UNESCO e INAH impulsan renovación en la gestión de sitios Patrimonio Mundial, turismo sostenible y participación comunitaria en México como parte de proyecto regional.

Para revitalizar la salvaguardia del Valor Universal Excepcional de bienes y sitios Patrimonio Mundial en México y responder a su potencial para mejorar las condiciones sociales, económicas y medioambientales de sus territorios y poblaciones, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la UNESCO realizaron el “Taller para la actualización de los planes de gestión, conservación y sostenibilidad de las zonas arqueológicas mexicanas del Patrimonio Mundial”, el 18 y 19 de noviembre.
Los sitios designados como Patrimonio Mundial poseen un Valor Universal Excepcional, tan singular e irrepetible que es de importancia para toda la humanidad, por lo que requieren de una gestión adecuada y puntual para conservarlo y, además, contribuir al desarrollo sostenible. Por ello, la UNESCO emprende un programa de actualización y fortalecimiento de capacidades en América Latina y el Caribe.
México cuenta con 36 inscripciones en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en diversas categorías, como zonas arqueológicas, sitios mixtos y paisajes culturales, reuniendo actualmente casi una tercera parte de todos los bienes inscritos en América Latina y El Caribe, por lo que la iniciativa implementada en el país es clave.
El taller realizado en las ciudades de Oaxaca y Tlacolula de Matamoros contó con la participación de las direcciones generales de las 11 zonas arqueológicas del Patrimonio Mundial: Calakmul, Chichén Itza, Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla, Monte Albán, Palenque, Paquimé, Tajín, Teotihuacán, Uxmal, Valle de Tehuacán-Cuicatlán y Xochicalco.
También participaron en el taller la Dirección de Operación de Sitios y las coordinaciones nacionales de Arqueología y de Centros INAH del mismo Instituto, así como su Dirección de Patrimonio Mundial, la cual es responsable de implementar en México la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, conocida también como la “Convención del 72”, por el año en que fue adoptada y de la cual se desprende la Lista del Patrimonio Mundial.

Además de buscar la conservación del Valor Universal Excepcional de los bienes y sitios Patrimonio Mundial, los planes de gestión deben contribuir al desarrollo sostenible, por ejemplo: mitigar la pobreza y las desigualdades, proporcionar bienes y servicios básicos, promover la igualdad de género y el ejercicio pleno de los derechos humanos, proporcionar empleo digno o mejorar la seguridad y la salud, por mencionar algunos ejemplos, lo cual también se abordó durante las sesiones de trabajo.
Las declaratorias de Patrimonio Mundial despiertan el interés turístico, en muchos casos masivo, por lo que la planeación del turismo y la gestión de los visitantes fueron ámbitos que se abordaron para fortalecer modelos efectivos de protección del patrimonio, junto con mecanismos para incrementar la participación de las comunidades tanto en la conservación como en la gestión.
Ambos elementos, la del involucramiento de las comunidades como la de la gestión del turismo sostenible, son los pilares del proyecto “Comunidades por el Patrimonio” de la UNESCO que incorpora a nueve países en América Latina y El Caribe con el auspicio del Ministerio de Cultura del Reino de Arabia Saudita, y bajo el cual se desarrolló la actividad.
Debido a la cantidad de los bienes Patrimonio Mundial en México, se irán sumando posteriormente otros sitios, como pueden ser las ciudades Patrimonio Mundial o sus extensos itinerarios culturales que atraviesan diferentes estados.
Durante la jornada de trabajo también participaron representantes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y del Instituto Regional del Patrimonio Mundial en Zacatecas, que es un Centro de Categoría 2 bajo los auspicios de la UNESCO.