La recuperación de piezas arqueológicas e históricas por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha decrecido en los últimos tres años, a pesar del repunte en la venta de este tipo de piezas en casas de subastas como Sotheby’s, de Nueva York, y Drouot, en Francia, en este año, y el crecimiento del mercado destinado al tráfico ilícito de bienes culturales.
De acuerdo con un reporte del INAH, aunque México logró la repatriación de nueve mil 343 piezas en la última década –provenientes de países como Alemania, Dinamarca, España, Estados Unidos y Francia–, estos trabajos se han reducido en los últimos tres años, en parte, debido a que las autoridades mexicanas no han aportado información clave que evite su venta, por ejemplo: el año en que las piezas ingresaron a los países que las ofertan o si éstas arribaron de forma ilegal.
Luego de que la Red Mexicana de Arqueología (RMA), encabezada por el arqueólogo Gustavo Ramírez Castilla, revelara en este año la venta de al menos 40 piezas originales en Sotheby’s y Drouot, se cuestionó a Diego Prieto Hernández, director del INAH, sobre la pericia del INAH y el sabor a derrota que podría dejar la reducción en el número de rescates realizados entre el INAH y la Secretaría de Relaciones Exteriores en estos tres años.
(En México) tenemos un marco jurídico muy específico, propio e importante que establece que cualquier monumento arqueológico, bien cultural anterior a la Conquista y colonización de México por los europeos… es un bien propiedad de la nación imprescriptible, inalienable e inembargable”, explicó Prieto Hernández.
Pero en el campo internacional, “debemos atender otro marco legislativo que rige la relación entre ambos países. Efectivamente, hay una convención para la prevención del tráfico ilícito de bienes culturales, que empieza a tener efecto a partir de 1972 –mediante la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural–… y en ese sentido las disposiciones jurídicas tienen una aplicabilidad y una vigencia, por lo que no se pueden hacer retroactivas forzosamente en perjuicio de algún particular”, añadió.
¿De qué sirve el trámite que realiza el INAH si las piezas arqueológicas al final de venden?, se inquirió a Prieto Hernández. “Tiene como fin la construcción de un precedente jurídico; sabemos que no necesariamente tendrá como consecuencia la repatriación del bien, pero sí nos interesa dejar claro ese precedente porque en algún momento, pensamos, es posible que lleguemos a lograr su repatriación”.
¿Qué se hace para resolver el problema de fondo? “Mire, hace poco platicamos con la ministra de cultura de Alemania –estando María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura–, quien se interesa por endurecer un poquito más las disposiciones relativas al tráfico ilícito de bienes culturales. Créame, hay países muy anuentes a la posibilidad de repatriar esos bienes que, incluso, pueden entrar en una situación no muy determinada en términos de su procedencia”.
¿Qué medidas deben endurecerse? “Se está comentando en el seno de la Unión Europea –de la que forma parte Alemania–, quien se han mostrado anuente a establecer opciones más favorables a los países en general, que reclaman la devolución de bienes culturales, en particular de México… es una discusión que ellos están dando y mientras tanto nosotros mantenemos nuestra presencia en la UNESCO”.
¿No le queda un sabor a derrota por la venta de piezas que se han consumado? “¡No!, no creo que sea un tema de derrota, sino que tiene que ver con el reconocimiento de hechos y el mantenimiento, la preservación de posturas de reivindicación de nuestro país. Uno queda con sabor a derrota cuando piensa que había condiciones para que sucediera (la recuperación); pienso que si las hubieran regresado… habría sido una súper victoria”.
RECUPERA MENOS
De acuerdo con el informe proporcionado por el INAH, en 2006 consiguió la recuperación de tres piezas arqueológicas, las cuales fueron extraídas de forma ilegal en el Estado de México. Un año después, logró repatriar 70, provenientes de Los Ángeles, California, que pertenecían a espacios arqueológicos de Nayarit.
Para 2008, el INAH consiguió recuperar 936 piezas y, en 2009, se dio la segunda mayor recuperación en una década con dos mil 852 piezas arqueológicas recuperadas en Estados Unidos y Alemania; y mientras en México se celebraba el Bicentenario de la Independencia, el INAH sólo recuperaba 26 piezas, de las cuales 19 llegaron de Lyngby, Dinamarca, y las restantes de Seatle y Kansas City.
En el año 2011, el INAH reportó la recuperación de 10 mapas antiguos y de 195 piezas arqueológicas obtenidas en ciudades estadunidenses y una parte no especificadas de Italia y Alemania.
2012 ha sido hasta el momento el mejor año para el INAH, cuando logró recuperar cinco mil 110 piezas provenientes de ciudades estadunidenses y un lote más de Fráncfort, Alemania. De éstas, tan sólo poco más de 900 pertenecen al Altiplano Central mexicano, que va del año 200 al 700 d.C. y 900 al 1521.
El declive llegó en 2013 cuando el INAH sólo recuperó tres esculturas que estaban en el Museo de Arte Lowe de la Universidad de Miami: una estela en basalto que data entre el 200 a.C. y el 200 d.C.; un petroglifo con la representación de Tláloc; y una cabeza de serpiente de 85 metros de largo y 40 de ancho del 900-1200 d.C., provenientes del Altiplano Central de México.
Para 2014 el instituto sólo recuperó cinco piezas más y 121 en el año 2015, donde se destacó la repatriación de un petrograbado conocido como Bajorrelieve olmeca de Xoc restituido a México por la Asociación de Amigos de México en Francia. Y para 2016, el INAH sólo consiguió recuperar 12 piezas más.
RECUPERACIÓN DE PIEZAS POR AÑO
Año Piezas recuperadas
2006 3
2007 70
2008 936
2009 2,852
2010 26
2011 205
2012 5,110
2013 3
2014 5
2015 121
2016 12
Total 9,343
Por: Juan Carlos Talavera
Tomado de: http://www.excelsior.com.mx/expresiones/2017/06/12/1169183