El acrónimo ILAM proviene de las siglas: Instituto Latinoamericano de Museos. Cuando se crea el ILAM, su vocación de cobertura latinoamericana, hace que necesariamente se piense en una iconografía que responda a esa necesidad de identificación. |
¿Qué significa la imagen del logo de ILAM?
Cuando se crea el ILAM, su vocación de cobertura latinoamericana, hace que necesariamente se piense en una iconografía que responda a esa necesidad de identificación.Con sustento en la tradición precolombina, se escogen dos imágenes que representan motivos reconocidos y cimentados en su contexto:
? de la tradición de América del Sur es la estilización de una rana, construida con un cuadrado que se posiciona sobre uno de sus vértices, dando como resultado una figura romboidal a la cual desde su vértice base salen dos líneas zigzagueantes hacia los lados, así también en sendos vértices laterales, esta estilización del anfibio se inserta dentro de una de las más antiguas tradiciones icónicas de las primeras culturas agrícolas suramericanas, donde su motivo refiere a la fertilidad y muestra la necesidad de los opuestos para el origen de la vida, la rana por su carácter anfibio representa la unión entre lo acuático y lo terrestre, así como la fertilidad a través de su progenie.
? de la tradición de Mesoamérica y perteneciente a la cultura azteca se utiliza el símbolo del “ollín” (integrado como el ojo de la rana) que representa el sol bajo la línea del horizonte; esta imagen hace referencia al ciclo solar y por extensión a lo que cambia constantemente, normalmente esta imagen se inscribe dentro de una cruz de pedernales en diagonal que refiere a los cuatro puntos cardinales, que refuerza la idea de cambio pero en los ciclos de la vida, es decir, el simbolismo del ollín está relacionado con el cambio constante, lo mutable y los ciclos de la vida.
Es decir, nutrido desde dos tradiciones fundamentales del pensamiento precolombino de América Latina, el imagotipo del ILAM, manifiesta sus valores de cambio constante, adaptación, producción de nuevos conocimientos y posibilidades para el patrimonio cultural y natural latinoamericano.
Escrito por: Sigfrido Jiménez – ILAM