Córdoba.- Lobo y Alondra, dos nutrias gigantes llegadas de Suecia y Hungría, serán las encargados de reingresar esa especie al Iberá . Terminada su cuarentena sanitaria bajo supervisión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en el parque correntino San Cayetano, serán liberados en el humedal. La especie se extinguió hace medio siglo y el objetivo con estos ejemplares es que repueblen el parque nacional.
Lobo y Alondra llegaron hace una semana, fueron inspeccionados por Senasa en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Se hizo de un control documentación, para verificar el cumplimiento de los requisitos sanitarios exigidos por la Argentina, después se verificó el estado general de los ejemplares para constatar que no tuvieran enfermedades y, finalmente, se supervisaron las condiciones sanitarias del transporte.
Con su permiso de tránsito aprobado, las nutrias gigantes fueron llevadas al parque provincial San Cayetano en Corrientes , donde está el predio en el que se cumplen las cuarentenas de importación. Estarán allí 15 días aislados controlados por el Senasa de esa provincia. Si pasan todas las inspecciones clínicas se los liberará en el Iberá.
“Tras la primera inspección en la cuarentena, ambos animales están en buen estado sanitario. La semana que viene se realizara otra visita y si no presentan signos clínicos de enfermedades en poco tiempo más serán liberadas”, explicó Omar Senosiain, director de la oficina correntina del Senasa.
El “predador tope acuático” -como técnicamente se llama a la nutria gigante- no se ve en el humedal del Iberá desde mediados de la década del ’70 y enMisiones la extinción comenzó en los ’80. La reintroducción de la especie al ecosistema es posible por un proyecto de conservación impulsado por la Fundación The Conservation Land Trust Argentina (CLT) y la colaboración de Parken Zoo de Eskilstuna de Suecia, que donó a Lobo, y al Budapest Zoo de Hungría, que hizo lo mismo con Alondra.
“La nutria gigante sería como el equivalente en el agua al yaguareté en la tierra. Su función es fundamental para que Iberá vuelva a estar funcional ecológicamente y pueda ofrecer todos sus servicios en un ambiente sano. Finalizada la cuarentena ambas serán llevadas a los esteros del Iberá en un área de presuelta donde evaluaremos su capacidad de adaptación”, señaló Alicia Delgado, bióloga de CLT.
La nutria gigante llega a medir hasta dos metros y a pesar hasta 35 kilos. Se caracteriza por vivir en familias de diez a 20 individuos; es un gran predador y se alimenta casi exclusivamente de peces. Se trata de una de las especies de nutria más amenazadas de Latinoamérica y perseguida por su piel.