que en ese territorio los mamuts fueron objeto de caza se debe a las señales que encontraron en algunos huesos, como por ejemplo en un cráneo. En uno de los cráneos de mamut, explicó Córdoba Barradas, se halló una marca al frente que aparentemente fue provocada por un ataque con lanza por parte de seres a quienes denominó cazadores recolectores.
La marca en el cráneo mide poco más de 15 centímetros de largo, es decir, se ve que la lanza pegó de frente, no se clavó en el hueso, sino que resbaló y marcó un zurco.
“De acuerdo a las teorías que hay, existen pocas evidencias sobre la posibilidad de que los cazadores atacaran a los mamuts. Más bien, se ha dicho que los mamuts eran espantados para que cayeran a un pantano y esperaban a que murieran. Por ello, esto es una prueba de un ataque directo al mamut. En Tultepec sí había la intensión de cazar y aprovechar a los mamuts”, señaló.
El cráneo no fue el único hueso con marcas; esas señales también estaban en costillas: “Pero este hueso fue usado más bien como una tabla de carnicero, esto quiere decir que donde moría el mamut, ahí mismo los destazaban y se llevaban las partes útiles”.
El futuro
Luis Córdoba Barradas indicó que aún quedan muchos estudios por realizarle a los huesos, uno de ellos consiste en la datación exacta, pues de momento creen que son de hace 14 mil 700 años porque en el sitio encontraron ceniza volcánica del Popocatepetl, que está ubicado a 75 kilómetros de Tultepec.
Para poder fechar con precisión, estos restos serán sometidos a pruebas como la de Carbono 14, aunque, dijo el especialista, aún no ha sido seleccionada la institución que realizará los estudios.
Otro análisis son, por ejemplo, los de las escápulas, porque consideran que tenían cierta utilidad, pues de las seis que se han encontrado, todas son derechas, “faltan las izquierdas, ¿por qué?”, se pregunta.
Algunos de los restos ya fueron trasladados al Museo del Mamut (Tultepec), otros siguen en el vertedero, pero, reconoció el arqueólogo, hacen falta recursos. Su equipo está conformado por sólo cinco personas.
Por: Antonio Díaz