La decimonovena sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada entre este 2 y 6 de diciembre en Paraguay, fue un llamado “al diálogo entre las culturas” y una muestra de que el “patrimonio vivo es integrador”, dijo la embajadora paraguaya ante la Unesco, Nancy Ovelar.
En una entrevista con EFE, Ovelar, quien presidió como anfitriona los cinco días de deliberaciones en la ciudad paraguaya de Luque, hizo un balance del encuentro que congregó a más de 900 participantes de 120 países.
“Este fue un grito de paz para la humanidad, de paz desde el diálogo intercultural, desde el patrimonio vivo, desde la diversidad, desde la tolerancia y todos esos elementos que en la humanidad tenemos que rescatar si queremos tener un futuro”, expresó a EFE la diplomática.
Al término de la sesión, los 24 Estados Miembros del Comité decidieron la inscripción de 63 nuevos elementos culturales, dos de los cuales entraron a la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia; 58 a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y tres programas fueron reconocidos en el Registro de Buenas Prácticas en Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Ovelar resaltó a la cultura como “un elemento poderoso para generar consenso, para generar diálogo y sobre todo para trabajar por la paz, que es la misión principal de la Unesco”.
En particular, destacó la cantidad de candidaturas a patrimonio inmaterial promovidas por varios países, lo que, a su juicio, demostró que el “patrimonio vivo es integrador”.
“Las inscripciones multipaís estuvieron en un apogeo en esta reunión y creo que también eso hay que valorar, porque es la prueba de un ejercicio que se hace en los países y que va ganando terreno”, señaló Ovelar, para quien este hecho es una expresión de “espíritu de la convención”.
Entre las inscripciones multinacionales, la embajadora recordó al casabe, el pan preparado a base de yuca, por el que se unieron Cuba, Haití, Honduras, República Dominicana y Venezuela para su inclusión como patrimonio inmaterial.
También resaltó la candidatura conjunta de 16 países de Oriente Próximo y Asia que consiguieron el reconocimiento de los rituales y la estética del henna, un tinte usado para pintar la piel.
Para Ovelar, uno de los retos de la organización es fortalecer las inscripciones en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia, a fin de facilitar la postulación de los países.
En ese sentido, consideró importante “que haya un acceso a esa información, porque de eso depende que los países que están más rezagados en materia de inscripciones de elaboración del dossier (de postulación) se animen y (…) vayan también aprendiendo cómo hacer para preservar”.
La embajadora consideró, por otra parte, “un logro” que su país haya sido “el centro de la fiesta cultural de la humanidad” al acoger por primera vez en su historia este encuentro de la Unesco y en la que representó la segunda ocasión para Latinoamérica, e indicó que esto implica un compromiso para el Estado de promover la salvaguarda del patrimonio.