Cultura intenta revertir el daño al Museo de Arqueología y Etnología en Guatemala pero los arqueólogos desconocen el proyecto 

Créditos: AGN

En el marco de la 2ª Exposición Mundial de Ilustración Botánica que se está presentando en el campus durante los meses de septiembre y octubre, las organizadoras de la muestra y expertos en biodiversidad se reúnen para dialogar sobre las plantas nativas de Chile, y la importancia de proteger este patrimonio genético y natural ante los desafíos del cambio climático, el crecimiento poblacional y la pérdida de hábitats. 

Un museo, cual cápsula del tiempo, tiene el efecto de transportar al visitante a la época que se resguarda en paredes y pasillos. El hilo conductor que lo guía paso a paso le cuenta una historia ancestral que en algunos casos supera los miles de años. Así era el Museo Nacional de Arqueología y Etnología (MUNAE) antes de que las anteriores autoridades del Ministerio de Cultura decidieran remozar la estructura y reacomodar las piezas sin un criterio histórico o científico. Modernas bases rojas, luminarias y vitrinas alejan al MUNAE del principio original que era recordar a los guatemaltecos la herencia milenaria de antiguas civilizaciones y culturas que vivieron y viven en el país. Ese legado no solo está grabado en el valioso patrimonio, sino que vive desde siempre en el corazón de los pueblos originarios.

Por Claudia Méndez Villaseñor

Un espacio, que hoy parece menor, y que ofrecía cientos de vestigios antiguos como herencia de distintas culturas precolombinas, tenía lo que se conoce como un guion museográfico, un hilo conductor que respondía a criterios científicos y especializados. Las colecciones arqueológicas se distribuían por su descubrimiento (aparición) y la intención de la pieza, no por antojo, moda o tendencia en redes sociales. El hilo conductor, respondía a criterios especializados y sustento científico que alimentaba la curiosidad, las ganas de avanzar en el tiempo, en ese viaje que cautiva. Esto no sucede desde 2023, cuando por las acciones del Ministerio de Cultura y Deportes el recinto se transformó en un lugar en el que la historia dejó de ser la guía del visitante. Ahora, solo importa el ángulo con la mejor luz para una selfi perfecta. No funciona más la máquina del tiempo.

Cómo nació el Museo

Según el arqueólogo Víctor Mendoza, quien participó en el 38 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2025, las intenciones de abrir un Museo Nacional comenzaron a los pocos años de declarada la Independencia en Guatemala. Sin embargo, los enfrentamientos entre los posteriores gobiernos liberales y conservadores trajeron al suelo, al menos dos intentos: uno fue el que impulsó la Sociedad Económica de Amigos del País de 1866 a 1881 y el otro el del Palacio de La Reforma, inaugurado para conmemorar los 27 Años de la Revolución Liberal de 1871 y que funcionó de 1898 a 1917.

En 1931 se abrió el Salón de Arqueología, en el Palacio de La Reforma y con los años cambió de sede en varias ocasiones: a la antigua iglesia de El Calvario; al Salón del Té en el Zoológico La Aurora y en 1947, al sitio que hoy ocupa en el edificio 5 de la Finca La Aurora, en la zona 13 capitalina.

El Sistema de Información Cultural (SIC) reportó que el MUNAE resguarda 20 mil piezas precolombinas (de origen maya, tolteca, olmeca, teotihuacano, de la costa sur y el Altiplano del país) y otras 5 mil etnológicas, pero que representan a los pueblos originarios desde el siglo XIX y XX. Algunos expertos consideran que esta brecha en el tiempo ha sido desde su fundación, el talón de Aquiles del Museo.

De acuerdo con Mendoza, las colecciones se acomodaron al principio por su aparición (descubrimiento) y por su intencionalidad, luego se ordenaron por regiones en la Sala Arqueológica, en los años posteriores se abrió la Sala Etnológica. Entre 1949 y 1967, la Sala Arqueológica recibió valiosas piezas procedentes de Piedras Negras, un sitio ocupado desde el Preclásico Tardío al Clásico Tardío.

Fue en estos años que se reconoció por primera vez la discontinuidad en el tiempo de la Sala Etnológica, ya que lo expuesto representaba la cultura de los pueblos originarios en lo contemporáneo, pero no así desde lo prehispánico o precolombino.

En 1971, se reportaron problemas en la infraestructura del edificio y se planteó el traslado al Hipódromo del Norte, zona 2 de la capital guatemalteca. En su lugar hubo cambios en el mobiliario y la remodelación del cielo falso. Para 1984, se contaba con una sala del Periodo Clásico, Postclásico y del Preclásico, la colección de jades y una sala del Postclásico, que fue retirada hace cuatro años, hoy lo ocupa el diorama o altar dedicado a Maximón, San Simón o Ri Laj Mam.

El arqueólogo resaltó que para 1990, el museo había caído en el abandono y desde el Gobierno se comenzó a involucrar a la iniciativa privada en la toma de decisiones sobre el futuro de las instalaciones, la cual se consolidó en los siguientes años. En 1998, se diseñó una nueva guía, o guion museológico, respaldada por la fundación de un banco del sistema financiero aunque la decadencia del MUNAE era evidente.

Fue en el Gobierno de Alejandro Giammattei que el museo no solo perdió el nombre sino también la esencia. Para Mendoza resultaron incomprensibles acciones como las de colocar una estela a espaldas de un altar ceremonial, sin priorizar el contexto arqueológico o el ordenamiento por tema; así como exhibir piezas sin tradición mesoamericana como unos pectorales de metal de culturas ancestrales colombianas.

Cambio de nombre y piezas que faltan

Por medio del Acuerdo 1009-2023 del Ministerio de Cultura y Deporte, firmado por Felipe Aguilar, jefe de la cartera, a partir del 27 de septiembre de 2023, al Museo Nacional se le reconocería como de “Arte Maya, Arqueología y Etnología”.

El nombre recibió fuertes críticas ya que las piezas arqueológicas exhibidas en las distintas salas no son arte maya, sino valiosos vestigios históricos que describen la cultura de distintas civilizaciones del país, además de la maya, y de países cercanos.

“Con ese nombre se presentaba como un museo de arte, lo cual contrarresta el carácter científico con el que fue fundado; desconoce el aporte de las disciplinas humanísticas en la construcción de la historia del país y sus pueblos. Por otro lado, al circunscribir los artefactos (vasijas y vestigios) a lo maya, excluía a las culturas precolombinas y contemporáneas que están representadas en la colección que consta de más de 50 mil piezas (30 mil más que las reportadas por el SIC)”, aclaró Liwy Grazioso, ministra de Cultura en 2024, durante el acto público convocado para anunciar la decisión ministerial de devolver el nombre original al MUNAE.

Durante el Gobierno de Giammattei también se denunció el retiro sin criterio técnico, de importantes piezas patrimoniales como:

  • La colección de jades
  • El conjunto de máscaras de Tak´alik Ab´aj
  • El Altar del Tapir
  • El Monumento IV de Kaminaljuyú
  • El enmascarado del Monumento XI de Kaminaljuyú
  • Esculturas de figuras humanas masculinas en realistas en un ritual de fertilización de la tierra
  • El cráneo de Kaminaljuyú
  • El conjunto de vasijas Anaranjado Delgado, del que solo quedó el perro

También se criticó que se separaran dos esculturas de serpientes procedentes de Pasaco, Jutiapa, de relación complementaria, al colocar una en medio de estelas de las Tierras Bajas, lo cual no coincide ni en geografía, origen o cronología; así como que desapareciera audio de explicación de la réplica a escala del mural de San Bartolo; que se desintegrara el ajuar de uno de los señores Kaqchikel del Templo III de Iximché y que se retiraran las maquetas diseñadas por Alfredo Mackenney, fallecido en julio de 2024, las cuales representaban la cotidianidad de las ciudades mayas con sus habitantes y quehaceres domésticos

Denuncias por tres años

El arqueólogo Carlos Navarrete, reconocido en el ámbito académico y de investigación, fue quien por tres años seguidos denunció los desaciertos del nuevo MUNAE y lo que representaban las piezas que faltan. “Es una vitrina de objetos bonitos, más bien dirigida a satisfacer la oferta turística que a contribuir en el conocimiento de la historia. Vanidades ministeriales y obediencia ciega de museógrafos y de algunos profesionales de lo antiguo, sepultaron una parte de la historia de Guatemala y la posibilidad de entender en vivo la riqueza cultural de los pueblos originarios”, escribió en 2023 y 2024.

“Muchas piezas de relación complementaria fueron separadas, haciéndoles perder la unidad conceptual que compartían. Por ejemplo, la similitud simbiótica de dos esculturas de serpiente, procedentes de Pasaco, Jutiapa. Una reposa en forma de altar en contacto con la tierra, la otra está enrollada en bulto. Como arte sorprende que la lengua, cejas, colmillos y decoraciones del cuerpo sean exactas en ambas piezas. Fueron separadas. Una yace entre piezas varias y la otra en medio de estelas de las Tierras Bajas”, mencionó.

Navarrete también cuestionó el retiro del equipo de sonido por medio del cual se explicaba al público sobre el mural a escala de San Bartolo. “Se podían enterar del contenido que guarda la pintura mural más importante del Preclásico maya”, indicó.

“Quitaron piezas emblemáticas relacionadas con la historia del Museo. Les habrá parecido feo el Monumento IV de Kaminaljuyú, una escultura que acompañó la fundación del primer Museo de Arqueología en la Casa del Té. Igualmente feo les pudo parecer el obeso enmascarado que porta un fémur en la mano (Monumento XI de Kaminaljuyú), ejemplo de un tipo de escultura propio del Altiplano Central y de la costa del Pacífico desde Chiapas, México a El Salvador”, añadió.

Según el experto dicha pieza fue interpretada como la representación de un sacerdote de sacrificios o una deidad desarrollada por los amarres que presenta. “De ser el caso sería la representación mesoamericana más antigua con estas características, mucho antes que el Xipe Topec teotihuacano-mexica”.

Del Altar del Tapir, el arqueólogo refirió que se trata de una escultura realista del mamífero, de gran valor en Mesoamérica por estar relacionado con el culto al agua. Asimismo, indicó que el cráneo de Kaminaljuyú es una pieza única de 250 a 500 d.C. que evidencia las fuertes relaciones comerciales con Teotihuacán.

Calificó como pecado de “lesa cultura que raya en la descortesía e ignorancia”, el retiro de las maquetas diseñadas y elaboradas por Alfredo Mackenney.  “Son historia viva, un corte en el tiempo, se detienen un día en la vida de aquellos centros urbanos. Nada sobra, ninguna figura estaba al azar. Los pequeños personajes cumplen diferentes funciones. Hay grupos de comerciantes; sacerdotes oficiando ceremonias; paseantes; peregrino; cortejos con señores; constructores. Se palpan los productos, solo falta el murmullo”, afirmó.

Palabras más, palabras menos, Navarrete denunció una vez más, el retiro de las valiosas piezas, el pasado 23 de julio, durante el 38 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2025. Según el experto, se transformó un lugar dedicado al desarrollo y cultural de los pueblos nativos en una sala con de piezas de arte, como el controvertido mural de Christian Igor Escobar Martínez, (Chrispapita). “Se le despojó de su sentido antropológico. Es un museo con tintes turísticos más que didácticos con la ausencia de piezas icónicas para la historia del Museo”, añadió.

Previo a la exposición de Navarrete se presentó la ponencia “El proyecto de renovación del MUNAE: gestión pública, museología y turismo para la conservación del patrimonio”, que alabó y justificó, para disgusto del público, las obras, el cambio de imagen y distribución de las piezas en el recinto. Los presentes expresaron sus críticas a la expositora, quien respondió los cuestionamientos de forma desafiante. Al final afirmó que solo había recibido órdenes.

Bosquejo del proyecto de Felipe Aguilar

De agosto de 2022 a finales de 2023, el ministro de Cultura, Felipe Aguilar, dio el visto bueno a dos proyectos por más de Q24 millones en el Museo, mediante la convocatoria a licitaciones públicas. El primero, “Cambio de cubierta del MUNAE, ubicado en zona 13, Guatemala, Guatemala”, tenía como objetivo desmontar la cubierta de fibrocemento de unos 3 mil 978 metros cuadrados, entre otros nueve rubros de trabajo. Fue adjudicado el 19 de agosto de 2022 y registrado en el Sistema de Información de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, conocido como GUATECOMPRAS, con el NOG 17450756.

Dos empresas presentaron ofertas el 4 de agosto de ese año: ARCOS Proyecciones, S.A., por Q8 millones 789 mil 840 y Productos Especiales de Concreto, S.A., por Q9 millones 160 mil. La obra se otorgó a la primera de las compañías, cuya representante legal es Jessica Ivonne Lemus Lima, dado que la segunda incumplió algunos requisitos de las bases del concurso. El proyecto concluyó a finales de ese año.

A principios de 2023, la cartera de Cultura preparaba el segundo proceso de licitación. En enero de ese año, el Ministerio publicó en el Portal de Transparencia, el proyecto de bases del concurso “Mantenimiento, reparación, suministro de aire acondicionado y equipamiento de la museografía del MUNAE, a cargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural”, (NOG 19084501), con 17 renglones de trabajo.

La única oferta que se recibió para ejecutar la obra fue de ARCOS Proyecciones, S.A., por Q12 millones 974 mil 295. 25 y que luego aumentó a Q15 millones 512 mil 532.  Lo cual significó que en un año, esta empresa ubicada en la zona 13 capitalina fue favorecida con contratos por Q24 millones 302 mil 372.

De estas obras destacaron el muro de vidrio alrededor del patio central con la fuente colonial; las bases rojas que sostienen los monumentos; divisiones de cristal y una plataforma que quitó altura a uno de los salones. Además se colocó el polémico mural Xibalbá, donado al Museo por Chrispapita, aunque del procedimiento de recibimiento de la obra no quedó ningún registro.

En GUATECOMPRAS solo aparece anulado un contrato por servicios técnicos artísticos, con valor de Q1 millón 320 mil, a nombre de Escobar Martínez y autorizado por el entonces viceministro de Cultura, Christian Neftalí Calderón Santizo. La cartera lo había contratado del 4 de febrero al 14 de septiembre de 2021 por un Tríptico Aéreo, que consistía en dos lienzos de 1.85 metros de largo por 2 metros de ancho y un tercero de 1.85 metros de largo por 5 metros de ancho. Sin embargo, dado el grado de controversia que desencadenó este gasto, el contrato fue anulado el 26 de febrero de ese año, lo que obligó al contratado a devolver un anticipo de Q434 mil. Se desconoce si este mural es el mismo por el que se había contratado al artista en 2021.

Las piezas que faltan, ¿en dónde están?

La situación actual del Museo es reconocida por autoridades de la cartera, así como la denuncia del arqueólogo Navarrete y por ello, Hugo Mayorga, jefe de la Dirección de Museos y Centros Culturales del Ministerio de Cultura accedió a una entrevista con Prensa Comunitaria, que se concentró en conocer sobre el lugar en el que se encuentran las piezas retiradas del MUNAE, sin una justificación técnica, su estado y posibilidad de que sean expuestas otra vez.

Mayorga dijo que en la actualidad se define un nuevo guion museográfico, ese hilo conductor que se perdió desde 2023, y en el que ha avanzado un 60 por ciento. “Se tiene una buena relación con el arqueólogo Navarrete y antes de que comenzara el 38 Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2025 visitó el Museo. Está muy interesado en las mejoras que hacemos y en un trabajo colaborativo”, afirmó.

Mencionó también que varios arqueólogos manifestaron su interés en colaborar y se propuso crear una Mesa de Diálogo. “Quién mejor que ellos, que aman la arqueología, la historia y el patrimonio para que nos ayuden y que sea un trabajo en equipo”, dijo.

“En la actualidad se promueven las mejoras, sobre todo en el guion museológico. Ese hilo conductor que se debilitó y que se quiere fortalecer”, añadió.

De acuerdo con Mayorga, el guion museológico es un trabajo en equipo, entre la administración, conservadores y arqueólogos. “Contar esta historia, pero de forma correcta no solo al público en general, sino a académicos, investigadores y arqueólogos”. Al momento, el nuevo guion museológico ha avanzado en un 60 por ciento, indicó el funcionario. Incluye una distribución de los espacios de acuerdo con criterios técnicos y científicos, así como ambientales. Se espera integrar el guion anterior a 2020, que se mantuvo en los últimos 50 años, aunque con algunas deficiencias, según expertos.

Mayorga dio respuesta a las denuncias de Navarrete sobre el retiro de algunas piezas del MUNAE de la siguiente manera:

  • Las dos esculturas procedentes de Pasaco, Jutiapa se exhiben en el Museo y están visibles, pero sin contexto. Una se encuentra en la sala VII y la otra en la rotonda en medio de dos estelas de las tierras bajas.
  • La colección de jade se dejó de exhibir, se desconocen los criterios. Está en la bodega de almacenaje. En los siguientes meses se volverán a presentar al público en una exposición temporal.
  • El conjunto de máscaras de Tak´alik Ab´aj fue devuelto al sitio arqueológico Tak´alik Ab´aj ubicado en El Asintal, Retalhuleu, en marzo de 2022. El Gobierno anterior no dio a conocer sobre el proceso de devolución de las piezas ni que se habían trasladado a ese lugar.
  • Las tres piezas procedentes de Kaminaljuyú, (los monumentos IV, XI y el cráneo); el Altar del Tapir, la escultura asociada a la fertilidad y el conjunto de vasijas Anaranjado Delgado están en la bodega de almacenaje y en buenas condiciones.
  • Se corrigió el ajuar de uno señores Kaqchikel del Templo III de Iximché.
  • Las maquetas diseñadas por Alfredo Mackenney fueron donadas a un museo privado, luego que el Gobierno anterior las retirara del MUNAE. El Ministerio se ha acercado a la familia Mackenney con el propósito de se le done alguna de las piezas.
  • La cartera de Cultura evalúa si el mural de Chrispapita se integrará al nuevo guion museológico.

¿Qué dicen los arqueólogos?

Para el arqueólogo Tomás Barrientos, quien desconoce sobre los trabajos que promueve la cartera de Cultura en el MUNAE, es un buen momento si se quiere recuperar una nueva museología, una nueva narrativa de acuerdo con conceptos más contemporáneos sobre la cultura y la identidad.

“Es una excelente oportunidad para que no se repita el mismo discurso de discontinuidad que se ha mantenido y se mejoraren esos mensajes. Por ejemplo, si se exhibe una ceremonia maya, ¿por qué no incorporar una actual junto a los prehispánicos? El Museo no cuenta con espacios en los que demuestre la continuidad de los pueblos originarios a través del tiempo”, consideró.

Prensa Comunitaria se comunicó con un familiar (dijo ser el contacto con Navarrete), con el propósito de conocer los puntos de vista del experto sobre un nuevo guion museológico en el MUNAE y su colaboración en el proceso, pero no fue posible comunicarse con él.

La Asociación Guatemalteca de Arqueología (AGARQ), una de las más representativas del país en esta materia, comentó que en Guatemala el gremio de los arqueólogos es pequeño y tienen una buena comunicación entre ellos. Por el momento, se desconoce el proyecto de definir y elaborar un nuevo guion museológico en el MUNAE, indicó la entidad en un comunicado. “En un principio no se observa un avance y no se han hecho consultas con los profesionales. Si hay una convocatoria es importante que se incluya a arqueólogas y arqueólogos con especialidades distintas para enriquecer este guion”, señala el documento.

“Cuando se cambió el nombre al Museo el gremio expresó su protesta, porque definirlo como museo de arte era descontextualizar la historia que el ser humano escribe día a día. Cómo vivían las sociedades, cómo vivían las personas comunes. Por ejemplo, los cazadores, y recolectores, luego el periodo Preclásico, el Clásico, el Postclásico y la Sala de Etnología. Comprender la historia con lo diario y no solo con los tesoros. Lo que sucede hoy es un retroceso. Se regresó al siglo XIX. Lo único que ha sucedido hasta ahora es que el Museo recuperó su nombre”, agregó.

“Por ahora, de haber ocurrido un cambio se sabría. No hay ningún plan de corregir o editar el guion museológico que se presentó en 2023, que consideraba una petición de 2003. Se impulsaron dos procesos con mesas técnicas especializadas por área del Museo que hicieron propuestas sobre los cambios. Uno se hizo en 2005 y el otro en 2015. La crítica que se mantiene es que rompieron la línea de tiempo que había prevalecido en los últimos 40 años. Se robaron la información contextual e hicieron una ensalada. ¿Qué aprende una persona que visita el Museo, casi nada?”, afirmó.

Valor patrimonial

Por medio del Acuerdo 1134-2016, del Ministerio de Cultura y Deporte, con fecha 16 de diciembre de 2016 se declaró al MUNAE Patrimonio Cultural de la Nación. Pese a ello, esta cartera cambió su nombre, mediante el Acuerdo 1009-2023, por el de Museo Nacional de Arte Maya, Arqueología y Etnología.

La Dirección de Museos y Centros Culturales emitió un dictamen técnico favorable, el 29 de mayo de 2024, que facilitó al Ministerio devolver el nombre original al MUNAE, con el Acuerdo Ministerial 786-2024, que fue anunciado por las nuevas autoridades de la cartera, el 31 de mayo de ese año.

Mónica Urquizú, directora técnica del Instituto de Antropología e Historia habló entonces sobre el vasto depósito de piezas arqueológicas precolombinas, tanto mayas como de la cultura Olmeca, Cotzumalguapa y teotihuacana; y de la valiosa muestra etnológica de varias culturas como la garífuna y xinca, por ejemplo.

“La colección tiene la ventaja de ser producto de investigaciones arqueológicas que demuestran de dónde viene cada pieza, su época y otros detalles de gran exactitud. De esta manera se le puede dar al visitante una mejor información de lo que observa. No son piezas decorativas, sino de un gran valor cognitivo e histórico”, añadió en su discurso.

A más de un año de que el MUNAE recuperó su nombre, se exhiben en la actualidad 522 piezas arqueológicas; 98 son monumentos y 422 son piezas más pequeñas o fáciles de manipular. El Ministerio aseguró que se comenzó a readecuar la Sala Etnológica y por ello se exponen 88 piezas.

No obstante, en diciembre de 2022, el Museo reportó 1 mil 009 piezas: 92 monumentos arqueológicos y 917 piezas fáciles de manipular, en las salas del Preclásico, Clásico, Postclásico, así como de la sala de Obras Maestras y Monumentos, de las cuales 320 eran de la Sala Etnológica. La diferencia de 487 piezas que podría incluir las denunciadas por el arqueólogo Navarrete y de la Sala del Postclásico, que también fueron retiradas y que son 83. La cartera explicó que en el caso de la Sala Etnológica los trajes regionales se registran no como unidad, sino por separado: güipil, faja y corte, por ejemplo. También había una representación del Baile del Venado, que también cuenta como piezas en los registros. Estas variaciones entre un catálogo y otro tendría que ser parte de lo que se analiza en la actualidad con el nuevo guion museológico.

El desafío ahora es proteger este valioso patrimonio y que el Museo sea uno de Arqueología y Etnología, pero con un criterio que integren y reduzca la brecha entre el pasado milenario y la época contemporánea. El reto es llenar los vacíos que dejaron de lado la cultura vida de los pueblos originarios con sus tradiciones y herencia más allá de los siglos XIX, XX y XXI.

Además, con tres cambios en la Dirección de Museos y Centros Culturales, del Ministerio de Cultura y Deporte, en un año, como lo señaló la AGARQ se encuentra en tela de juicio el trabajo en un nuevo guion museológico, que se supone ha avanzado en un 60 por ciento. Por el momento los arqueólogos, entre otros especialistas, no se les ha solicitado su aporte y conocimiento del tema. Queda 2026 para avanzar si algo se quiere, porque en un cuarto año de Gobierno, las prioridades son distintas y con miras electorales.

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