El Museo Nacional de Arte Mexicano devuelve pieza maya. La repatriación fortalece vínculos culturales y educativos.
Por Adriana López | Reportera
El Museo Nacional de Arte Mexicano (NMMA), en Chicago, Illinois, entregó un fragmento de panel maya al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La pieza, propiedad del gobierno federal, regresó luego de la dictaminación pericial sobre su estado de conservación.
El evento se realizó el 16 de mayo de 2025, en el NMMA, donde el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, reconoció el gesto como un avance histórico. La devolución simboliza la colaboración entre museos estadounidenses y mexicanos en la recuperación de patrimonio cultural.
El fragmento fue restaurado y registrado en cooperación con el NMMA, para después exhibirse en Chicago al menos un año. Se busca que la comunidad local, especialmente la mexicana y latina, conozca la importancia de la repatriación.
Colaboración cultural y educativa
El director del INAH indicó que la exhibición en Chicago permitirá que niños y jóvenes mexicanos entiendan el combate al tráfico ilícito de bienes culturales. Así, se promoverá una conciencia pública sobre el patrimonio cultural del país.
En la conferencia, la cónsul general de México en Chicago, Reyna Torres Mendivil, afirmó que estos bienes deben estar en espacios públicos. Añadió que el patrimonio debe ser accesible para todos, no encerrado en colecciones privadas.
La pieza fue parte de la colección de Jeanne y Joseph Sullivan y estuvo expuesta en museos como el Metropolitano de Nueva York y el Museo de Brooklyn durante los años 1960 y 1970. Sus herederos solicitaron su devolución a México.
El fragmento mide 119 por 53 centímetros y está elaborado en piedra caliza. Corresponde al periodo Clásico maya, entre los años 600 y 900 d.C., y probablemente proviene de la región Puuc, en Campeche y Yucatán.
Descripción y significado del panel
La imagen tallada muestra una figura con máscara y tocado, con las manos extendidas y en actitud de hablar. Originalmente, la obra contenía dos figuras enfrentadas, posiblemente con significados ceremoniales o políticos.
El director de Artes Visuales del NMMA, Cesáreo Moreno, explicó que la pieza representa un vínculo profundo con la cultura maya. Señaló que el siglo XXI exige un enfoque colaborativo con las comunidades originarias para respetar su patrimonio.
Moreno indicó que la exposición del fragmento en Chicago ofrecerá una experiencia educativa para estudiantes. Señaló que la repatriación genera un entendimiento más amplio y respetuoso de la herencia cultural y su contexto.
Por su parte, el director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit García-Peña, enfatizó la responsabilidad que implica reintegrar piezas arqueológicas a su lugar de origen. Dijo que esto significa valorar su contexto histórico y cultural compartido.