‘Conchal de Lobitos’, un yacimiento prehispánico protegido por el Ministerio de Cultura, fue cercado por usurpador del predio.
Las invasiones en las zonas de playa siguen creciendo en todo el norte del país. Y así ha quedado demostrado luego de que el ciudadano Augusto Correa Dubois denunciara penalmente a Fernando Naranjo Matto por la invasión de un área intangible de 670 m2, perteneciente al Ministerio de Cultura. Allí Naranjo Matto ha cercado con palos y maderas la zona conocida como ‘Conchal de Lobitos’, que es intangible y patrimonio cultural.
El ‘Conchal de Lobitos’ es un sitio arqueológico protegido por el Ministerio de Cultura desde el 2013. Y así consta en el informe técnico 016-2013-ARQL, que redefine el área en 670.50 m2. También lo advierte un letrero en el cerco de palos y madera que colocó, la semana pasada, Naranjo Matto y un grupo de trabajadores.
Correa Dubois alertó el hecho la semana pasada e hizo una denuncia ante la Policía. Junto a varios efectivos se acercaron hasta la zona adyacente al Mirador de Lobitos, donde constataron 35 excavaciones así como montículos de arena, hormigón y piedra pilca, listos para ser usados en la construcción de un cerco perimétrico.
Luego, Correa se dirigió hasta la Fiscalía de Talara donde interpuso una denuncia penal contra Naranjo Matto por el presunto delito contra el patrimonio cultural en la modalidad de atentado contra yacimientos arqueológicos prehispánicos. En la denuncia relata que al realizar la inspección con personal del municipio, Naranjo dijo desconocer esa área como intangible.
EXIGEN DEMOLER CERCO
Enterado del hecho, el director regional de Cultura, Marco Garrido, envió un oficio al alcalde de Lobitos, Christian Reque, haciéndole referencia al área intangible y exhortándole a que preserve el patrimonio cultural. “Hemos informado a la municipalidad para que intervenga de acuerdo con sus competencias. El municipio debe paralizar esa obra y demoler el cerco perimétrico”, dijo Garrido.
Por su parte, Reque manifestó que sí recibió el oficio del Ministerio de Cultura, pero que no ha actuado hasta ahora por miedo a ser denunciado por Naranjo Matto. El burgomaestre explicó que ese terreno fue reclamado, desde el 2005, por José Quijano, quien lo denunció a él, a la ex alcaldesa de Lobitos Matilde Bayona y a otros funcionarios, luego de que lo desalojaran del área intangible.
“Recién en junio de este año se archivó ese proceso penal. Recién la semana pasada ha salido un nuevo dueño, el señor Naranjo, quien nos ha pedido (a la municipalidad) que le renueven su constancia de posesión, otorgada en el 2004 por un gobernador de acá. No lo he desalojado por temor a ganarme una denuncia más”, explicó.
INFORMARÁ A BIENES NACIONALES
Reque adelantó que este lunes informará a la Superintendencia de Bienes Nacionales y al Ministerio de cultura sobre la invasión, y que esperará a que ellos le autoricen demoler el cerco de Naranjo.
“Quiero estar respaldado por la fiscalía y los entes encargados, de Cultura y Bienes Nacionales. Y sobre la posesión no le vamos a dar, se la hemos denegado. Tampoco tienen licencia de construcción”, señaló el alcalde.
Cabe destacar que el municipio de Lobitos le ha alcanzado una lista de 50 invasores de zonas de playa de Lobitos a la Superintendencia de Bienes Nacionales. Esta notificará a los propietarios ilegales para que desalojen los predios. “Muchos vienen, invaden, se posesionan, y después van al municipio a intentar regularizar su situación”, reveló Reque.
El desorden es total, y hay mucho negocio irregular en la venta de terrenos de playa, denunció el gobernador de Lobitos, Pedro Rivera. “Acá en Lobitos la mayoría viene, invade y nadie le dice nada. El tráfico de terrenos es bravo. Las autoridades poco hacen por ordenar. Estamos creciendo de forma desordenada y nadie dice nada”, se quejó.
DATOS
El Ministerio de Cultura informó que el próximo 22 de setiembre comenzará el juicio oral contra Inocente Manayay, presunto invasor de la huaca tallán El Bosque.
Manayay también cercó una zona intangible protegida por el Ministerio de Cultura. En un primer momento esto fue demolido por el municipio de Castilla. Sin embargo, volvió a construir y cuando la comuna quiso demoler de nuevo, interpuso un contencioso administrativo que hasta ahora no se resuelve.
